La mañana comenzó bien. Ya casi me acostumbraba a la Torre de los Vengadores y todos eran muy amables.

Me mudé allí por petición de Steve, mi novio, ya que así podríamos pasar más tiempo juntos. 

Como decía, la mañana de momento iba bien. De momento.

-¡Sorpresa!-Saltó Pietro desde detrás de la isla de la cocina-

Me llevé una de mis manos al pecho por el susto-Gracias Pietro-dije todavía recuperando mi respiración-

-Te he preparado pancakes para este día TAN especiaaaaaaaaaaaaaaaal-comentó super emocionado-

-No mientas Pit, no sabes cocinar, los he preparado yo- dijo Wanda mientras me daba un abrazo, el cual correspondí-

Yo solo me reí. Wanda y Pietro siempre eran así. 

Me sobresalté un poco al notar como alguien posaba sus manos alrededor de mi cintura-Buenos días preciosa-me saludó Steve dándome un sonoro beso en la mejilla-

-Buenos días cariño-correspondí.

La mañana se quedó ahí, mientras comíamos los pancakes que Wanda había preparado y el resto del equipo llegaba.

-Bueno bueno bueno, me han comentado que alguien cumple años hoy...-canturreó Tony-

Todos me miraron con una sonrisa. Al notar el silencio abrupto del momento suspiré dándome cuenta de lo que ocurría-Nope, ni se os ocur-

-REGALOS!!!!!-gritaron a la vez asustándome- 

Noté como corrían hacia la sala de estar y negué sonriendo. Steve me tomó de la mano y me guió hasta la sala.

El momento de Steve de darme su regalo llegó. Me entregó un libro. Lo "inspeccioné"

-Es...precioso...tiene m-muy buena pinta sonreí intentando aguantarme la risa-Cariño, ¿si sabes que soy ciega, no?-pregunté sonriendo.

Él se quedó en blanco por un momento sin saber qué decir.

-Pero da igual, me encanta, además, me lo puedes leer tú-sonreí mientras intentaba enfocar mi mirada con la suya, fallando en el intento.

Escuché la risa de los demás y la suya en un tono más tranquilo. Me acerqué lentamente y posé mis manos sobre su pecho asegurándome de saber dónde estaba y lo abracé por el cuello-Te quiero Cap-susurré en su oído.

-Yo también te quiero-