Cuando desperté eran las once de la noche. Me había quedado dormida sobre la encimera de la cocina. Froté mis ojos en un intento de despejarme y así poder hacer la cena, aunque era un poco tarde.

Repetí las acciones anteriores, les llevé la cena a cada uno en una bandeja con las medicinas correspondientes.

Bostecé apagando la luz para dirigirme al ascensor. No cené nada porque no tenía hambre, la verdad es que me dolía un poco la cabeza. Quizá porque no he parado quita — pensé.

Al acostarme en mi cama todo empezó a dar vueltas, un sudor frío me recorrió la espalda y corrí al baño. Me arrodillé y lo poco que había comido ese día acabó en el retrete.  Respiré hondo intentando calmar mis ganas de seguir vomitando, porque sabía que no me quedaba más en el estómago y solo me haría daño.

Pasé mi mano derecha por la frente y retiré el sudor que descendía por esta. Me senté al lado del retrete, sentía como mis piernas temblaban, de repente tenía calor y de un momento a otro fría. La cabeza me palpitaba y sentí que mis párpados cada vez pesaban más.

Con las pocas fuerzas que me quedaban llamé a JARVIS.

- Dígame señorita Wild - Respondió aquella voz robótica.

- Llama a Fury, a Nick Fury por favor - Cada vez me costaba más respirar.

- Me temo que el señor Fury se encuentra descansando, no coge el teléfono - 

Mierda — Pensé .

- Insiste, llama las veces que haga falta, es urgente - Cada vez me desesperaba más-

- ¿Desea dejar un mensaje?-

- Fury, soy yo, ____, necesito que vengas urgentemente con un equipo de sanidad a la Torre, el virus está yendo a más y yo ya no sé que hacer, creo que me he contagiado, no me puedo levantar, los chicos están peor — a este punto las lágrimas descendían por mis mejillas— Por favor, ven lo antes posible, y ten cuidado - 

- Mensaje enviado-

Escuché unas voces lejanas que me llamaban, poco a poco se hicieron más presentes hasta que abrí mis ojos y vi a Fury zarandeándome de los hombros. Detrás de él había algunos médicos. En cuanto me recompuse me tomaron la temperatura, la tensión, miraron mis pupilas y me hicieron algunas preguntas respecto a los síntomas.

Fury se volvió a acercar a mi, estando yo sentada ya en mi cama mientras los médicos me desconectaban los aparatos.

- Lo siento, no quería molestar pero ya no sabía que hacer - No me dejó terminar.

- No tienes que disculparte por haber llamado, es más, deberías de haber llamado desde un principio - Nick me miró con su ojo desaprobador - ____, eres una cría, ¿en qué cabeza cabe que cuides de dos supersoldados, un hombre con "problemas de ira", un Dios Nórdico, una espía rusa y un multimillonario que han sido afectados por un arma bacteriológica no conocida y creada por una organización secreta que busca el mal?

- Dicho así suena muy mal - Me intenté defender.

- Tu cuerpo no es como el suyo ____, tenías 42ºC de fiebre cuando hemos llegado, tus defensas no son tan fuertes como para soportar este tipo de cosas. Tú misma lo dijiste, ellos están muy mal, y están preparados física y mentalmente para esto, no como tú - Volvió a reprochar.

Me sentía como una niña pequeña.

- ¿Cómo se encuentran los demás? - Pregunté mirando una esquina de mi cuarto.

Yo solo quería ayudar — Pensé — Ellos me rescataron y me acogieron, es lo menos que podía hacer—

- Mi equipo ha ido a evaluarles, estarán bien. Pero ahora deberías de preocuparte un poco más de ti, sigues enferma- Asentí con la cabeza.

Furia al ver mi estado se sentó a mi lado en la cama sacándome de mis pensamientos.

- Escucha, sé que piensas que les debes algo, y que lo has hecho con tus mejores intenciones. E incluso lo has podido controlar durante un poco, pero no pasa nada por pedir ayuda- Lo miré mordiéndome el labio con nerviosismo.

- Gracias Fury - Le sonreí, pues si le daba un abrazo temía poder contagiarle.

- Ahora tienes que descansar, y tomarte las medicinas que te digan los médicos- Me dijo levantándose.

- ¿Te vas ya?-

- Yo si, pero los médicos se quedan para supervisaros y ayudaros, yo voy a preparar a mis mejores agentes y a buscar a los malnacidos que hicieron esto-

- A por esos hijos de puta- Le dije con una sonrisa, pues él decía mucho esa palabrota.

- A por esos hijos de puta - Me imitó riendo mientras salía de la habitación.

Quizá podría haber una tercera parte? Siento que esta ha sido muy corta :/