-Y... yo la verdad tengo miedo, Error...-

-Tranquilo...- Error lo abrazó.

Era dificil de digerir todo lo que le habia contado. ¿Mariposas? ¿Almas? ¿Muertos? ¿Entre la vida y la muerte? Sabia que Ink era especial, pero no a ese punto.

De cualquier manera, no importaba, porque planeaba apoyarlo.

-Tengo miedo de que... Zephyr me deje solo.-

-Entiendo, pero... No debes obligarlo...-

-¿Qué?...-

-Por lo que escuche, el debe irse. No es que quiera, pero... ¿No crees que su alma necesita descansar?...-

Ink se quedó en silencio. Le molestaban esas palabras pero... Tenía razón.

-A veces... veia a Zephyr cuando jugabamos. Se le veia feliz viendote feliz. Creo que... se siente en paz.-

-Yo... No quiero que se vaya... Y quedarme solo. Dijo que se quedaria un tiempo más...-

-Pero no para siempre. Sin embargo, quiero volver a recordarte que estoy aqui para tí, ¿Entiendes? No estás solo.-

-...Gracias, Rurú...- Ink le abrazó más, acurrucandose.

Error se sorprendió ante el repentino apodo que se le fue dado, pero no se molesto en absoluto, le parecia tierno. Solo correspondió el abrazo.

-¡Oh! Yo... Se me escapó...-Dijo Ink.

-Esta bien, es un lindo apodo.-

-¿Enserio?...-

-Sí.-

-Entonces... ¡Tambien puedes darme uno!-

-¿Un apodo?...-

-Si.-

-Bueno... Tendré que pensarlo.-

-Tomate tu tiempo.-Ink sonrió.

Ambos sonreían, acurrucados en el otro.

Ink se sentía tan liberado.

Y...

No se sentía solo.