-¡Entonces luego jugamos a las escondidas! Encontramos a Killer de primero, no sabe esconderse.-

-¿Enserio?-

-¡Sí! Entonces encontramos luego a Reaper, ¡Se habia trepado a un arbol! Casi se rompe una pierna.-

-Ya veo, debió ser muy divertido.-

-¡Lo fue!-

Zephyr solo sonreía y asentía ante lo que decia Ink. Ambos estaban sentados en el comedor, era de mañana. Ink desayunaba mientras contaba todo lo que habia pasado mientras reía.

-¿Jugarás denuevo con ellos?-

-¡Sip! Aunque creo que dijeron que estarian ocupado algunos... ¡Pero otros vendran!-

-¿Así que ahora tienes varios amigos?-

-¡Un montón! Nunca... pensé tener tantos...-

-¿Y... estás feliz?-

-¡Si! Aunque... ¿No hay problema si vengo a casa tarde?-

Zephyr iba a decir algo más. Necesitaba decirle en algún momento, pero... No podia romperle aquella alegria.

-No, no hay problema.-

-¡Gracias! ¡Eres el mejor!-

-No es nada.-

Luego del desayuno, Ink volvió a salir cuando Error llegó a su jardin.

Los dias se hicieron igual de brillantes, todos los dias se encontraban los jovenes entre risas.

Para Ink todo era tan nuevo. Mientras ellos iban a la escuela, Ink habia estado tomando clases en casa, al parecer Zephyr era un muy buen profesor.

Mientras Ink disfrutaba sus dias fuera, Zephyr solo veía desde la ventana como su pequeño hermano se divertía.

No queria esconderle nada, pero tampoco quería desilusionarlo.

Pero el tiempo iba corriendo.

Y no parecía poder detenerlo.

¡Qué rapido pasan dos años!