Skid caminó(O más bien sé arrastró)Por él pasillo de su casa.

El niño de tinta paró su caminata cuándo vio la puerta de la habitación de su invitado y amigo, Pico.

En ése momento al niño sé le ocurrió la idea de entrar a la habitación y despertar a su amigo y tal vez poder jugar a algo.

A diferencia de su madre, Skid tocó la puerta para poder despertar a Pico.

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En la habitación de invitados, Pico estaba dormido tranquilamente mientras abrazaba una almohada y la mordió suavemente con sus filosos dientes.

Toc Toc.

Pico escuchó qué alguien tocaba la puerta pero en lugar de despertarse sólo sé quejó y siguió durmiendo.

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El niño de tinta siguió esperando a qué el chico dinosaurio abriera la puerta.

No notó qué su madre sé le estaba acercando con curiosidad.

-Skid.

El niño volteó la mirada para ver a su progenitora.

-Qué haces, hijo?

-Estoy esperando a qué Pico habrá la puerta, mamá.-Respondió, Skid mientras seguía esperando.

-Y por qué no mejor atraviesas la puerta.-Sugerio la mujer de tinta.

-Éso no sería grosero, mamá?-Preguntó, Skid mientras miraba a su madre.

Lila miró confundida a su hijo.-Grosero?

-Girlfriend dijo qué era grosero atravesar la puerta directamente en lugar de tocar primero...-Explicó el niño.

-Bueno...-La mujer pensó un poco en lo qué dijo su hijo.-Pues...Sí suena algo grosero.

Lila empezó a sentir algo de vergüenza al pensar qué sé a estado comportando de manera grosera con su invitado.
-(Deberia...)-La mujer puso una de sus manos esqueleticas en su mejilla qué se había teñido en un morado más oscuro.-(Disculparme?)

Lila pensó un raro, luego sé acercó a la puerta y la empezó a tocar.

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Pico pudo escuchar los sonidos de la puerta, el chico gruño molestó y sé movió en la cama quedando en una rara posición.

Y siguió durmiendo.

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Lila empezó a desesperarse un poco.

-Sabes Skid.-La mujer llamó la atención de su hijo quién lo miró.-Sí es grosero entrar sin avisar.-Dijo Lila con una gran sonrisa.-Pero también es grosero no abrir la puerta cuándo alguien toca, así qué...

Lila atravesó la puerta y dejó una mancha de tinta en su lugar.

Skid pensó en las palabras qué dijo su madre.-Tiene sentido...creó.

Skid atravesó la puerta también.

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Pico dormía tranquilamente hasta qué alguien lo agarró y lo empezó a sacudir.

-Despierta, Pico.-Dijo Lila mientras sacudia al chico dinosaurio cómo si fuera un muñeco de trapo.

-¡Ya parale!-Gritó, Pico molestó mientras trataba se zafarse de las manos esqueleticas de la mujer de tinta.

Lila le sonrió y lo soltó. Pico cayó en la cama sintiéndose humillado.

-Buenos dias, Pico.-El niño de tinta le dio los buenos dias al chico de piel verde.

Pico suspiró un poco molestó. Luego les dio los buenos dias a los dos seres de tinta en un tono más calmado.

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Luego del brusco despertar qué tuvo el chico dinosaurio, él ñino de tinta le preguntó sí quería jugar a algo, Pico obviamente sé fue primero a la ventana a ver sí la nieve sé había quitado, cuándo vio qué ni se fue volvió con el niño y aceptó su oferta.

Skid guió a Pico, a su habitación. La habitación del chico era cómo cualquier habitación de un niño simple, con juguetes tirados por ahí, un armario, una mesita de luz qué estaba cerca de la cama en dónde estaba Pump sentado.

Pico también vio qué había muchas decoraciones qué tenían conexión con Halloween, recordándole al chico dinosaurio la obsesión qué tenía el niño de tinta con la festividad.

Skid agarró los hilos y controló a Pump.

Skid movió los hilos e hizo qué Pump saludara a Pico.

Pico sólo...le devolvió el saludó mientras sé sentía algo torpe.

Pico sé quedó en la habitación de Skid mientras qué el mismo les mostraba las cosas qué tenía.

Llegó un momento en qué abrió él armario y aparte de revelar qué no tenía ropa guardada lo cuál era algo obvio también reveló qué el niño tenía varios juegos de mesa.

Skid sacó uno de los juegos y sé los mostró a Pico.-Sabes jugar al juego de la vida?

-Siempre terminó en la cárcel o cerca de morir.-Respondió, Pico.

-Oh...

Skid guardó él juego y sacó otro.-Y qué tal Monopolys?

-Nunca fui bueno con las finanzas.-Volvió a responder el chico dinosaurio.

-Y entonces qué juegos te gusta jugar?-Preguntó, Skid.

-Nunca dije qué no me gustaba jugar ésos juegos.-Dijo Pico.

-Ooohh.-Exclamó el niño de tinta.-Entonces jugamos al juego se la vida?

Pico movió los hombros y aceptó jugar.

Pasaron un rato jugando al juego de la vida en dónde Pico terminó varias veces en la carcel.

Sé escucharon varios golpes en la puerta. Skid sé incorporó y abrió la puerta en dónde sé encontró con su madre.

Lila saludó a su hijo.-Skid, Pico está contigo?

Skid asintió y dejó entrar a su madre a su habitación en dónde Pico estaba seguía jugando al juego de mesa.

Pico gruño cuándo vio el resultado de su juego.-Otra vez en la cárcel....

-Hey Pico.

Pico levantó la cabeza para ver a Lila.

-Podrías venir conmigo?

Pico movió los hombros y fue con la mujer de tinta, dejando a Skid jugando con Pump.

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Lila llevó a Pico, hasta la cocina.

Pico pensó qué Lila necesitaba su ayuda para algo...Pero al final sólo lo trajo aquí para comer.

-Estaré en la biblioteca por si necesitas algo más.-Dijo Lila, la mujer sé fue del lugar y dejó sólo al chico.

Pico movió los hombros. Igual mientras pudiera satisfacer su apetito de dinosaurio estaba bien.

Comió su comida de un sólo bocado cómo siempre lo hacía.

Cuándo terminó de comer pensó un poco en la mujer de tinta y lo qué dijo.

-(¿Esta en la biblioteca, verdad?...No estaría mal verla)-Pensó el chico dinosaurio.

No podía explicar él por qué sentía una extraña ganas de pasar más tiempo con la mujer de tinta.

Supongo qué buscaba una compañía madura qué no sólo quisiera jugar con él.

Tampoco es qué no le agradara Skid, pero era molestó aveces Y Lila era una compañía agradable con quién podía hablar tranquilamente.

Aun qué era raro para Pico buscar compañía, digo, sí no fuera por la nieve estaría en su casa ahora tragandose kilos de carne cruda sin compañía ni amigos qué de por sí no tenía.

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Encontrar la biblioteca fue algo complicado, Lila debió decirle dónde estaba el lugar antes de irse.

Pero bueno. Pico entró a la habitación llena de libros en dónde vio a la mujer de tinta sentada en un sillón leyendo un libro.

Pico tosio un poco y llamó la atención de la mujer.

Apenas Lila vio al chico de piel verde, le sonrió.-Pico, nesesitas algo?

Pico negó.-Yo sólo quería...

Pico sintió un ligero nudo en su garganta, no era alguien qué estuviera acostumbrado a pedirle a alguien pasar tiempo con él. También sentir un cosquilleo en su estómago no ayudaba mucho la situación. Sin mencionar qué él no ser capaz de hablar y quedarse quieto mientras Lila sé le quedaba mirando sólo lo empeoraba más.

Lila miró extrañada al chico dinosaurio qué parecía estar haciendo un esfuerzo por tratar de hablar.-Ehmm.-Lila levantó su libró mientras miraba a Pico.-Quieres leer conmigo?

Pico asintió sin decir nada cómo respuesta.

-Bien, hay muchas clases de libros aquí. Puedes leer todo lo qué quieras.-Dijo Lila, le sonrió al chico, con amabilidad y luego volvió a leer el libró qué estaba leyendo antes.

Pico sé acercó a una vitrina llena de libros. En realidad no era de leer libros, no es qué nunca haya tocado un libró en su vida pero...Bueno, en realidad, así era.

Pico miró varios libros hasta qué un libró le llamó la atención. Un libró con el ojo de un reptil y la palabra "Zoo" cómo título.

Parecía simple. Perfecto para Pico.

Pico decidió elegir ése libró, caminó hacía dónde estaba Lila, sé sentó en él piso cerca del sillón en dónde estaba sentada la mujer.

Lila miró rara al chico.-Por qué no te sientes en el otro sillón?-Dijo la mujer de tinta mientas apuntaba con su dedo hacía otro sillón qué estaba en el lugar.

Pico sólo miró de reojo a la mujer.-Preferiría estar sentado aquí....Pero sí te molesta-

-No, no, sí te sientes cómodo ahí entonces no me molesta.

Lila volvió a concentrar su atención a su libro. Pico también hizo lo mismo...Casi.

La verdad es qué Pico estaba más concentrado en seguir mirando a la mujer de reojo, aveces concentraba su mirada al libró qué estaba leyendo pero siempre terminaba con prestarle más atención a Lila.

Pico sintió de nuevo ésa sensación molesta en su estómago. Decidió ignorarlo y buscar un tema de conversación con Lila.

No le bastaba con sólo pasar tiempo a su lado también quería charlar un rato.

Pico miró el libró qué estaba leyendo la mujer y encontró un tema de conversación.

-¿Qué estás leyendo?-Preguntó Pico.

Lila miró al chico, con una sonrisa.-El retrató de Markov.-Respondió mientras le mostraba la portada del libró.

Pico vio la portada y el título del libró sin reconocer la obra.-Y...de qué trata?

-Pues es de terror y suspenso.-Respondió Lila, mientras seguía leyendo él libró.-Trata sobre una chica qué es perseguida por sujetos raros qué parecen haber venido de un campamento religioso o algo así.

-Suena...Interesante.

-Y lo es. Deberías leerlo algún día. Claro, después de qué terminé de leerlo yo.

La mujer rió un poco mientras el chico sé le quedó mirando.

-Sí...-Dijo Pico sin estar muy interesado en leer otro libró. No más estaba interesado en admirar a la mujer.

Pico sé quedó sin temas para seguir hablando, volvió a tratar de leer el libró qué tenía, de vez en cuándo volteaba sus ojos para admirar a Lila.

Pico siguió leyendo hasta qué sintió sus ojos pesados.

Pico suspiró, recosto su cabeza en él sillón y cerró los ojos en un intentó por sentirse más cómodo.

Y al parecer funcionó por qué sé quedó dormido en el piso.

Mientras, Lila terminaba de leer su libró, cerró el libró y le preguntó a Pico, sí había terminado de leer el suyo. Pero sólo recibió unos ronquidos cómo respuesta. La mujer miró a Pico y vio qué sé quedó dormido.

La mujer rió un poco, sé levantó del sillón y agarró al chico, luego lo llevó de espaldas hacía el cuarto de invitados y lo recosto en la cama.

Lila miró cómo su invitado dormía con tranquilidad en la cama.

-Dormir debe ser muy cómodo para ti.-Susurró la mujer de tinta, acercó su esqueletica mano y acarició un poco las escamas del chico dinosaurio.

La mujer de tinta agarró una sabana y tapó al chico con la misma para qué estuviera más cálido en el frío. Luego se fue del lugar y dejó sólo a Pico, para qué pudiera dormir con tranquilidad.