6 a.m

Todos los habitantes de Marte se encontraban despiertos.
A las siete despegarían con rumbo a la tierra.

Sky se sentía nerviosa. No por ella, sino por el chico rubio que se encontraba a su lado.

- Corbyn. - llamó JR - En la tierra te espera un equipo médico de alta experiencia. Pasarás los primeros días en observación.

El chico asintió resignado. Pero todo era por Sky, para poder estar con ella.

Recogieron todas las cosas que les faltaban y lo sobrante lo metieron en el refugio de Corbyn.

Mientras Ian y JR revisaban los últimos ajustes de la nave, Corbyn miraba la tumba de su padre con remordimiento.

¿Le iba a dejar allí?

- Dijo que este era su hogar. - dijo Sky colocándose a su lado - El lugar en el que tú naciste.

- Está bien. - accedió Corbyn en un susurro.

- ¡Vamos a abordar! - gritó Ian y los adolescentes corrieron a la nave con el traje ya puesto.

- ¿Preparados? - preguntó JR más por Corbyn que por Sky e Ian.

- Listos. - contestaron todos a la vez.

- Bien. Despegamos en 3, 2 ,1. ¡Ya!

La nave comenzó a ascender al cielo con lentitud, provocando un leve movimiento en ella.

Corbyn agarró la mano de Sky con fuerza sin despegar la vista del frente.
Sky le dió un leve apretón en la mano para darle fuerza y enseguida la nave salió de la atmósfera de Marte.

De nuevo en el enorme y en el magnífico espacio.

12 horas de viaje, pero valía la pena por volver a casa.

Solo la NASA sabía que Corbyn iba a venir. Ya había sido todo un problema el tener que lidiar con las masas cuando se enteraron de que alguien vivía en Marte.
No querían que al llegar a la tierra, la gente comenzará a atosigar a Corbyn y agobiarle.

Sería un aterrizaje "secreto". Dentro de la gran central de la NASA.

(...)

- 15 minutos para aterrizar en la tierra. - avisó JR con voz calmada.

- Bienvenidos. - comentó Bradley por el auricular de sus trajes.

Sky susurró un inaudible gracias antes de mirar a Corbyn, quién observaba todo el paisaje por la ventana con asombro.

- Acabáis de entrar en la atmósfera.

Sky se volvió al frente, ni siquiera se había dado cuenta de aquello.

La nave fue bajando a tierra firme con lentitud, hasta que la NASA tomó el control para poder aterrizar.

Tocaron el suelo y las miradas de Corbyn y Sky se conectaron.

- Puerta abierta. - una voz metálica hizo que la puerta de la nave se abriera de repente.

Todos miraron a Corbyn en ese entonces. Estaba claro que él debía ser el primero en salir.

El rubio sonrió con nerviosismo y se levantó de su asiento.

Enseguida pudo notar como la gravedad le golpeaba fuerte en su cuerpo. Sé sentía pesado, demasiado pesado.

Sky se levantó detrás de él y lo ayudó a caminar. Los dos se sonrieron mutuamente y siguieron andando hasta la puerta.

La luz les cegó por un momento y el estruendo de aplausos inundaron sus oídos.

Sky sonrió al instante y los dos comenzaron a bajar la rampa con lentitud.

Bradley se acercó con una brillante sonrisa y les estrechó las manos con admiración.

- Bienvenidos a la tierra. - saludó orgulloso.

- Un placer estar aquí. - dijo Corbyn con una sonrisa tímida.

JR e Ian se colocaron a su lado y sacaron algunas que otras fotos para el informe de la NASA. No saldrían a la luz nunca.

- ¡Sky! - Jack corrió entre la gente desesperado hasta su hermana, y la abrazó con fuerza.

Los demás chicos se unieron al instante entre risas de gozo.

- ¡Bienvenida! - gritaron Jonah y Daniel a la vez.

- ¡Callaros! - exclamó Zach a broma - Tengo que abrazar a mi prometida.

Todos rieron menos Sky y Corbyn.

El pequeño Zach la abrazó con una sonrisa ante la atenta mirada sumisa de Corbyn.

- Chicos. - dijo Sky cuando pudo separarse del abrazo de Zach - Este es Corbyn Besson.

La mirada de todos pasó al rubio y él sonrió tímidamente.

- Qué pasa. - saludó Jonah.

- Hey. - dijo Daniel.

- ¡El marciano! - exclamó Zach.

- Hola... - dijo Jack de mala gana.

- Un gusto de por fin conocerlos en persona. - dijo Corbyn.

- Corbyn. - todos se giraron hacia Bradley - Los médicos te esperan.

El chico asintió con una mueca y comenzó a caminar hacia ellos.
Pero en medio del camino se detuvo y corrió de nuevo hacia Sky.

La estrujó entre sus brazos y besó sus labios apasionadamente.

Después de eso salió corriendo con Bradley.

- ¿¡Qué mierda ha sido eso?! - exclamó Jack.