"Mi chica" (Steggy)
-¿Hola? Steve ¿qué sucede?- Habló la chica al celular.
-Hola amor, nada, solamente quería saber cómo estabas.
-Am... cariño... estoy dando clase.- La castaña hechó una mirada a los adolescentes frente a ella, quienes reían suavemente al ver su sonrojo.
-Ay, Dios ¡Perdón! Lo olvidé.- El rubio comenzó a deshacerse en disculpas.
-No pasa nada, tranquilo ¿necesitas algo más? ¿quieres que lleve algo para almorzar?
-Sólo una pregunta ¿quieres cenar afuera mañana?
-Me encantaría.
-Perfecto, gracias. Discúlpame por llamarte en horario de clase.
-Descuida. Nos vemos, te amo.- Cortó la llamada.
-Entonces...- Una rubia habló desde su asiento, alargando la "o" y la "e".- Mañana tiene una cita.- Dijo moviendo las cejas de arriba hacia abajo.
-Sí, Gwen, tengo una cita.- Casi al instante se escuchó un suspiro de todas las féminas del salón.
[...]
-Peg, linda ¿ya terminas? Perderemos la reservación.- Gritó Steve terminando de ponerse el saco.
-Aquí estoy.- Por las escaleras apareció la castaña. Traía puesto un hermoso vestido azul y su sonrisa, según el rubio, iluminó la sala.
-Wow... estás hermosa mi amor.
-Gracias.- Contestó sonrojada.- Ven acá.- Le tironeó del cuello de la camisa y comenzó a acomodarle el nudo de la corbata.- Nunca aprenderás a hacerlo bien ¿verdad?
-No necesito aprender. Para eso tengo a mi chica.- Ambos sonrieron y juntaron sus labios por un breve momento.
El ojiazul llevó a su compañera a un hermoso restaurante ambientado en los años cuarenta. Allí disfrutaron de una velada maravillosa; llena de sonrisas, comentarios dulces y demás ¡hasta tuvieron tiempo de bailar!
Cerca de las doce decidieron volver a su hogar. Como era una noche de verano habían ido caminando. Peggy llevaba en una de sus mano los zapatos y la otra estaba entrelazada con la del rubio. Estar asi, tan relajados, tan dispersos, tan libres; les recordaba a su adolescencia, cuando salían a pasear por las calles de Brooklyn. En esos momentos solamente existían ellos y su amor, que no había variado a pesar del correr del tiempo.
[...]
Steve se removió en la cama buscando a cierta persona. Al no encontrarla abrió lentamente los ojos, descubriendo una habitación apenas iluminada por los rayos de sol que se colaban por las cortinas. Miró el reloj de su celular y se sorprendió muchísimo ¡eran las once y media de la mañana! Él jamás se levantaba tan tarde. Estaba a punto de salir disparado hacia el baño cuando la puerta se abrió, permitiéndole ver a la mujer de sus sueños entrar con una bandeja en las manos.
-Buenos días, dormilón.- Canturreó.
-Buenos días amor...
-Hey, vas a gastarme si sigues mirándome así.
-Lo lamento, es que nunca había visto nada tan hermoso.- Contestó con una sonrisa boba.
-¿Bromeas? Steve, estoy despierta hace solamente media hora, despeinada y en pijama.- Rió al mismo tiempo que se sentaba en la cama junto a su esposo.- No sé qué puede gustarte de eso.
-¿Sabes algo? Para mi, esta es la segunda mejor vista que puedo tener en la mañana. Mira, tu cabello despeinado y el hecho de que no estés arreglada significa que apenas despertaste fuiste a prepararme el desayuno.- Comentó mientras le colocaba un mechón de pelo detrás de la oreja.- Y ¿cómo no va a gustarme que uses esa pijama? Ni siquiera a mí me queda tan bien la camiseta.- Ella sonrió. La prenda que traía puesta en algún momento había sido de Steve, por ende le quedaba casi como un vesstido; era azul oscuro, con una estrella blanca en el pecho.
-¿A dónde quiere llegar, Señor Rogers?
-Mi punto es, Señora Rogers, que usted siempre me va a parecer la mujer más hermosa del mundo, sin importar si se encuentra arreglada par una noche de gala o si solamente trae pijama...- Tomó sus manos.- Eres la mujer perfecta Peggy, eres mi chica ideal.
La castaña no pudo contenerse más y se lanzó a los labios del rubio para besarlo con toda la ternura y el amor que tenía.
-Oh, Dios, te amo tanto.- Susurró contra la boca contraria.- Pero... tengo una duda.
-Dime, cariño.
-Dijiste que verme en la puerta, vestida así y con el desayuno en las manos es la segunda mejor vista que puedes tener al despertar... ¿Cuál es la primera?
-La vista más hermosa y que más feliz me hace sentir al despertar eres tú, Peggy, cuando te encuentro dormida en mis brazos, con una sonrisa dibujada. Te juro que me siento el hombre más afortunado del universo por tenerte a mi lado.
Dicho eso, el ojiceleste volvió a unir sus labios en un casto beso y luego ambos se propusieron disfrutar de su desayuno en compañía de quien más amaban...
¡Nuevo OS! Espero que les guste mucho. Sinceramente disfruté un montón al escribirlo ya que AMO con todo mi ser el Steggy. Se me hacen tan dulces y hermosos juntos que creo que voy a explotar de amor cada vez que veo algo de esta pareja.😍😍😍😍
Esta parte está dedicada a alguien que me cae muy bien y tiene muy buenas obras. Sí, te estoy hablando a tí ¡¡ LorenzDiaz17 !! Gracias por tu apoyo💕
Si alguien quiere que le dedique algún OS puede hacérmelo saber, elegiré al azar y a medida que vaya escribiendo iré preguntando si la pareja/personaje en cuestión les gusta.💖
Gracias por leer y no olviden votar y/o comentar. Se despide con mucha felicidad...
LadyNerd.
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