Promesas.
Dos semanas habían pasado, era viernes, los cuatro amigos habían quedado de dormir en casa de Kyle, claro, con el permiso de su madre, pues no querían causarle problemas al judío.
En ocasiones como esa es que se preguntaban cómo le hacía el pelirrojo para llevar a chicas a su casa y que no se enterara su madre.
Kyle llama la atención de todos, la pizza ha llegado, pronto se ponen a comer, al terminar reanudan su videojuego, los que ganan los controles son Cartman y Kenny, Stan bufa con fastidio al ver eso, el judío lo observa con una media sonrisa.
—Sabes que esos dos se apoderan de los controles cada que vienen, suerte para la próxima.
—¡Ah, no sé por qué son así! Ni siquiera nos dejan jugar, se supone que nos juntamos para poder hacer cosas divertidas, pero solo ellos se divierten —masculla molesto.
—Ah, estás extraño, nunca te quejas, ¿qué te pasa?
—Nada, realmente quería distraerme, pero ni Kenny ni Cartman me dejan —se queja.
—¿Seguro que es únicamente eso? —cuestiona.
—... Mis padres están teniendo más problemas de lo común, es muy fastidioso, nada más llegar puedo sentir la tensión, estoy harto de eso —revela molesto.
—Con que era eso, amigo, no sé qué decir, los problemas de los adultos únicamente se pueden resolver entre ellos, me gustaría ayudarte, solamente puedo ofrecerte mi apoyo y escucharte si es que lo necesitas. Lamento no poder hacer más —murmura.
—Gracias Kyle, la verdad sé que no puedo hacer nada, pero es frustrante.
—Me lo imagino, por cierto, ahora que estás abierto a hablar, ¿qué tal estás sobrellevando lo de Wendy?
—Bastante bien a decir verdad, más que sentirme triste, me sentí enojado, viéndolo todo desde otra perspectiva, comencé a darme cuenta de todo lo que estaba mal en mi relación, creo que comprendí que querer a alguien no tiene que ser tan tormentoso y difícil como lo era con Wendy.
—Vaya, esta vez sí parece definitivo.
—Lo es, ¿acaso pensabas que iba a regresar con ella luego de saber lo de Mark?
—¿Quieres mi respuesta honesta?
—... No es necesario, ya comprendí —resopla molesto.
—Disculpa si soy escéptico, pero la verdad después de tantos años y tolerar tantas cosas creí que la perdonarías.
—Supongo que mi paciencia encontró un límite, además me gusta tener dignidad, ¿se siente bien, sabes?
—Me alegro mucho de oír eso, es un alivio y si me lo permites, te ves mucho mejor ahora que no estás con ella, no sé, te notas tranquilo.
—Sí, supongo que lo estoy, aunque los problemas de mis padres me quitan la tranquilidad.
—Tal vez lo mejor es que los ignores, al fin y al cabo ellos son los adultos, tú no les puedes resolver la vida.
—Ese es el mejor consejo que me has dado, ¿no que no sabías qué decir?
—Se me ocurrió de repente.
—Entiendo, ¿no tendrás algo más con lo que nos podamos entretener? Supongo que nunca tocaremos esos controles.
—La verdad no me molesta no jugar.
—¿Y eso?
—Quede de salir con Gregory y Kevin, vamos a ir a pasitas.
—¿Y desde cuándo tú eres amigo de esos dos? —pregunta incrédulo.
—No es que seamos amigos, por lo menos no aun, solamente surgió la idea cuando estábamos en el salón de teatro.
—¿Y tú qué hacías ahí?
—Esperaba a Rebecca.
—¿Cómo que andas saliendo mucho con ella no?
—Lo normal, supongo que es porque me sigue gustando —dice como si nada.
—¡Que!
—Pareces sorprendido, pensé que era muy evidente mi gusto por ella.
—En realidad no, es decir, pareces tener el mismo gusto por todas las chicas con las que luego estas.
—Umm, supongo que es cierto, pero Rebecca me gusta más.
—¿En serio?
—Sí
—Teniendo a tantas chicas bonitas y te gusta solamente Rebecca...
—Pues ella y yo tenemos mucho en común... bueno, pensándolo bien es más que eso, si solo me gustara por eso entonces quien me gustaría sería Marjorine.
Stan arquea las cejas con sorpresa.
—¿Entonces tienes más en común con Marjorine que con Rebecca?
—Realmente si, por eso nos llevamos tan bien, supongo que aún es nuevo para mí revivir mis sentimientos por Rebecca, así que no puedo explicar exactamente por qué me gusta, solamente te puedo decir que me siento tranquilo a su lado —explica con una sonrisa.
El de cabello negro mira a su amigo con algo de envidia, él es capaz de reconocer sus sentimientos abiertamente, pero en su caso no es igual, porque no entiende que siente.
El día que vio a la rubia y vómito luego de que le hablara, se dijo a sí mismo que tal vez algo le sentó mal, pues no era lógico lo que le sugirió Kyle.
¿Gustarle Marjorine?
¡Claro que no! Es decir, ella se había comportado genial con él y todo eso, ¿pero con tan poco se enamoró? No, claro que no, él no volvería a caer en el mismo error que cometió con Wendy, esta vez iba a tener cuidado de a quien le entregaría su corazón.
Por eso, aunque la chica le agradaba, comenzó a evitarla, cosa demasiado fácil si tenía en cuenta al chico nuevo, pues ella se la pasaba con él, luego estaba el hecho de que después de su extravagante vestuario —y una presentación en el teatro que según le contaron había sido genial—, la rubia comenzó a obtener algo de popularidad.
Pasó de estar sola en la azotea a rodeada de varias personas, obvio sus amigos habituales nunca dejaban de estar a su lado, pero la sorpresa era ver a Red hablando con ella como si nada.
Cuando eso comenzó recordó lo que ella le había dicho. "Tal vez algún día todos en este pueblo puedan apreciar lo genial que soy"
Parecía que lo que deseo se estaba cumpliendo, eso le alegraba por ella, aunque a la vez le provocaba una sensación extraña en el estómago, y como siempre, usaba la excusa de que algo le había hecho mal, porque no quería afrontar la posibilidad de sentir algo más que agrado por la chica.
Para alejar esos pensamientos se decidió a cambiar la conversación con su amigo, luego consiguieron quitarles los mandos a sus otros dos amigos para jugar por lo menos un rato, unas cuantas peleas, malas palabras y risas fueron suficientes para hacerlos caer rendidos.
Al día siguiente los tres invitados partieron para su casa, no sin antes dejar un desastre en la cocina, pues tenían que desayunar, en el camino nadie habló, todavía estaban algo adormilados.
Antes de que sus caminos se separen, el castaño habló.
—Necesito que me hagan un favor.
—¿De qué se trata? —inquieren ambos.
Eric resopla cansado.
—He estado hablando con Craig, Clyde no anda nada bien, para animarlo lo llevaremos a pasitas, ya saben, por las chicas, además si eso no funciona, Kyle prometió conseguirle una cita con alguna de las chicas de ahí, quisiera que me acompañaran, no sería muy cómodo si solo estoy yo entre Tolkien, Craig y Clyde —explica.
Kenny ladea la cabeza y asiente.
—Por mí no hay problema, aunque le pedí disculpas, aún me siento mal, así que ayudaré en lo que pueda —asegura.
—Yo no estoy seguro, tengo tareas que hacer, así que es probable que no pueda acompañarlos —murmura Marsh.
—¡Vamos Stan! Únicamente será un rato, además es en la tarde, tienes tiempo para hacer tus "tareas" —señala Eric.
—Mmm, no sé —dice inseguro.
—Es tu oportunidad de conocer chicas, ya que no pudiste hacerlo en las vacaciones, este es el momento adecuado para hacerlo —anima el rubio.
El de cabello negro se muerde el labio para no decir que sus experiencias en citas fueron un asco, no quiere parecer un perdedor, así que suspira y asiente.
—Bien, ¿a qué hora nos vemos?
—A las siete y media, he conseguido que el judío nos aparte una buena mesa, así que no lleguen tarde —ordena.
Los contrarios asienten, se despiden y cada uno se va por su lado.
Al estar en la parada del autobús Stan suspira, no le dan muchas ganas de ir, pero lo que dice Kenny es verdad, necesita conocer algunas chicas diferentes, ¿qué mejor lugar para hacerlo que pasitas?
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▬♥▬
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La tarde se le pasa demasiado rápida al de cabello negro, antes de partir de su hogar siente mucho frío, por lo que regresa a su cuarto y agarra su viejo gorro azul con un pompón rojo. Tal vez es muy infantil, pero no le importa, ama ese gorro, así que luego de eso, roba el auto de su padre y se marcha con rumbo al pueblo.
Llega directamente al sitio, se da cuenta de que llegó justo a tiempo, en la entrada ya están esperándolo, ni siquiera alcanza a saludarlos, pues Cartman los hace entrar, su compañera de escuela Mercedes es quien los guía a su mesa, luego de la habitual presentación los deja para que puedan decidir qué ordenar.
La música resuena por todo el lugar, Stan no hace más que ver de reojo a Mark y los demás, parecen bastante animados, se impresiona de ver que Stotch no ha dejado su disfraz, la verdad pensó que ahora que es más aceptada dejaría eso, pero se equivocó.
—Sus motivos tendrá —opina.
Trata de no prestarle mucha atención a ninguno de los que toca, aunque es inevitable hacerlo cuando cantan Cotswolds y Stotch, parece ser una canción suya porque no la reconoce, aunque tampoco parece ser nueva, pues puede escuchar a algunas personas tararear.
Por curiosidad se gira a mirarlos, ambos se ven más cómodos que la anterior vez que los vio, incluso parecen un par de amigos disfrutando el momento, luego de esa canción se toman una pausa, no puede quitarles la vista de encima, todos ellos en serio parecen llevarse bien.
Se siente extraño, Marjorine sonríe mucho, se siente disgustado por eso, no entiende por qué, cuando la música termina por fin, ve al grupo de jóvenes dirigirse a una mesa, inmediatamente reconoce a Kyle, Kevin y el chico nuevo Gregory.
Aparta la vista cuando ve que su amigo se ha dado cuenta de que los mira, se siente avergonzado, cuando se gira puede ver que Craig también está mirando para allá con intensidad.
Kenny también lo nota por lo que sugiere que junten sus mesas para poder convivir con ellos, Eric apoya la idea, el rubio se levanta y habla con Kevin, él no tiene problema en unirse a ellos, nadie objeta ante eso, así que piden permiso a las chicas de ahí y terminan todos juntos.
A ninguno de los dos amigos se les ocurre que aquello puede ser incómodo para Stan, solamente lo recuerdan cuando el castaño queda justo enfrente del pelinegro, McCormick considera que han metido la pata, Cartman cree que tal vez es el momento de terminar con todo lo que tenga que ver con Wendy.
Marsh no está realmente molesto con el chico, más bien siente algo de pena mezclada con curiosidad.
—Su grupo es bastante bueno, ¿tú escribes las canciones Mark? —pregunta.
—Gracias por el cumplido, mayormente las escribo yo, aunque hay una que escribió Tweek, también estamos trabajando en escribir algo entre todos —responde.
—Eso es genial —felicita.
Su conversación finaliza con eso, todos se notan ampliamente asombrados de no ver hostilidad entre ellos, lo que es bueno, así que siguen en lo suyo.
Luego de un par de minutos la chica se levanta.
—Ha sido un gusto conocerlos, pero yo tengo que irme, espero verlos luego —menciona con la voz más grave que puede, además de que suena obstruida por sus propias manos.
—Ah, si, lo mismo digo —dice Kenny.
—Adiós —suelta Cartman.
Craig solo mueve la cabeza en despedida.
—Nos vemos luego —se despide Tolkien.
Sus amigos le dicen que vaya con cuidado, Stan prefiere no decir nada, quien los sorprende, es Clyde quien se levanta y se pone a lado de la muchacha.
—¿Puedo acompañarte? Yo también quiero irme ya.
—¡Ah! —mira nerviosa al castaño, pide ayuda a sus amigos con la mirada, pero ellos están tan sorprendidos como ella, así que no le quedara más que aceptar, para su suerte Fields se levanta y le sonríe a Donovan.
—De hecho, yo la voy a llevar a su casa, si quieres podemos ir primero a la tuya —sugiere.
—Umm, ¿harían eso?
—Claro, ¡lo que sea para un amigo de Marjorine! —exclama.
—Pues no sé si a Marjorine le agrade saber que están yéndote con otra chica —escupe Kenny.
—Tu hermana no es celosa, de hecho es muy comprensiva, no tienes que preocuparte Kenneth, solo llevaré a la señorita a su casa —señala.
—Si, claro —murmura entre dientes.
Enseguida de eso se marchan de ahí, cuando se han ido los más cercanos a Clyde suspiran.
—¿Él sigue sin estar bien? —pregunta Tweek a Tolkien.
—Si, él no está nada bien —murmura.
Una plática entre ellos comienza, Craig no hace más que verlos, no interviene en la conversación.
Luego de un rato más cada quién se marcha por su rumbo, al llevar auto Stan se encarga de llevar a sus amigos a sus casas, Black hace lo mismo, pero solamente con Craig, Kyle se marchó con los demás, claro está porque Rebecca iba con ellos.
Primero dejan a Cartman, les agradece por su ayuda, la actitud tan amable es extraña, al ver sus rostros confundidos Eric los manda a la mierda, aquello ya es más propio de él, al final lleva a Kenny, solo llegar se baja del auto, le agradece y entra a su casa.
Emprende el camino a su casa, aunque a la mitad se desvía, se estaciona en un buen lugar y se baja del auto.
Camina por un rato hasta llegar a la casa de su rubio amigo, mira de un lado a otro como buscando algo, al encontrar lo que quiere se acerca, toma una rama algo larga, sube por el árbol hasta llegar a ver la ventana, cuando está ahí toca con la rama.
Stotch se asoma, al ver al muchacho sus cejas se fruncen, abre la ventana y lo mira curiosa.
—¿Qué haces aquí? Si quieres ver a Kenny te equivocaste de ventana —señala.
—¿Crees que me subiría a un árbol para ver a Kenny? —cuestiona.
—Si —responde honesta.
El muchacho rueda los ojos.
—Hazte aun lado, voy a entrar.
—¿Por qué?
—Pues para hablar, ¿para qué más?
—Creí que ya no quería hablarme.
—¿Por qué pensaste eso?
—Pues te la has pasado evadiéndome, he notado que cada que voy por un camino similar al tuyo prefieres desviarte e irte por otro lado.
—No es así.
—Stan, entraste al baño de mujeres...
—Fue una equivocación, pensé que era el de hombres.
—Aja, digamos que te creo, ¿de qué quieres hablar?
—Solo quiero pasar el rato, ¿me vas a dejar entrar o no?
—Bien, nada más porque tu hermosa cara me ha convencido —dice con sarcasmo.
El de cabello negro no presta atención a eso, salta adentro del cuarto de la muchacha, cuando está ahí suspira aliviado.
—Creí que no alcanzaría —murmura.
—¿Nunca habías hecho eso? —pregunta incrédula.
—Subir a árboles si, saltar ventanas para entrar en habitaciones de chicas, no.
—Debo sentirme afortunada, soy la primera chica por la que haces esto, ¡qué emoción! —exclama con falsa ilusión.
—Se nota tu emoción —murmura, se sienta en suelo y la mira —. ¿Por qué sigues con tu disfraz?
—¿Como que porque? Ya te había explicado el motivo.
—Si, eso lo recuerdo, lo que no entiendo es porque seguirlo haciéndolo cuando ahora eres bastante popular.
—¿Popular yo?
—Si, te he visto rodeada de más gente, incluso hasta te he mirado hablando con Red.
—Ah, eso, pues sí, he entablado conversaciones más amigables con Red, eso no quiere decir que somos amigas, en cuanto a lo otro, la gente se me acerca, si, pero solo me hablan de cosas superficiales, creen que me conocen, pero no es así. Si no los mando a la mierda es por Greg, a él le entristece que use malas palabras o que sea grosera con los demás —explica.
—Pues parece que ese Greg tiene mucha influencia sobre ti —señala.
—Digamos que si, en fin, ¿tú, cómo estás?
—Bastante bien, todo va de maravilla.
—¿Seguro?
—Por supuesto, ¿dudas de mí?
—Siendo honesta si, hoy te note muy distante.
—Se nota que te gusta verme.
—Claro, aunque preferiría verte feliz, no con una cara de mierda.
—¡Qué cruel!
—Solo un poco, ¿te paso algo?
—Lo de siempre, mis padres pelean.
—Oh... ¿Pelean muy seguido?
—Últimamente sí.
—¿Pero siempre han sido así? —pregunta sentándose a su lado.
—No, o sea, si discutían, pero lo hacen aún más desde que nos mudamos a esa granja —masculla con rencor.
—... Nunca te ha gustado vivir ahí, ¿no?
—No, al principio fue por un capricho de niño, pero luego todo comenzó a ir peor, mis padres peleaban más, mamá se iba de la casa por momentos, así que todo eso me hizo odiar en verdad ese lugar.
—Comprendo, debe de ser difícil lidiar con todo ahora que tu hermana no está, ¿no?
—Así es, me siento demasiado cansado de eso, es decir, cuando todo parece ir bien, sucede algo que hace que la paz se acabe, estoy harto de ese sitio, de las discusiones de mis padres, de sentirme miserable por cosas que no me corresponden —suelta honesto.
Ella lo mira con comprensión, pues entiende su sentir, ya que ella misma experimento algo similar, por eso toma su mano y le sonríe afable.
—¿Puedo hacer algo para ayudarte? —pregunta.
—¿Puedo dormir contigo? O sea, solo dormir —añade nervioso.
—¿Seguro que quieres nada más dormir?
—... No sé, ¿tú quieres únicamente dormir?
—Pues estoy de buen humor, así que si quieres podría acceder a algo más...
—¿Tu novio no se molestará? —cuestiona con duda.
—Yo no tengo novio, Gregory es mi amigo por el momento, así que no tiene por qué enojarse —indica.
—Bien, entonces no está mal si hacemos algo.
—Si, solamente que tendremos que ser silenciosos, Kenny está en su habitación, mi mamá y su esposo están abajo, así que sé muy cuidadoso esta vez —pide.
Al escuchar el nombre de su amigo momentáneamente, Stan duda, recuerda a Kenny pidiéndole amablemente —sarcasmo—, alejarse de ella, su sentido de la amistad le dice que lo mejor es retractarse, pero no puede hacerlo cuando la rubia lo besa.
Parece que su cuerpo responde en automático, lo demás es historia, termina sobre una temblorosa rubia que cubre su boca para no hacer ninguna clase de ruido. Al finalizar ambos se quedan dormidos, antes de caer en la inconsciencia Stan se da cuenta de que no podrá cumplir su palabra con su amigo.
Debería estar avergonzado, más le da igual, Kenny no puede regir su vida, mucho menos la de Marjorine.
—Que se joda Kenny —piensa antes de quedarse dormido.
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