- Llevas aquí todo el día - dije entrando al laboratorio.

- Tony y yo estamos intentando averiguar cómo funciona el cetro de Loki.

- Pues debe de ser muy interesante porque ni siquiera has bajado a comer.

Le tendí un tupper con las sobras.

- Gracias.

Bruce despejo un esquina de la mesa y  empezó a comer a la vez que me iba explicando sus avances.

- ¿Estoy yendo muy rápido? - me preguntó sacándome mi ensoñación.

- Perdona - me disculpé - No, es que tenía la cabeza en otro lado.

- ¿Puedo preguntar dónde?

Me acerqué a él, le cogí el rostro entre las manos y le besé.

- Aquí.

- ¿Te hablaba de tecnología alienígena y tú pensabas en esto? - me preguntó sonriendo.

- Si.

Bruce se levantó del taburete, echó una mirada rápida alrededor para asegurarse de que nadie nos estaba mirando, colocó sus manos en mi cintura y me devolvió el beso.

De repente escuchamos a alguien aclararse la garganta a nuestras espalda.

- Doctor Banner - empezó Tony - Espero que no haya dejado de trabajar para tener sexo.

- Yo... yo.... nosotros no íbamos a... - Bruce se puso rojo y el otro hombre se rió.

- Eres idiota Tony.

- Vigilo a mi hermana que es distinto.

- Como si yo no te hubiera pillado veces en tu laboratorio con tías con faldas tan cortas que parecían bikinis - yo también me reí - Bueno, os dejo con lo vuestro.

Le di a Banner un beso en la mejilla.

- No te quedes hasta muy tarde, y cuando termines - me acerqué a su oído - ya sabes dónde encontrarme.

- No te preocupes, sé dónde es.

- ¡Os he escuchado! - oí a Tony gritar mientras salía.