Para ti

Mark había viajado, pero nunca tan lejos, al llegar a Londres se sintió como en otro planeta, todo era diferente, es decir, un libro nunca podría mostrarle la belleza de una ciudad como esa.

Así que cada cosa la miraba con gran asombro, para Marjorine y Heidi era igual de maravilloso que para él, por lo que no despegaban la vista de la ventanilla del auto, Christophe solo los miraba con desdén, no le veía nada de increíble a un lugar que ya conocía.

Cuando llegaron al lugar en el que se quedarían y sus amables anfitriones los dejaron dormir, pues habían llegado bastante noche, se perdieron la noche buena, pero estaba bien, pues se encontraban en aquel hermoso lugar.

Al día siguiente les hicieron un recorrido por la ciudad, los jóvenes se tomaron un montón de fotos, estaban emocionados y era notable, lo que causaba en la mujer un sentimiento de ternura, les mostró todo, los llevo a comer a deliciosos lugares y ayudo a que en sus fotos estuvieran todos.

Cuando el lunes llegó la cosa cambió un poco, pues está vez fueron llevados al lugar por el que fueron ahí, al llegar las chicas se sintieron intimidadas, como grandes fanáticas estaban nerviosas de con quién podrían encontrarse, Cotswolds estaba más que nervioso curioso por lo que les esperaba y D 'Lorne, bueno, a él no le interesaba nada de eso, pero en su búsqueda de impresionar a la mujer rubia estaba haciendo cualquier cosa.

Al presentarse y luego de una conversación entre el padre del francés, con la persona que los recibiría, procedieron a tomar una muy ardua clase, luego de eso interpretaron parte de lo presentado en el evento de Gabrielle. 

Primero Mark y Heidi, fueron varias veces detenidos por una mujer mayor, a la que no le entendían, pero gracias a la traducción de la madrastra de Christophe podían seguir sus recomendaciones u órdenes, al terminar ella parecía muy satisfecha, ahora es el turno del castaño y la rubia. 

En su caso, la barrera del idioma no existía —cosa que asombro a los otros dos— por lo que la mujer se dirige a ellos con más confianza, los ven repetir varias veces lo que no parece convencer a la señora, al final hacen todo exactamente como desea, pues sonríe complacida.

La mayor habla con ambos hombres, los muchachos se quedan quietos esperando, el aburrimiento de no hacer nada se corta cuando entran otras personas a la habitación. 

Cuando Marjorine los ve casi salta de la emocion, pues frente a ella dos de los bailarines que más admira han ingresado al lugar, trata de contener su emocion más no puede cuando ambos les hablan, ella casi se lanza a besarles los pies, responde nerviosa y sonrojada, aquello es un sueño, el frances tambien interviene de vez en cuando, los que no dicen nada son Turner y Cotswolds pues no entienden nada. 

Se toman algunas fotos, quedan de verlos en la noche, no entienden porque se verían en la noche, lo descubren cuando terminan yendo al Covent Garden, conseguir ir a aquel lugar es dificil, más teniendo en cuenta que los boletos se agotan fácilmente, además por el lugar en donde estan sentados parece que aquello debió de ser demasiado caro.

Terminan olvidando eso cuando por primera vez ven una produccion profesional, la rubia casi esta llorando cuando llega el final, aplaude con total emoción y le suplica a la mujer, que por cierto ahora saben se llama Abigail que la lleve a tomarse fotos con ellos, si ella sigue asi creen que le terminaran poniendo una orden de restricción. 

Asi termina el día, con una rubia feliz posteando fotos a diestra y siniestra, con una castaña que se preocupa por lo fanatica que es su amiga y dos chicos que no hacen más que suspiran ante las actitudes de la muchacha. 

Los dos días siguientes se la pasan yendo en las mañanas a una clase, y en las tardes recorriendo las calles con Abigail como su guía. 

El jueves, dos días antes de que se marchen, conocen a otro bailarín, este parece mucho más joven, es amable y muy atractivo, Stotch queda rápidamente flechada, no lo conocia, es decir, ella era muy aferrada cuando admiraba a alguien, por lo que desconocer a aquel chico, que era muy talentoso —y muy guapo— era una ofensa a su buen gusto. 

Para hacerla más feliz la hicieron bailar con él, lo que pareció derretirla y la hizo esforzarse aun más, luego de que se marchó pudo bailar también con el otro bailarín que conocieron el primer día —que creían era ruso— lo que supuso aún más felicidad para Marjorine. 

Al terminar el día ella ni se quería bañar, pues decia que no queria borrar la sensación de haber sido sostenida por dos personas tan increíbles y guapas. 

El viernes la mujer rubia no pudo acompañarlos en su salida, asi que los jovenes decidieron salir por su cuenta y ver a donde podian llegar, se subieron al metro, incluso ahi se tomaron fotos, D’ Lorne se avergonzo de ellos, ni siquiera sabia porque habia accedido a acompañarlos. 

Fueron a Camden Town, por las calles, montones de personas caminaban, el ambiente era animado, muy festivo y agradable, compraron varias cositas, comieron a un precio muy barato, caminaron de un lado a otro buscando con que entretenerse. 

Cotswolds se terminó cansando por lo que pidió descansar un poco, la rubia lo apoyo, Turner vio en esto una forma de dejar a ambos solos, por lo que con excusas de que había visto algo que quería comprar se lleva a Christophe sin importar que este dijera que no deseaba acompañarla. 

Al estar solos la muchacha suspiro tranquila. 

—Mark, estoy muy feliz de estar viva —revela con una sonrisa. 

Él la mira y sonrie de igual modo. 

—Yo tambien estoy feliz de que estes viva —dice con suavidad. 

—Estos días han sido increibles, conoci a gente que en mi vida llegue a imaginar si quiera tendria la suerte de ver de cerca,  además de que conoci al chico más guapo, talentoso, que se sera mi futuro esposo —externa con las mejillas rojas. 

El castaño levanta las cejas alegre. 

—Tu esposo te lleva como diez años, pero es bueno que tengas tus objetivos fijos —halaga. 

—¡Para el amor no hay edad! —exclama. 

—Para la cárcel tampoco —replica. 

—¡Oye!

—Es broma, me alegro de que te la hayas pasado tan bien en este viaje, ¿haz decidido algo sobre la propuesta que nos hicieron? —pregunta con interes. 

Ella baja la vista avergonzada. 

—La verdad aún lo sigo pensando, es extraño, yo deseaba esto, no sé porque ahora dudo —murmura. 

Mark sabe el porqué de eso, todo se debe a que el día que regreso con Christophe y su madre vio a Marsh, algo en ella se debió de haber removido, pues ahora dudaba, lo que no era malo, pues la decisión que tomó era precipitada y se basaba únicamente en alejarse, pues creía que el condado Park era perjudicial para su salud física y mental. 

—Oye, esta bien, recuerda que nos dieron tiempo de pensarlo.

—Si, eso es cierto, ahora que lo pienso, ¿que decidiras tu? —cuestiona curiosa. 

Él le sonrie y la mira fijamente. 

—Lo que tu decidas. 

—¿Que? 

—Que elegire lo mismo que tu —repite. 

—¿Pero porque? 

—Quiero estar contigo. 

—... Mark, tu tienes tus propios sueños, yo no quiero limitarte, ademas yo… —silencio, no sabe como decirlo. 

Ante eso el muchacho suspira y la mira con comprension. 

—No te gusto y nunca te gustare, lo se, no te averguences en decirlo, no me molesta, eso lo tengo muy claro —dice como si nada. 

La rubia se lleva las manos a la cara arrepentida. 

—Mark, olvida la mierda que te dije ese día, por lo menos una de las cosas que te dije era falsa, las otras fueron maneras de tratar de alejarte, fui horrible y me disculpo por eso —pide avergonzada.

—La honestidad no me hiere Marjorine, tampoco me hace arrepentirme de estar enamorado de ti, en cuanto a lo que me dijiste ya está olvidado, sé que nunca me harías daño, comprendo que fue tu método de defensa.

—Espera, espera, ¿crees que la mentira es que en verdad yo no te lastimaría? —interroga incredula.

—Si, ¿por que pones esa cara? 

—Es que no te entiendo, o sea, yo fui una horrible persona contigo, bueno, en menor medida que con los demas, pero incluso te llegue a decir algo sobre ser capaz de meterme el pene de Christophe en la boca solo para que me ayudara.

—Si lo recuerdo, ¿que hay con eso? 

—Lo dije frente a todos, aun sabiendo qué tenías sentimientos por mí. 

—Aja, ¿y eso que tiene? 

—¿Como que, que tiene? Fui deliberadamente grosera para causar una mala impresión en ti —explica. 

—Si, eso siempre lo supe, de igual modo yo comprendo que era tu forma de desahogarte. 

—Sí, ¡pero no está bien! Aprendí que no debo externar mi enojo de ese modo, además si lo sabías debiste haberte alejado, tú no tienes porque lidiar con alguien así, no es tu responsabilidad. 

—No lidie con nada, solo estuve para mi amiga, eso no es malo, me alegra haber prestado mi apoyo siquiera un poco —murmura suavemente.

Ella lo mira sin entender como puede ser tan bueno y desinteresado, resopla y niega. 

—Me gustas Mark. 

—¿Ah?

—No estoy enamorada de ti, pero si que me gustas, tienes todo lo que siempre he deseado en alguien, tu no eres Kenny, nunca lo seras, tienes tu propio valor y eso me gusta, porque a quien veo es a ti, no a nadie más —murmura.

—Oh, no se que decir. 

—Deberias de decir que estoy mal, que soy una horrible amiga por decirte esto, es como si me estuviera burlando de ti o queriendo amarrar tus sentimientos para que nunca dejes de quererme —manifiesta sin mirarlo. 

El castaño levanta su rostro y la mira con sus grandes ojos llenos de cariño. 

—Yo nunca podria dejar de quererte, los sentimientos que tengo por ti son muy fuertes, tal vez demasiado intensos, aun con eso yo comprendo el lugar que tengo para ti, no me hago ilusiones porque se que tu no quieres eso —dice y acaricia sus mejillas —. Que te guste me hace feliz, pues sé que esto fue más allá del físico o la apariencia —termina con una sonrisa. 

Para Marjorine esas palabras hacen que sienta un cumulo de emociones, por lo que termina abrazando al muchacho y besandolo, le gusta mucho, no lo va a negar, pero sus sentimientos por el no pueden crecer porque tiene un conflicto entre su enamoramiento con Stan y el resurgimiento de su amor por Kenny. 

Sabe que si las cosas se hubieran dado de diferente manera no tendria dudas en quedarse con él, pues si bien no es perfecto, ella siente que si lo es, por eso lo besa una y otra vez, porque al regresar no sabe que la espera y no tiene la certeza de tener otra oportunidad como esa. 

Su idilio se ve interrumpido por un carraspeo incomodo. 

—Tenemos como cinco minutos tratando de llamar su atención, ahora que la tenemos largemonos de aqui, Abigail llamo, quiere que cenemos juntos o alguna mierda asi —externa con molestia D’ Lorne mientras se da la vuelta sin esperarlos. 

En cambio Heidi sonrie ampliamente. 

—Miren les tomé una foto —muestra. 

La boca de la rubia se abre con sorpresa, ¿en qué momento se subió a las piernas del chico? 

—Solo no le muestres esto al papá de Mark —pide avergonzada. 

La promesa de no propasarse con el príncipe que era Costwolds estaba rota, todo gracias a su impulsividad, esperaba controlar esa mala costumbre, pues no quería terminar quitándole también, algo tan especial como lo era su primera vez

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