Wanda despertó y, para su sorpresa, estaba en una cómoda cama en lugar de ese sillón horrendo en que recordaba haberse dormido. Se estiró un poco. De seguro alguien la había traído desde la clínica de SHIELD; igual que desde hace un mes. Decidió no pensar más en eso y se dio una bien merecida ducha matutina. Cuando bajó a la cocina se encontró con Natasha preparando el desayuno.

-Buenos días Nat.

-Hola dulzura ¿cómo estás?- saludó la pelirroja.

-Supongo que bien- suspiró.- ¿Quién me trajo esta vez?

-Steve.

-Oh, él siempre tan caballero.

-Ten.- La mayor le extendió una taza de café y dos medialunas.- Necesitas comer algo.

-Gracias.- Obedeció y se llevó el borde de la taza a los labios. Debido a todo lo que corría durante el día, apenas tenía tiempo para alimentarse bien. Por suerte, Los Vengadores se habían transformado en su familia; al ser la menor de todos se encarcaban de cuidarla y asegurarse de que se encontrara lo mejor posible.

Estuvieron un rato en silencio, hasta que un celular sonó.

-Aquí la agente Romanoff. ¿Qué sucede?- Al otro lado de la línea se escuchó a alguien.- Sí, está conmigo. Enseguida vamos para allá.- Cortó la comunicación y la miró seria.- Ponte una chaqueta, tenemos que irnos.

-¿Qué? ¿Quién era?

-Hill. Hay noticias.

No se necesitaron más palabras para que Wanda saliera corriendo hacia afuera, seguida por Natasha. Subieron al auto de la pelirroja y condujeron hasta SHIELD. En cuanto estacionaron la menor salió disparada hacia la entrada; abriendo las puertas con solo pensarlo y mover un poco sus dedos. Llegó frente a esa habitación de cuidados especiales que tanto conocía, estaba a punto de ingresar pero alguien se interpuso.

-Eh, tranquila señorita Maximoff.

-¿Qué pasó? Quiero entrar a verlo.

-Debe relajarse, no puede entrar estando así.

-Al diablo Hill, estoy relajada.- Con sus poderes elevó a la chica por los aires y la apartó.

No podía creerlo. Después de tanto tiempo, ahí estaba él sentado en la camilla, observándola con su típica sonrisa arrogante. Se acercó sin decir nada y lo abrazó con fuerza, siendo correspondida al instante.

-Sabía que despertarías, siempre supe que podrías hacerlo.- Dijo entre lágrimas.

-Claro que sí. No podría dejarte sola.

-Te extrañé tanto, Pietro. No tienes una idea.

-Sí la tengo ¿sabes lo horrible que fue para mi escucharte llorar cada día y no poder despertar para decirte que todo estaría bien? Fue lo peor que me pasó.- Secó las mejillas de su hermana.

-No vuelvas a dejarme sola, por favor.

-No lo haré, te lo prometo.

Volvieron a fundirse en un abrazo que ambos ansiaban, esperaban y necesitaban. Porque eran los gemelos Maximoff y ninguno estaba completo sin el otro.

¡Primer relato terminado! Sé que es corto, pero disfruté escribirlo. Esto es lo que me hubiese gustado que pasara con los gemelos😢 Espero que les guste, muchas gracias por leer.
Pregunta ¿a quién prefieren, a Peter (X-men) o a Pietro (Vengadores)?

LadyNerd.