Eran las doce de la mañana cuando Sky por fin despertó.

Miró a los lados algo confusa hasta que se acostumbró a la luz y pudo visualizar a Corbyn abrazado a ella.

Sonrió levemente y se acurrucó en el pecho de él.

Todavía no se lo podía creer. La noche anterior había sido magnífica. Corbyn sí que sabía cómo conquistarla, y lo mejor es que lo hacía sin ningún tipo de esfuerzo, le salía de él mismo.

Sintió como el agarré de Corbyn se intensificó cuando él soltó un pequeño bostezo. El rubio se refugió en el cuello de la chica, aspirando su aroma con una sonrisa.

- Buenos días. - saludó Sky con una risita.

- Hola. - dijo él con la voz ronca y aún con los ojos cerrados sin poder ocultar una sonrisa.

Estaba feliz por haberla conseguido y ahora mismo solo quería quedarse tumbado a su lado durante todo el día.

Pero por mala suerte, Sky tenía otros planes.

- Tenemos que hacer algo. - objetó.

- ¿Por qué? - se quejó él agarrándola con fuerza.

- Porque me aburro. - contestó ella sonriente.

- Vale. - Corbyn la liberó - ¿Qué quieres hacer?

- Mmm... - pensó un rato su respuesta hasta que se decidió - ¿Me enseñas a construir algo?

- ¿Algo como qué? - preguntó el rubio con el ceño fruncido.

- No sé... ¿Un robot?

- Vale. - aceptó - ¿Qué quieres que haga? Debe tener una función.

Sky volvió a poner cara de frustración mientras pensaba y a Corbyn se le escapó una risita.

- ¡Ya sé! - exclamó - Que saque las verduras. - sugirió - Se llamará Sophie y será la novia de tu robot.

Los dos soltaron una carcajada.

- Estoy de acuerdo. - concordó el rubio - Manos a la obra.

(...)

Dos horas habían pasado desde que empezaron a construir el robot.
La cosa iba bien. Era del mismo tamaño que el pequeño robot de Corbyn y tenía un color azul cielo.

El rubio dejó a Sky sola un momento para irse a por comida, y cuando volvió ella ya había terminado el trabajo.

- ¡Wow! - exclamó asombrado mientras observaba el robot con la boca abierta.

Era bonito. Más que el suyo. La pintura no estaba desgastada y su apariencia era más elegante.

- Espera y verás. - dijo ella y apretó un botón en su mano.

- Hola, me llamo Sophie. - dijo - ¿Cuál es su nombre?

Corbyn miró a Sky confuso, pero ella le hizo un ademán con la cabeza para que contestara.

- S-soy Corbyn.

- Encantado Corbyn. - el susodicho se quedó de piedra. - ¿Puedo hacer algo por usted?

- ¿Podrías traernos esa llave inglesa?

- Enseguida, Sky.

El robot comenzó a caminar hacia la llave.

Corbyn miró a Sky con los ojos bien abiertos. Él había tardado unas dos semanas en poder hacer que su robot hablara. Y ella solo en dos horas había conseguido que el suyo interactuará con las personas.

Sin duda era magnífica.

Se abalanzó a la chica con una sonrisa y la envolvió en sus brazos mientras ella reía.

- ¿Por qué eres tan alucinante? - preguntó mirándola a los ojos con la cabeza ladeada.

Ella rió algo más y besó cortamente los labios del rubio, dejándole embobado durante algunos segundos.

- ¿Y por qué eres tú tan mono?

Los dos sonrieron y se volvieron a abrazar.

- Oh, - los dos se giraron hacia Sophie - momento romántico. Yo mejor me voy.

El robot se dió media vuelta y ellos rieron.

Corbyn observó a Sky con cariño y la sujetó de la cintura acercándola a su pecho.
Retiró un mechón de pelo de su cara y se acercó a ella con una pequeña sonrisita.

La besó los labios con suavidad y lentitud, perdurando el momento y disfrutándolo para siempre.

En esos momentos, Sky dudaba si esto en verdad había sido buena idea.
Disfrutaba cada uno de sus besos y del tiempo que pasaba con él y quería que fuera para siempre.
Pero iba a acabar tarde o temprano y eso la destrozaba.

Se separaron a falta de aire cuando un ruido retumbó en la carpa.
La puerta se estaba abriendo.

- ¡Saludos! - dijo Ian con una sonrisa.

JR solo movió la mano en forma de saludo y se adentró en la nave a escribir el informe.

- ¿Habéis encontrado algo en especial? - cuestionó Sky emocionada.

- Nop. - dijo y tiró el casco - Todo es igual a esto.

Ian miró a Corbyn algunos segundos para después centrarse en Sky.

- ¿Sky? ¿Podemos hablar?

- Claro. - contestó ella algo extrañada - En seguida vuelvo Corbyn.

El rubio asintió.

- ¿Qué pasa? - preguntó ella cuando ya estuvieron algo alejados de Corbyn.

- Creo que vamos a tener que adelantar la vuelta a la tierra.

El mundo de Sky se volcó por completo.

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La canción de arriba describe la historia bastante bien.
Si no la has escuchado, ya puedes ir a hacerlo. XD

Besosssss 😘😘😘