Los pensamientos de una amiga.


Si había algo que la relación con Eric Cartman le había dejado a Heidi era el don de ser más observadora y selectiva con las personas que se relacionaba.

Al principio su relación con Marjorine era solo de interés por poder asistir a sus clases, realmente no pensó ir más allá de cruzar unas cuantas palabras, más los días le demostraron que eso no sería posible.

Ella era muy parlanchina, se mostraba sumamente feliz de convivir con una chica con gustos iguales, gracias a eso la barrera que había formado por tanto tiempo cayó con rapidez.

Cuando le contó a Nelly ella arqueó su castaña ceja con duda.

—Espero que no te arrepientas de esa amistad Heidi, yo no voy a recoger los pedazos que queden de ti esta vez —advirtió.

Luego de eso su amistad se enfrió un poco, la castaña más que verlo como una muestra de mala fe, sabía que era preocupación de parte de su amiga, trato de remediar las cosas, pero Nelly no era fácil, solo le reitero que no cargaría más con sus lágrimas y arrepentimientos.

Con esa nueva advertencia decidió darle tiempo a la chica, pues no quería molestarla más, entonces paso más tiempo con Marjorine, riendo, conociéndose, coincidiendo...

Se hicieron buenas amigas, por eso cuando vio los problemas que tenía con Clyde la aconsejó, ella agradeció los consejos y dijo que los llevaría acabó, enserio creyó que le haría caso, más tristemente se dio cuenta que todo era más grave de lo que parecía.

La forma en que se comportó Donovan la sorprendió, sin duda aquello hizo saltar todas las alarmas en su cabeza, se lo dejo saber a la chica, más se quedó estupefacta cuando lo justifico sin dudarlo, aquello la perturbo un poco, aun así no se alejó, le dio palabras de aliento y espero de todo corazón que se replanteara esa relación.

Lastimosamente las cosas se pusieron muy extrañas, la última semana de clases Marjorine no parecía ella misma, en sus ojos había un profundo miedo, aunque también había resignación en su triste sonrisa.

No sabía cómo ayudarla, así que acudió a la única persona que sabía podía aconsejarla, cuando le conto a Nelly lo que pasaba, la chica arqueo las cejas confusa.

—Sabes que ella no me agrada, ¿por qué venir a contarme esto? —cuestiona.

—Porque aunque no te agrade, sabes que este tipo de cosas están mal, tu consejo puede ayudar mucho —asegura.

—Te oyes muy segura de que te ayudare —susurra.

—Sé que lo harás, tus convicciones no son como las de Wendy, no aplican sólo para unas pocas personas —dice.

La castaña resopla y mira a su amiga con resignación.

—Sí, supongo que tienes razón, veamos, luego de todo lo que me has dicho temo decirte que tu nueva amiga puede ser víctima de violencia en su noviazgo —opina.

Turner suspira, ella también se imaginaba algo así.

—... ¿Crees que pueda ayudarla?

—Yo creo que sí, intenta hablar con ella, demuéstrale tu preocupación, cuando hables no digas nada sobre Clyde, puede tomárselo mal, si como dices está habituada a esos maltratos buscará todo tipo de excusas para justificarlo.

—¿Y si no me quiere escuchar? ¿Y si se molesta?

—Mmm, entonces habla con su madre, debe de estar enterada de lo que le pasa a su hija, sé que eso te puede hacer quedar mal ante ella, pero si en verdad la aprecias busca su bienestar. Cuando ya se está en una relación muy mala te acostumbras a toda clase de malos tratos, que van desde lo físico a lo psicológico, espero que aún no hayan llegado las cosas tan lejos —murmura.

—Yo espero lo mismo, gracias, hablaré con ella —indica.

Nelly se encoje de hombros y niega.

—No hay de que, eres mi amiga, mi mejor amiga de hecho, siento si no te apoyo en tu nueva amistad, pero tengo mis reservas, sabes que siempre me resultó odiosa Marjorine —explica.

—Lo sé, por eso no he querido forzarte a convivir con ella, respeto tus decisiones —asegura.

—Te agradezco que sea así, por cierto hablando de otras cosas, ¿qué tal te va con eso del ballet? —pregunta.

—Bastante bien a decir verdad, Christophe no es muy de mi agrado, pero aparte de eso todo va de maravilla —cuenta.

—Ya veo, entonces sigues bailando sola, rayos, amiga, eso es deprimente, por lo menos que sirva de algo el francés idiota, deberías bailar con él, a cómo vas nunca bailaras ballet con un chico, eso matará tu experiencia —opina.

—No creo que eso mate mi experiencia, además no todos tenemos suerte, mira que poder bailar con Mark antes que su hermana casi hizo que a su padre le diera un infarto —rememora.

—Más que suerte era simple lógica, fui mejor que Rebecca, por eso me tocó ser la pareja del idiota de Costwold —suelta con desprecio.

—...La verdad no entiendo porque tanto odio contra Mark, él es un chico increíble —indica.

—Sabes bien porque — pronuncia irritada.

—Sí, aún con eso creo que estás siendo injusta, tú nunca le dijiste que te gustaba, así que él no tiene la culpa de haber roto tu corazón, mucho menos es culpable de caer rendido ante Wendy, ambas sabemos que ella es muy buena manipulando y mintiendo — menciona.

—Aja, ambas sabemos también que Mark es inteligente, caer en los engaños de Wendy y tener una relación con ella cuando está aún estaba con Stan lo hace ver como un estúpido idiota —manifiesta con resquemor.

—... Mejor dejemos eso, es el cuento de nunca acabar cuando hablamos de Mark y Wendy.

—Y lo será siempre, él me decepciono, como persona lo veía como alguien correcto y bueno, ser partícipe de un engaño no hizo más que hacerlo caer bajo, por eso lo odio, porque por "amor" fue estúpido —declara.

—... Creo que todos terminan siendo estúpidos por amor Nelly, estás siendo muy dura, aun así sé que no te haré cambiar de opinión sin importar que diga, solo ten en cuenta algo, Mark no se relacionaba con muchas personas, fue el blanco fácil para los egoístas deseos de Wendy y si bien, lo que hizo no fue correcto, remedio su error sin importar que la gente hablara de él y lo vieran mal. Es un buen chico, ¿y sabes qué? Voy a pedirle que baile conmigo —proclama con seguridad.

La castaña rueda los ojos.

—Como quieras, pero luego no vengas llorando cuando con su actitud de príncipe de cuento te enamore y te deje por otra —masculla rencorosa.

Turner suspira, está tentada a decirle que a ella ya le gusta alguien, más se muerde la lengua para no decir nada, en cambio, saca otro tema completamente diferente para bajar el mal humor de su amiga.

Luego de eso pasan la tarde juntas sin ningún otro problema.

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Mark aceptó su propuesta, pasar tiempo con él fue divertido, a diferencia de D' Lorne el chico era considerado, amable y muy cuidadoso.

Cuando le dijo lo que quería que bailaran él no se negó, más bien lo acepto de buena gana y se comprometió a dar lo mejor de sí.

Los días transcurrieron bastante rápido, la ausencia de Marjorine fue justificada por Emma, aún con eso Heidi estaba preocupada, estaba segura de que Clyde había influido en su decisión.

Cómo ya estaba bastante preocupada por lo que había pasado y por cómo la había visto antes de salir de vacaciones, decidió que al terminar su clase de esa tarde iría a buscarla a su casa para hablar seriamente.

Dejo un poco de lado eso para concentrarse en su clase, para su sorpresa, a mitad de esta la rubia llegó con una actitud mucho muy diferente a la que había estado mostrando.

La vio tranquila y relajada, verla así le alegro, por eso se enfocó solamente en la clase, al término de esta y luego de cambiarse la muchacha abrazo a ambos, los cuestiono un poco y escuchó emocionada como es que ambos tenían clases juntos.

Luego de esa explicación ella los invitó a su casa a pasar el rato, además de, decirles que quería contarles algo, ambos aceptaron, en el camino la rubia lleno los silencios con conversaciones sobre lo arduo que había sido aquel día, ellos solo asentían y la escuchaban, al llegar a su hogar la muchacha lleno varios contenedores con fruta, sirvió jugo en unos vasos, les pidió ayuda para subir todo y fueron a su habitación.

Al entrar en ella la castaña se asombró de ver las paredes decoradas con notas musicales, estrellas y unas pequeñas bailarinas, al ver si Mark estaba igual se encontró con que parecía ya haber visto aquello, así que arqueo la ceja con duda, ¿desde cuándo eran tan cercanos? Se preguntó mentalmente.

Sus pensamientos son interrumpidos por Stotch quien los insta a sentarse en la cama, obedecen, ella hace lo mismo, por algunos segundos se queda callada, como meditando lo que va a decir, cuando parece estar segura suspira y los mira.

—Voy a terminar con Clyde —revela.

La boca de ambos castaños se abre, el primero en reponerse es Costwold, quien la mira asombrado.

—¿Estás segura?

—Sí.

—... Dios, es un alivio, Marjorine, no sabes cuan feliz me hace oír eso —declara el chico con alivio.

—Mark tiene razón, es increíble saber que vas a dejar al idiota de Clyde, solo que me intriga, ¿cómo es que cambiaste de opinión? O sea, no me mal entiendas, estoy orgullosa de tu decisión, pero me da curiosidad tu cambio —pronuncia Heidi con curiosidad.

—Bueno, sobre eso, la verdad es que si llegué a esta decisión fue gracias a Craig.

—¿Craig?

—Sí.

—Craig Tucker, ¿el chico de voz profunda, pero actitud de mierda que solo se preocupa por sus conejillos de indias, el que tiene el mal hábito de mostrar el dedo de en medio y ser un cínico con su humor que no da risa? —cuestiona Turner.

—Sí, ese mismo.

—...¡Pidamos un deseo! ¡El apocalipsis está cerca! —exclama la chica.

Marjorine ríe, Mark niega.

—No creo que sea tan malo si ayudo a Marjorine, de hecho eso habla muy bien de él, mira que aconsejarla a dejar a su amigo en vez de instarla a qué no lo deje, es muy admirable —opina.

—Pues será admirable y lo que sea, pero Craig es el mayor hijo de puta, no tanto como Cartman, pero también es un chico de modales horribles —alega la castaña.

—Bueno, Craig no es la mejor persona, pero me ayudó a darme cuenta de muchas cosas, así que, aunque no es de mi agrado, le estoy muy agradecida —asegura.

—Me alegro de que sea así, supongo que todos los que te apreciamos también estamos agradecidos, honestamente esa relación no te hacía bien, estoy feliz de que vayas a terminar con eso —externa tranquilo el chico.

—Bueno, en eso le doy la razón a Mark, se agradece que te haya ayudado a tomar la decisión, ahora solo tú dirás, ¿cuándo vamos a casa de ese idiota para que lo dejes? Cuánto antes mejor, así te libras de él y pasas unas vacaciones increíbles y llenas de paz —menciona Heidi.

—Sí, sobre eso, tendrá que ser hasta que él vuelva, su hermana se lo llevó, así que no está aquí.

—¡Mejor! Déjalo por mensaje y así evitas que te engatuse con sus lloriqueos.

—Heidi, créeme, lo voy a dejar, pero no lo haré de esa manera, él merece escuchar todo lo que tengo por decirle, no seré cobarde y tampoco volveré a caer en su juego, lo único que necesito ahora es su apoyo, de todos mis amigos en general, aunque estoy decidida sé que esto será difícil, terminar una relación siempre lo es, así que espero contar con ustedes —pide con las mejillas rojas.

—¡Claro que cuentas conmigo! Es más, cuando termines con el idiota prometo que iremos de nuevo a Denver, compraremos muchas cosas y pasearemos por todo el centro comercial para que olvides todos los malos momentos que te hizo pasar —manifiesta con ánimo la chica.

—También cuentas conmigo, cualquier cosa que necesites estaré para ti, solo necesitas decirlo y haré lo que sea —asegura el castaño.

Para Heidi, no pasa desapercibida la forma tan honesta en que habla el chico, eso no hace más que reforzar su idea de que a él le gusta Marjorine.

La idea se vuelve seguridad cuando observa a la rubia sonreír mientras toma sus manos.

—De hecho, hay algo que podrías hacer por mí, tal vez te pido mucho, pero, ¿podrías bailar conmigo también? —pregunta esperanzada.

—Claro que lo haré, solo debo decirte que no soy tan bueno como Christophe, así que espero me tengas paciencia —dice él.

—Eso no será un problema, de hecho creo que tienes todo para ser igual de bueno, o hasta mejor que él, tú eres un chico más dispuesto, hoy que te vi con Heidi me sorprendí de ver lo en serio que te tomas tu papel, ¡sin duda estoy ansiosa por bailar contigo! —exclama con ánimo.

—Lo mismo digo, será un placer bailar contigo, de hecho, es un placer bailar con ambas, gracias por confiar en mí —declara con una sonrisa.

Turner suspira y sonríe, sin lugar a duda comprende por qué Nelly y Wendy gustaron del muchacho, es demasiado educado y encantador, pues si bien pudo seguir con las alabanzas solo a la chica, no lo hizo y también la incluyo a ella, lo que la hace sentir valorada.

—Dejando de lado lo malo, ¿qué quieren hacer? Ahora que ha quedado claro que somos el trío de amigos que ama estar en mallas, busquemos algo para entretenernos —insta la de orbes cafés.

—¡Casi como un club! Mmm veamos, ah, ¡ya sé! Hablemos de cómo murió Giselle, y porque no debió de perdonar a Albretch y salvarlo —dice la rubia con emoción.

—Estoy de acuerdo en eso, de hecho, creo que hubiera sido mejor que se quedará con el cazador —opina Heidi.

—¿Qué? ¡No! Ninguno la merecía —replica Stoch.

—Pues a mí me gusta la historia de Giselle, tal y como es —revela Mark.

—¡No puedes estar hablando en serio! —exclaman ambas.

El muchacho se encoge de hombros, una discusión se lleva a cabo luego de eso, al final cada uno termina con una libreta justificando el porqué de sus ideas, están tan entretenidos que no se dan cuenta de que más personas ha llegado a la casa, no es hasta que un carraspeó llama su atención que levantan la vista.

Heidi observa a los amigos de Cartman, su atención se la lleva principalmente Kyle y Stan, el primero, porque, ¡Oh sorpresa! Es quien le gusta, el segundo porque no deja de mirar fijamente a Mark, se nota que su presencia en aquel lugar no le hace mucha gracia, pues luego de que los otros tres se han marchado se queda mirando fijamente a Marjorine, ella eleva su vista y le sonríe, le hace algunas señas y sin más se va.

Al verlo marcharse Turner está segura de algo.

Prefiere a Mark sobre de Stan, pues tiene la certeza de que Costwold, no sería tan cobarde como para herir e ignorar los sentimientos de Marjorine.

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El viernes, luego de su práctica, el trío de muchachos se dirigieron al parque, esto con el fin de pasar el rato, estando ahí Mark y Heidi se sientan en el pasto, en tanto que Marjorine se recuesta y se estira con pereza.

—El día de hoy fue muy pesado, pero a la vez increíble, ¡su coreografía está quedando muy bonita! ¡Dios! Ya quiero verlos bailar —manifiesta con emoción la de orbes claros.

—Yo también quiero que el tiempo pase pronto para presentarme frente a todos, deseo tener mi increíble atuendo, recibir los aplausos de la gente y que mis padres estén orgullosos de mí y mi esfuerzo —cuenta ilusionada la castaña.

—Yo también me siento emocionado y cansado, las clases de Emma son muy arduas, pero también satisfactorias, creo que nos irá muy bien, es muy fácil bailar contigo Heidi, además, también me siento honrado de hacerlo contigo, Marjorine —dice amable el chico.

La rubia se incorpora y abraza al chico.

—Awww, eres tan dulce, siempre tan educado y adulador, eres un chico increíble, además de una excelente pareja de baile —halaga la rubia.

Turner imita a la chica, abraza al chico y sonríe con verdadero agradecimiento.

—Marjorine tiene razón, eres magnífico, siempre das tu mejor esfuerzo, además de que nos haces sentir valoradas a ambas, agradezco muchísimo el que aceptarás hacer esto, ¡sin duda alguna eres el mejor! —externa honesta.

El niega y sonríe.

—Al contrario, estoy agradecido con ambas, había olvidado lo divertido que podía ser bailar, gracias a ustedes por recordármelo —menciona.

—¡Ay no! eres encantador, ahora menos te soltare, necesito que me pases algo de tu encanto —bromea Stotch mientras se comporta más empalagosa.

Mark ríe, se siente feliz ante el cariño que ambas chicas le muestran, aunque también algo nervioso, pues ni con Wendy había tenido ese tipo de acercamiento.

El tranquilo ambiente acaba cuando la tosca voz de Stan se deja oír.

—¿Qué hacen? —cuestiona serio.

—Oh, hola Stan, Kyle y Eric —saluda la rubia sin alejarse.

—Hola Marjorine, Heidi —responde Kyle.

—Sí, lo que sea, hay que apresurarnos, Wendy se dará cuenta en cualquier momento que Stan no está y se pondrá a buscarlo como loca —dice el castaño.

—Ah, sí, es cierto, vamos a casa, Stan —insta el pelirrojo.

Más el chico no hace caso, si no que vuelve a repetir la pregunta.

—¿Que hacen? —pregunta de nueva cuenta.

Marjorine frunce las cejas extrañada ante la actitud que está mostrando el de cabello oscuro, Heidi arquea una ceja, le contesta sin cuidado alguno.

—Dándole amor a Mark, es que es tan adorable que no lo podemos evitar —declara.

Costwold se sonroja ante las palabras de la chica, en serio se siente halagado ante tanto cariño.

Los labios de Marsh se curvan en un gesto de desagrado, mira fijamente a la rubia.

—¿Tu también le estas dando amor, Marjorine? —interroga.

—Pues claro, es mi amigo, lo quiero mucho —responde sin más.

Cartman, quien ya está harto de la escenita de celos, va a intervenir, para infortunio de todos llega la persona que estaban evitando.

—Stan te alcance, ahora si salgamos, me tienes muy abandonada —murmura.

Broflovski se lleva las manos a la cara con fastidio, Eric rueda los ojos y vocifera una maldición, en tanto que Stanley no dice nada, solo sigue mirando a Stotch fijamente, quien sigue sin entender la extraña situación en que se encuentran, no es hasta que Wendy repara en ellas que comprende de que va todo eso.

—... No sabía que Mark tenía tanta suerte con las chicas fáciles y las psicópatas —externa Wendy serían.

—¿Celosa? —cuestiona Turner.

—Para nada, es más suerte con él, con lo correcto que es seguro que las convierte en personas aptas para la sociedad —se burla.

—Uh, eso sería bueno, así podré ganarme el cielo, ¡gracias Wendy! ¿Tú seguirás acosando a Stan? —interroga ahora la rubia.

—...Ese no es tu problema, además yo no lo acoso —replica.

—Bueno, yo no estaría tan segura, es decir, solo míralo, se nota que ya está cansado de ti —señala.

—No es cierto, tu solo dices tonterías —espeta molesta.

—Si tú lo dices —murmura mientras se encoge de hombros —, mmm, mejor vamos a mi casa, ahí nadie nos molestara — opina mientras mira a Wendy.

El trío de muchachos se levanta, antes de irse se despiden, no saben que pase con aquellos cuatro, ni quieren saberlo, la rubia se nota molesta, cosa que nota Heidi y Mark por lo que al llegar a su hogar y estar en la seguridad de su habitación le preguntan qué le pasa, a lo que ella responde.

—Wendy hizo algo que me ha lastimado, de hecho no solo a mí, también a Stan, además lo de Clyde también es su culpa —susurra.

—¿Qué fue lo que hizo para afectar a tantas personas? —pregunta Mark con curiosidad.

—Es algo enredoso, pero pasó así, el día que me hice novia de Clyde se supone que yo iba a salir con Stan, en esa salida estaba planeado que él me confesara sus sentimientos, no sé cómo lo supo Wendy, pero mando a Millie para que me entretuviera, se llevó a Stan a otro lado para según pedirle perdón, luego mandó a Jenny para que me dijera que según él me estaba esperando en un lugar, yo los vi besándose, entonces hui, la coincidencia más grande fue encontrarme con Clyde, quien convenientemente había sido dejado por Bebe, el resto es historia —cuenta con rapidez.

Costwold pestañea con asombro ante lo rápido que hablo, en tanto que Turner suspira con cansancio.

—Supongo que llegaste a esa conclusión al hablar con Marsh.

—Sí.

—Bien, aun así eso no explica porque ignoro tus mensajes.

—Sí, sobre eso, él creyó que me seguía gustando Clyde, así que por eso no quería saber nada de mí.

—Aja, y cuándo los leyó, ¿por qué no hablo contigo?

—Clyde le dijo que yo no le creería, que yo pensaría que solo me querría por lastima, de hecho a mí me dijo algo similar, el caso es que nos dijo cosas para que no arregláramos la situación entre nosotros.

—... Marjorine, a ti te sigue gustando Stan, ¿cierto?

—...Pues sí, la verdad es que sí —dice con las mejillas rojas.

—Ya veo, sabes te diré una cosa, te he llegado a apreciar, te considero una amiga.

—¡Yo también te considero una amiga!

—Me alegra saberlo, por eso mismo diré esto, honestamente no veo en Stan a alguien confiable para ti, es decir, por más malentendidos que hayan existido su forma de actuar no fue la correcta, o sea, si era tu amigo aun cuando le doliera lo correcto sería haberte deseado felicidad, decirte que necesitaba un tiempo alejado de ti y tomar distancia porque le gustabas. No está bien que te ignorara, eso no hace un amigo, mucho menos alguien que te quiere —declara.

—Él estaba muy afectado, entiendo que todo se le pudo venir encima, no supo cómo reaccionar —defiende.

—Si, tal vez, pero su forma de reaccionar te lastimo, cuando te ignoro los mensajes yo te vi sufrir, cuando te ignoró en la fiesta también me dijiste que te sentó fatal, ambos tienen culpa, si, tuya por no hablar de frente, suya por no afrontar la situación, por eso yo creo que no deberías intentar nada con él —opina.

—Nosotros nos queremos, sé que las cosas han sido complicadas entre los dos, pero también sé que hemos aclarado los malos entendidos, trabajaremos en nuestra relación, o sea, cuando podamos tenerla, yo estoy cambiando esforzándome por ser mejor —asegura.

—...Me alegro, igual mi opinión no cambia, pero respeto lo que elijas, yo solo quería ser honesta y decirte lo que pensaba —menciona.

—Está bien, entiendo que como amiga seas honesta, de hecho eso aprecio de ti, tu Mark, ¿quieres decirme algo también?

—Pues yo como tú amigo solo quiero verte feliz, si Marsh lo hace apoyo tu decisión, aunque eso sí, si te hace sufrir al igual que Clyde no dudaré en ser el primero en defenderte, eres mi amiga, no quiero verte mal —externa.

—Awww, eres muy dulce, enserio que te comería de lo adorable que eres —musita con cariño.

—Es lo que haría cualquier buen amigo, ¿no?

—Sí, gracias, enserio, a los dos, es increíble tener tan buenos amigos, de hecho deberíamos juntarnos con Tweek y Philip, hay que hacer algo entre todos, así podemos disfrutar más de las vacaciones, ¿qué tal acampar? ¿Una salida grupal? —sugiere.

—Sería bueno, tal vez hasta nos serviría de inspiración para crear más música, ah, de hecho, creo que tengo la primera canción para ti —externa con una sonrisa.

—¡Ay! ¿Enserio? Ya quiero escucharla, Heidi, tú irás a escucharnos cuando Mark me cante mi canción, ¿verdad? —cuestiona.

—Supongo que puedo hacer una excepción.

—¡Sí! Qué bonito será, además que emocionante que escucharé algo dedicado especialmente para mí —exclama feliz.

La castaña solo puede ver cómo la sonrisa no desaparece en ningún momento del rostro de la rubia, en cambio se amplía ante cada negativa del chico, de revelarle que escribió para ella.

Realmente Heidi piensa que una relación con Mark es justo lo que necesita Marjorine.

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