Capítulo 22 🔥🔥🔥

- ¿Lo hacemos hoy?

Sky miró de lejos a Corbyn algo preocupada.

- No sé... - contestó sin dejar de mirarle - ¿Crees que esté preparado?

Ian suspiró provocando que la chica le mirara.

- Mira Sky, - comenzó - la nave está arreglada, y necesitamos calcular el peso que vamos a llevar para llenar el combustible. - miró a los rubio y luego a la chica - Intenta convencerle.

Ian se fue dejando a Sky debatiendo lo que diría en su cabeza.
Miró al cielo y puso una mueca.
Hoy iba a haber tormenta, y Corbyn no estaría en sus mejores condiciones para tomar una decisión.

Suspiró masajeando sus sienes y caminó hacia él.

- Hola Corbyn. - saludó con su mejor sonrisa fingida.

- Hola. - él sonrió de verdad, y eso a Sky le dolió un poco.

- ¿Qué estás haciendo? - intentaba evitar el tema por el momento, centrándose en otra cosa.

- Ya sabes, sembrar. - soltó una pequeña risa - ¿Y tú?

- Emm... Yo nada. - sonó más nerviosa de lo que quería.

- ¿Estás bien?

- Si, si. Solo... - suspiró - Tengo que decirte algo.

- Adelante.

- Pues... La nave está lista y necesitamos saber el peso que va ir en ella y yo pues... Tenemos que...

- Tenéis que sacar el ataúd de mi madre. - terminó Corbyn.

Sky asintió con rapidez.

- Está bien. - aceptó él con un suspiro.

- ¿En serio? - a la chica le asombró la naturalidad con la que lo había dicho.

Corbyn asintió mientras apretaba los labios.

- Oh, vale. Gracias. - Sky sonrió algo aliviada.

- ¿Quieres que os ayude? - cuestionó con algo de miedo.

- No, no hace falta. - la chica acarició el brazo del rubio - Ya se encargarán Ian y JR.

- Bien.

(...)

Sobre las 8 de la tarde JR e Ian comenzaron a desenterrar el ataúd de Ella Loafland.

Corbyn miraba la escena desde la puerta del refugio, con un semblante serio.

Un relámpago iluminó el cielo y el estruendo retumbó por la carpa segundos después.


El cuerpo del rubio tembló y cerró los ojos con fuerza.

- ¿Corbyn? - la llamada de Sky le hizo abrir los ojos - ¿Estás bien?

- S-si. - su voz temblorosa no convenció a la chica - Solo fue un trueno.

Sky miró hacia atrás y pudo observar como sus compañeros sacaban el ataúd de la tierra.

- Deberías entrar. - opinó ella - Será mejor que te relajes un poco.

Corbyn no objeto nada y solamente entró en el refugio.

Era imposible no darse cuenta de los constantes temblores que producían los truenos en el rubio.

- Corbyn. - le llamó ella con calma y se acercó a él - Mírame.

Corbyn la miró directamente a los ojos, y solo así ella se pudo dar cuenta de que éstos estaban llorosos.

- Todo va a estar bien. - le relajó - No va a pasar nada. Estoy contigo.

El chico asintió con los ojos cerrados, procurando no derramar ninguna lágrima.

Sky acarició su mejilla con delicadeza y él abrió los ojos con una pequeña sonrisa.

- Te amo. - soltó de repente dejando a Sky de piedra.

La tomó de la cintura, y sin dejarla contestar, unió sus labios con los suyos.

No era un beso de los de siempre. Era desesperado y cargado de deseo.

Corbyn subía y bajaba las manos por su espalda, mientras movía a Sky más cerca de él.

Sky comenzó a respirar con más dificultad y separó sus labios de los del chico para poder observarle a los ojos. Sé asombró de lo que pudo ver. Lujuria.
El azul claro de sus ojos se convirtió más oscuro y sus pupilas estaban dilatadas.

- Yo también te amo.

Y ese fue el detonante.

La cogió de los muslos obligándola a enroscar sus piernas en la cintura de él.
La empujó contra la pared y ella soltó un grito ahogado.

Él comenzó a besarla de nuevo, más salvaje y enrollando su lengua con la de ella.

El sonido de los truenos ya ni siquiera lo escuchaba. Solo quería estar con ella. Y ella con él.

Los besos de Corbyn comenzaron a descender por la mandíbula de Sky, haciéndola suspirar.

En cambió, ella levantó un poco la camiseta del chico, tocando sus abdominales suavemente.

Le quitó la camiseta con desesperación y enseguida él volvió a besarla.

Caminaron hacia la cama donde Corbyn se sentó con Sky encima.

Le quitó la camiseta en un simple movimiento y siguieron besándose con necesidad.

Enseguida la entrepierna del rubio comenzó a abultarse y Sky sonrió entre el beso.
Ella, y solo ella estaba causando eso en Corbyn.

Bajo una mano hacia el bulto, mientras que con la otra enroscaba el pelo rubio en sus dedos.
Comenzó a acariciar la parte afectada y el chico soltó varios gemidos entre el beso.

Corbyn no se quedó atrás. Quería volver a escuchar aquel sonido de los labios de Sky.

Deslizó su mano por el muslo de la chica hasta su feminidad, dónde comenzó a masajearla con fuerza.

Gemidos comenzaron a salir esparcidos por la boca de la chica, provocando al rubio más.

Retiró su mano de allí y la agarró de la cintura para dejarla debajo de él en la cama.

Ahora no había límites. Iba a probar todo lo que había querido y pensado durante todo este tiempo en el pequeño cuerpo de Sky.

Sky sintió la agitada respiración de Corbyn en su cuello, y como el chico dejaba besos húmedos por todo su torso.

Quitó sus pantalones con lentitud, dejando más besos por sus muslos y dejando a la chica solo en ropa interior. Pero él quería ver más.

Deslizó la parte de abajo de su ropa interior por sus piernas, acariciando su piel.

Sky comenzó a respirar entrecortadamente cuando los dedos de Corbyn se adentraron en su zona íntima con lentitud.

- C-corbyn. - gimió agarrándose a las sábanas.

Después de algunos segundos el chico apartó sus dedos, solo para poder hacer sitio a su lengua.

Lamió su zona con desesperación, succionando todo el líquido que él mismo había producido al besarla y tocarla de esa forma.

Levantó su cabeza y relamió sus labios, mirando a Sky con los ojos oscuros. El deseo invadía su cuerpo y necesitaba saciarlo.

Subió de nuevo a sus labios y la besó con algo más de lentitud.
Mientras tanto sus manos se desplazaron hacia el pecho de ella desabrochando su sujetador.

Cuando pudo quitárselo lo echó a un lado y el mismo se quitó los pantalones.

- Corbyn. - le llamó ella con la respiración agitada. Él la miró expectante - Sabes... ¿Sabes que estás haciendo?

El rubio sonrió con ternura y dió un corto beso en sus labios.

- Puede que haya nacido en Marte, pero no soy tan ciego. - rió un poco - Sé lo que pasa cuando dos personas se desean y aman tanto. Y créeme, yo siento eso contigo.

Sky sonrió algo sonrojada y asintió acomodándose mejor bajo su cuerpo.

- Estoy lista. - susurró algo nerviosa.

Corbyn volvió a sonreír y se quitó los boxer sin dejar de mirarla.

- Tranquila. - la calmó - También es mi primera vez.

Y como si nada, metió su miembro poco a poco en ella. Se paró en medio para que la chica se acostumbrara a la presión, lo que la costó bastante.

Sky cerró los ojos con fuerza ante el dolor, y Corbyn la miró preocupado.

Acarició los brazos de ella sin dejar de mirarla, intentando darle fuerza.

Fue cuando ella soltó el primer gemido de placer cuando el profundizó más la fusión de sus cuerpos.

Embestida tras embestida los dos quedaron exaustos y enseguida se separaron cayendo en la cama con la respiración fuera de sí.

Había sido la primera vez de Sky, y había sido en Marte.

Único, como él.

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