El caballero en armadura de hierro

El plan era sencillo, Enviarían un emisario mientras Tony y Steve se preparaban con una caravana para ir de regreso a Winterfell aunque ahora que la maldición se disipó muchos nombres y lugares cambiarían de nombre, el norte de la provincia de Stark sin duda ganaría una cosecha muy buena ese año, si sobrevivían a la invasión Chitauri.

El emisario ya habría llegado para cuando el sol se hubiese puesto.

Steve y Tony partieron en compañía de veinte guardias y un séquito real con familias nobles con su propia seguridad que buscarían al rey Howard  para solicitar alianzas con las otras familias nobles en el reino Stark.

La compañía se detuvo en un castillo cerca de los limites meridionales al bosque de Roman, donde Stve y Tony pasarían la noche en compañía uno del otro, en el mismo cuarto.

Rhodes no paraba de burlarse, cuando los caballeros vieron al príncipe Anthony Howard Stark salir de la torre más alta en Debois de la mano de un apuesto príncipe que sin duda seria la causa de que su padre salte de alegría al ver que su hijo sentará cabeza con un reino prospero.

Rhodes se imaginaba la reacción de Lady Nat, de Lady Potts y la princesa Janeth al ver que al final de todo Tony se casaría con un príncipe, el escándalo de que Tony Stark, el mujeriego, promiscuo y rebelde Tony Stark contraería nupcias con el puro, angelical y reservado Steve Rogers, se imaginaba a la casa de L sorprendiéndose de ver que un tatara-tío aun vivía, a la casa Wayne burlándose.

Tony Stark anunciaba desde su pelea contra Utgarda que su siguiente acto seria casarse con la bella durmiente, con una princesa, con una joya que despertaría la envidia de todos, pero resulta que al final seria con un príncipe que haría a Tony verse como un trofeo, un príncipe guapo sin duda, pero no muy envidiable, su belleza era tanta como la de Kalel, La de Tachalla, La de Thor, Arthur, Namor, era otro príncipe guapo... a lo mucho.

Ahora Tony seria visto como un doncel igual a Loki Lauffey, Charles Xavier, Steve Trevor, Tim Drake... le aterraba la idea al príncipe que seria el equivalente masculino a una princesa, aunque sabia bien que algunos de ellos eran más que eso, le aterraba que los demás lo empezaran a llamar de nombres despectivos en el reino.

Las parejas del mismo sexo no eran mal vistas pero si era un poco estigmatizado el aspecto y el rol que los miembros de la relación tuvieran, si eras rudo debes siempre ser el dominante, si eres muy bajo debes ser el sumiso... Tony lo había escuchado tantas veces que le generaba repugnancia que no lo dejarían ser libre incluso en su intimidad.

-- Esto es tragico.

-- Bueno... por el lado positivo es un muy lindo chico, las hadas les harán un niño muy guapo.

Señaló Rhodes bebiendo Ron de una cantimplora escondida en la silla de su caballo.

La armadura del caballero se había encantado para retraerse a un solo brazalete de plata cuando se sintiera libre de peligro, dejando al descubierto un atuendo de colores grises y azules que se fundían con la creciente sombra nocturna sobre la tierra

-- Es preocupante que te refieras a mis hijos así.

-- No te preocupes, tendrán una linda familia ¿ lo imaginas?

-- Ughh es demasiado bueno para ser verdad

Rhodes rió

-- Todo mi trabajo para hacer que mi nombre sea un nombre honroso... se ha ido al diablo.

-- Bueno la gente no dejará de asumir cosas, tal ves solo deberías dejar de prestar atención a lo que el pueblo dice de ti.

-- Seré el rey un día, siempre debo escuchar a lo que mi gente dice de mi.

Rhodes solo guardó silencio.

-- Dale una oportunidad, creo que juntos serian algo bueno el uno para el otro

--A que te refieres.

--Steven perdió a toda su familia, necesitara un hombro fuerte sobre el cual llorar.

-- Estoy seguro que el es más fuerte que yo, ademas eso es despectivo.

-- Sabes a lo que me refiero

Exclamó Rhodes fundiendo su ropaje oscuro con una pared no muy iluminada llevando a su caballo a los establos del castillo.

Tony se dirigió a la habitación donde estaría con el durmiente, una vez dentro dos camas separadas aguardaban con enormes baúles blancos y sillones acojinados mientras Steve parecía que realizaba notas en una libreta sentado en un escritorio de madera blanca.

-- Hola.

La ropa de Steve era sencilla, una camisa azul adornada en sus mangas y cuello por hilo dorado, un pantalón holgado café y botas de monta completamente negras.  

-- Hola.

Steve se sentó en un sillón frente a su cama.

--Creo que la orden de las camas separadas ¿no es mucho?

-- Steve yo...

--Creo que si las juntamos podría ser un poco más acogedor.

Steve sonreía.

Tony estaba ensombrecido por esa sonrisa, Steve era manipulador, era un muchacho lindo y eso lo usaba para conseguir lo que deseaba, para infortunio de Tony, lo deseaba a el.

-- Creo que es muy pronto ¿Sabes? realmente no te conozco ni tu a mi, es demasiado extraño para mi.

-- Oh.

Steve se entristeció 

-- Pero no quiere decir que no me agrade tu compañía.

-- Entonces podemos compartir el cuarto pero no la cama.

-- No por ahora al menos.

-- Esta bien. ¿Que es lo que quieres saber de mi?

Tony, formó un circulo sobre el pecho de su armadura iluminando los glifos wakandianos que forjaban el encantamiento que transformaba su armadura en una medalla de oro rojo.

La ropa de tony se conformaba por una camisa blanca, un chaleco rojo lleno de ornatos y patrones dorados, pantalones negros al igual que sus botas con hebillas doradas y suelas rojas

-- Honestamente ni yo lo sé

-- No tengo una armadura mágica, pero soy muy resistente al clima helado y soy inmune a muchas cosas, gracias a mi madre.

-- ¿Como es eso?

--Después de que me maldijeran, mi madre ordeno a las hadas y monstruos que jurarían no hacerme daño ni ellos ni sus elementos, excepto por el árbol del muérdago ni su madera, la cual usaron para hacer la rueca con la que me dormí.

-- Eso es interesante.

-- Lo es, pero no sé si aun el trato sea vigente.

-- Dices que todo el mundo juró no hacerte daño... préstame tu espada.

La espada en cuestión tenia un mango tallado en oro puro y mármol, una gema roja salia de la base y un ornato floral separaba el final del mango con el cuerpo vidrioso de la plata Vorpal que fue usada en su elaboración 

Steve le prestó su espada a Tony y este intentó atacarlo, pero el arma reboto al entrar en contacto con la piel del príncipe, como una campana al ser martilleada, ningún daño le fue hecho al príncipe y ningún daño le fue hecho a la espada 

-- Genial.

-- Si ¿Que hay de ti?¿Como te convertiste en caballero?

-- Bueno, mi madre era una Amazona de Themiscira, ella me entrenó desde muy niño y una cosa llevó a la otra, un día un príncipe de Wakanda me contrató para cazar un catoblepas y me regaló una versión rudimentaria de la armadura, luego Thor y yo cazamos un gigante que robó su martillo... fue una locura y me pagó con oro rojo de Asgard, desde entonces esta armadura y yo hemos viajado cazando monstruos y buscando objetos perdidos.

-- Ahí encontraste la espada negra

--Si y como sabes esa espada puede romper maldiciones pero solo puede cortar siete veces, luego de eso se rompe.

-- Usaste el séptimo corte.

Tony guardo silencio y asintió

-- Ese corte creímos que liberaría a todos de la maldición pero al parecer solo convirtió al dragón en una lagartija y estamos aquí.

-- Bien que eres un héroe.

-- Gracias. 

Steven se acercó un poco más a Tony

--Entonces en ninguna misión tu... 

-- Oh no, eres el primer príncipe al que rescato

-- ¿En verdad?

-- No te emociones tanto, aún hay cosas por hacer, necesitamos tu ayuda.

-- ¿Por que? ¿Que pasó mientras dormía?

Tony se rascó el cuello en ese momento.

-- Sera mejor que traigas algo de comer

-- Tony

-- Esta bien... todo es culpa de Loki 

-- ¿Quien es Loki?



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