Quizás al inicio Error pensó que seria mala idea.

Pero al final, termino siendo lo contrario, todos lo recibieron muy alegremente a su grupo, incluso jugaron un buen rato, estaba todo tan fluido que tanto a Ink como Error se les olvidó el tiempo.

Zephyr miró el reloj de la casa y frunció el ceño. Al parecer tendria que buscar a su hermano. Se asomo antes por la ventana, encontrandose con una vusta que no esperaba.

Solo veia al montón de chicos jugando en el jardin, riendo, corriendo, empujandose. E Ink no se quedaba atrás.

No pudo evitar sonreir mientras lo veía.

Se le habia ido el tiempo mientras observaba, y al final Ink notó la mirada, se disculpó con todos y fue a su casa. Al abrir la puerta, se encontró con su hermano.

-Yo... Zephyr, lo siento, se me olvido el tiempo y...-

-¿Aún quieres jugar?-

-¿Qué?...-

-¿Aún quieres jugar con ellos, no?-

-...¿Puedo?-

-Por supuesto. Anda, diviertete.-

-¡Gracias, gracias!- Ink lo abrazó.

-Solo no vayas a quedarte hasta tan noche, ¿bien?-

-¡Si! ¡Gracias, Zeph!-

Se terminó despidiendose de su hermano y volvió a salir para jugar, todos le recibieron nuevamente.

Zephyr solo siguió observando y dió una leve risa.

-¿Cómo pude haberlo olvidado?... Es solo un niño.-

Quizás no debía retenerlo tanto, no podia hacerlo. También merecía vivir, jugar, reir, tener amigos...

Puede que tenga un costo, pero...

Estará bien mientras Ink este feliz.