Unos cuantos minutos después de que Spider-Man saliera de forma callada por la ventana de su apartamento, el día iría avanzando de manera algo apresurada para llegar hasta el punto de pasar a ser una mañana más radiante y menos oscura que hace unos instantes. Con las manecillas del reloj de un hombre vestido de traje blanco marcando las 7:25 de la mañana, quien estaría en un misterioso departamento, en la zona del territorio de la cocina, nos moveríamos hacia el hogar con atmósfera humilde, o no tanto, de Harry James Osborn, el mejor amigo de Peter Benjamin Parker y, desde luego, actual esposo de Lilly Hollister, una mujer de piel medio morena muy hermosa, sexy, con medidas que le causarían un paro cardíaco a cualquier anciano que sufra de hipertensión y bastante inteligente para ser la hija de un postulante a la alcaldía de Nueva York: William Hollister.

O dicho con más propiedad, Harry vendría a ser el futuro esposo de la chica. De cualquier manera, el millonario hijo del magnate y postulante, también, a la alcaldía y gobernatura de la ciudad de la eterna luz, y ex miembro de la larga legión de villanos de Spider-Man, Norman Osborn, ajustándose el reloj Gucci de oro con patrones plateados que traería en la mano izquierda; y que habríamos notado desde el principio, abandonaría su estancia en la cocina, fijándose en una de las hornillas de esta, la cual, habría estado hirviendo comida casera desde hace un buen rato, y se dirigiría hacia una voz bastante peculiar que lo estaría llamando desde lo que supuestamente sería su habitación de dormitorio. Esta misma, provendría de una fémina que tendría como nombre May Parker. La bella mujer anciana, habría ido a donde estaba él para ayudarlo con los preparativos de la ceremonia de graduación del sobrino de Lilly Hollister, ya que se necesitaban algunas manos que supieran cocinar bastante bien para los invitados y la tía Rosemary tendría estas características. O bien podrían preguntárselo a todas las personas que han probado su sazón culinaria a lo largo de todos estos años, para salir de dudas.

Entre todas ellas, estarían la tierna Mary Jane Watson, Liz Allan, la fallecida Gwen Stacy, el tío Ben, por supuesto, aquel dueño de Industrias Oscorp que habría querido asistir a una celebración del Día de Acción de Gracias en el departamento de Harry hace unos años, unos relativos maestros de diversos cursos de su sobrino amado, entre otros. Bueno. Volviendo al tema, May también le habría ayudado a James a acomodarse la corbata; y es que hacer esto por su propia cuenta le resultaba bastante difícil y muy frustrante para ser verdad.

Harry Osborn: Te lo agradezco, tía May. Eres la única familia que tengo, ahora mismo. *sonreír* ¿Crees que me veo bien para la ceremonia?

May Parker: ¿Que si te ves bien? ¡Estás tan apuesto como mi Peter en su fiesta de graduación de la escuela! Lo recuerdo justamente como te estoy viendo. *gesto de duda* Hasta podría decir que tienen el mismo perfume de esos años. *sonreír* *mirar a la cama*

Harry Osborn: Bueno, de hecho, solía prestarle uno de mis perfumes a Peter en algunas ocasiones para que impresionara a chicas de Midtown. Y creo que lo ha logrado porque lleva como a tres de ellas tras su paradero. *alzar cejas* *bajar cejas* ¿Cómo es que lo hace? Siempre me he preguntado eso. *acomodarse mangas* *mover un poco los hombros* *gesto de alegría* Bueno, creo que ya todo está listo para irnos. ¿Me acompaña, tía May?

May Parker: *risas* *gesto de formalidad* Desde luego, hijo mío. *gesto de duda* Espera, ¿no estamos olvidando nada, cierto? *caminar*

Harry Osborn: Eh no, supongo que no. *ver hacia la cocina* *ver hacia el baño* *ver a la tía May* Todo lo necesario ya está preparado. *caminar* Fui a avisarle a Lilly acerca de lo de las fotografías que Peter iría a tomar, también me aseguré de que todos los que fueron invitados a la ceremonia de Charlie estuvieran confirmados para ir.. Hasta le encargué al portero que cuidara la casa mientras no estábamos. *sacar llaves* *ver llaves* Creo que hoy será un buen día para estar fuera. *abrir puerta* Aunque me sigo preguntando en dónde estará mi padre para no tener el tiempo de ir a ver a un pariente de su nuera en un momento tan importante como lo es una graduación. *cerrar puerta* *mover llaves* *suspiro* (desde fuera) Ya no importa, o eso supongo.

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Terminando de alistarse y comprobando que todo estuviera preparado y hecho para lo que sucedería hoy en unas cuántas horas, Harry abandonaría su departamento bastante tranquilo para continuar con su travesía y porque no había nada más por atender que a la tía May, en esos momentos, quien tomaría del brazo derecho al mejor amigo de su pariente más cercano a un hijo para emprender el caminar hacia el exterior del hogar de los Osborn Hollister. Mientras que el muchacho de cabellera algo larga y pelirroja va cerrando la puerta de madera, observamos, desde la perspectiva de la olla con comida de la zona de la cocina de hace unos minutos, que una gota de agua iría cayendo rendida ante la gravedad hacia una de las partes que la estaría sosteniendo, la hornilla metálica, y causaría en el exterior de esta una especie de silbido que indicaría terminación de calor, ya que la misma aún estaría lo suficientemente caliente como para no soportar ni siquiera una gota de cristalina agua o de otra cosa variable.

Y, por último, abandonando así la parte en la que coincidimos con la pareja en el territorio legal del adinerado Harry Osborn, habría que dirigirse ahora hacia la Torre de Los 4 Fantásticos, en donde justamente estaría nuestro amistoso servidor Spider-Man, junto al resto de la familia más característica que cualquiera en la ciudad podría identificar en cuestión de unos pocos segundos. O en el mundo. Johnny Storm, alias La Antorcha Humana; Sue, su hermana, La Mujer Invisible; Benjamin Grimm, La Mole y, no menos importante, sino al contrario, ya que estaríamos hablando del más listo de los cuatro, y del líder del equipo, al final de la lista, Reed Richards, El Hombre Brillante o Mr. Fantástico para los amigos y contactos de trabajo. Estos individuos estarían teniendo una charla casual en el comedor de su vivienda, tomando el desayuno que habría tocado hoy, cortesía de una panadería local que habría sido auspiciada por La Mujer Invisible hace algunos días en un comercial bastante simpático, tocando un tema de conversación relacionado a una cláusula que un hambriento Spider-Man estaría revisando minuciosamente para trabajar en La Torre Baxter como asistente de laboratorio en unas cuantas semanas; aproximadamente dos.

Leches de dos tipos, deslactosada y normal, panecillos rellenos con mantequilla tierna y calurosa, yogurt del tipo light y del normalizado, mermelada de fresa o naranja y algunos panes de caracol, serían la primera comida del día. Antes que nada, el contrato en formato de hojas a color con el logo de Los 4 Fantásticos en un hemisferio superior derecho, estaría siendo revisado también por el intelectual Reed Richards, agregando que el resto de los que están sentados a la mesa teniendo bocadillos relativamente diferentes estarían más o menos interesados. Tanto que Johnny bromearía con que ahora el arácnido medio ondulado tendría que soportar el carácter algo inflexible y sofisticado de su futuro cuñado, ya que el más joven del grupo conocería a este aparentemente muy bien, a lo que quien habría estado sentada a su lado desde hace unos catorce minutos reaccionaría con un golpe en el hombro derecho dirigido al Playboy de cabellera rubia con habilidades piromaniacas, la otra Storm.

Hablando de Ben, por la otra cara de la moneda, el anaranjado y duro, de manera superficial, preferiría mantenerse al margen de todo y disfrutar de lo que la mesa de reuniones familiares le estaría ofreciendo con brazos abiertos y gratis en su totalidad. Todos llevarían trajes casuales de pijama, a excepción de Spidey, obviamente, como ya nos lo estábamos imaginando desde el comienzo.

Spider-Man: *achinar ojos* ¿Así que un compromiso serio con Baxter Industries, eh? Pareciera que desconfiaras de quien te habla, querido amigo Reed. *ver a Reed* *achinar más los ojos*

Reed Richards: Todos tienen este argumento inicial, no es algo discriminatorio ni una duda para contigo. *ver a Spider-Man* *gesto de rareza* No me veas así, te ves.. Bastante feo. *sonreír* ¿Por qué no te quitas la máscara para sentirte más cómodo? La estás ensuciando de pan y mermelada. *risas* Mírate. *señalar con el dedo* *gesto de confusión* *ver a Sue y a Johnny* *gesto de seriedad* Sue, ¿qué dijimos acerca de golpear a los que están sentados a la mesa? No puedo creerlo.

Sue Storm: Claramente no escuchaste lo que dijo después, también lo hubieras querido golpear o lo hubieras hecho con una mano más grande de lo habitual, directo al rostro. *ver a Johnny* *gesto de molestia* Adelante, díselo, Johnny.

Johnny Storm: *señalar a Sue con el pulgar* Deberías de quitarle el derecho a heredar tu fortuna, no la merece. ¡Si así trata a su propio hermano, imagina cómo ha de tratar a sus futuros retoños! ¡Mírame! *risas* *quejido fuerte* ¡Oye, ya cálmate, Melody!

Sue Storm: *gesto de enojo* Mejor tú cierra la boca, Fuego Pantanoso. *cruzar brazos*

Spider-Man: *gesto de decepción* *suspiro* *beber* *carraspeo* Si me lo permiten, debo agregar que los átomos nunca se tocan en la vida. Todo el mundo sabe eso, creo. Por lo tanto, ¡Sue nunca habría golpeado a este baboso, en realidad! *gesto de orgullo* *cruzar brazos* *sacar un brazo* *beber yogurt* ¿O no, Reed? *ver a Sue y guiñarle un ojo*

Sue Storm: Ah.. *gesto de confusión* *sonrojo* *carraspeo* *beber leche* *mirar de reojo a Spider-Man*

Reed Richards: *gesto de pensar* Mmmm.. *gesto de sorpresa* *dejar pan a un lado* *ver a Spider-Man* Vaya vaya, creo que tienes razón, aunque eso no evitará que castigue a Johnny. *gesto de frescura* *ver a Johnny* *beber yogurt* Y dime, ¿qué fue exactamente lo que dijiste, Johnny Christopher Storm?

Johnny Storm: ¿Me llamaste Christopher?

Ben Grimm: Yo puedo dar el testimonio, si quieres. Lo oí absolutamente todo. *cerrar los ojos* *beber jarra de leche* *apuntar la mirada hacia Johnny* Despídete de tus Red Dead Redemption y Resident Evil, hermano.

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