Tony Stark

"Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad"

Te encontrabas sentada en la sala de tu departamento viendo una película, no recordabas el nombré pero te había dejado hipnotizada y no querías parar de verla, ya se estaba haciendo una rutina, cuando volvías del trabajo te lanzabas al sofá para descansar y luego tomabas el control y te encargabas de buscar algo para ver, en eso podías variar ya que algunas veces veías comedias, románticas, de acción e incluso documentales, no importaba el nombre de los filmes solo que fueran de tu interés. Pero como tenías la suerte del tamaño de un rábano, golpearon la puerta del departamento interrumpiendo tu rutina, soltaste un gruñido antes de levantarte de la comodidad de tú sofá. Caminaste a pasó cansado hasta la puerta esperando que quizás con la demora quien golpeara se fuera, pero siguió insistiendo y cuando abriste de un tirón esta misma, lo cual en retrospectiva no fue la mejor decisión ya que quien estaba golpeando prácticamente cayó sobre ti y que sorpresa te llevaste cuándo te diste cuenta de quien sé trataba, era Tony Stark. Ustedes eran algo así cómo amigos con beneficios, ya que desde que había terminado con Pepper habías sido quién más lo apoyó, y debidi a esto una cosa llevó a la otra. Lo primero que notaste fue en el estado en que se encontraba, debías decir que nunca lo habías visto tan mal fuera de la Torre, normalmente cuando bebía tanto lo hacía ahí y Jarvis se encargaba de mantenerlo en la Torre para que no hiciera nada que pudiera ponerlo en peligro a él o a otros.

—¿Que sucedió Tony?—preguntaste con cansancio y preocupación, una mezcla algo extraña pero estabas muy cansada después del día laboral y también preocupada por cómo había llegado aquí. Mientras tratabas de ayudarlo a levantarse para que así pudiera entrar en el departamento para que nadie lo viera y se formara un escándalo. Éste murmuró algo que no pudiste entender.

—Creo que has tomado demasiado por hoy —murmuraste mientras lo tratabas de cargar pero fallando estrepitosamente ya que no tenías casi fuerza —.Necesito un poco de ayuda Tony, sólo trata de caminar por favor.

Éste se movió de la manera en que te quedó mirando fijamente, lo que te hizo sentir incomoda, sus ojos marrones estaban perforando tu alma, ya creías que con esa sola mirada él estaba incluso viendo lo que pensabas, era algo incómodo así que miraste hacía otro lado para evitar esos estupidos y hermosos ojos.

—¿Qué sucede Tony? - preguntaste— ¿Cómo llegaste aquí?¿Cómo Jarvis o Happy permitieron que salieras en ese estado? Incluso ¿Cómo demonios llegaste a mi departamento?

—Eres hermosa cuando estas molesta —dijo con una sonrisa típica de Tony, una con la que siempre trataba de conseguir lo que quería—. Siempre te ves hermosa si lo pienso, aunque nunca mas hermosa que yo porque hay que admitir que soy lo mejor que podrás encontrar.

—Y tú estás borracho y igual de ególatra como siempre— murmuraste con una media sonrisa, no importaba en que sitiacion estuviera Tony, él nunca perdería su ego o su increíble personalidad.

—Sí, pero la diferencia es que mañana yo dejaré de estar borracho, pero tú no dejarás de ser hermosa —  dijo con un guiño para luego agarrarte el rostro y unir sus labios de manera fogosa, decidiste seguirle el besó, al fin de cuentas los borrachos y los niños siempre dicen la verdad.

Editado

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top