27.







Lucía entró a su baño, aprovecho para sacar mi pijama, antes fuimos a mi casa a buscar ropa. Suspiro triste, Rinna aún no me responde el mensaje. Me siento triste y con muchas cosas en el pecho.

—¿Vemos una película antes de dormir? —miro que sale en ropa interior.

—No, mañana debo trabajar y quiero descansar —me sacó la ropa bajo su mirada y por un momento me pone nerviosa, se acerca poniéndose el pijama.

—Tienes una marca aquí —me señala el hombro por la parte de la espalda.

Maldición.

—No es nada, solo un pequeño golpe.

Me giro sonriendo.

—Parece más un...

—Sabes que, aceptó la película.


...

—Debo decirte algo, ya que te considero mi amiga —lucia me mira fijamente, nos acomodamos en su cama con el tazón de dulces en el medio, se pone seria.

—Soy toda oídos.

—Estoy enamorada —suelto rápido mirándola fijamente.

—No me esperaba eso, pero, ¿como paso? ¿Quién es? ¿Es de la universidad? Me toma por sorpresa aunque me alegro que puedas olvidar todo lo mal que te hizo Johannes.

—Ahí esta el problema, no se como decirlo, es una chica, lucía estoy enamorada de una chica.

No aparto sus ojos de los mios. Guarda silencio, baja la cabeza entrando una golosina agridulce a su boca.

—Pero soy feliz, soy feliz y vamos de poco a poco y esto es tan nuevo para mi, me hace muy feliz estar con esta persona y lo menos que esperó es que me apoyes, no se, aún no somos novias pero cada día siento que el corazón se me sale al estar con ella? dime algo —siento un nudo en mi garganta, mis ojos humedecen.

—Rinna —dice de repente mirando a mis ojos, asiento.

Se pone de pié cruzada de brazos.

—¿Como?.

—No lo se lucía, quizás no sabia de mi orientación sexual hasta que la conocí y simplemente se dio y..

—Haz silenció Martina.

Empieza a coger su almohada y su manta, simplemente la veo salir de la habitación.









RINNA

—No seas idiota Paul —me reí soltando el humo, estamos en la sala de su casa, me invitó y no me negué con la condición que "ella no se presentará".

—¿Y donde esta tu novia? —en la sala somos cinco, una chica en las piernas de este y dos chicos.

—Aún no somos novias —el timbre suena.

—Oh es mi primo, viene por uno.

Cuando dice uno se refiere que Paul le venderá alguna bolsita de marihuana.

Un chico entra tras ella, lo miro, este mira. Paul se pone de pié saludándolo no parece la primera vez que se ven.

—Ella es Rinna —me mira fijamente con esos ojos grises y me da la mano, la uno a la suya y asiento.

—Ellio.

—Bonito nombre.

—Tanto como tu no —miro a Paul con una ceja elevada. Este se ríe poniendo una mano en el hombro del chico.

—Ni lo intentes, a esta maldita no le van los hombres, si no hace tiempo que fuera mas que mi amiga.

Me extrañe sus últimas palabras pero me reí.

—No por mucho tiempo, solo le hace falta que conozca un hombre verdad—se sienta frente mio fumando.

—Tranquilo Paul, deja que el chico intente algo —me río mirándolos. —Aunque debo decirte Ellio que el hombre que intento hacer esto esta muerto.

Mi tío...

La sala se vuelve silenciosa.

—Es una broma —ahora todos ríen menos yo.

...

—¿Me das fuego? —ellio me habla con el cigarro en sus labios para que se lo encienda.

Pongo el encendedor cerca de estos y presionó para que salga fuego, su mirada gris no se apartan de los mios.

—Enserio Ellio, no me van los chicos —lo miro, los demás están en la sala mientras nosotros un poco mas apartados.

—¿Creí que habías dicho que me permitiría intentar algo? —se acerca a mi haciendo que mi respiración se ligue a la suya.

—Conozco a unas chicas, puedo presentarte y estoy mas que segura que saldrás dejando corazones flechados con ese rostro de chico malo y estas guapo —lo aparte con ambas manos.

Niega soltando humo.

—Ya me gustas tú —me guiña un ojo volviendo a la sala.

Este se quiere morir.

Saco mi teléfono y le marco, un tono, dos tonos...

—Amor... —la escuchó sorber por la nariz. Me alarmó rápido.

—¿Que pasa? ¿Estas llorando? —cuestino buscando un lugar mas apartado.

—Si, me siento muy mal, ven por mi rápido, te mando la dirección.

Cuelga y me llega una dirección en chat, es un poco lejos. Me despido rápido sin dar tiempo de explicación.

...



Una casa de dos plantas frente a mi con colores sobrios pero un bonito árbol. Le envió un mensaje que estoy fuera y espero en el asiento.

¿Le habrá echó algo lucía?.

Una puerta cerrarse me hace mirar, sale casi corriendo con pijama y una mochila colgando, mientras mas se acerca puedo ver su nariz roja y rostro triste, rodea el auto y sube. La abrazo fuerte acariciando su cabello.

—Ya estoy aquí mi amor ¿que pasa? ¿Que te hizo? —niega aun sin verme y la abrazo mas fuerte. —Sshhh estoy aquí contigo.

...

Conduzco a mi casa, no me da el frente, va encogida mirando por la ventana. Me detengo en el auto fuera de un comedor, tomo el pedido y continuó.

—Come algo.

—Ya había cenado, gracias —aun sin girarse.

Al llegar ambas bajamos, uno mi mano a la suya y abro la puerta.

Deja la mochila sobre el sofá, se sienta en este con las piernas arriba, ambas de mis mascotas se suben arriba para que le haga mimos. Me siento en la mesa dejando la bolsa de la compra arriba.

—¿Que te ha pasado? —la miro fijamente desde mi lugar.

—Le dije —me voy quitando la chaqueta y deportivas.

—¿A lucía? —camino sentándome a su lado.

Asiente.

—Se marchó de la habitación dejándome sola, entiendo que ya no querrá ser mi amiga por decirle que me gustas, que me estoy dando una oportunidad y sobre todo que te quiero a ti.

Me quedo tranquila.

—¿Por que le dijiste? —se acerca a mi buscando que la abrace y así lo hago. Dejo un beso en su frente y la rodeo en mis brazos.

—Me dejaste un chupete en mi hombro y lo vio, también ha estado muy rara, aparte pensé que era una amiga a la cual podría confiarle esto, es necesario que me desahogue con alguien y pensé que si alguien tendría que saber la felicidad que siento es ella.

—Todo estará bien, pero si querías hablarlo con alguien habría sido genial Teresa. No es tu culpa, si, todo estará bien.

—¿Que haré? —la abrazo mas fuerte mientras tete lame sus dedos.

—Nada, seguir con tu vida, nada ha cambiado eres la misma solo que has descubierto algo en ti que no sabias y te has dado cuenta que lucía no era tu mejor amiga como pensaste. Esto no es algo del otro mundo, nos queremos, queremos estar juntas y es todo.

—No quiero pensar eso último, quizás no supo como reaccionar.

—Si un mejor amigo viene como Paul y me dice que es gay o viceversa, lo primero que hago es reírme en su cara diciendo que no le creo, luego me pongo seria al ver que es cierto y le digo que lo apoyo, que estoy aquí y nuestra amistad no cambia.

—No se, tengo mucho sueño —sonrió mirando la hora, ya son las once.

La llevo a mi habitación y rápido se acomoda en mis mantas, sonríe de lado diciendo que ama dormir conmigo.

—Voy a ducharme, cualquier cosa me tocas —asiente con los ojos cerrados acurrucada.

...


Salgo con la pijama puesta, se ve que duerme, su respiración se ve tranquila, esta en forma de feto y su pelo rubio cubre parte de su rostro, sus labios entre abiertos dejando salir un poco de baba me hace sonreír. Me hago un hueco en la cama, la atraje a mi cuerpo dejando un beso en su espalda. Amo este momento a su lado, el silencio de la noche y ella aquí.

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