-Bien, nos vemos en la próxima clase alumnos, que tengan buen fin de semana.- Todas las personas que estaban en el lugar salieron, a excepción de los dos a quienes les tocaba lavar la vajilla utilizada esa noche en la clase de cocina.

Wanda tomó un par de guantes, la esponja y empezó su lavor. Mientras tanto, Visión iba secando y guardando. Estuvieron un rato sumidos en un silencio un poco incómodo. Hasta que, por fin, la castaña habló.

-Eres muy tímido ¿cierto?- el rubio se sobresaltó al escucharla, pero volteó y asintió, con las mejillas completamente rojas.- Lo noté.

-Lo siento, no se me da bien hablar con la gente.

-Tranquilo.- Contestó dándole una sonrisa dulzona.- Cuéntame de tí, chico misterioso. Hace un mes que nos conocemos pero nunca hemos hablado.- Él rió, mientras guardaba unas ollas.

-Bueno, pues, me llamo Paul, pero todo el mundo me dice Visión.

-¿Por qué?- Él se limitó a encogerse de hombros.

-Tengo veintiocho años, soy profesor de computación y matemáticas, aunque no ejerso esta última y pues, no sé que más quieres saber.

-Interesante.- Contestó.

-Bien, creo que es su turno de contarme acerca de usted, señorita.

-Mmm... creo que tendrás que esperar. Acabo de terminar con los platos.- Contestó risueña mientras recogía su bolso y abrigo. El chico asintió, se quedaría con curiosidad pero, al menos tendría una escusa para hablarle a aquella bella chica la clase siguiente.

Se dirigieron al ascensor, presionó el botón de la planta baja, estaban en el sexto piso. El descenso empezó normal pero enseguida supieron que algo estaba mal. El viaje se detuvo abruptamente, haciéndolos tambalear, las luces parpadearon y luego simplemente se apagaron.

-¿Qué está pasando?- Pregutó el rubio, pero su compañera no respondió, se había sentado en un rincón, con las rodillas abrazadas a su pecho y murmuraba cosas raras, mientras temblaba.- ¿Estás bien?- Casi al instante el celular de la chica sonó. Visión fue el encargado de contestar.- ¿Hola?

-¡¿Quién diablos eres y qué le hiciste a Wanda?!- Escuchó al otro lado de la línea.

-¿Disculpa? Me llamo Visión, soy compañero de tu hermana. Nos quedamos atrapados en el ascensor.

-Oh no. Escucha, chico de nombre raro, Wanda es claustrofóbica, le aterran los lugares pequeños. Debes buscar la manera de calmarla ¿de acuerdo? Yo llamaré a emergencias.

-¿Cómo se supone que haré eso?

-¿Yo qué sé?

-Eres su hermano.

-Cierto. Ammm...- Podía jurar que escuchaba tranajar el cerebro del contrario por el auricular del celular.- Pregúntale sobre Pietro, soy yo, sobre Peter y Lorna, son nuestros hermanitos menores. Pídele que te cuente sobre nosotros, no es por nada, pero somos lo que más ama en la vida.

-Está bien. Gracias, Pietro.

-De nada, cuida de ella mientras llego.- La llamada llegó a su fin. El rubio volteó a ver a la castaña, le partió el alma verla llorando, asique de acercó a ella, sentándose a su lado.

-Era tu hermano.- Empezó a decir.- Está llamando a emergencias, tranquila... ¿crees que es un mal momento para pedirte que me cuentes sobre ti? Digo, mientras viene la ayuda.- La menor lo observó, aún temblando.

-Me llamo Wanda Lensherr Maximoff. Tengo veinticinco años y trabajo en el museo.- Susurró, interrumpiéndose cada dos palabras por un sollozo.

-¿Trabajas en el museo? Fascinante, amo ir allí ¿en qué parte estás? Nunca te vi.

-Es... es que empecé hace poco.

-Tendré que ir a ver qué tan buena eres.- Dijo mientras le guiñaba el ojo. La ojiverde soltó una risita.- Oye ¿cómo es que tu hermano se dio cuenta tan rápido de que estabas en problemas? ¿Tiene una especie de minicámara de monitoreo?

-Oh, no. En realidad somos gemelos. Debió sentir que algo malo me pasaba, es como un sexto sentido.- Él asintió, entendiendo.

-¿Tienes más hermanos?

-Sí, Peter, de dieciocho y Lorna, de quince.- Son unos diablitos con cara de ángel.- Comentó.- ¿Puedo?- Preguntó señalando el hombro del mayor.

-Claro, no hay problema.- Wanda apoyó su cabeza allí, mientras él la rodeó por los hombros con el brazo.- Sigue contándome, es bonito escucharte hablar.

Así estuvieron un buen rato. La castaña hablaba sobre su familia, sus amigos y hobbies, mientras que Visión se dedicaba a escucharla. Debía admitir que podía acostumbrarse a sentir la dulce voz de la muchacha cada segundo del día, parecía que tocaba una melodía mágica con esos carnosos y tentadores labios.

-¿Hola? ¿Hay alguien ahí?- Escucharon la voz de alguien afuera.

-¡Aquí estamos! ¡Somos dos!- Se apresuró a contestar él.

-Bien, tranquilos ya casi podemos arreglar el desperfecto para sacarlos de allí.- Efectivamente, unos minutos después, ambos estaban al aire libre, siendo revisados por los médicos para asegurarse de que no tuviesen ningún daño.

-¿Tú eres Visión?- El nombrado volteó para encontrarse de frente con dos platinados que lo miraban fijamente.

-Soy yo ¿y ustedes son?

-Pietro y Peter Lensherr Maximoff. Los hermanos de Wanda.- Contestó el mas alto.- Queríamos agradecerte por cuidarla hace rato.

-Sí, normalmente el único que puede tranquilizarla es Pietro. Al parecer eres especial amigo.- Dicho eso, el mas pequeño le dio un golpecito en el hombro y se fue corriendo.

-Peter tiene razón, eres especial.- De seguro la gran sonrisa que se plantó en su rostro lo delató.- Pero no te aproveches de eso, accidentalmente podría golpearte hasta que te quedes sin dientes.

-Tranquilo, no soy así.- Compartieron una mirada significativa y se acercaron al lugar en el que estaba la joven.- Hola.

-¡Vis!- La reacción de Wanda fue tan rápida que no le dio tiempo a nada, cuando quiso acordar, ya la tenía aferrada a su cuerpo.- Gracias, gracias, gracias.

-Ey, no fue nada. Solamente hice lo que tu hermano me dijo.- Contestó mientras correspondía al abrazo.

-Lo sé pero, de alguna manera, lograste ganarte mi confianza para que te cuente muchísimas cosas y olvidara por completo mi miedo a los lugares cerrados. Quiero agradecerte ¿me das una idea para hacerlo?- Preguntó mirándolo con sus ojitos verdes llenos de ilusión, si el rubio no moría de ternura con eso, definitivamente era inmortal.

-¿Qué te parece si vamos a cenar la próxima semana?

-Me encantaría.- Volvió a apretarlo en un fuerte abrazo, luego se separó apenas y él besó su frente.

-Creo que te están esperando.- Dijo el mayor al escuchar una bocina. Ambos voltearon y se encontraron con un platinado al volante y dos chicos en los asientos de atrás teniendo una especie de mini pelea.

-Nos vemos Vis, gracias.- Fue hasta sus hermanos y se subió al auto. Cuando se estaban alejando, abrió la ventanilla y le lanzó un beso que él fingió atrapar y colocar en su mejilla.

Sonrió feliz y se alejó del lugar caminando. Sí, definitivamente esa castaña lo había embrujado con su ternura.

❤💛❤💛❤💛❤

¡Espero que les guste! Ay, de verdad amé incluir a Peter y Lorna. Para mí los dos quicksilver fueron interpretados tan bien tanto por Aaron como por Evan, que son dos personas diferentes.💙

Lamento no haber publicado en estos días, es que tengo como cuatro o cinco OS empezados pero no encuentro la forma de darles un cierre digno😂 tengan paciencia, ya casi están. Al igual que el reto del 30 días OTP (Aby, ahí tendrás muchísimo Pepperony para que seas feliz) Ese también está en proceso de post producción😂😂😂.

En fin, si tienen alguna pareja de las que quieran un shot, ya saben, me encanta leer sus ideas.❤

¡Los amo!💕

LadyNerd.