- Mis padres siempre me dijeron que el amor te hacía débil - admití.

- ¿De verdad crees que esto es una debilidad?

Me cogió la mano y sentí esa electricidad que me recorría el cuerpo cada vez que me tocaba.

- Me haces fuerte ___________, más de lo que nunca sería por mi cuenta.

- Al tenerme tienes más que perder.

- Y también más que ganar.

Acarició mis dedos. Sus habituales ojos azules ahora chisporroteaban.

- Te quiero, siempre lo he hecho y siempre lo haré. Sólo dame una oportunidad para demostrártelo.

- No sé cómo lo haces dios del trueno, pero contigo siento que vale la pena intentarlo.

- Entonces intentémoslo.