Tú, quien se vendió por aceptación.


Red era una buena chica, en verdad lo era, solo que el condado Park la hizo cambiar para ser aceptada.

Aceptada...

Antes de mudarse tenía muchas amigas, todas ellas eran incondicionales, hacían pijamadas todos los viernes, se contaban sus secretos, se ayudaban a escoger la ropa, se daban consejos de belleza, se animaban cuando algo las hacía sentir mal.

Por eso cuando se enteró de que se mudaría sufrió mucho, ella no quería dejar a sus queridas amigas con las que había crecido, pataleo, lloro, se quejó, más nada sirvió, al final el adiós fue inminente.

El día que se marchó todas sus amigas fueron a despedirla, con ellas llevaban muchos regalos y ánimos, le dijeron que ella era la chica más buena y noble del mundo, que sin duda sus nuevos compañeros la amarían, pues no había nadie tan amable y agradable como Rebecca Mcarthur.

Luego de esas palabras la pequeña mejoro su ánimo, ellas tenían razón, sin duda haría nuevos amigos tan buenos como los que dejaba, con eso en mente la despedida fue menos dura.

El primer día de clases siempre es horrible para los estudiantes nuevos, pero no para Rebecca, quien ha corrido con la suerte de no ser la única nueva, una chica llamada Nicole también ha sido trasladada a la misma clase que ella. Gracias a eso los nervios son menos, la muchacha es muy agradable, ha conseguido su primera amiga.

La presentación a sus nuevos compañeros también sale bien.

—Mi nombre es Rebecca Mcarthur, pero pueden llamarme Red, espero que nos llevemos bien —dice con una sonrisa.

La mayoría de niños miran con asombro a la nueva alumna, ella es muy bonita, su sonrisa es amable y se nota que es muy agradable.

La pequeña se sienta cerca de su primo Craig, pues es donde hay un asiento vacío, cuando el momento de iniciar la clase comienza, se da cuenta de que ha olvidado su lapicera, ante eso le pide al de cabello negro que le preste algunas cosas.

Las personas a su alrededor, están seguras de que Tucker la mandara a la mierda, pero nadie se prepara para lo que sucede.

—Espero que me regreses mis cosas al finalizar las clases, fíjate bien a la próxima —exige serio.

La niña solo sonríe y asiente.

Eso no le agrada a la mayoría de chicas del salón, por tal razón en el recreo hablan entre ellas, la chica nueva no les agrada, se ha robado la atención de todos los niños, incluso él intratable Craig ha caído en sus encantos. No pueden permitir que la nueva sea más popular que ellas, por tal razón deciden aplicarle la ley del hielo e ignorarla, en el caso de Nicole la invitaran a formar parte de su grupo, pues no quieren tener algo más de diversidad.

Heidi escucha esto con una mueca de desagrado, "sus amigas" no pueden soportar que no todo es sobre ellas.


▬♥▬


Dos semanas han pasado, Red está sola, sus compañeras no le prestan atención, incluso Nicole es alejada de ella cuando intenta hablarle, no sabe que ha hecho mal, ha sido amable con todos, incluso le ha pasado la tarea a uno que otro compañero.

Realmente no entiende por qué se alejan de ella, no es hasta la tercera semana en que una de sus compañeras de nombre Jenny, le dice que Bebe y Wendy la aceptaran en su grupo si hace algo por ellas.

Acepta sin dudar, pues estar sola siendo ella tan sociable es horrible, la de cabello negro se nota satisfecha con la respuesta, así que la lleva con sus amigas.

El estar ante ellas la pone nerviosa, pero todos los nervios se esfuman cuando escucha lo que tiene que hacer.

Alejar a Rebecca Cotswolds de Kyle Broflovski.

La pequeña no entiende el porqué de aquello, por lo que Wendy le explica que a Bebe le gusta Kyle, pero esa niña Rebecca, últimamente anda muy pegada al judío, así que necesitan que se deshaga de ella.

Red no entiende como va a hacer eso, por lo que Bebe, fastidiada le dice que es facil, necesita inventar algo que aleje a esos dos, en pocas palabras, necesita crear rumores.

Aquello le parece superextraño a la de verdes ojos, siente que eso no es cosa de niñas, más al escuchar que si no lo hace nunca la tomaran en cuenta, la ponen en un dilema.

Por algunos días falta a la escuela, pues no quiere hacer aquello, sin duda las niñas de esa escuela actúan como adultos, eso la aterra, ella no quiere ser así, pero la posibilidad de quedarse sola es aún peor, por tal razón acaba cediendo.

Cuando regresa a la escuela espía a Kyle y Rebecca, al ver sus interacciones y actividades juntos decide cuál será la mejor mentira para separarlo.

A Kyle le dice que escucho a Rebecca decir que únicamente se juntaba con él porque le pasa las tareas, a Rebecca le cuenta que Kyle inicio el rumor de que ella es una puta fácil. Ninguna de esas cosas es verdad, Red comenzó ese rumor, el judío y la castaña se lo creen, ninguno se vuelve a hablar, si se cruzan por el pasillo evitan mirarse.

Bebe esta feliz, felicita a Red, las chicas le dan la bienvenida a su grupo, ella debería estar feliz, más se siente culpable, nunca había dicho ni inventado mentiras.

Ahora sale con ellas, es parte de sus reuniones, la halagan por ser tan bonita, le cuentan historias divertidas, le sugieren que deje de ser tan amable, también que baje sus calificaciones pues Wendy siempre ha sido la más inteligente, tampoco puede resaltar mucho, pues esa debe de ser Bebe, al final termina cambiando para encajar.

La amistad con todas ellas es rara, cuando una se va, las otras hablan mal, pero cuando regresa todo es risa y halagos. Eso no le gusta a la pelirroja, mucho menos a Nicole, más no hacen nada, pues reconocen la autoridad que se ha ido creando en su grupo.

La única que parece realmente ajena aunque este con ellas es una niña llamada Heidi Turner, nunca dice nada, siempre está callada, solo mira y no opina, eso es algo que intriga a las más nuevas integrantes, tratan de hablar con ella, más siempre son evitadas por la castaña, un par de meses después consiguen su oportunidad de saber más de esa chica gracias a Nelly.

Ella les cuenta que Heidi fue novia de Eric Cartman, el peor chico que hay en la escuela entera, al principio su relación fue bien, todos miraban con asombro como él parecía haber cambiado gracias a ella, todo era miel sobre hojuelas, eran casi la pareja perfecta... Nunca supieron cómo, pero todo cambio de un momento a otro, la relación se torció de un modo feo, el comportamiento de ambos era pésimo, ya no se sabía quién era el peor de los dos, al final terminaron.

Cuando finaliza el relato Nelly mira a ambas con seriedad.

—Por eso es mejor que ninguna se acerque a Heidi.

—¿Pero por qué? —cuestiona Nicole.

—¿Qué no escuchaste nada? Ella estuvo con Cartman, ese niño es un psicópata manipulador.

—Pero ellos ya no están juntos —señala Red.

La muchacha rueda los ojos con fastidio.

—Si, pero si Heidi estuvo con él es porque es igual o peor, por eso nadie dice nada de ella, no queremos hacerla enojar y que nos pase algo igual a Butters.

—¿Butters?

—Si, Butters, lo que le pasó a ella fue horrible, aunque bueno, se lo merecía por confiada —susurra la niña.

Las muchachas no se atreven a preguntar qué fue lo que pasó, sienten que en aquel condado todos están algo locos.

Tomando en cuenta el consejo de Nelly, ninguna se acerca mucho a Turner, tampoco hacen enojar a Cartman.


▬♥▬


Los años pasan, Red gana más popularidad al hacerse capitana de las porristas en la secundaria, su autoridad sobrepasa a la de Bebe, de niña soñaba con cambiar las cosas en aquel lugar, pero después de pasar tanto tiempo ahí está habituada a la jerarquía que no hace nada, más que hacer todo aún peor para quienes no le agradan.

Red es la abeja reina, la gran mayoría está bajo su control, las excepciones son los hombres, quienes son estúpidos y no siguen las jerarquías.

Ella trata de cambiar eso más no puede, ellos tienen sus propias reglas, aunque no sabría decir bien quien de toda esa bola de chicos es él que manda.

No importa, con que los demás respeten lo que ella dice no hay problema.

El primer año en secundaria es genial, su popularidad solo aumentó, incluso los de grados mayores reconocen que no hay nadie mejor que la pelirroja para gobernar el ambiente estudiantil.

Por eso, como toda reina debe escoger un rey, analiza sus opciones:

Kenny es guapo y bastante popular entre los alumnos, más lo que tiene de popular lo tiene de fácil, montones de chicas han pasado por su cama, así que descartado.

Stan Marsh es guapo, capitán del equipo de fútbol americano, aunque eso no importa, está de novio con Wendy, su relación es muy volátil, pero igual no es la mejor opción, tiene tendencia a beber demasiado.

Clyde Donovan, es un buen chico, bastante atractivo y hasta buena persona, pero su amor incondicional hacia Bebé Stevens no lo hacen el mejor candidato.

¿Kyle Broflovski? No es lo suficientemente popular

Token Black, sale con Nicole, una de las dos únicas parejas sanas y buenas de por ahí.

¿Jason Blanco? No.

¿Bradley Biggle? No.

¿Scott Malkinson? ¡Ni loca!

¿Kevin Stonley?... Esa no era una mala idea, la pubertad había sido buena con él, era alto, bien parecido, tenía buenas calificaciones, gozaba de bastante popularidad, lo único malo de él era su amigo Scott, pero bueno, ella podía lograr que esa amistad acabará. Con eso en mente comenzó a coquetear con el pelinegro, él no le era indiferente, así que comenzaron a pasar el rato juntos. Con el pasar de los meses descubrió que realmente le agradaba estar junto al muchacho, pues era amable y realmente dulce, por eso se terminó enamorando.

A mitad de las vacaciones de verano el chico le propuso salir formalmente, ella quería brincar y aceptar inmediatamente, pero no lo hizo pues antes necesitaba poner una condición. Cuando la dijo creyó que Kevin aceptaría, más para su sorpresa no fue así.

—Red, me gustas, en serio me gustas, pero lo que me pides es irracional.

—¿Qué tiene de irracional? Tú mejoraste, te hiciste popular, Scott no.

—¿Y eso que tiene? Él es mi amigo, hemos sido amigos desde preescolar.

—¡Dios, madura! Eso no importa, lo importante ahora es que tan lejos quieres llegar, ya no somos niños. Estamos a casi dos años de graduarnos, si tú quieres tener éxito en la vida necesitas estar con personas iguales a ti, no puedes cargar con gente como Scott toda la vida —declara con dureza.

El pelinegro la mira, no reconoce en ella a la chica de la que se enamoró, en cambio, solo ve a una completa desconocida, tal vez por eso puede ser duro con sus palabras.

—Rebecca, nosotros básicamente somos adolescentes, aún no tenemos grandes responsabilidades, yo no voy a dejar que tu me digas como vivir mi vida. Scott es mi amigo, lo fue antes de ser "popular" y lo seguirá siendo cuando estemos en la universidad, yo no voy a cambiar una amistad por una relación con una chica tan superficial. Así que gracias por los buenos momentos, espero que encuentres una persona manipulable y sin voluntad —dice mientras se da la vuelta y se marcha.

La de rojos cabellos solamente se queda muda, no puede hacer ni decir nada, únicamente observa como el chico que le gusta se marcha sin mirar atrás.

Eso no puede ser posible, debe de haber una equivocación, ¿cómo pueden preferir a Scott sobre ella?

No.

No.

No.

Debe de ser una broma, si, eso debe de ser, cuando regresen de las vacaciones todo será igual que antes.

Error.

Nada fue igual, Kevin no la mira, habla con todos, pero a ella la trata como si no existiera.

Eso duele, duele mucho, pero no tiene tiempo de lamentarse, una chica nueva llega a la escuela, se ve tan aburrida, pero es su deber explicarle las reglas. Cuando trata de hablarle ella simplemente la ignora, lo intenta una vez, dos, tres, pero nada... Aquello la irrita, pero no hace nada, igual no es como si aquella rubia importara mucho.

Pero si termina importando porque empieza a arruinar las cosas, Tweek y Craig terminan por su culpa, ella hace que el rubio no se acerque a nadie, acapara su atención, evita cualquier intento de reconciliación, eso sí que disgusta a Red, nadie se mete con su familia sin obtener su merecido.

Comienza con pequeños rumores malintencionados, la gente comienza a hablar, la señalan y evitan, pero eso no parece importarle a la muchacha, quien sigue como si nada. Los rumores escalan de nivel, en ellos la culpa de ser la causante de la ruptura de Craig y Tweek, con eso consigue que mucha gente odie a Stotch, pero eso sigue sin importarle a la rubia, quien sigue sin verse afectada.

Ese fenómeno le está cansando la paciencia, ¿cómo es que nada parece molestarla?

Heidi nota lo enfadada que esta Red por la indiferencia de Marjorine, eso le causa mucha gracia, por eso se toma el tiempo de explicarle por qué ninguna de las cosas que planee le funcionaran, le cuenta todo lo que las demás no le dijeron.

—Marjorine había sido antes nuestra compañera, solía ser muy tímida, amable y servicial. Era parte del grupo de amigos de Stan, ellos no la trataban bien, la usaban como un conejillo de indias para la mayoría de sus travesuras, ocasionándole grandes problemas, aun con eso nunca se alejó de ellos. La amistad encontró su límite cuando le jugaron una broma demasiado cruel, aquello debió de ser demasiado, pues terminó por mudarse —explica la castaña.

—¿Pues que broma le hicieron? —cuestiona la pelirroja.

Heidi suspira con pesar.

—A ninguna chica le agradaba Marjorine, solíamos decir que ella era un niño, que de seguro debajo de la falda había un pene, así que para avergonzarla, Kenny le levanto el vestido y mostró su ropa interior, luego de que hizo eso dijo que ella solo era una niña plana y fea, todos se rieron. Hubo alguien que le tomo una foto justo cuando le levantaron el vestido, al día siguiente por toda la primaria había papeles con esa imagen impresa. Eso es lo que sé, si quieres saber más pregúntale a Bebe o Wendy, ellas estuvieron presentes ese día.

—Espera... ¿No estuviste ahí?

—No, ese día, enferme.

—¿Entonces como...?

—Me entere porque Lola me lo contó.

—Ya veo...

La castaña observa como la contraria parece querer preguntar algo, pero no se anima.

—Puedes preguntarme lo que sea —agrega en un susurro.

—¿Ninguna chica hizo nada por ayudarla? —cuestiona en voz baja.

Heidi niega, pasa una mano por su cabello y suspira.

—No, como te digo a nadie le agradaba, así que solo se burlaron, pocas personas encontraron la broma como algo de mal gusto, uno de ellos fue Scott, por eso creo que Marjorine le sigue hablando —dice pensativa.

—Entiendo, ¿por qué me dijiste todo esto?

—Tú preguntaste.

—Si, eso lo entiendo, pero o sea, ¿por qué me hablaste de Stotch? —pregunta.

—Ah, eso, pues para que no pierdas tu tiempo, es decir, puedes intentar cualquier cosa contra ella, pero dudo que algo surta efecto, supongo que después de una humillación como la que sufrió se volvió más tolerante a las burlas. Eso y que debe de tener un buen psicólogo, ya no es nada de lo que era antes, ahora parece tener más confianza, pero bueno, ese es mi consejo, tú puedes hacer lo que te plazca, Rebecca —declara mientras se encoge de hombros y se marcha.

Aquella plática deja pensando a la chica, por primera vez en mucho tiempo, siente algo de empatía, por tal razón abandona toda idea de hacerle algo a la rubia, incluso interviene a su favor cuando sus amigas la ven y la llaman puta. Eso no parece agradarle a las chicas y lo dejan saber, Red las ignora, no quiere iniciar una pelea, aunque pronto las risas maliciosas se hacen presentes en la mesa.

—¡Oh! Red defiende a Marjorine, ¿cómo le paga esta? —cuestiona con burla Esther.

—Robándole al chico que le gusta —responde Patty.

Ante esas palabras los ojos verdes se enfocan en lo que ven sus amigas, entonces los ve, Kevin y Marjorine van de la mano, los celos no tardan en hacer acto de presencia, por lo que no puede evitar verlos con rencor.

Los días siguientes están llenos de miedo, nervios, odio. Esos dos no han vuelto a ser vistos juntos, más Mcarthur puede notar como el muchacho ve insistentemente a la rubia, cree ver es sus ojos arrepentimiento, más los celos le nublan el juicio y cambia eso por amor.

Los días que no va a clases Stotch, son maravillosos, Red puede respirar con calma, mira que Kevin actúa normal, eso la tranquiliza, se da cuenta de que los celos están distorsionando su percepción de las cosas, por eso decide que cuando la rubia vuelva hablara con ella, pues quiere aclarar las cosas por su tranquilidad.

Más la tranquilidad no llega, en cambio, solo le llega la confirmación de una horrorosa verdad.

—Marjorine tuvo sexo oral con Kevin en la biblioteca, incluso ya tuvo sexo completo con Scott, quien es su amigo, parece que a ninguno les disgusta compartir a esa puta, es más creo que que les fasina —expresa Cartman con falso pesar.— Si yo fuera tú, haría algo —sugiere antes de marcharse.

Las chicas que están con ella abren la boca poco después para dar su opinión, la pelirroja no las escucha, en cambio se levanta de su lugar y va en busca de las dos personas más cercanas a la rubia.

Cuando los encuentra los mira con frialdad.

—Díganle a la puta de su amiga que va a desear no haberme conocido —escupe con odio, no le da tiempo a los muchachos de decir nada, pues la de rojos cabellos se marcha rápidamente.

El día que Marjorine regresa, nada sale como quiere, ella es lista y la evita, pero eso no durara para siempre, en la hora del receso la encuentra sentada leyendo un libro como si nada, pronto la encara.

—¿Creíste que te esconderias tan fácil de mi? —pregunta con molestia.

La rubia suspira y se levanta de su sitio.

—Realmente lo creí.

—Pues no, tengo ojos por todas partes, debiste de ser más lista y no meterte con lo que es mío —susurra con rencor.

—Lo siento, no lo volveré a hacer, ¿podrías ahora dejarme en paz? —dice como si nada

—¿Crees que eso basta? —cuestiona con rabia.

—No, pero en realidad lo lamento, mira, yo no sabía nada de tu relación o casi relación con Kevin, él no me dijo nada, pero no te preocupes, yo no me volveré a acercar a él, así que puedes estar tranquila —explica mientras evita mirarla directamente.

Ella realmente se nota arrepentida, incluso podría apostar a que está avergonzada, además su voz culpable se oyen tan genuina, que hace que el enojo y odio disminuya. Ahora que piensa un poco más racional, considera que lo mejor solo será irse.

Sus amigas parecen notar eso, por lo que nuevamente comienzan a avivar el fuego.

—¡Oh Red! ¿Tú no vas a creer esa mierda, no?—cuestiona Lola.

—Si Red, es obvio que la puta planea manipularte —sugiere Wendy con malicia.

—Si, además, ¿por qué crees que se acercó a Scott si no fue para estar cerca de Kevin? —dice Bebe con falso pesar.

Kevin, ese nombre parece prender algo en ella, por eso usando toda su fuerza da el primer golpe, la contraria pierde el equilibrio y cae de sentón, Red aprovecha eso y se sube encima de la muchacha para continuar con sus agresiones.

Las voces de sus amigas solo la alientan a ser más brusca, la contraria no hace nada, no se defiende, incluso parece estar en otro mundo, la pelea es detenida por un empujón.

Kyle la mira con ¿decepción? Quien sabe, no le importa, solamente quiere seguir golpeando a Marjorine, Tweek la detiene, ella lo mira incrédula.

—Te alejo de Craig, ¿aun así la defiendes?

—Ella no me alejo de nadie, y si quieres la verdad, mejor pregúntale a Craig.

Rebecca se queda pasmada ante la respuesta, quiere irse de ahí, más es detenida por el rubio.

—Por favor Red, deja en paz a Marjorine —pide

—Tu amiga es una puta, ¡se metió con lo que es mío! —exclama con odio.

El contrario niega.

—Rebecca, Kevin no es una cosa, es una persona, tiene la capacidad de elegir, tú no eres su novia, así que si quiso hacer algo con Mar es problema de ellos, no tuyo —declara serio.

Esas palabras calan hondo en ella, no puede decir nada, Tweek se va con el rubio de nombre Pip, Stan se va con ellos, puede ver como Wendy mira mal a su novio, más no le importa.

La directora la llama, le da un regaño muy fuerte, no entiende nada de lo que dice, solo sabe que estará suspendida por una semana, sus padres se decepcionan, no saben que pasa con su hija, ¿dónde está nuestra niña buena? Se preguntan.

Se la trago este pueblo, quiere responder, más no lo hace, nada más escucha callada todo lo que le dicen, cuando el regaño ha acabado sus progenitores le informan que estará castigada, además le ordenan que se disculpe con su compañera, pues lo que hizo estuvo mal.

Rápidamente se niega, más su padre le da una mirada nada amable, que la hace aceptar desganada.

▬♥▬

El viernes junta todo el valor que tienen y se encamina a la casa de su compañera para darle una disculpa. Conseguir su dirección fue fácil, su madre le facilito la información luego de hablar con la progenitora de la muchacha, esto para pedir las respetivas disculpas como adultos responsables que son.

La pelirroja se pregunta a sí misma si eso no era suficiente, más no externa el pensamiento, pues no quiere más reprimendas.

El camino le parece demasiado largo, supone que es porque es algo que no quiere hacer, al estar frente a la casa se siente nerviosa, sus manos le comienzan a sudar, no quiere hacer eso, en serio no quiere, pero sabe que si no lo hace, va a tener más problemas.

Por eso respira tranquila, cuenta hasta cien, si cien, porque realmente necesita valor, y toca la puerta.

Nadie sale, así que intenta otra vez, para su suerte —si, claro, suerte— esta vez si abren, un par de ojos de diferente color la miran con duda.

—¿Qué haces aquí?

—¿Marjorine?

—Pues si, quien más —expresa con fastidio.

Red mira de arriba a abajo a la rubia, ella está vestida diferente, no se parece nada a la muchacha que ve comúnmente, esto parece divertir a la contraria, quien la mira con burla.

—No sabía que te gustaban las chicas, me halagas, pero la verdad no eres mi tipo, las pelirrojas de mal temperamento no son lo mío —menciona.

—¡Ah! ¿Qué dices? ¡A mí no me gustan las chicas! —exclama asqueada.

—Entonces deja de mirarme así, ¿qué quieres? —pregunta bruscamente.

Red suspira.

—Yo... viene a pedirte una disculpa, lo que hice no estuvo bien, lo siento —susurra sin mirarla.

La rubia frunce las cejas, resopla y niega.

—Rebecca, ¿cierto?

—Sí.

—Bueno, Rebecca, lamento que te hayas tomado la molestia de venir hasta acá, pero yo no voy a disculparte —

—Oye, mira, tú comenzaste esto, si no te hubieras metido con Kevin nada de esto habría pasado —indica irritada.

—Umm, si eso piensas no entiendo por qué estás aquí —señala.

—Mis padres me mandaron, dijeron que debía disculparme —explica.

—Si, eso supuse, escucha, puedes guardarte tu falsa disculpa, no me interesa, ahora vete, tengo cosas que hacer —menciona con fastidio.

La rubia va a cerrar la puerta, pero la pelirroja la detiene.

—Oye, aún no acabamos de hablar —interviene molesta.

La contraria rueda los ojos ya cansada de esa situación.

—¿Qué más quieres? Ya te dije que tengo cosas que hacer, así que habla rápido —dice impaciente.

—Lo de alejarte de Kevin... ¿Aún lo harás? —pregunta avergonzada.

—Ah, honestamente lo iba a cumplir, pero ahora no lo puedo asegurar.

—¿Qué?

—Yo a diferencia tuya soy honesta, así que si no quieres nada más adiós —manifiesta cerrando la puerta.

Por un par de segundos Red se queda en shock, cuando se recupera toca el timbre de modo insistente. Una maldición resuena al abrir la puerta nuevamente.

—¿Qué mierda quieres ahora? —pregunta ya molesta.

—Tú dijiste que no te acercarías más a Kevin, cumple tu palabra —exige sería.

—¡Ah, si! Yo dije eso, justo después me golpeaste, supongo que eso invalida mis palabras —murmura indiferente.

La pelirroja la mira con súplica.

—Por favor, aléjate de él, yo en serio lo quiero, no solo lo veo como algo pasajero, en verdad siento algo fuerte por él —declara con honestidad.

Stotch arquea una ceja ante lo que dice, por primera vez nota algo real en la chica, por lo que ladea la cabeza y la mira neutral.

—Rebecca, quien quiere acercarse a mí es Kevin, él y yo hablamos, aclaramos los malos entendidos, hemos decidido recuperar nuestra amistad. Sé que él no es tu novio, así que yo no te debo explicaciones, pero si en verdad te gusta deberías decírselo a él, no a mí, yo no puedo hacer nada por ti —explica lo más amable que puede.

Los ojos verdes se llenan de lágrimas, Kevin fue a ver a Marjorine, a Kevin le gusta, esta segura de eso, con ese pensamiento se suelta a llorar.

La rubia la mira horrorizada.

—¡Ay, santa mierda! Por favor, no llores —pide nerviosa.

Más la pelirroja no para, en cambio, su llanto aumenta, Stotch la trata de calmar, le da palmadas en la espalda, aunque eso no parece bastar porque pronto es abrazada.

Aquello es incómodo, Marjorine solo se queda quieta, luego de un par de minutos Red se separa avergonzada.

—Lo siento, yo, yo debería de irme —murmura cabizbaja.

—¿En serio te gusta Kevin, verdad? —pregunta

—Si, me gusta mucho —responde.

—Bien, mis intenciones con él no son más que restablecer mi amistad, así que no tienes por qué preocuparte —comenta.

—¿Pero si él te quiere?

—Dudo que me quiera como algo más que amiga.

—No puedes estar segura de eso, es muy probable que le gustes, sino porque accedió a tener intimidad contigo —susurra.

—Ah, nosotros no tuvimos intimidad, y la respuesta es muy fácil, él tenía ganas, yo estaba ahí, así que sucedió, no me juro amor eterno ni nada de eso —replica aburrida.

—Pero...

—Pero nada, somos jóvenes, estúpidos, hacemos lo que queremos cuando queremos, no se necesita querer a alguien para estar con él, aprende eso Rebecca, ahora vete, busca a Kevin, profésale tu amor eterno y sean novios por siempre —incentiva con burla.

Ella asiente un poco más animada, se da la vuelta dispuesta a marcharse, aunque antes de hacerlo se detiene.

—Yo no puedo hacer eso —murmura.

—¿Por qué? ¿Qué no dijiste que te gustaba mucho?

—Si, pero, Kevin y yo tuvimos un problema, él no me habla —susurra.

Marjorine bufa con fastidio.

—¡Ay por Dios! Escucha, ve a casa de Kevin, ya casi sale de la escuela, cuando estés frente a él dile esto, Marjorine me besó a la fuerza, y verás como te presta atención —menciona con prisa.

—¿Eh? ¿Por qué eso haría que me preste atención? —pregunta.

—Huh, fácil, porque ayer hablamos sobre mis malos hábitos, eso incluye mis prácticas sexuales, él está preocupado por mí, así que de seguro le alarmara que te haya hecho eso —explica.

—Ye veo, mmm, lo intentaré, espero sonar convincente —dice con duda.

La rubia rueda los ojos, no puede creer que la muchacha frente a ella sea la misma que la amenazó y golpeó, se ve tan insegura y tímida que la fastidia, guiada por ese sentimiento es que se para de puntitas y junta sus labios con los de ella.

Aquello toma por sorpresa a la pelirroja, quien abre los ojos con incredulidad, pronto siente la lengua de la contraria entrando a su boca, aquello es tan impactante que no puede hacer más que quedarse quieta, cuando el beso termina la rubia la mira con una sonrisa.

—Estamos a mano Rebecca, por cierto, si Kevin no te quiere puedes buscarme, pienso que podría hacer una excepción contigo —murmura mientras le guiña un ojo.

Las mejillas de Red se ponen rojas, no contesta, en cambio, se da la vuelta y se aleja a pasos rápidos.

Se siente avergonzada, aquello no se lo esperaba, quiere sentirse molesta, más no puede, no entiende por qué.

Aclaraciones:

En esta historia Red y Craig son primos, la madre de Red es hermana del padre de Craig, por eso su apellido es diferente.

Segun lo que investigue en Estados Unidos algunas mujeres cambian su apellido por el de su esposo cuando se casan.

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