Sólo mía

Personaje: Peter Parker/Hombre Araña
Advertencia: sexo sexo sexo uh uh
Dedicado a: la cochinota de sam16navi96

También lo dividire en dos partes, ahora creo que si tengo inspiración.

Cada vez que veo esa foto de Tom me pone loca, es taaaan caliente que ahhh. Tom me castiga así :(

***

Celos de tus ojos cuando miras a otro chico, tengo celos, celos.

Si, como leyeron y cantaron.
Cada vez que Sam veía a otro chico, Peter ardía en celos.
Y tenía sus razones.
El pobre creía que como él era poca cosa y poco atractivo, Sam se iría en cualquier momento con otro chico, aunque ella le dijera millones de veces que no sería así, pero él era el terco más grande del planeta. Que diga, del universo.

-Hola, me das un Cappuchino doble y un Americano con leche de almendras, por favor -pidió Sam en la cafetería donde Peter y ella hacían tarea.
-Claro, son doce dólares.

El chico que atendía no estaba nada mal, de hecho, parecía ser el chico que todas querían tener (yo quiero a Peter): cabello azabache, piel blanca, mejillas rosadas, buen físico, labios delgados, nariz respingada, pecas, pestañas largas y cejas pobledas (ay, creo que describí a Dylan papasito O'Brien :D).

-Aquí tienes -le entregó los dos cafés- y mi número de teléfono por si quieres salir algún día.
-Gracias, pero... -alguien la interrumpió.
-Ella tiene novio, no necesita salir con alguien más -era Peter, que se acercó y poseyó lo que es suyo.

Cuando ambos salieron de ahí, ya que por la escenita de celos que hizo Peter, Sam salió muy avergonzada y decidió mejor ir a casa.

-No puedo creer que te estuvo coqueteando y no le dijeras nada -le reclamó el morocho (castaño).
-¿Yo? El chico sólo me dio su número de teléfono y lo hubiera rechazado si tu no llegas y dices eso -se notaba molestia en la voz de ella.
-El hubiera no existe, no puedo creer que con el primero que te dice cosas te vas.
-¿Qué?  -Sam rio- te estas oyendo. Estas diciendo estupideces por tus malditos celos. Ya deja de pensar que yo...
-No lo pienso, siempre he creído que me engañas con alguien más mientras yo no estoy -una bofetada asoto en la mejilla de Peter.
-No me vuelvas a llamar zorra -la furia de Sam se apoderó de su cuerpo.
-¡Pues si tu no haces nada por alejar a los chicos, no se como llamarte!
-¿¡Yo no alejo a los chicos!? ¡Tu eres el que siempre me interrumpe cuando quiero hacerlo!
-¡CREEME QUE SI NO LO HAGO ERES CAPAS DE IRTE Y... -otra bofetada aún más fuerte le llegó.
-Vete se mi casa ahora -dijo Sam con voz neutra y con las lágrimas amenazando con salir.-Vete antes de que decida mandarte al carajo.
-Sólo eso me faltaba -susurró Peter dejando la casa de ella y dando un portazo.

Samantha cerró la puerta con seguro, se recargo en ella y se deslizó lentamente por ella hasta llegar al suelo, ahí rompió a llorar. ¿Como era posible que después de 3 años Peter creyera eso?

Desde que se conocieron y formalizaron su relación, nunca ha habido secretos, mentiras o engaños.  Si Sam sabe que Peter es el héroe en pijamas que protege Queens, si sabe que su segundo nombre es Benjamin y él lo odia, si sabe que él daría su vida por ella, y ella lo ama con toda su vida y no hay nadie que se compare con el, ¿entonces por qué duda?

-¿Cual es su problema?  -se preguntó mientras trataba de encontrar la forma para que Peter entendiera que él era el único para los ojos de Sam. Su mamá le había dicho que lo dejara porque a una relación donde había dudas, los resultados nunca eran buenos. Pero era tan grande el amor que Samantha sentía por él que nada la haría cambiar de opinión.

No había mejor lugar para pensar que el edificio más alto. Peter no entendía el porque se sentía así. Y haber hecho llorar a Sam era muy doloroso para él.

-Yo la amo, y no quiero que me odie. La amo con mi vida y no quiero perderla. Soy un idiota -se quitó la máscara y suspiró. El frío de la noche de Queens y el aire secaban las lágrimas que bajaban por las mejillas de Peter.

Su sentido arácnido se alertó y rápido se colocó la máscara para luego ponerse de pie. A lo lejos se veía  un edificio quemándose, se columpió hacia allá y pronto llegó.

(Está escena es de la primer película de Spider Man, donde pelea contra el Duende Verde)

Una mujer cubierta con una sábana gritaba asustada porque no había salida, Peter se acercó a ella tratando de que las llamas no lo quemaran y tocó el hombro de la mujer (la cual estaba de espaldas). Enseguida se dio vuelta y un extraño traje intentó apuñalarlo.

-Hola Hombre Araña -dijo con una voz sinica.
-¿Quien eres tu? -dijo con voz firme.
-Tu peor pesadilla.

El extraño comenzó a pelear con él y Peter no la tenía muy fácil, si se alejaba demasiado del enemigo Peter podría quemarse, pero si se acercaba demasiado a él podría cortarse con sus cuchillas. El hombre le lanzó unas cuchillas con forma de bumberang y estas le rozaron la piel a Peter dejando una herida algo profunda. Benjamin subió al piso de arriba y por el impacto colapso cayendo sobre el malo.

Pero los simientos del edificio  cedieron aplastando al héroe de Queens.

[...]

Samantha leía un libro en su cama mientras terminaba de hacer los apuntes que no pudo terminar en la cafetería. Unos golpes en la ventana la alertaron y ahí apareció Peter.

Ella rodó los ojos y se paró a abrirle.

-Ojalá pudieras quedarte allá afuera, pero amenaza con llover y te enfermaras por mi culpa -lo dejó entrar. Peter entró con dificultad y soltando uno que otro quejido.  Caminó a la cama de ella y se dejó caer.

-Apestas a cenizas -dijo Sam- ¿otro edificio quemado?
-Fue algo complicado -se quitó la máscara y dejó ver algunos golpes en su rostro.
-Te dejaron echo un asco.
-Eso no es lo peor -Peter quitó la mano que traía pegada a su pecho y dejó ver las cortadas que le habían hecho las cuchillas.
-No puede ser -en lo que Sam fue a buscar un botiquín y alcohol, Peter se quitó la parte de arriba del traje y se apoyó en um brazo sobre la cama.

Sam se acercó a él y pasó lentamente un algodón con alcohol por las heridas del pecho. No quería verle el rostro a Peter, no después de la pelea.

-Sam.
-No empieces -lo cayó enseguida.
-Perdóname Sam, jamás quise decir eso.
-Pues parecía  que si -apretó una herida.
-Agh, más despacio -se quejó de dolor.
-Ups, lo siento.
-Sam, mírame a los ojos -pidió él.
-No, ya deja de hablar.
-Por favor Sam -ella cerró los ojos, pero al final cedió. Al mirar los ojps de Peter vio culpabilidad y arrepentimiento, ella no pudo más y dejó caer un par de lágrimas, Peter acercó su mano y las limpió- nunca quiso herirte, eres mo vida nena, no quiero pelear más. No soporto verte llorar.
-Entonces deja de pensar en que en cualquier oportunidad me voy con otro y... -su voz comenzaba a distorcionarse por el llanto.
-Shh, es que no puedo evitarlo. Eres lo mejor que me ha pasado y no quiero perderte. Nunca quise lastimarte -colocó su mano en la nuca de ella y la atrajo para besarla. Sam le siguió el beso, tenía la necesidad de tener ese sabor tan delicioso de labios de Peter (aunque estos supieran un poco a quemado). Peter la atrajo de la cintura y la acostó en la cama, colocó sólo su torso encima de ella y acarició la piel de su vientre, que ante el tacto de Peter se erizó.

-Sam -dijo entre el beso- yo...
-Cállate y hazme el amor.

La playera de Sam voló por los aire, Peter admiró unos momentos ese sostén de unicornios y estrellitas, luego rio. Besó el vientre de Sam mientras ella acariciaba su cabello y gemía, digamos que el vientre era una parte sensible para las cosquillas, y los sonidos provenientes de su boca ocultaban la risa que le quería dar.

-Te conozco nena, ríete -ella soltó una carcajada y luego cubrió su boca.
-No me hagas cosquillas -pidio.
-Te haré otras cosas -dijo pícaro.

En lo que Peter se deshacía de la parte de abajo de su traje, Sam aprovechó para quitar sus pantalones.

-Uy chica lista -la miró pícaro.
-Para ti siempre.

Y entre gemidos, besos, chupetones, jadeos, más besos, posiciones comprometedoras y más olvidaron sus problemas. Pero no olvidaron usar condón.

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