Inamovible
Kenny caminaba con la molestia brotando de sus poros, cuando llegó a su casa su padre y madrastra lo saludaron amables.
—Buenas noches Kenny, ¿qué tal te fue hoy? —cuestionaron.
—Bien, muy bien, ¿Marjorine está en su habitación? Es que tengo que preguntarle algo sobre la tarea de matemáticas —miente con una sonrisa falsa.
La madre de la chica niega.
—¡Oh, no! Mar pidió permiso para quedarse en la casa de su amigo Tweek, van a tener una pijamada, no llegará hasta mañana en la tarde —explica.
—Ya veo, entonces mañana le pediré ayuda —menciona tenso—. Bueno, me voy a dormir, descansen.
Dicho eso sube las escaleras y se encierra en su cuarto, ya ahí gime de frustración.
Se supone que ese sería un buen día, pasaría el viernes en casa de Kyle, jugarían algunos videojuegos, después verían películas, tal vez se quedaría a dormir y podrían desvelarse como solían hacer cuando tenían ese tipo de reuniones.
Desafortunadamente, todo salió mal, ver a su hermanastra en casa de Broflovski fue algo que a ninguno le cayó bien.
El primero en dejar ver su molestia fue Eric, quien a base de insultos le dijo al judío que la rubia solo se acercaba a él porque quería cobrarse todo lo que le habían hecho en el pasado.
El segundo en dar su opinión fue Stan, el cual sugirió que deberían solamente ignorar la presencia de la chica, pues ella ya no tenía nada que ver con ellos, su regreso era irrelevante, no debían de darle el gusto de arruinar su amistad.
El último en hablar fue el rubio, él únicamente pudo decir que prefería que Kyle se alejara de Stotch, pues no quería que su reciente cercanía afectará su amistad, pues ninguno de sus amigos estaba a gusto con esa "amistad".
El judío escuchó todo en silencio, su rostro permaneció imperturbable ante todo lo dicho, cuando sus amigos terminaron de decir lo que querían, carraspeó y con voz solemne les hablo.
—La última vez que ustedes me pidieron hacer algo similar fue con Rebecca, en ese tiempo yo los mandé a la mierda, ¿recuerdan?
—Como olvidarlo, al final nosotros teníamos razón, esa puta nada más te estaba usando —rememora Cartman con burla.
—Si, sobre eso, la verdad es que Red fue quien inicio esa mentira, no tengo ni idea de porque lo hizo y a estas alturas no me importa. Lo que quiero decir es que yo soy una persona independiente a ustedes, puede que me equivoque, y mi amistad con Marjorine no me traiga nada bueno, pero por ahora, deseo mantener el contacto con ella. Nosotros tenemos más cosas de las que pensaba en común, me es agradable pasar el rato con alguien así, por eso, les pido encarecidamente que respeten mi decisión —demanda con seriedad.
—¿No puedes estar hablando en serio, no Kyle? —cuestiona Marsh sin creer lo que dice su mejor amigo.
El muchacho niega tranquilo.
—Hablo en serio.
—No me jodas, ¡eres un estúpido Kyle! Esa zorra solo nos quiere joder, ¿por qué no lo entiendes? —pregunta Cartman molesto.
—Ella ni siquiera los ha nombrado, nosotros únicamente hacemos tarea y hablamos de nuestros intereses, ¿eso como nos jode, Cartman?
—Pues... pues solamente es una fachada, ¡debe estar planeando algo más!
—No seas ridículo, lo único que ella ha hecho desde que llegó es ignorarnos, en todo caso con quien tiene más relación es con Kenny, ¿por qué a él no le reclaman?
—¡Porque Kenny nada más la tolera por no tener problemas! Él no está un viernes por la noche en su casa, únicamente con ella, "ayudándola a hacer su tarea" —dice entre comillas con asco Stan.
Los ojos verdes de Broflovski se ruedan con fastidio ante las palabras de su amigo.
—Miren, yo ya les expliqué, nosotros solo hacíamos tarea, pero, en caso de que no fuera así, ¿a ustedes en que les afecta?
—Te puede pegar algo —asegura el de cabello negro.
—Wendy también te puede pegar algo, cada que terminan sale con otros chicos —increpa.
Stan frunce el ceño con molestia al escuchar eso, Kenny interviene.
—Amigo, lo que Stan trata de decir es que nos preocupas, nosotros no queremos que estés con alguien asi, lo mejor para ti seria buscar a alguien... —silencio, se remueve incómodo en su lugar, no sabe cómo continuar.
Para mala suerte de todos, el que interviene es Eric, quien no mide sus palabras.
—Lo que estos subnormales tratan de decir es que no quieren que un virgen como tú esté con una puta, lo mejor para ti es buscar una chica inocente, a la que no le hayan dado quien sabe cuantos tipos más antes de tú —externa hastiado ya de toda esa conversación.
Marsh y McCormick esperan un arranque de ira del pelirrojo, más, en cambio, lo que tienen es completamente lo opuesto, el muchacho se suelta a reír, su risa es demasiada que unas cuantas lágrimas escapan de sus ojos, cuando termina con eso mira a todos con diversión.
—Gracias por sus buenos deseos, "amigos" no necesito que me cuiden, así como ustedes no necesitan que yo los cuide, por eso mismo pare con mis sermones, ¿los molestaban no?
—Kyle, no es...
—Niégalo entonces Stanley.
Los ojos azules lo miran arrepentido, no dice nada, así que el judío continúa.
—La verdad ya estoy cansado de todo esto, así que solo dire que, si me da la gana, puedo tener sexo con quien quiera y eso no debería de afectarlos, además de que yo puedo conocer más personas, ustedes tienen otras amistades aparte de mí, nunca les he dicho nada por eso. Si no tienen más que decir, lo mejor será que se vayan, necesito descansar —dice en un bostezo.
—Kyle, nosotros no queremos molestarte, solamente estamos preocupados —indica el rubio.
—Cuando aprendan lo que es verdaderamente la preocupación, hablamos de nuevo —menciona tranquilo, les abre la puerta y los invita a salir.
Los amigos se marchan, entre extrañados de la tranquilidad que demostró el muchacho y enfadados de que no tome en cuenta sus sugerencias.
Caminan a casa juntos, cuando llega el momento de separarse Eric mira a Kenny con seriedad.
—Haz que esa puta se aleje de Kyle y de todos nosotros —exige y se marcha molesto.
Stan solo da un asentimiento de cabeza y se marcha por su lado, al quedar solo McCormick resopla enfadado, no quiere problemas, pero tiene que hacer algo para detener la interacción de Marjorine con las personas más cercanas a él.
Por esa razón es que llega enojado, el no encontrarla fue mala suerte, él quería acabar con eso cuanto antes, la sensación de que su grupo no está bien lo pone nervioso y de mal humor.
Eso lo hace dormir muy poco, a la mañana siguiente se levanta con unas ojeras enormes y un mal genio tan evidente, que los mayores prefirieron salir de la casa.
Las horas transcurrieron lentas, para hacer la espera más llevadera se puso a ver películas, aunque la verdad más que nada estaba acostado mirando su celular con el ruido de la TV de fondo, cuando no encontró nada interesante en las redes sociales deja el aparato de lado, mira el techo fijamente por algunos minutos, poco a poco sus ojos se cierran hasta quedar dormido.
Despierta cuando siente el frío aire otoñal, se levanta con pereza a cerrar la ventana, al hacerlo nota que el cielo ya estaba oscuro, ve su reloj despertador y observa que son las siete de la noche, ha dormido poco más de tres horas, su estómago hace ruido, tiene hambre, solo ha desayunado, así que es lógico.
Se vuelve a levantar y sale de su cuarto, baja las escaleras todavía adormilado, se encamina a la cocina, ya ahí observa a su hermanastra comer lo que parece una ensalada, al verla recuerda todo lo que paso ayer, el sueño se esfuma como por arte de magia.
—Marjorine —dice con voz ronca por recién despertar.
La muchacha lo mira relajada.
—Buenas tardes, amiguito —saluda amable.
El rubio frunce las cejas ante el saludo, la chica mira esto con gracia.
—¿Ya cenaste? —cuestiona.
—No, yo iba a preparar algo —responde cauteloso.
—Bueno, eso ya no será necesario, ten —le entrega una bolsa de papel—, es una hamburguesa con papas de bennigan's, aún está caliente —declara.
—Ah, gracias —externa incómodo.
La actitud tan amigable le pone los pelos de punta, es decir, no es que ella sea siempre grosera con él, sino que más bien, es amable, pero fría con su trato, así que verla amable y relajada es muy extraño.
Prefiere no mirarla, solo se dedica a disfrutar su comida, cuando termina se siente observado, gira la cabeza para ver los ojos celestes de la muchacha sobre él.
—¿Tengo algo en la cara?
—No, ¿por?
—Me estás viendo fijamente.
—¿Te molesta?
—Es incómodo.
La muchacha aparta la vista y sonríe.
—¿Aún necesitas ayuda con la tarea, amigo?—cuestiona.
—Umm, si —responde dudoso.
—Entonces te espero en mi habitación en 30 minutos, me doy un baño rápido y te ayudo con lo que necesites —propone en un bostezo, se levanta de su lugar y se encamina a su cuarto.
El cansancio de la chica no pasa desapercibido para el rubio, quien ante tanta amabilidad ha olvidado su principal objetivo.
—Luces cansada, será mejor que duermas, puedo esperar hasta mañana para eso —considera.
La muchacha niega.
—No te preocupes, puedo ayudarte, además mañana saldré, también estoy ayudando a Scott con algo —explica mientras comienza a subir los escalones, de repente para al recordar algo—. Ah, mi mamá y tu papá salieron a comer con la señora Liane y al padre de Clyde, no te quisieron despertar, por eso no te avisaron —finaliza y ahora si se marcha.
Esas palabras le recordaron a Cartman, por consiguiente a su mente viene lo que tenía que hacer, sube a su cuarto y espera a que pasen los treinta minutos, cuando se da cuenta de que ya han pasado, toma sus cuadernos —para no verse tan obvio— y se encamina a la habitación de la rubia.
Toca la puerta por educación, ella le dice que pase, al entrar la ve sentada en la cama cepillando su cabello, trae puesta su pijama, que consta de una camiseta de tirantes y un short, eso podría ser considerado medianamente sexy, de no ser porque ambas prendas tienen estampadas a la gatita de hello kity.
Aprieta los labios para no reírse, pues la muchacha parece no dejar su gusto por las cosas infantiles.
Stotch solo fija su atención en él hasta que termina de cepillar su cabello.
—Toma asiento, bien, ¡dime en que necesitas ayuda! —exclama enérgica.
—Verás, la verdad es que...
La rubia niega.
—No tengas pena, lo que sea que no entiendas me esforzaré por explicártelo —dice con suavidad.
Kenny quiere negarse, él lo que quiere es hablar con ella, aunque la ayuda no le vendría nada mal, tal vez así podría entregar tareas mejor hechas para no recibir regaños de los maestros y del entrenador por su bajo rendimiento escolar.
Opta por recibir su ayuda primero, ya luego hablara con ella, cuando su tarea esté resuelta e impecable.
—Las integrales, no las entiendo muy bien —susurra bajito.
—¡No hay problema! Lo que debes de hacer para entenderlas mejor es...
McCormick no hace más que prestar atención, la muchacha lo ayuda con todas sus dudas, le explica con paciencia lo que pregunta, pasan largo rato realizando los deberes, él cree que ella se fastidiara de ayudarlo, pero eso no sucede, su actitud amable no desaparece en ningún momento, cuando por fin acaban con todas las tareas el muchacho suspira aliviado.
—Muchas gracias, si hacía esto yo solo nunca tendría fin —concluye cansado.
—No es nada, siempre es bueno pedir ayuda—declara mientras se talla los ojos.
La muchacha se nota cansada, esta sentada en la cama con las piernas cruzadas, parece ver con anhelo su almohada, el rubio se siente mal pues no la puede dejar dormir, ya que tiene que hablar con ella.
—Oye, Marjorine, quería hablar contigo sobre algo...
—¿Ah sí, de qué?
—Es sobre Kyle.
—¿Qué pasa con él? —cuestiona mirándolo con duda.
—Marjorine, nosotros estamos preocupados, no es nada contra ti, pero no creemos que seas buena para él —murmura.
—¿Y eso es por?
—Pues, ya sabes, estas con Scott y Kevin, Kyle nunca ha estado con otra chica, él es bueno, no queremos que dañes sus sentimientos —revela con preocupación.
Stotch frunce las cejas y aprieta los labios.
—¿Dañar yo a Kyle? —pregunta tratando de sonar seria, aunque la verdad es que quiere reirse.
—Si.
—Amigo, eso es muy gracioso, hay más posibilidades de que Kyle me dañe a mí, digo, no me molesta, pero es tan divertido ser retratada como la mala —expresa con gracia.
—¿A qué te refieres con eso? —indaga curioso.
—Ah, si, por cierto, quedamos en algo, tú me preguntarías antes de creer en rumores, que malo que no cumplas tu palabra —le dice mientras cambia el tema.
—¿Entonces lo de Scott y Kevin es mentira?
—No, pero si me hubieras preguntado sabrías que lo de Kevin fue una vez y que yo ya no estoy con Scott de ese modo —comenta.
—¿Por qué ya no? No, ¡espera! Estábamos hablando de Kyle.
—Kenneth, conoce bien a tus amigos. Ahora, si lo que quieres es decirme que me aleje, no lo haré, yo solo obedezco las órdenes de Kyle, no las tuyas o las de tus amigos —declara bostezando.
—¿Órdenes? ¿Qué mierda pasa con ustedes? —cuestiona ya con molestia.
—Nada del otro mundo, relájate, mira, yo creo que deberías de hablar con Kyle, conócelo realmente, tal vez puedas encontrarte con una sorpresa y le quites el puesto de mejor amigo a Marsh —indica tranquila mientras levanta las cobijas y se mete en la cama —. Ahora ve a tu cuarto, cierra la puerta cuando salgas —pide con voz cansada la muchacha.
—Marjorine, necesito resolver esto, los chicos están preocupados, si no resuelvo esto el problema se puede hacer más grande —indica preocupado.
—Mmm, eres muy considerado Kenny, quieres mucho a tus amigos, aunque deberías querer a todos por igual, no priorizar más a unos que otros —murmura.
—¿Qué tratas de decir?
—Que respetes los deseos de Kyle, no solo los de Eric o Stanley —balbucea en un suspiro.
Pronto la respiración de la chica se vuelve tranquila, Kenny se acerca y nota que ya está dormida, resopla con frustración ante esto, no puede hacer más que tomar sus cosas e irse a su habitación.
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El lunes llegó más temprano de lo normal a la escuela, sabía por experiencias previas, que Kyle solía llegar muy temprano a clases, cuando discutía con ellos. Por eso se paró en la entrada y espero a que su pelirrojo amigo llegara, para su tranquilidad, el chico hizo exactamente lo que pensaba, pues lo divisó caminando con tranquilidad hacia donde estaba él.
—¿Te caíste de la cama, Kenny? —Kyle pregunta a modo de saludo.
—Todo sea por un amigo —responde el rubio.
—No me vas a dejar en paz hasta que aleje a Marjorine, ¿no? —dice el chico con fastidio.
—Sí y no.
—Que respuesta más críptica, explícame qué quieres entonces —pide el pelirrojo con cansancio encaminándose a su casillero siendo seguido de su amigo.
—Hablé con Marjorine.
—Si, ella me lo dijo, no tenía que meterse, arreglaré eso después, entonces, ¿qué quieres decirme o saber?
—Quiero saber que quieres tú, algo que me dejó reflexionando es que ella dijo que no respetamos tus deseos —externa con culpa.
—No quiero mucho, solo me gustaría tener libertad de relacionarme con quien quiera, sin que ustedes estén encima de mí —señala con disgusto.
—Eso se puede hacer, solamente necesitamos hablar con los demás.
—Kenny, yo no les voy a pedir permiso a Stan y Cartman, ellos tienen que entender por sí mismos que yo tomo mis propias decisiones, además tú sabes que van a seguir insistiendo en que me aleje de Marjorine.
—¿Y por qué no solo te alejas de ella?
Los ojos verdes se ruedan al escuchar aquello, con el tono más calmado que puede responde.
—Hagamos algo, tú dejas tu vida promiscua, Stan a Wendy y yo dejo de hablarle a Marjorine —le sugiere con ironía.
—Oye amigo, ¡tampoco exageremos! Mira, si lo que quieres es sexo hay chicas mucho más bonitas, yo puedo ayudarte a conocerlas —promete.
—Kenneth, no necesito tu ayuda, lo único que quiero es que me dejen vivir mi propia vida, así como la viven ustedes —espeta ya con molestia Kyle, mira al rubio enfadado y prosigue—. Tú puedes acostarte con quien quieras y nadie te dice nada, Stan está envuelto en una relación tormentosa que solo lo daña, pero nadie le puede decir nada, Cartman es una mierda que le gusta destruir la reputación de tu hermanastra, hace que la lastimen y que la gente la aborrezca, ¿y qué crees? Nadie hace nada. ¿Por qué yo tengo que rendirle cuentas a ustedes? Cuando a ustedes no les gusta rendirle cuentas a nadie.
—Es porque tú eres el mejor de nosotros.
—¿El mejor?
—Si, tú estás más apegado a las reglas, eres tan justo y correcto, por eso eres nuestra voz de la razón y ejemplo a seguir, nosotros no queremos que cambies —revela preocupado
—Justo, la voz de la razón —murmura con la vista gacha, por algunos minutos se queda meditando, cuando levanta la vista sus ojos se ven determinados—. Ahora te voy a enseñar cuán correcto puedo ser —masculla.
De grandes zancadas se aleja de su casillero, Kenny ve esto sin entender qué pretende.
—Kyle, ¿a dónde vas? —le pregunta preocupado.
Pero el pelirrojo no le contesta, en cambio, acelera más el paso, McCormick lo sigue tratando de igualarle el ritmo, solamente se detiene cuando ve que su amigo se para cerca de las chicas que trabajan en pasitas.
Esas muchachas son conocidas por ser muy bonitas, también tiene la reputación de ser algo fáciles, aunque solo con tipos mayores, usualmente son muy despectivas con todos los alumnos y solo hablan entre ellas. Sabe que son muy groseras, pues ya experimentó de primera mano el rechazo de la rubia de nombre Mercedes. Estar ahí sin duda no es una buena idea.
—Amigo, lo mejor será que...—pero toda palabra muere en su boca, cuando observa que su amigo gira a una de las chicas y la besa, se espera que esta lo aleje y lo insulte, más para su asombro pasa todo lo contrario, ella lo abraza y le corresponde.
Cuando se separan la chica le sonríe amable.
—Hola a ti también, Kyle.
Pero el judío no le contesta, solamente se gira y ahora besa a la rubia, ella tampoco lo rechaza, la de cabello negro hace un puchero ante eso.
—¡No es justo! Yo también quiero un beso de Kyle —murmura infantilmente.
Su deseo se cumple, pues luego de que el muchacho suelta a la rubia, sigue con ella, esta le corresponde de un modo más efusivo, para ese momento, ya varios alumnos están ahí parados, mirando el singular espectáculo.
El pelirrojo rompe el contacto con la chica y se vuelve a marchar, sin siquiera despedirse.
—¡Llámame pronto, Kyle! —exclama animada la de cabello negro.
—Porsche, ni creas que te llamara, obvio primero me hablara a mí —dice la rubia.
—¡Ustedes son tontas! Me beso primero, así que me prefiere a mí —menciona presumida la pelirroja.
El grupo de chicas se pone a discutir, Kenny observa esto en trance, mismo que se termina al ver a su amigo alejándose, camina con rapidez para alcanzarlo, cuando ya está cerca de él, observa que ahora está besando a Rebecca Cotswold, a diferencia de las otras chicas, cuando se separa de ella acaricia su cabeza.
—Nos vemos luego, Becca —se despide.
—Claro Kyle.
Dicho eso el judío se encamina a otro lugar más, para ese momento Kenneth no sabe como sentirse, todo es tan extraño y bizarro que se siente en otra dimensión, por eso solo camina en modo automático. Ese estado se le pasa cuando observa que su amigo va directo a donde está Marjorine, quien camina junto a Pip, para hacer todo peor Eric, Stan y Wendy se topan con Kyle.
—Amigo, buenos días —saluda Stan.
Más el chico no responde, lo pasa de largo causando extrañes en este, su amigo no es de no responder los saludos, ni por muy enojado que este, quiere volver a hablarle, pero entonces ve a Kenny con una cara de desesperación.
—¿Kenny, que paso?
—Kyle va a hacer algo tonto, tenemos que detenerlo —insta con premura.
—No puede hacer nada más estúpido que ser judío —dice entre dientes Eric.
—Cállate culo gordo, ¡vamos tenemos que hacer entrar en razón a Kyle! —jala el rubio a Marsh.
—¡Oye Stan! ¡Quedamos de ir juntos a clases! —exclama molesta.
El de ojos azules solo puede mirarla con disculpa, sigue a su rubio amigo sin saber que demonios pasa, el castaño se va detrás de ellos refunfuñando.
Todo comienza a tomar sentido, cuando ve que Broflovsi se detiene justo detrás de Stotch, el pelirrojo la llama, o eso cree, pues ella se voltea al oírlo.
—Abigaíl, esto es tu culpa —acusa con voz profunda.
—Lo es —admite lacónica.
Lo siguiente que pasa hace que Stan frene en seco, que Eric abra los ojos incrédulo y que Kenny apriete los labios con molestia.
Kyle besa a la chica, aunque a diferencia de las anteriores, a ella le jala el cabello —que convenientemente llevaba suelto—, la sujetó por la cintura y la recargó contra el casillero.
El rubio inglés al ver esto, farfulla con enojo.
—Estúpido francés, me cago en ti —vocifera con odio y se marcha.
Cuando los jóvenes se separan, Kyle se gira, los ojos verdes ven a los violáceos con dureza.
—Hay esta tu ejemplo a seguir —escupe con sorna, se abre paso entre los estudiantes que lo siguieron justo como Kenny, antes de marcharse vuelve a hablar —. Abigail, las clases están por comenzar, vamos —ordena con dureza.
La rubia asiente y lo sigue, extrañamente obedece con sumisión, aquello la hace lucir como un perrito detrás de su amo.
Las personas poco a poco comienzan a dispersarse, los únicos que se quedan ahí parados en blanco son los amigos del judío, quienes no terminan de asimilar lo que acaba de suceder.
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Las primeras clases son tranquilas como siempre, los profesores los incitan a estudiar pues pronto será la época de exámenes, la mayoría gime frustrada ante eso, para Marjorine nada de eso tiene importancia, gran parte de su niñez se la paso encerrada estudiando para poder ser la hija que sus padres querían.
Tenía una gran inteligencia debido a eso, así que no se preocupaba como sus compañeros, solo tenía que repasar un poco y todo saldría bien.
El timbre que anunciaba el receso se escuchó en todo su esplendor, los alumnos se abarrotaron en la salida, ignorando al maestro quien frustrado decía que ojalá tuvieran ese ánimo en su clase.
La rubia ladeó la cabeza con compresión, el trabajo de los docentes no era fácil, con parsimonia se levantó de su sitio y se acercó al de su amigo Philip, él la mira indignado.
—Tienes suerte de que tengamos que ir con los demás, pero no creas que te librarás de esta conversación, señorita —declara serio.
—Lo sé Philip, ahora olvida eso, tienes que estar concentrado para lo que se viene —sugiere amable.
—Aún sigo sin entender qué fue lo que pasó —murmura Tweek acercándose a ellos.
—Te contaré después, ahora hay que ir al teatro, los demás deben de estar llegando —indica el inglés.
—¡Ah, qué nervios! Espero no equivocarme esta vez —dice preocupado Tweak.
Los amigos comienzan a caminar, aunque alguien se cruza en su camino y los detiene.
—Marjorine, ¿puedo ir con ustedes? —pregunta Kyle.
—Claro —responde la muchacha como si nada.
Pirrup la mira mal, el pelirrojo se da cuenta y levanta las manos.
—Solo no quiero estar con mis idiotas amigos por hoy, mis intenciones no son malas, Pip —explica el muchacho.
—Bien, como sea, igual parece que ya han pasado tiempo juntos —masculla molesto mientras se adelanta.
Tweek mira a la rubia con duda.
—¿Está de mal humor? —pregunta preocupado.
—Tal vez un poquito, lo mejor será que lo alcances, últimamente parece que yo nada más lo molesto—dice ella culpable.
—Hablaré con él, como dijiste tú, necesitamos hacer esto tranquilos —le da la razón con una sonrisa y camina rápido para alcanzar a su amigo.
Kyle ve esto con una ceja enarcada.
—Vaya, no sabía que ellos eran tan amigos, además es gracioso ver a Pip siendo grosero —revela divertido el pelirrojo.
—Y no has visto nada, puede ser más hostil de lo que te imaginas —asegura.
—Sería interesante de ver.
—No creo, más bien da miedo.
El muchacho ríe divertido.
—Bueno, tendré que creerte, por cierto, disculpa lo de hoy, me pase un poco —se lamenta.
La rubia se encoge de hombros.
—No te preocupes, también fue mi culpa, me dijiste que no me involucrara y no te hice caso, mis intenciones no eran malas, pero igual generaron problemas.
—No fue tu culpa, yo me molesté por lo que me dijo Kenny, fue como tener a mi madre sermoneándome —dice con fastidio.
—¡Oh! Lo siento.
—Ya te dije que no es tu culpa, no supe controlar mis emociones, eso me suele suceder mucho y siempre me causa problemas —admite avergonzado.
—Comprendo, supongo que si lo pienso con detenimiento siempre has sido así —murmura.
—Si, juntarme por tantos años con Cartman me jodió —Kyle se burla de sí mismo.
—A todos amigo, a todos —afirma con una sonrisa.
El resto del camino lo transcurren en silencio, cuando entran al salón de Teatro observan a los miembros de los clubs de artes sentados en las butacas, los ojos de los presentes viajan a los recién llegados, las chicas de danza se levantan como un rayo.
—Kyle, ¡siéntate con nosotras! —le piden con voz dulce mientras lo jalan con ellas.
Marjorine arquea las cejas divertida.
—Nos vemos luego, chico popular —se burla.
El muchacho le hace una seña obscena y se va a sentar con las chicas, entre ellas esta Rebbeca, quien parece feliz de verlo ahí, cuando ya todos están en sus asientos, Mark Costwold sube al escenario.
—Ya que estamos les explicaré lo que haremos, Stonley nos va a hacer favor de grabar, las primeras en pasar serán las chicas de danza, luego le tocara el turno a Philip Pirrup, después Tweek Tweak, enseguida seré yo, y al final pasara Scott Malkinson, por petición suya —explica, suspira cansado y mira a todos con fastidio —. Sé que nuestros clubs han sido dejados de lado desde mucho antes que entráramos a estudiar aquí, por eso les pido que hagan su mejor esfuerzo, un ofrecimiento como el que nos hicieron es único, si conseguimos esto podríamos elevar el interés de los demás alumnos por las artes, además de que podríamos aspirar a universidades tan buenas como Juilliard —declara—. Así que demos lo mejor de nosotros, cuando terminemos veremos el video, lo editaremos y lo enviaremos, ahora comencemos —pide mientras regresa a su lugar.
Los ojos celeste miran a las chicas con atención mientras se acomodan en el escenario, cuando la música comienza, ellas inician con su baile, la melodía parece ser un mix de varias canciones, solo alcanza a reconocer Hollaback Girl, de Gwen Stefani, solo entonces se da cuenta de que su vestuario se parece al de las porristas.
—Bueno, no creo que se enojen tanto, después de todo Red baila con ellas —piensa mientras las mira atenta.
Su coordinación es bastante buena, honestamente Stotch creyó que aquello sería un desastre, pues los días que las vio juntas, parecía que ninguna de las otras cuatro chicas se llevaba bien con la pelirroja. Su profesionalismo era envidiable, cuando la música paro, todas bajaron, Mark se acercó a su hermana para felicitarla por su buen trabajo.
Mientras eso sucedía Philip subió junto a Tweek, el amante del café se sentó y acomodo sus cosas en el piano, el inglés saco un violín, cuando los ojos azules miraron a los bicolores empezaron con su acto.
Mar adoraba escuchar al inglés tocar, pues era un deleite para sus oídos, reconoció el tema como La Campanella, de Niccolò Paganini, ella no pudo hacer más que mirar con admiración a sus amigos, era tan increíble su talentoso que sonrió ampliamente.
Al terminar, ella tuvo el impulso de aplaudir, pero se contuvo, pues recordó que los grababan, así que espero a que el rubio llegara para abrazarlo con efusividad.
—Eres increíble —le dijo con admiración.
—Y todavía te falta escuchar a Tweek —menciona con orgullo.
La muchacha se sienta junto a su amigo, los dos miran con atención al nervioso rubio, suspira fuertemente y comienza a tocar, cuando lo hace los ojos azules se abren grandemente por la impresión.
—Te lo dije —musita con una sonrisa el contrario.
Mar solo había escuchado una vez esa melodía, cuando lo hizo quedo impresionada, porque para ella la habilidad de tocar de ese modo era inhumana, así que ver a Tweak haciendo aquello como si nada la hipnotizo.
Sus dedos se movían rápido, luego lento, eso era tan increíble que tenía ganas de llorar, cuando por fin termino con la ejecución de aquella pieza la rubia hecho en falta el sonido.
—¿Y qué les pareció? —Tweek pregunto bajito, para no molestar a la persona sobre el escenario.
—Majestuoso en ambas presentaciones, amigo —halago Pip.
—Son tan talentoso, voy a llorar —avisa la chica con las mejillas rojas.
—Oye, tranquila Mar —pide el rubio nerviosamente.
—Lloras después, ahora hay que prestarle atención a Mark, seria de mala educación ignorarlo —afirma el inglés poniendo una mano en la cabeza de la mujer.
Ella solo asiente y mira al castaño, parece estar afinando su guitarra, cuando termina comienza a tocar, luego de los primeros acordes comienza la canción, la cual por mucho que se esfuerce, no logra reconocer.
—Esa canción es genial, ¿quién la cantará? —Marjorine pregunta bajito.
—Creo que es una canción hecha por Mark —responde Tweek dudoso.
—En efecto, Mark la escribió, es bastante bueno componiendo —revela Pirrup.
Los muchachos se quedan callados después de eso, cuando termina el tema, el castaño baja del escenario, eso le indica a Stotch que es su turno de ayudar a Scott.
—Deséenos suerte —pide mientras se levanta y va hasta donde está el castaño, quien parece muy nervioso, al verlo así ella le sonríe amable —. Tú puedes amigo, confiamos en ti —le dice con confianza.
El muchacho asiente y se levanta, suben al escenario, Marjorine no está realmente preocupada, venció su miedo al público gracias a la madre de Christophe, pero Scott sí que tiene miedo y vergüenza, la muchacha lo nota, por eso antes de llegar al centro del escenario le susurra algo bajito.
—Te prometo que nos escabullimos de Kevin si haces esto —promete.
—¿En serio?
—Si, ahora deja el miedo atrás y demuestra tu talento —anima de forma positiva.
El muchacho asiente, toma su guitarra, resopla, mira a las personas que están ahí, quienes lo miran expectantes, luego mira a su rubia amiga que le sonríe con confianza, eso lo hace olvidar a los demás y comienza a tocar.
Tell me somethin', girl
Are you happy in this modern world?
Or do you need more?
Is there somethin' else you're searchin' for?
I'm fallin'
In all the good times, I find myself longin' for change
And in the bad times, I fear myself
Tell me something, boy
Aren't you tired tryin' to fill that void?
Or do you need more?
Ain't it hard keepin' it so hardcore?
I'm falling
In all the good times, I find myself longing for change
And in the bad times, I fear myself
I'm off the deep end, watch as I dive in
I'll never meet the ground
Crash through the surface, where they can't hurt us
We're far from the shallow now
In the sha-ha, sha-ha-llow
In the sha-ha-sha-la-la-la-llow
In the sha-ha, sha-ha-llow
We're far from the shallow now
Oh, ha-ah-ah
Ah, ha-ah-ah, oh, ah
Ha-ah-ah-ah
I'm off the deep end, watch as I dive in
I'll never meet the ground
Crash through the surface, where they can't hurt us
We're far from the shallow now
In the sha-ha, sha-ha-llow
In the sha-ha-sha-la-la-la-llow
In the sha-ha, sha-ha-llow
We're far from the shallow now
Cuando terminan la canción se sonríen entre si, van a regresar a sus lugares, aunque antes de hacerlo escuchan un aplauso, todos los presentes se miran extrañados, pues ninguno es el que ha hecho aquello, las rubias cejas se fruncen al ver que quien lo hizo se supone que no debería de estar ahí.
—Ya nos descubrieron por tu culpa, estúpido —se queja Eric.
—Ay mierda —masculla Stan.
Kenny no dice nada, solo sigue aplaudiendo con emoción,
Marjorine quiere decir algún comentario mordaz, pero su mente queda en blanco cuando oye al rubio hablar.
—Tu voz es muy bonita, buttercup —halaga con una sonrisa sincera.
El cerebro de la rubia parece dejar de funcionar, un sonrojo grande se posa en sus mejillas, sus piernas tiemblan cuál gelatina, siente unas increíbles ganas de saltar y abrazar al muchacho, llenarlo de besos y nunca soltarlo.
Antes de poder hacer cualquier cosa, vuelve en sí, recuerda a su madre, quien está casada con el padre de aquel chico, entonces todo cambia, se siente asqueada de sí misma, Kenny ahora es su hermano, cualquier tipo de pensamiento romántico o sexual está prohibido.
Aquello parece ser como una puñalada para su corazón, no se siente bien, por eso suelta el micrófono y se echa a correr en dirección al baño.
Puede escuchar a sus amigos llamarla, pero no les hace caso, en cambio, se encierra en un cubículo del baño, se arrodilla frente a la taza, mete sus dedos en su garganta y se provoca el vómito.
Quiere creer que aquello le hará sacar las mariposas que sintió al ser llamada de nuevo por aquel viejo apodo que solo conocían ellos dos.
♦Notas♦
Negritas, parte de la cancion cantada por el hombre.
Cursiva, parte de la canción cantada por la mujer.
Subrayado, cantan ambos.
Canción (Scott y Marjorine)
Canción (Mark)
Pip y Tweek
Tweek.
Fin de las notas ♥
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