Capítulo 31 🐎

Corbyn despertó vacío. No sentía nada a su alrededor, solo frío.

Abrió los ojos y entendió el porqué. Sky no estaba.

Se incorporó en la cama y miró a los lados confuso. Tampoco estaba en la habitación.

Se puso la misma ropa que el otro día y bajó las escaleras hacia el aparcamiento.
La chica revisaba el motor con el ceño fruncido y las manos llenas de grasa.

- ¿Qué pasa? - preguntó llegando a su lado.

Sky se sorprendió al oír su voz, pero no sé dió la vuelta para mirarle.

- No es nada. - dijo sería - Solo quería comprobar lo rápido que podía ir.

- Oh. - miró su perfil fijamente y pudo deducir que nada había cambiado de ayer a hoy. Seguía enfadada.

- ¿Quieres que te ayude? - preguntó cortésmente.

- No gracias. - negó y cerró el capó - Sé apañarmelas sola.

Dejó la caja de herramientas en el maletero y volvió al hotel sin siquiera mirar al rubio. Él suspiró frustrado y tiró de su pelo confuso.
Creía que ayer todo había terminado.

La siguió con rapidez y se puso en medio del camino.

- ¿Qué te pasa? - preguntó con el ceño fruncido debido a la confusión - Creía que ayer ya habíamos arreglado todo.

- Dijiste que mis padres me abandonaron porque no me querían. - le echó en cara - Pero no te preocupes, es sólo eso. - ironizó y le esquivó para seguir subiendo las escaleras.

- Yo no quería...

- No querías decir eso. - aceptó - Pero lo hiciste. Las cosas no se arreglan con un simple; "yo no quería".

- Entonces ¿Qué quieres que haga Sky? - cuestionó frustrado - Dímelo y lo haré, pero, por favor, perdóname.

- ¡Ni siquiera sé que deberías hacer! - exclamó - Solo... ¡Agh! Necesito tiempo. ¿Vale?

- Vale... - aceptó él en suspiro. Ella subió las escaleras y entró al cuarto, dejándole allí parado - Te... - suspiró -Te amo.

(...)

Los dos estaban en el coche, conduciendo a Texas por un camino de tierra a la mayor velocidad.
Sky quería llegar, preguntar y salir corriendo de nuevo a la NASA.

Estaba corriendo un riesgo solo por hacer feliz al chico, y si esto salía mal, también costaría su vida.

- ¿Crees que querrá verme? - preguntó Corbyn cortando el incómodo silencio.

- No lo sé. - suspiró - Mis padres me abandonaron porque no me querían, deberías preguntar a otra persona.

El rubio cerró los ojos con fuerza ante ese golpe bajo y asintió cansado mientras miraba por la ventana.

De repente, el coche se detuvo y oyó como Sky maldecía golpeando el volante. La chica salió del coche y al ver el motor gritó con furia y se tiró al suelo enfadada.

Corbyn también salió y la miró confundido.

- El motor... - susurró tapando sus ojos con su antebrazo - Está quemado.

Corbyn se sentó a su lado y miró al campo desolado que les rodeaba. Nadie les podía ayudar.

Se levantó al ver un animal a lo lejos. Estaba rodeado por una reja de alambres y relinchaba con fuerza.
Corrió hacia él y acarició su pelaje.

Sky se levantó del suelo con el ceño fruncido al notar como Corbyn había salido corriendo.

Sonrió casi de inmediato al ver al rubio con aquel animal. Un caballo.
Rodeó la verja de metal y miró si alguien andaba por allí.
El caballo había sido abandonado.

- Bien. - miró al animal y luego a Corbyn - Este será nuestro nuevo medio de transporte.

Corbyn la miró sorprendido pero asintió.
Sky agarró las crines del caballo y se subió a él con la ayuda de Corbyn. El chico se ayudó de Sky y de la verja para subir y sentarse detrás de ella.

- Espero que esté bien adiestrado. - murmuró Sky aferrándose con cuidado al pelo del animal.

Le dió una palmada en el cuello y él caballo comenzó a galopar.
Los dos sonrieron.

Corbyn se agarró a la cintura de Sky para no caer y se acercó lo más cerca posible de ella.
Ella no dijo nada, pero se sentía bien con él tan cerca.

- Tu ausencia me está matando por dentro. Me siento tan estúpido por todo lo que te dije. Después de analizar las cosas bien, me doy cuenta de que estaba muy equivocado y ahora no sé qué más hacer para obtener tu perdón. - comenzó en un susurro Corbyn, mientras Sky escuchaba atentamente cabizbaja - Lo qué te dije... No lo pensé de verdad. Estaba tan cegado por el dolor de no tener una familia que... No me di cuenta de lo que decía. Yo te amo Sky, te amo con todo mi ser. No descubrí lo que era vivir de verdad hasta que te tuve en mi vida. Tú haces que cada día sea el mejor de mi vida, y solo es porque estoy a tu lado. - sonrió tristemente -  Si tus padres te vieran como yo te veo, te aseguro que nunca te hubieran dejado ir. Pero eso ya da igual. Eres independiente, fuerte, hermosa y sabes cuidarte tu sola. Eso es lo que más envidio de tí. Te da igual no tener a alguien que te dé apoyo para seguir adelante, tú misma te lo das y consigues todo lo que te propones, en cambio yo... Yo soy imbécil. No sé hacer nada por mí cuenta. Cuando mi padre murió no sabía qué hacer. Pase días sin comer y llorando en mi cuarto. No tenía ni idea de cómo iba a sobrevivir solo. Por eso, cuando te vi en Marte sonriendo, sola y sin tu familia, no me lo podía creer. Eres la persona más fuerte que conozco Sky, y siento mucho lo que dije. Por favor perdóname. Ya no aguanto ni un día más sin tus besos, abrazos o sonrisas.

La chica paró el caballo y se giró hacia Corbyn con las lágrimas a punto de salir.

Se besaron. Se besaron como nunca antes. Estaban en una posición algo incómoda, pero eso les daba igual.
Se amaban y eso es lo que más les importaba.

Finales.

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