Antes de entrar en la sala de reclutamiento (ROR), Tom quería que la habitación le mostrara todo su contenido. Cuando la puerta se cerró detrás de él, desapareció y solo quedó una simple pared. Cuando Tom entró en la habitación, estaba llena de libros, artefactos, oro, joyas y toneladas de otros trastos. La habitación parecía interminable. En algunos lugares hay montones de trastos apilados en gran cantidad y en otros están ordenados cuidadosamente en estanterías. Tom sabía que no podría hacer mella en este desorden solo.

Originalmente pensó en conseguir un montón de baúles para robar este lugar. Baúles tras baúles tras baúles hasta que saqueó el lugar por completo, pero Tom no necesita robar el ROR ya que es dueño de todo el castillo. ¿Por qué perder el tiempo saqueando cosas que ya posee? Tarde o temprano revelará sus herederos y la propiedad del castillo. Nadie podría impedirle entrar al castillo. Especialmente si Lady Hogwarts le da a Tom el control total. Sin embargo, tendrá que hacer que el ROR esté un poco más oculto y fortificado.

Después de curiosear un rato, Tom salió de la habitación y volvió a entrar después de pensar en lo que necesitaba. Entró de nuevo y encontró tres libros sobre una mesa. Estos libros son todo lo que Hogwarts tiene en el rastro que probablemente ahora esté en su varita. Una vez que consiguió estos libros específicos, salió de nuevo y volvió a entrar. Esta vez la habitación es una biblioteca gigante. Tom pidió todos los libros que hay en los terrenos de Hogwarts. También trató de ser más específico y pidió que estuvieran bien organizados. Además, quería que hubiera un área para leer, como un sofá o algo así.

El hecho de que entrara en detalles dio sus frutos y la habitación quedó como él deseaba. Pasó el resto de la noche leyendo sobre el rastro. Aprendió que el rastro se coloca en una varita en el momento en que un estudiante entra en las barreras de Hogwarts. Una vez que las barreras catalogan a un estudiante como portador del rastro, ya no intentarán insertarlo nuevamente. Cuando un estudiante de séptimo año deja la escuela por última vez, el rastro también es eliminado por las barreras. La forma en que se elimina se explica en el último libro. Una vez que se elimina el rastro, nadie en la escuela o el gobierno es notificado, y la única forma de saber que el rastro ha desaparecido es lanzar algunos hechizos de diagnóstico en su varita.

"No creo que tenga que preocuparme demasiado por si eso sucede. Incluso si alguien termina haciéndolo algún día, puedo hacerme el tonto y decir que no tengo idea de cómo funciona el rastreo", pensó Tom.

De alguna manera, Tom logró leer los tres libros con un poco de tiempo de sobra, por lo que decidió probar y ver si su memoria perfecta podría ser útil para algo. Salió de la habitación nuevamente y pensó en el ritual exacto que se necesita para eliminar el rastro. Utilizando su memoria perfecta al máximo, Tom agregó tantos detalles adicionales como pudo. Una vez que terminó, Tom entró en la habitación y todo estaba como pensaba.

"La Sala de los Menesteres definitivamente se usaba para rituales", pensó Tom mientras miraba alrededor de la habitación y veía que el ritual descrito para eliminar el rastro estaba perfectamente preparado. "Siempre que tengas los ingredientes en Hogwarts, preparar el ritual es tan fácil como darle algunas instrucciones a la habitación. Con esto, puedo practicar rituales sin tener mucha experiencia en crearlos".

El suelo de la habitación estaba cubierto de matrices y runas escritas con diferentes tintas y tipos de sangre. Había velas en varias secciones y en el centro de todo había un pedestal para colocar su varita. Tom caminaba con cuidado entre las matrices y las runas, para no manchar nada. Una vez que llegaba al centro de la habitación, colocaba su varita en el pedestal y volvía sobre sus pasos para salir por el mismo camino por el que había entrado.

Una vez que salió del área del ritual, Tom se acercó a una determinada formación y colocó su mano en el medio. Luego inyectó un poco de su magia en la formación y toda el área del ritual se iluminó como un árbol de Navidad. En realidad, Tom no necesitó suministrar tanta magia, ya que el castillo tomó el control y bombeó magia directamente desde las líneas de lay que se encontraban debajo.

"Esta habitación fue hecha 100% para rituales", asintió Tom.

Una vez que la luz alcanzó su punto más brillante, se escuchó un sonido que indicaba la ruptura del rastro. Sonaba como un cristal que se rompía. La varita de Tom, que parecía un hueso, brilló por un momento después del sonido y el ritual terminó. La luz de las matrices y las runas desapareció, y Tom se acercó para agarrar su varita.

"Ahora que el rastro ha desaparecido, puedo usar la magia tanto como quiera cuando deje la escuela. La Segunda Guerra Mundial debería empezar el año que viene, así que poder usar la magia me ayudará mucho. ¿Tal vez debería matar a Hitler? Ser conocido como el tipo que mató al hombre más odiado de la historia sería genial. Apuesto a que la gente haría cola durante días para ver el recuerdo de mí matando a Hitler. Grindelwald también, si soy lo suficientemente fuerte para entonces. No hay razón para darle fama a Dumbledore y una varita superpoderosa". Tom dejó estos pensamientos de lado por ahora.

Una vez completado el ritual, Tom salió de la habitación y pensó en un dormitorio cómodo. Necesitaba dormir un poco y las salas comunes se cerraban después de un tiempo determinado. Una vez que tuvo un buen lugar para dormir, Tom pasó un tiempo practicando magia hasta que se agotó y rápidamente se quedó dormido.

Al día siguiente, Tom se despierta y corre a la sala común para recoger a Druella para su entrenamiento. En el momento en que da la contraseña y entra, se puede ver a Druella sentada en el sofá esperándolo.

"¿Dónde estabas? Anoche llamé a tu puerta y no respondiste", pregunta ella levantando una ceja.

El dormitorio de las chicas puede estar protegido contra los hombres, pero el de los chicos no lo está contra nadie. ¿Acaso la escuela no cree que las mujeres también pueden ser pervertidas o que las parejas no irían al dormitorio de los chicos? Tom suspiró en su mente mientras deseaba que ella lo dejara en paz.

"¿Qué estabas haciendo anoche en mi puerta? ¿Querías entrar a escondidas y hacerme cosas horribles mientras dormía?", bromea Tom e intenta cambiar de tema.

—¡Qué, no! Es fin de semana, así que pensé que podríamos quedar y jugar un poco al ajedrez o algo así —dice mientras mira a Tom con la nariz hacia arriba—. Ahora deja de intentar cambiar de tema y dímelo de una vez.

"No te lo puedo decir. No voy a mentir y decir que estaba explorando o algo así, pero no voy a decir dónde estaba ni qué estaba haciendo", dice Tom, sin querer mentirle a su primera amiga que arruinó su reputación para él.

"*suspiro* Bien, pero espero una explicación tarde o temprano." Ella suspira y decide dejarlo por ahora.

"Gracias, ¿estás listo para nuestro entrenamiento?"

"Sí, vamos."