34. Presentimiento

Me asomo por la puerta, aún no se de que tanto hablan aunque se que no han pasado ni diez minutos. No me imaginé tan celosa y con este genio, muerdo mis labios y camino dentro sonriendo con hipocresía a ella que fija su vista en mi. Me posiciono detrás del asiento de rinna, esta levanta su rostro mirándome atrás y sin que lo espere agache mi rostro dejando un beso en sus labios.

—¿Ya terminaron de hablar amor? —no aparto sus ojos de los míos. Esta sonríe de lado.

—Supongo que si, anabell solo quería saber como estoy y estoy bien.

Esta levanta una de sus cejas asintiendo y poniéndose de pie.

—Espero estonces verte pronto —se acerca a darle la mano y ella corresponde, viene donde mi pero dejo su mano suspendida sin corresponder.

Suspira enojada caminando a la salida y despedirse de su madre.

—¿Celosa? —me sonríe sentándose en el sofá con tete entre sus piernas.

Asiento poniéndome a su lado.

—Sabes que no tienes por que estarlo, soy tuya —se acerca hasta dejar sus labios en los míos, sonrío en medio del beso.

—Veo que te estás recuperando rápido —las palabras de su padre me sorprenden con vergüenza mientras rinna solo ríe.

—No te apenes Martina a esta hija mía poco le apena —siento calor en mis mejillas y sonrío.

...

RINNA

Apesar de estar recuperándome tan rápido aveces igual siento que ciertas de mis extremidades tarda en responder como los dedos de las manos.

Estoy muy preocupada por la situación de ella, su universidad, su relación con sus padres, todo y siento que de una manera u otra soy culpable de estos sucesos. La miro en la cama tecleando algo con el entre cejo fruncido, me siento a su lado.

—¿Como vas con tu madre? ¿Se que me he perdido de cosas importantes? Debemos hablar de esto —se gira para estar frente a frente y suspira.

—Aún no lo acepta cree que es algo que se me pasara con el tiempo pero a pesar de eso siento que tiene ganas de verme siempre y entablar una conversación como si quisiera tocar el tema seriamente y me sorprende y a mi padre está a veces como si le diera igual. Pero sabes hay cosas que jamas podré perdonarme a mi madre, eso nunca cambiará.

Respondo con un normal suspiro.

—Sobre lo demás no te preocupes, entraré a la universidad en Septiembre —mueve sus ojos de color sobre mi rostro.

—Siento que ahí algo más mi amor —me acerco más hasta rozar su nariz a la mía.

—No hay nada más —miro sus ojos fijamente sin creerle.

—¿Segura? —la abrazo.

—¿Por qué nunca dijiste que Ellio tenía o tiene sentimientos por ti? —ahí viene una pregunta con otra.

—Una pregunta con otra esta muy mal señorita —con cariño dejo una palmada en uno de sus glúteos a lo que sonríe coqueta.

—Ellio no es nadie importante y lo sabes, esta demás esa pregunta sin importancia cariño, solo tengo ojos de amistad por él. Y bueno ni se amistad sinceramente.

—Bastante claro —deja su cabeza en mi pecho.

—¿Y que hay de Johanne? ¿No te ha vuelto a contactar?.

Muerdo mis labios en su espera respuesta. Siento que su pecho se infla para soltar un jadeo cansado.

—Ese tema no es necesario amor.

—Para mi si y lo sabes —se quita de mi pecho sentándose en la cama y hago lo mismo.

—No nos hemos vuelto ha ver y tampoco volverá a pasar, hoy recibí una llamada suya de otro número, quiere ser mi amigo per...

—¿Amigo? ¡Es un maldito idiota! —me exalto poniéndome de pie.

—Se lo dejé claro, no podemos ser amigos y sabe que estoy contigo, que somos pareja, ya soltemos este tema feo ¿si? —llega donde mi tomando mis manos en las suyas, respiro pesadamente asintiendo.

Dejo mis manos en su cintura, junto sus labios en los míos, en un beso desesperado y hasta con cierto miedo, una de mis manos llega a su cuello para que no escape de mis labios de este deseo que siento, ejerzo presión de sus labios con los míos haciendo más sonoro el juego de lenguas y mordidas junto a tirones excitante de su labio inferior con el mío. Gime y me descontrolo apretando sus nalgas, siento sus labios bajando por mi barbilla hasta mis senos y me dejo hacer, muerdo mis labios al sentir los suyos encima de mis senos.

—No te quiero perder nunca, nunca —expresó entre jadeos y el deseo, y este amor que siento. Nos tumbamos a la cama, siento su lengua tibia por mi vientre dejando chupetes sin ser bruscas.

Nos doy la vuelta quedando encima suyo, quitando mi sujetador quedando en bragas, le saco su blusa quitando también su sujetador, la vuelvo a besar mientras la acaricio y me muevo sensual y despacio encima suyo. Las respiraciones se vuelven más pesadas apuntó se explotar.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top