Dañado




Es diciembre

Seis de la tarde. Afuera la nieve y nosotras acurrucadas como Ositas, estiró mi mano al tazón y cojo el papel mientras le sonrió y lo abro.

—Dime algo sucio —leo en voz alta y me rio con pillería, ella eleva las cejas y muerde sus labios.

Hace cinco meses vivimos juntas, yo no volví a la universidad si no que he conseguido un trabajo y Rinna volvió a su trabajo. Nos amamos cada día más, somos mejores amigas, amantes, novias, todo.  A su lado mi vida es una montaña rusa que solo me tiene con mil adrenalinas como el primer día. La mejor parte es cuando ella se está cepillando los dientes en las mañana y yo voy soñolienta hacer pis y después de segundos es que me doy cuenta que se queda mirándome y ahí soltamos las risas, el primer desayuno.

Rinna me ama tanto como le amo yo a ella y eso lo sentimos en cada pequeña cosa.

Es 30 y el frío es insoportable a pesar de tener la casa caliente y yo entre sus piernas que al final me deje converse de este juego con la botella cerca mío, un tazón con papelitos en los cuales ambas escribimos cosas guarras y atrevidas, las mias a comparación de las de ellas son tiernas.

—Tienes que decirme algo sucio , espero por ti —sonríe y niego, estar en su regazo me pone.

—Mmmm que tal un ... te quiero coger —sonrió tímida, me llevo la botella y Bebo de ella cerrando los ojos y moviendo la cabeza.

—Eso no fue precisamente sucio y así que a ese paso terminarás borracha —levanta los labios y yo me rio.

Debo ser más atrevida, achico los ojos y le digo que la quiero coger por detrás con la lengua. Levanta las cejas y se lleva el tequila a los labios. Chille un Si de emoción eso quiere decir que fue sucio.

—Estamos avanzando —pega sus labios de los míos, le sigo el beso, cierro los ojos sintiendo sus manos en mis mejillas ser acariciadas por sus pulgares al tiempo que siento mis labios ser mordisqueados. Llevo mis manos a su espalda acariciando.

—Te amo —suelto encima de estos.

—Te amo.

Escuchamos su teléfono sonar y se detiene, con sus manos llega a él y atiende.



RINNA

Ya estaba perdiendo el control cuando mi teléfono sonó y atendí. Es paul.

Hace tres semanas fue una carrera y obviamente no participé por la nieve pero paul si y fui apoyarle. Perdió y nos fuimos a un bar a tomar con los demás, el estaba muy pasado de copas por lo cual se puso un poco molesto diciendo cosas como que daría su vida por mi, me lo tome a broma todo pero la cosa no quedó ahí, cuando me iba para dejar que sus amigos lo llevaran a casa me dijo que estaba enamorando de mi, solo me reí y no le tome importancia por su condición y solo me burlé de él. Al otro día lo llame y no me atendió. Ya habían pasado tres días desde ese incidente y él mismo me llamo ese día, confirmándome que sabía lo que decía y que yo no estaba en un error.

Mi mejor amigo ha estado enamorado de mi desde siempre.

No le conté a Martina, no tiene caso y él sabe que solo lo miro como mi amigo. No puedo corresponder y eso el lo sabe. Nunca me di cuenta de ello por que nunca lo miré de ninguna otra forma.

—¿Si? —recorro el rostro de mi novia.

—Estoy mal, ven por mi.

Se escucha ebrio.

—¿Donde estas? —me preocupo.

—Estoy donde no puedo estar.

Mi corazón se acelera y la hago parar para ponerme de pie y tratar de pensar con claridad. Se donde está, lo conocí ahí hace cuatro años . Es un bar de mala muerte donde por mirar mal a alguien ya te pueden matar y no literal. Fui a tomar ese día con unas compañeras de trabajo de medio tiempo en ese momento por la escuela, éramos menores y curiosas de ese mencionado bar. No quise bailar con alguien y se armó tremendo problema. De no haber sido por el no sabría dónde estaría.

Frecuenta ese lugar cuando va a llevar algún "producto".

—¿Con quien estás ahí? —corro las cortinas mirando la nieve caer y las calles llenas. Maldigo dentro mío.

—Solo y ... estoy en el baño, como salga soy hombre muerto Rinna —le sale una risa pero una risa amargada.

—Ya voy para allá, mientras ve llamando a tus hombre o yo que sé —miro a Martina mirarme preocupada.

—Seria peligroso, quédate ahí con ella. Yo solo quería hacerte saber que no mentí cuando dije que siempre te he querido más allá de mi amiga y ...

Lo mande a callar y le dije que se quede tranquilo a  que lleguen los tres amigos suyos pero yo voy y me las ingenio para sacarlo de ahí.

Mierda

—¿Que pasa ? —pregunta cuando  guardó mi teléfono en el pantalón.

—Paul me necesita. Debo ir con él.

—Pero esta ...

—Me necesita —no la dejo terminar.

—Pues iré contigo.

—De ninguna manera mi amor, si , es mejor que estes aquí, ademas mañana te tengo una sorpresa y no querrás estar con sueño.

Le guiño el ojo pero esta seria cruzada de brazos.

—Habló enserio Rinna, somos un equipo mi cielo. ¿Que tan grave puede ser ?.

—Muy grabe .

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