Capítulo 27 🚗

Acababa de amanecer cuando Sky detuvo el coche en un pequeño motel.


Corbyn estaba completamente dormido en la parte trasera del coche y sus ronquidos eran lo único que se oía.

Salió del coche y reservó una habitación. Volvió de nuevo al vehículo y abrió la puerta trasera, donde Corbyn dormía plácidamente.

- Hey. - susurró moviéndole con delicadeza - Despierta Corbyn.

El chico despertó sobresaltado, pero se calmó al ver a Sky.

- ¿Qué pasa? - susurró cansado.

- Hemos llegado al motel. - explicó ella - Ayúdame a bajar las maletas y después puedes seguir con tu siesta.

El rubio asintió con un bostezo y salió del coche.
No pudo evitar sorprenderse al ver el paisaje. Había árboles, coches aparcados por todos lados, algunas personas hablaban tranquilamente en el gran pasillo al aire libre dónde estaban las puertas que daban a la habitación. No era muy lujoso, pero a él le pareció único. Nunca había visto nada como eso y le gustaba.

Sky sonrió al ver al chico con la boca abierta y bajó la primera maleta.
Se la entregó a Corbyn y cerró el maletero. Solo se iban a quedar un día, por lo que no necesitaban muchas cosas.

Anduvieron por el largo pasillo de puertas hasta la habitación número 25, dónde ella se detuvo y sacó la llave.

Abrió la puerta y los dos entraron al cuarto cerrando la puerta tras de sí.
Era pequeño, pero bastante acogedor.

- Estoy agotada. - se tiró a la cama de golpe y Corbyn sonrió - Debes empezar a estudiar para el examen de conducir, porque no pienso pasarme así toda la vida.

El rubio rió asintiendo y se tiró a su lado. La acercó a su pecho y besó su cabeza.

- Gracias. - susurró en su pelo.

- ¿Por qué?

- Por estar conmigo.

(...)

Llamaron a la puerta de la habitación con fuerza.
Corbyn se levantó con rapidez y la abrió.

Unos cuantos adolescentes se aparecieron en la puerta con la música de sus teléfonos sonando a tope.

- Qué pasa macho. - saludó uno y Corbyn sonrió incómodo - Nos estamos pasando por todas las habitaciones para invitar a la peña a una fiesta. ¿Te apuntas?

- Emm... - el rubio se giró para intentar encontrar a Sky, pero ella estaba en la ducha - Claro.

- Genial. - exclamó él chico - La fiesta es a las 10 en una casa cerca del motel, cuando llegues lo sabrás enseguida.

- Vale. Adiós.

Cerró la puerta y suspiró con pesadez.
¿Qué era una fiesta?

Sky salió del baño ya vestida y con una toalla en la cabeza.

- ¿Qué es una fiesta? - preguntó él de inmediato.

Sky se sorprendió por la pregunta pero enseguida se apresuró a responderle.

- Es una gran agrupación de adolescentes hormonados con ganas de bailar y beber alcohol.

- Oh. - Corbyn procesó la información y luego la miró a los ojos - ¿Y te gustan?

- No mucho la verdad. - confesó ella - ¿Por qué la pregunta?

El rubio había metido la pata hasta al fondo. Había aceptado la invitación sin contar con la opinión de Sky. Y ahora no se podía echar atrás.
¡Le había dicho al chico que iría! Y él siempre cumplía sus promesas.

- Es que... He dicho a un chico que iría a su fiesta.

- ¿¡Qué?!

Corbyn tragó saliva asintiendo.

- Corbyn... - refunfuñó masajeando las sienes de su cabeza - ¿Qué vamos a hacer?

- Ir. - confirmó él y ella gruñó.

- Bien, pero debo arreglarme. Ya veo a todas las chicas acercándose a tí y yo como una pordiosera.

El rubio frunció el ceño sin comprender y Sky rió.

- No es nada. - explicó rebuscando en la ropa que se había traído - Ya lo comprenderás cuando lleguemos.

No tenía nada en esa maleta, por lo que bajó al aparcamiento y miró en el maletero donde se encontraban las demás maletas.

Allí encontró un bonito vestido negro que le regaló Jonah al cumplir 18.
Suspiró pesadamente y volvió al cuarto.

10 p.m

- ¿Ya? - preguntó el rubio cansado.

- Si. - dijo ella y abrió la puerta.

La boca de Corbyn cayó al suelo al observarla detenidamente. Estaba realmente hermosa.

El vestido negro torneaba su cuerpo a la perfección y dejaba ver sus bonitas piernas. El pelo lo llevaba suelto y con algunas ondulaciones.

Él nunca la había visto con vestido y menos enseñando tanta piel en público.

¡¿Todo el mundo la iba a ver así?!

- E-estas p-preciosa. - tartamudeó con dificultad.

- Gracias. - sonrió agradecida.

Por un momento la chica pensó que no estaría tan mal ir a la fiesta. Se lo podía pasar bien con Corbyn...

Cogió al chico de la mano y salieron del cuarto a toda prisa.
Si ahora Corbyn no sabía que eran las fiestas, pronto lo descubriría.

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