Pip


Las clases habían pasado demasiado tranquilas, cosa que agradeció Pip, cuando el timbre del primer receso sonó giró su cabeza y observó a su amiga rubia.

Ella guardaba sus cosas con calma, cuando terminó vio como ella le sonreía.

—Podemos irnos Philip, hoy yo invito el almuerzo —dijo de buen humor.

—Sabes que no es necesario que me llames Philip, puedes decirme Pip y el almuerzo lo puedo comprar yo, Mar —susurro mientras le sonreía.

La muchacha negó y tomó su mano.

—Yo invitaré hoy, tómalo como una forma de disculparme.

—¿Disculparte por qué?

—Ya sabes, por ser una mala amiga.

—Mar, ya hemos hablado de esto, tu no fuiste una mala amiga —regaño mientras caminaba a su lado.

La muchacha negó y sonrió con tristeza.

—Sabes que eso no es cierto, pero no tocaremos ese tema aquí, vamos a la cafetería, muero de hambre —declaró con honestidad.

—Ese asunto ya estaba olvidado—murmuró el chico.

Antes de que Pip pudiera agregar algo más, Cartman se cruzó en su camino.

—Butters, trae tu culo acá, necesitamos hablar —ordenó.

La rubia ni siquiera se inmutó al ser llamada así, en cambio, ignoro como si nada al castaño, este inmediatamente se molestó.

—¡Maldita puta! Te estoy hablando —gruñó con odio.

Kyle cayó al castaño antes de que pudiera decir más nada, Pip noto que el pelirrojo se veía incómodo, quiso decir algo, más Marjorine lo jalo y siguió hablando como si nada.

—Por cierto, ¿dónde crees que anda Tweek? Es extraño que no haya venido el primer día de clases —comentó con preocupación.

—La verdad no sabría decirte, Tweek es muy responsable, usualmente solo falta cuando está enfermo, pero tú pasaste las vacaciones con él ¿no? ¿No lo viste enfermo o algo así? —preguntó mientras se formaban para comprar su almuerzo.

La chica negó.

—No me dijo nada, pero creo saber el motivo de su falta —intuyo con el ceño fruncido.

—Solo espero que no sea nada malo —añadió el inglés.

—Me temo que lo sea —agregó en un suspiro.

Pip prefirió no decir nada, pues el tema parecía ser delicado, compraron su almuerzo, la chica terminó pagando por ambos, aun cuando él se negó. Caminaron hacia el comedor y buscaron una mesa libre, en medio del gentío ambos distinguieron la rubia cabellera de Tweek, ambos se encaminaron hacia donde él estaba.

—Tweek, ¿por qué no fuiste a clases? —cuestionó la chica mientras dejaba su bandeja de comida en la mesa.

—Ah, Marjorine, Pip, lo siento, no me sentía muy bien y estuve en la enfermería —explica sin ganas.

El rubio mira al contrario, nota que debajo de sus ojos hay unas ojeras muy prominentes, aún con eso no dice nada, pues aunque sí se hablan no son muy cercanos. Solo se sienta y observa de reojo a su amiga quien se nota molesta.

—¿Hablaste con Craig no?

—No.

—Tweek.

—Estoy bien Mar, solo necesito un café y estaré como nuevo —dice en un susurro.

La chica resopla y asiente.

—Bien, ahora vuelvo.

Ella se da la vuelta para buscar la bebida que su amigo quiere.

Cuando los dos rubios quedan solos el amante del café suspira y habla.

—Termine con Craig —declara.

Los ojos de Pip se abren con incredulidad.

—¿Por qué? —pregunta sin apenas creérselo.

—Es una historia larga, solo tienes que saber que Craig es un idiota y yo lo soy aún más por creer en él —enfatiza lo último con amargura.

—Yo... yo no sé qué decir, ¿por qué me lo dices a mi en vez de a Marjorine, Tweek?

—Porque somos amigos, además Marjorine da miedo cuando está enojada —explica con vergüenza.

Amigos, amigos. Esa palabra da vueltas por la cabeza de Pip, él no entiende porque Tweek lo considera su amigo, es decir se llevan bastante bien y han charlado varias veces, pero nunca han pasado tanto tiempo juntos ni han compartido grandes experiencias. El contrario , parece ver la duda en su rostro, por lo que sus tics nerviosos se hacen presentes.

—¡Oh Dios! ¡Tú no me consideras tu amigo! Que tonto soy —brama mientras se jala su cabello.

El inglés rápidamente trata de calmar al muchacho.

—No es eso, disculpa Tweek, lo que pasa es que no creí que tú me vieras como un amigo —menciona con la mirada gacha.

—¡Agh! ¿Por qué piensas eso?

—Bueno ya sabes, no es como si nos juntaramos mucho —responde con vergüenza.

—E... eso es cierto, pero no sé necesita pasar todo el tiempo juntos para ser amigos, ¡agh! Marjorine estaba muy lejos y aun así somos amigos —réplica mientras jala su cabello.

Ante eso Pip le da la razón, aun así no siente que sean muy cercanos, pero le halaga saber que el nervioso chico lo considera su amigo. Por esa razón toma las manos del contrario y las aleja de su cabello.

—Si sigues haciendo eso te arrancarás el cabello, eso debe de ser muy doloroso, así que no lo hagas —sugiere con amabilidad.

—¡Oh Dios! Es que explicar cosas de este modo es demasiada presión —alega tembloroso.

—Ya, ya amigo —trata de calmar con palmadas en la espalda.

De repente el inglés siente un escalofrío recorrer su nuca, de reojo nota que Craig parece mirarlo con odio, pero no solo él, sino que también Damien parece molestó. Ante eso el muchacho vuelve la vista enfrente y suspira.

—¿Estás seguro de que ya no eres novio de Craig?

—Si, ¿por qué?

—Porque él me mira como si me quisiera matar.

—¡Oh Dios!

Philip está por agregar algo, más pronto se calla al escuchar la risa de Marjorine. Ella está a unas cuantas mesas de ellos hablando con Scott Malkinson.

—¡Oh mierda! —suelta sin cuidado alguno.

El de ojos bicolores abre la boca con sorpresa al escuchar la maldición.

—¿Qué pasa? —cuestiona nervioso.

El contrario no le contesta, solo mira fijamente algo, su mirada se centra en lo que el rubio ve, para su sorpresa nota que solo es Marjorine hablando con Scott, eso no le parece raro por lo que frunce las cejas con curiosidad.

—Scott y Marjo han salido bastante durante el verano, parece ser que se hicieron amigos de nuevo —menciona nervioso.

Esas palabras parecen sacar de su trance al inglés, pues gira para ver a su compañero.

—¿Ella te dijo eso?

—Sí.

Pip resopló frustrado y pica las zanahorias de su almuerzo con rencor, el amante del café le parece rara la actitud del muchacho, su mente empieza a hilar locas ideas, pero solamente una golpea con más fuerza.

—¡Oh Dios! ¡Te gusta Marjorine! —afirmo con asombro.

Pirrup se puso pálido ante tal afirmación.

—¡Que! No, no es así, ¿Por qué piensas eso? —interrogo con vergüenza.

—Es que t...tú te pusiste molesto con lo que dije, además parecías mirar con enojo a Marjorine mientras hablaba con Scott —respondió mientras enterraba las uñas en su brazo.

—Yo... No estoy molesto, es solo que... estoy preocupado por Mar —susurro.

—¡Ahg! Scott no es un mal chico, no le hará nada malo, mucho menos algo tan feo como lo que le hizo Kenny y sus amigos —opina el chico al comprender la preocupación, pues él también se puso algo nervioso al saber que la muchacha se hizo amiga de su compañero.

Y no es que Scott fuera malo, pero Kenny tampoco lo parecía y traicionó la confianza de la chica. Para su sorpresa el rubio niega y lo mira con pesar.

—¿Marjorine te contó por qué se fue?

—Si, ella me contó todo —declaró con una mueca triste, de repente toda la ansiedad desapareció de su cuerpo al recordar eso.

—Bueno, sabes que eso puede tener ciertas consecuencias.

—Si —lo sabía, claro que lo hacía, solo saber eso lo hizo investigar como un loco, un poco por la preocupación y otro tanto para olvidar a Craig, aun con eso no entendía que tenía que ver eso, con lo que hablaban, por lo que mordió su labio y se aventuró a preguntar.—¿Pero eso que tiene que ver con que no te agrade ver a Scott con Mar?

Silencio, luego un suspiro cansado.

—Me duele decirlo de esta forma, pero la verdad es que desde el año pasado Marjorine ha tenido un cambio en su comportamiento, no hay una forma buena de decir esto, pero ella se hizo bastante promiscua —explica tenso.

—¿Eh?

—Si, ya sabes que promiscua significa...

—No, espera ¡Dios! Yo sé lo que eso significa, es solo que bueno, tú eres bastante conservador, no estás exagerando al llamarla así —señalo incómodo.

El rubio frunció el ceño ofendido.

—¡Oye! ¡Yo no soy conservador! —silencio, luego una mueca inconforme.— Bueno tal vez lo sea, pero aún con eso comprendo la libertad que tiene la gente para vivir su sexualidad —dice en un sonrojó, se aclara la garganta y su rostro se vuelve serio de nuevo.— Marjorine no solamente está viviendo su sexualidad y todo es culpa de ese estúpido francés hijo de puta —pronuncio con rencor.

—¿Qué francés?

—Es una larga historia, te la contaré después, ahora guardemos silencio, hay viene Mar —alerta mientras comienza a comer.

La chica se sienta como si nada y le pasa el café al Tweek.

—Un café para mi buen amigo —expresa con amabilidad.

—Gr... gracias, Marjo.

—No hay de que, por cierto, tu novio te mira muy insistentemente parece molesto —declara .

—¡Oh Dios! no lo mires —balbucea inquieto.

—Umm, bueno, si tu lo dices, por cierto, viene Damien y no se ve nada contento —señala mientras come sus verduras.

Ahora es el turno de Philip de tensarse, su relación con Damien lo estresa, pues el chico parece odiarlo mucho al grado de alejar a toda la gente de él. Sus nervios están a flor de piel, cosa que Marjorine nota, por lo que toma su teléfono y teclea algo.

El joven de cabello negro está en la mesa, dispuesto a abrir la boca para soltar algo hiriente, más el celular del inglés suena.

—¿Bueno?

—Cara de mierda, te dije que debías de llamarme cuando tuvieras descanso —reclamo con enojo una voz femenina.

—Ah, lo había olvidado, lo siento mucho Estella —se disculpa con vergüenza.

—¡Pues más vale que no se te vuelva a olvidar o te corto las bolas! ¿Entiendes?

—Oh, si, si Estella.

—Bueno, márcame cuando salgas de la escuela.

—Si, está bien, prometo marcarte cuando salga de aquí.

—Bien.

—Bien.

—... ¿No olvidas algo?

—Ah, eh yo, T... te amo, cuídate mucho.

—Yo también te amo, mi amor de pelotas pequeñas —susurro la chica con suavidad, luego colgó.

Philip estaba tremendamente avergonzado de decir eso enfrente de más personas, de repente recordó que era probable que Damien hubiera escuchado aquello, por lo que pasó de estar rojo a mortalmente pálido.

Ya podía imaginar como el muchacho de cabello negro lo molestaría sin parar, por tal razón apretó los puños con frustración, pues la verdad detestaba el acoso de su compañero.

La chica se dio cuenta de esto, por lo que llamó su atención con un apretón en su mano.

—Él ya se fue, solo escucho el nombre de Estella y se dio la vuelta —explica con suavidad.

—¿No escucho nada de lo que dije? —pregunta tímido.

—No, no escucho nada — responde con una sonrisa.

—¡Gracias a Dios! —exclamó con alivio.

Tweek frunce las cejas.

—Le tienes mucho miedo a Damien, ¿es muy malo contigo? —interroga preocupado.

—Pues la verdad es que sí es bastante hostil, pero nunca he entendido por qué, es decir, desde tercero no me le acerco, así que no sé que le hice para que me odie tanto —indica con una mueca en la cara.

La rubia resopla y niega.

—Solo es un idiota, no le hagas caso, si te hace algo puedo patearle el trasero, eso también va para ti Tweek, si Tucker te hace algo le puedo romper la cara —propone con seriedad.

—¡Jesucristo! Eso no es necesario, Marjo —interfiere el de ojos bicolor con nervios.

—Tweek tiene razón, no es necesario nada de eso, mejor únicamente comamos, que no queda ya mucho para que la campana suene—sugiere Pip.

Marjorine se encoge de hombros y sonríe.

—La oferta siempre estará disponible —dice como si nada mientras le da una mordida a su manzana.

Luego de eso el ambiente entre el trío es tranquilo, solamente se dedican a hablar de lo que vieron hoy en clases y explicarle a su amigo que faltó.

Nadie parece prestarles mucha atención a ninguno después de un rato, más los ojos violetas de Kenny no han podido dejar de ver a Marjorine, no porque le atraiga, sino porque le parece curioso que sus sonrisas parecen genuinas con ese par de chicos, más con su compañero castaño más bien parecía algún tipo de coqueteo.

Eso por alguna razón lo pone intranquilo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top