Llegamos a la universidad, ambas abrimos nuestras puertas y le sonrió, la acerco a mi en un abrazo correspondido. Mientras masticó la goma sabor a menta, me arreglo los lentes. Se separa de mi mirando la gente llegar y justo llegan sus amigas saludándola menos lucía que se queda un poco apartada. Mientras saludo también a las demás me quedó mirándola.

—¿Que le pasa a su otra amiga? —les pregunte a los otras, Martina se fue donde lucía.

—Es así a veces —respondió una que se llama Sonia. Trate de sonreír moviendo mi pelo.

—Debo irme, un placer verlas niñas —Teresa se queda viéndome un poco embobada y me hace sonreír le.

Ella no regreso para despedirse de mi, por el contrario se quedó hablando con lucía. Subí al auto poniéndome en marcha al trabajo. Mi celular suena en mi asiento del al lado. Deslizó mi dedo al verde poniéndolo en alto.

—Te fuiste sin despedirte —se escucha seria.

—Te fuiste con tu amiga la ñoña y no volviste, no iba a estar detrás tuyo —conteste simple mirando la carretera.

—¿Así estamos entonces? —me siento celosa, yo siento que lucía no es amiga sincera ¿y si lleva un sentimiento reprimido por ella?.

—No me cae bien lucía —junte mis cejas.

—Tampoco quiero que mis amigas te caigan muy bien, ya sabes —se ríe.

Me hace reír.

—Te quiero mi niña ¿lo sabes?.

—Si, yo también te quiero Rinna, cuídate mucho ¿si? Ya entraré a las clases, me avisas cuando estés en el trabajo.

—Besos hermosa.

Cuelga después de mandar un beso sonado haciéndome morder los labios. Hoy solo tengo turnos en la mañana y la tarde libre, después volver donde mis padres.

...

MARTINA

Entro el teléfono en mi bolso girando y veo a Lucia cruzada de brazos mirándome seria recargada de la pared que da al aula.

—¿Llevas mucho rato ahí? —mordí mi mejilla por adentro.

—El suficiente como darme cuenta que tu amistad con Rinna se ha vuelto mas... —junta sus manos haciendo un sonido. —Mas formal.

—No es lo que parece Lucia —trato de aparentar normal.

—No he acusado nada, pero te recuerdo que soy tu amiga y si hay algo que quieras decir aquí estoy, como siempre lo he estado —camino sola al aula.

¿Qué intenta decir?.

Camine también al aula pensando en sus palabras, debo ser mas cuidadosa, no se pero no siento que pueda confiarle esto tan personal de mi.

...

Resuelvo bien los ejercicios de matemáticas y unos acertijos. Era pausa y salgo con Teresa, la veo pensativa.

—¿Que pasa? —junto mi hombro con el suyo sacándola de su trance.

—Tu amiga, pone en duda la sexualidad de cualquier chica que la conozca.

Me detengo haciendo que lo haga.

—Tiene novio, Teresa —me cruzó de brazos.

—Tampoco he dicho que sea lesbiana y que me guste —se ríe.

¿Celos?.

—Nadie lo ha dicho —trato de sonreír.

—¿Que hablan de lesbianas? —llega lucia con Sonia. Agachó un poco la cabeza sentándonos en las mesas.

—Le decía a Martina que su amiga pone en duda la sexualidad de cualquier chica que la conozca —Teresa y su boca que no puede callar cosas.

—¿Quién? ¿Rinna? No es que este tan guapa —Lucia arruga la nariz tomando su refresco.

—A ver, hay que ser sinceros Lucia, Rinna es muy guapa y tiene un no sé que, es que ...

—Ya basta Teresa —no pude evitar soltar haciendo que las tres me miren.

Rápido vuelvo a hablar.

—Quiero decir que si lucía dice una cosa y tu otra no hay que discutir por eso además se van a pasar la pausa discutiendo ese tema.

Trate de sonreír, dije que iría al baño y corrí.

Debo dejar mi actitud, me estaban poniendo celosa ellas hablando tanto de mi Rinna, de su belleza y no se que otras cosas. Me miro al espejo del baño, peino mi pelo lacio con los dedos dejando una linea en el medio. Siento a lucía muy tensa, quizás porque antes pasaba mucho tiempo con ella, siempre juntas en su casa, durmiendo juntas y viniendo juntas a la universidad, eramos uña y mugre pero ahora las cosas han cambiado. Regreso con ellas como si nada metiendo un tema de los exámenes que se acercan.

...

Bostezo caminando con lucia al bus, hoy no tengo que ir a trabajar y pensé en una buena idea, hoy me quedare en casa de lucia a ver porque siento que nuestra amistad se va desmoronándose, se puso tan feliz cuando se lo propuse. Las cuatro de las tarde y aun no se nada de ella.

—Tendremos que ir y dejar las mochilas en mi casa y luego vamos a comprar cosas de comer —nos sentamos juntas, el bus arranca.

—Perfecto —sonrió a labios cerrados. Mi teléfono suena y lo sacó del bolso, esta acerca su rostro a la pantalla, arruga la frente. Descuelgo ocultando la felicidad que siento.

—Hola —trato de pegarme bien el teléfono en mi oído, me aparto un poco en el asiento.

—Preciosa —escuchó ruido de tránsito.

—¿Como ha pasado el día? —pregunto, lucía finge usar el teléfono, la conozco bien.

—Extrañándote, queriendo devorarte a besos y tenerte en mis brazos, y lo otro mucho trabajo, ahora voy donde mis padres.

Mordí mis labios con disimuló, sentir esa adrenalina en mi pecho. Disimule el ardor en mi rostro.

—Que bueno y...

—Por fin nuestro día juntas —lucia suspira, interrumpe que continúe la oración, la miro y le señalo el teléfono con una falsa sonrisa, levanta las manos al aire como pequeña.

—¿Lucia esta contigo? ¿Como que un día juntas? —la voz de Rinna me vuelve.

—Si, me quedare con ella, dormire en su casa como los viejos tiempos.

—¿Y Yo? Pensé que en la noche estaríamos juntas —se escucha triste. —He comprado una película.

—Mejor te escribo —cuelgo entrando a su chat.

—¿Por qué tienes que quedarle explicaciones? —me acusa con su mirada.

—Tu también te pones así cuando iba donde Teresa o Sonia.

Asiente. Le escribo a rinna pero esta enojada, pensó que hoy estaríamos juntas en la noche, pero al final entiende que hoy me quedare en casa de Lucía. Nuestros mensajes se convirtieron en una batalla, termine enojada, tampoco puedo dejar a mis amigas de lado de la noche a la mañana y me termino dejando en visto.