Capitulo 29: Suerte Planeada

Nos encontramos en el castillo de Peach, donde Amy estaba explorando el enorme castillo, que en estos momentos se encontraba incendiándose poco a poco.

En el capítulo anterior, Amy mandó a los robots, quienes la acompañaban en un principio, a regresar al campamento champiñón para pedir ayuda, y así evitar que el castillo se siguiera quemando.

Amy caminó por una habitación que aparentemente, era la de Peach. Casi todo estaba quemado, la cama, los recuadros, el escritorio... Con excepción de su armario, donde estaba la ropa y los zapatos de la princesa

Allí, Amy encontró una curiosa carta, que tenía escondida dentro de un par de zapatillas rosadas.

La curiosidad de Amy hizo, que abriera la carta, y que la empezará a leer... Por cierto, el papel con el que se escribió la carta era de color negro.

Carta:

Habían unas manchas de ceniza que no permitía ver quién mandaba la carta, pero era deducible. Era de la princesa Peach.

Amy: ¡Awww! ¡Qué hermoso! Ya me imagino lo bien que pasaron ese día. Aunque sinceramente la carta es muy pequeña, yo en su lugar le hubiese puesto más cosas, como... Preguntaré como esta, o si está disponible, y por su puesto, decirle que quisiera verlo lo más pronto posible, Jijiji.

La curiosa chica no pensó que la carta nunca se mando, por lo tanto, Mario nunca recibió la invitación...

De repente se escucho un fuerte estruendo que provenía de la puerta principal del castillo, lo cual causó que Amy se asustara y diera un brinco del susto. Y que por accidente soltara la carta, la cual fue conducida por una brisa de aire humeante, hasta que aterrizó en unas llamaradas de fuego, para después chamuscarse y quedar hecha carbon negro.

Amy: ¡Noooo!... (Triste) Iba a entregársela a a mi amiga... (Enojada) ¡Pagará el que haya hecho ese ruido!

La eriza rosa sacó su martillo, y corrió hasta la entrada del castillo, que fue el lugar del estruendo. Allí, encontró un enorme y profundo agujero en el suelo ajedrezado del castillo.

Se armo de valor, y entro al agujero que media como 5 metros de profundidad... Cuando toco roca firme en el agujero, vio a nadie más, y nadie menos que a...














Sonic el erizo...


Se encontraba inconsciente y herido, pues aparentemente cayó desde el cielo. Obviamente que fue una gran altura y por lo tanto, un gran golpe de impacto... Lo curioso es que cayó en el reino Champiñón, al igual que todos los meteoritos...

Amy: (sintiendo tantas emociones a la vez) ¡SONIC! ¿Pero cómo?... ¿Estás bien?...

Sonic no responde.

Amy: (empieza a preocuparse bastante) ¡SONIC! ¡¡Respóndeme por favor!!

Aún sigue sin tomar conciencia.

Amy: (Desesperada) ¡¿Donde están esos robots cuando más los necesito?!... (le brilla un foco) Mmm, quizás este sea el momento de salvarle la vida con respiración, boca a boca, jejeje.

Amy estaba a punto de hacer contacto labial con el cuerpo de Sonic, pero otro intenso estruendo la interrumpió.

Amy: ¡Argh! ¿¡Y ahora que?!

El estruendo se escucho cerca de la habitación de Peach. Amy quería ver que causó ese otro estruendo, pero para su desfortuna, ella misma se atrapo desde que entró en el agujero donde se encuentra Sonic... Así que no podía salir, y si intentaba hacerse una salida ella misma (es decir, destrozando las paredes del cráter dónde se encuentra ella), era muy probable que el castillo se derrumbara.

Desesperadamente, Amy grita para ver si alguien a lo lejos la alcanzaba a escuchar.

Amy: ¡AUXILIO! ¿ORBOT, QBOT, ALGUIEN?

Desafortunadamente para Amy, no había nadie que la escuchara, pero veamos porque Qbot y Orbot estaban tardando tanto.

Vamos a dirigirnos al campamento Champiñón, en este momento, Orbot y Qbot estaban a punto de llegar a la casa de acampar de Peach.

Orbot: ¡Ya casi llegamos!

Qbot: (supuesta respiración acelerada) ¡Ya no aguanto más!

Orbot: ¡Solo un poquito más!

Qbot: ¡Noooo! ¡Ya no aguanto!

Orbot: ¡Ya casi...!

Qbot: ¡AHH!

Orbot: Y... ¡LLEGAMOS!

Qbot: ¡Siii! Fue como un maratón... Que cansancio.

Orbot: (-_-) Qbot, los robots no nos cansamos porque no tenemos condición física... ¡Y tampoco respiramos aire!

Qbot: ¡Entonces explica porque me canse mucho!

Orbot: Eres hipocondríaco yo creo.

Qbot: ¡Tú igual!

Orbot: (-_-) Qbot, hipocondriaco no es una ofensa, simplemente significa...

Como Peach se encontraba dentro de su casa de acampar, escucho toda la conversación de los robots. Y después decidió salir para ver qué sucede.

Orbot: Y ese es el significado de hipocondriaco, como verás, no es nada ofensivo.

Qbot: Ah... Oye, pero entonces ¿eso no tendría que pasarle únicamente a las personas, y no a los robots?

Orbot: (O_O) (sorprendido) Quizás tengas razón Qbot...

Peach: (los interrumpe) ¡Chicos! ¿Puedo ayudarlos en algo?

Orbot: (se inca) ¡Su majestad! Eh, eh... Disculpe que haya tenido que escuchar toda nuestra charla, pero venimos aquí para pedirle ayuda.

Peach: ¡Claro! ¿Cómo los puedo ayudar?

Orbot: Parece que su castillo se sigue incendiando, y queríamos pedirle que nos ayudara con un equipo de bomberos para apagar el incendio antes de que el castillo pase a ser historia.

Peach: (suspira) Chicos, quisiera poder ayudarlos, pero... (Suspira de nuevo) es una larga historia...





(INICIO DE FLASHBACK)
Nos encontramos con Peach, estaba sentada en su escritorio, a punto de firmar la autorización de la construcción de otro hospital de campaña. Estaba leyendo los requisitos de inicio de la obra:

-El objetivo de esta construcción, es aminorar la enorme demanda de pacientes que tenemos en el único hospital de campaña que hay en todo el campamento champiñón.

-Tendrá un costo subtotal de 700 monedas champiñón, por los instrumentos quirúrgicos, camillas, y todos los metros cuadrados de tela impermeable necesarios (que es la tela de las casas de acampar)

-Su costo total de la obra es de 1000 monedas, ya que necesitamos a darle sueldo a 15 obreros Toads que trabajen durante 2 días completos, su paga es de 20 monedas champiñón.

-Iniciaremos la obra inmediatamente que recibamos la carta con su autorización.

Firma de autorización.

La princesa firmó el permiso, enrolló el documento, lo sujetó con un hilo amarrado, salió de su casa de acampar, le entregó el papel enrollado a uno de sus guardias, le da órdenes de dejar el papel en el buzón, y regresaría de nuevo a su casa de acampar.

Peach: Uf... No es fácil ser gobernante. Ahora veamos cuántas monedas nos quedan en el banco.

El guardia que no fue a entregar la carta, entra a la casa de Peach.

Guardia: Princesa, un Toad viene a verla, pero no pidió cita, ¿quiere dejarlo pasar?

Peach: Actualmente, no es necesario que hagan cita.

Guardia: Oh, ¿en serio?

Peach: Si, y dile que pase.

Guardia: Claro. (Se sale de la casa de acampar, y se dirige con el visitante) Adelante, puedes pasar.

?????: ¡Gracias!

Era un Toad verde, de edad madura, usaba lentes circulares. Y era el que se encargaba de las investigaciones del campamento champiñón.

Toad Investigador: ¡Princesa! ¡Tengo noticias! Noticias terribles acerca del reino champiñón.

Cómo llegó un tanto alarmado, el maestro Kinopo, quien se encontraba en barriendo la casa de acampar, decidió acercarse a escuchar que sucede.

Peach: Tranquilo, tranquilo, solo dime qué sucede.

Maestro K.: ¿Qué pasa?

Toad Investigador: He descubierto donde se encuentra el virus ITID.

Peach: ¿Te... Refieres a esa enfermedad...?

Maestro K.: Si princesa, esa enfermedad que me atacó y... Que hizo que me inflara como globo.

Mejor explicado en: "Personal y a Corta Distancia"

Toad investigador: Según estudios, todos los Toads que se enfermaron de esto, fueron únicamente los Toads que habían ido a reconstruir el reino champiñón, ya que todos los Toads que se quedaron en el campamento, actualmente están sanos, aunque eso no explica cómo es que el maestro Kinopo se haya contagiado, si supuestamente los médicos afirmaron que la enfermedad no es contagiosa.

Maestro K.: (Triste) A lo mejor es la edad... (Suspira).

Peach: ¿Crees que esto esté relacionado con la enorme lluvia de meteoritos que nos destruyo casi todo el reino?

Toad investigador: Ahora que lo menciona... Es muy probable, y no había pensado en eso antes. Tiene muchísima razón su majestad.

Maestro K.: ¿Eran meteoritos?

Silencio incómodo.

Maestro K.: Ejem, pues claro que eran meteoritos, sino ¿que otra cosa podrían ser?...

Peach: Yo tampoco sabía que eran meteoritos porque yo estaba con Mario y con usted, pero Amy me explicó todo lo que pasó... En realidad estoy muy agradecida con ella por haber ayudado a varios de mis ciudadanos a huir del caos.

Maestro K.: ¿Amy es su amiga de rosa verdad?

Peach: Si.

Toad investigador: Maestro Kinopo, ¿usted estuvo mucho tiempo expuesto o cerca de los meteoritos del reino champiñón?

Maestro K.: Pues, podría decirse que sí, ya que acampe una noche a unos metros del reino champiñón mientras se estaba incendiado.

Toad investigador: Entonces... Usted también fue propenso a enfermarse.

Maestro K.: Y me enferme.

Toad investigador: Si... Lo siento mucho maestro, no era mi intención hacerlo sentir mal.

Maestro K.: No te preocupes hijo, tu continúa con tu investigación.

Toad investigador: Por cierto, ¡Muchas gracias princesa, sin su valiosa ayuda mi investigación nunca hubiese podido dar frutos!

Peach: (alegre) ¡De nada! Aunque me gustaría mas, que en este momento estén trabajando para hacer una Vacuna para esta cosa.

Toad investigador: ¡Eso es justo lo que haré princesa! ¡Muchas gracias! ¡Mil gracias!

Maestro K.: Algo aún no me queda claro.

Peach: ¿Qué sucede maestro?

Maestro K.: El día que caminamos por el reino champiñón, cuando ya estaba destruido por los meteoritos, también nos acompañaba el maestro Mario y el maestro Luigi, ¿Cómo es que ellos no se enfermaron?

Toad investigador: Según mi nueva hipótesis, los meteoritos únicamente afectan a los Toads, ya que, ni el maestro Mario, el maestro Luigi, ni la mismísima princesa se enfermaron de esto.

Peach: ¡Fiu!

Maestro K.: (suspira muy fuerte) ¡Qué alivio que mi niña no se pueda enfermar de esa horrible enfermedad!

Toad investigador: Bueno, ahora sí ya me voy, cuídense, ¡y gracias otra vez princesa! ¡Nos vemos!

El investigador salió rápidamente de la casa de acampar de Peach, dejando a Peach y a Kinopo un tanto impactados, pero satisfechos.

Peach: (triste) Entonces... Si un Toad se acerca a mi reino... Se enfermara... (Suspira).

Maestro K.: Así es princesa, o al menos eso entendí, la realidad le perdí el hilo a la mitad de sus explicaciones.

Peach: Esto es preocupante... (Arruga un poco su vestido como señal de angustia). Lo que aún no me puedo explicar, es ¿como es que tantos meteoritos cayeron en el planeta, y justamente en mi reino? ¿Porque todos se concentraron en el reino champiñón?

Maestro K.: Solo espero que Bowser no esté de tras de esto, porque de ser así, significa que está planeando algo grande... Y sin el apoyo del maestro Mario, estamos fritos...

Peach: (Traga saliva) ¡Mario...!
(FIN DE FLASHBACK).


Peach: Para resumir toda esta larga situación, si mando a un escuadrón de bomberos al reino champiñón... Ellos se infectarán.

Qbot: ¡Santos erizos azules! ¡No sabía nada de eso! ¡NADA!

Orbot: Y eso que a nosotros nos tocó ver cómo caían los meteoritos al reino champiñón.

Qbot: ¡Qué tontos hemos sido princesa!

Orbot: Por favor, perdónenos, quizás seamos unos ignorantes.

Peach: ¿Pero porque se están disculpando? Ustedes no han hecho nada malo.

Qbot: (supuestamente llorando) ¡La hicimos perder su tiempo!...

Peach: No, no, no... Claro que no, al contrario, gracias por informarme como está el castillo. Pero ahora quisiera preguntarles, ¿Han visto a Mario en algún lugar?

Orbot: Lamentamos decirle esto, pero...

Qbot: No hemos empezado la búsqueda aún.

Peach: (Un poco molesta) ¡¿Y porque?!

Orbot: Estábamos a punto de comenzarla justo donde decía el mapa...

Qbot: Pero como nos sorprendió ver a su castillo incendiándose, decidimos avisarle antes de iniciar la búsqueda.

Orbot: Por eso estamos aquí... No se enoje su majestad, si quiere, nos olvidamos de todo esto de que su castillo se está incendiando, y ya iniciamos la búsqueda de Mario.

Peach: (harta y desesperada) No...

Esta última palabra que dijo la princesa, la dijo fríamente.

Peach: Tengo una mejor idea, ustedes encárguense de apagar el incendio del castillo.

Qbot: ¿Entonces quién buscará a Mario?

Orbot: Pues obvio que nosotros, pero después de que terminemos de apagar el incendio.

Peach: ¡No!

Orbot y Qbot: (extrañados) ¿Princesa?

Peach: ¡Yo iré a buscar a Mario!

Qbot: ¡¿QUÉ?!

Orbot: Su majestad, eso es muy peligroso para una princesa, piénselo dos veces.

Peach: ¡Ni hablar! Yo iré a buscar a Mario, y ustedes no le dirán a nadie de que me fui a buscarlo. ¿Entendieron?

Orbot: Pero...

Peach: ¡Sin peros!

Qbot: Bueno está bien, pero necesitará el mapa de donde se vio a Mario por última vez, y lo tiene Amy, vamos con ella.

Peach: ¡Vamos!

La desesperada princesa, se levanta de su asiento, y camina rápidamente a la salida de su casa de acampar, los robots simplemente la siguieron. Se dirigían rumbo al reino champiñón.




































Ahora vamos a dirigirnos al castillo de Bowser, lugar donde se estaba a punto de ejecutar ese plan tan famoso por ser motivo de discusión constante entre Bowser y Eggman.

Bowser preparó a un pelotón de sus súbditos para apoyar el plan. Entre ellos, goombas, koopas, Shy Guys y hermanos martillo.

El plan consistía en ir en búsqueda de algún material que sea radioactivo, para así, poderle dar energía suficiente a la máquina generadora de tejidos madre que construyó Eggman.

Y aunque Bowser no estaba de acuerdo con el plan, decidió darle una oportunidad a Eggman, para aprovechar cualquier fallo y así, poder correrlo de su fortaleza.

Bowser: (Organizando a su Pelotón) ¡Y todos ustedes harán lo que Eggman ordene! Al final me harán su reporte y me lo entregaran en la noche ¡MÁS TARDAR A LAS 22 HRS, SIN FALTA!

Todos: ¡Si señor! (Salen del castillo marchando).

Bowser: ¡Pues vayan! ¡Corran! (Dirigiéndose a Eggman) ¡Y en cuanto a ti!

Eggman: (se detiene, pero no voltea a ver a Bowser, quien está de espadas a él) ¿Qué pasa, su majestad?

Bowser: Te estoy vigilando, un movimiento en falso, y serás huevo estrellado, o revuelto, como prefieras.

Eggman: (risa malévola) Jejejeje, mejor cuídese usted su majestad... Ahora está bien, pero en un futuro, solo yo lo sabré...

El genio malvado sale del castillo, y siguió al pelotón que había organizado Bowser.

Justo en ese momento, se acerca Kamek, uno de los súbditos mejor condecorados de Bowser.

Kamek: Su alteza, ¿ya voy?

Bowser: Aún no, porque sospecharía, espérate 5 minutos más, ya después sales y haces tu trabajo normal.

Kamek: Si señor.

Después de todo Bowser no es solo fuerza bruta, ya que se le ocurrió mandar a espiar a Eggman con ayuda de un Kamek.

Pero ahora vamos a dirigirnos con Eggman, quien estaba a punto de dar las órdenes al pelotón, todos estaban formados y en silencio para poder escuchar al capataz.

Eggman: (tomando su mostacho) Muy bien, escúchenme todos, las órdenes son muy sencillas, todos dirijámonos al reino champiñón en este instante, ¡pero vamos lo más rápido posible! ¡Vamos, vamos!

Todos están un tanto confundidos, ya que absolutamente nadie en el reino de Bowser (con excepción de Eggman) saben que el reino champiñón actualmente está hecho añicos. Y por lo tanto, creen que van a invadir el castillo para secuestrar a la princesa.

Pero de todas formas obedecieron, y empezaron a caminar rumbo al reino champiñón, aunque sería un viaje en poquito largo y cansado a pie.

Fue en ese momento, en el que Bowser le dio luz verde a Kamek, para que empezará su misión de espiar a Eggman.


Bowser: Ya, puedes ir... Si ves algo sospechoso, regresa de inmediato y avísame. ¿Entendido?

Kamek: Si mi rey.

Toma su escoba, y se va volando a la misma dirección que Eggman y compañía.

Bowser hace un gruñido silencioso.





































Regresemos con los robots y la princesa, se encontraban cerca de llegar al reino champiñón, aunque la charla se hacía amena y un tanto tétrica por la actitud radical de Peach por encontrar a Mario.

Peach: (caminaba a paso veloz, pero no corría) Vamos, más rápido! Mantengan un buen ritmo.

Qbot: (supuesta respiración acelerada) Espera... Yo... Yo... No... Hago... ¡Ejercicio!

Orbot: (se da una palmada en la cara).

Peach: ¿Ustedes no hacen ejercicio?

Orbot: Pues no, porque somos robots. Sin embargo, la actitud de Qbot ha estado muy extraña.

Qbot: Lo que más se me hace extraño a mi, es que aún no se nos acabe la energía... Que ya duró demasiado.

Orbot: En eso estoy de acuerdo contigo, nuestra batería debería de durar únicamente 24 horas... Pero ya duró varios días, aunque sin contar las noches obviamente.

Qbot: De todas formas son muchas horas, y aveces hacemos esfuerzo de más, como hoy.

Orbot: Eso no justifica que tengas actitud de hipocondriaco.

Qbot: ¡Qué no soy hipocondriaco!

Orbot: ¡Pero actúas como uno!

Qbot: ¡Qué no!

Orbot: ¡Qué si!

Qbot: ¡Qué no!

Orbot: (-_-) (...) Si claro, como tú digas...

Qbot: (se detiene) Un momento, ¿y la princesa?

Orbot: (o.o) (Igual se detiene) No lo sé, estaba hace un momento a lado de nosotros.

Los robots voltean a ver a todas direcciones, no tardaron en encontrar a la princesa unos 100 pasos más lejos que ellos.

Ella igualmente se detuvo al percatarse de que los robots se estaban quedando atrás, los buscó, y una vez que los vio, les hizo señas de su posición.

Peach: (desde una larga distancia) ¡Oigan, es por aquí! (Moviendo sus brazos).

Qbot: (la mira con asombro) ¡Vaya que es muy rápida...!

Orbot: Y que lo digas... ¿Cómo avanzó tanto?...

Qbot: No lo sé, pero vamos con ella.

Los robots caminaron esos 100 pasos que les faltaba para llegar con la princesa.

Peach: (bromista) Son algo lentos, ¿Acaso nunca han hecho ejercicio?

Qbot: ¿Los algoritmos y diagramas de flujo cuentan?

Peach: (extrañada) (...) ¿Qué?

Orbot: Qbot, creo que ella se refiere a ejercicios locomotrices, no ejercicios informáticos.

Qbot: Entonces, eso es un no, me imagino...

Peach: No sé de qué hablan, pero yo me refiero a si alguna vez han trotado por las mañanas, o si practican danza, o algún deporte.

Qbot: No, no hacemos nada de eso.

Orbot: Somos robots, nuestro creador sabe de lo que somos capaces incluso más que nosotros. Se supone que tenemos un limite de eficiencia y todo eso.

Peach: No entiendo esa palabra de "robot".

Qbot: En fin. Princesa, quisiera que me dijera su secreto para ser tan Rápida.

Orbot: ¡Si, a mí también me gustaría!... Ejem, claro, si usted nos permite conocerlo, si no quiere por nosotros no hay ningún problema.

Peach se sentía halagada, y como respuesta no dijo ninguna palabra, únicamente les mostró que en su mano izquierda estaba cargando su par de zapatillas rosadas.

Por su parte, Orbot y Qbot miraros las zapatillas con mucho detalle.

Orbot: ¿Las zapatillas le dan un poder de rapidez o algo así?

Peach: ¿Qué? ¡No! Jijiji, para nada. Pero ahora que lo mencionas, me encantaría tener ese poder.

Qbot: ¡Ya se, ya se! Las zapatillas la hacen supersónica!

Peach: ¿Pero de qué hablas? Estas son zapatillas comunes y corrientes.

Qbot: ¿Entonces cómo es que camina tan rápido?

Peach: (ríe) ¡Adivinen!

Qbot: Me rindo, yo no soy bueno en las adivinanzas. ¡Hasta un Chao es mejor adivinando que yo!

Orbot: ¿En serio? Me tienes que estar bromeando.

Qbot: (avergonzado) Ya no me lo recuerdes por favor...

Orbot: Esta bien, ya me callo.

Qbot: Bueno, princesa, ¿cómo logra caminar tan rápido?

Peach: Porque me quite los zapatos, solo por eso.

Orbot y Qbot seguían sin entender.

Peach: Cuando traigo estos incómodos tacones no puedo caminar tan rápido, por eso me los quite. (Se vuelve a poner sus zapatos). Además, como todo el camino únicamente hay pasto blandito, no hay ningún peligro.

Qbot: ¿Entonces yo también tengo que quitarme los zapatos?

Orbot: Qbot... No tenemos zapatos, por la simple y sencilla razón de que no los necesitamos. Nosotros podemos flotar cerca del suelo.

Qbot: ¿ah sí? No sabía...

Orbot: (se da una palmada en la cara).

Peach: Mejor olvídenlo, y vamos al castillo.

Qbot: ¡¿Entonces ya llegamos al reino champiñón?!

Orbot: Mira tus alrededores Qbot, hay casas, y el castillo está justo en frente de ti. En otras palabras, estamos en el reino champiñón.

Qbot: (mirando el enorme castillo con asombro) ¡Es cierto, tienes razón!

Orbot: (En su sistema operativo: Qbot ha estado actuando más extraño de lo normal... Cada día pierde más sentido común, y no actúa como debería de ser. Realmente necesita esa actualización urgentemente).

Los tres caminaron dirigiéndose a las afueras del castillo, abrieron la rejilla, entraron, y vieron que lo que antes era un pequeño patio lleno de árboles y agua, ahora es un cementerio humeante. El suelo, el pasto, y el agua, pasaron a ser de color negro de tana ceniza que hay en el sitio, pues ahí mismo cayó el meteorito más grande de todos los que cayeron en el reino.

Orbot: Esta igual a como lo dejamos.

Qbot: Destruido, chamuscado, contaminado, y abandonado.

Peach: (llora un poquito en silencio) Snif...

Orbot: ¿Qué pasa su majestades?

Peach: (Instantáneamente deja de llorar) Nada, ahora díganme dónde está Amy.

Qbot: No sabemos.

Peach: Bueno, ¿y luego?

Orbot: Quédese aquí princesa, Qbot y yo buscaremos a Amy dentro del castillo.

Peach: ¡Quiero acompañarlos!

Qbot: ¡No princesa es muy peligroso!

En eso se escucha un estruendo, por la parte trasera del castillo. Con este, ya son tres estruendos que se escuchan en el castillo de Peach en un mismo día, y hasta hora lo que sabemos, es que uno de esos estruendos fue de Sonic.

Acto seguido, los tres corrieron directo a donde se escuchó el estruendo. Y sólo encontraron un agujero profundo en la tierra.

Peach: ¿Qué rayos está pasando? ¿Siguen cayendo meteoritos?

Orbot: Aunque este fue muy pequeño, me pregunto, ¿cómo hizo un ruido tan fuerte?

Qbot: Viendo la profundidad del agujero, es deducible que no fue un meteorito.

Orbot: (-_-) Qbot, por favor...

Peach: ¡Mejor vamos a buscar a Amy, rápido!

Qbot: ¡A la orden!

Los tres corrieron de regresó a la entrada del castillo de Peach. Sin embargo, no sabían que no estaban solos en el reino... Pues todo esto fue únicamente coincidencia y mala suerte.

Vamos a dirigirnos con Eggman y compañía, estaban muy cerca de llegar al reino champiñón, y una vez que Kamek descubrió a donde se dirigían, de inmediato regresó volando en su escoba para avisarle a Bowser.

Kamek: (volando) ¡Ir al reino champiñón sin autorización de Bowser está prohibido! ¡Debo de decirle al rey Bowser esto de inmediato!

Cuando Eggman y compañía llegaron al reino champiñón, llegaron por la parte de las casas de los ciudadanos del reino champiñón, y no por el castillo.

Todas las tropas de Bowser se sorprendieron de ver el reino destrozado y abandonado.

Hermano Martillo: Todo despejado, aquí no hay nadie... Sorprendentemente todo el reino está abandonado y destruido.

Koopa Troopa: ¿Incluyendo el castillo de la princesa?

Hermano Martillo: No lo sé, pero después revisamos, mientras comencemos la búsqueda aquí.

El genio con mostacho ordenó buscar todo objeto con relación a los meteoritos que cayeron en el reino.

Mejor explicado en: "Materia Extraordinaria"

Eggman busca metal líquido para poder abastecer su máquina con energía suficiente. Este metal radioactivo únicamente lo segregan cierto tipo de minerales muy raros que se encuentran en el reino champiñón, y Eggman lo sabe perfectamente.

Pero entonces iniciaron la búsqueda mal, ya que ese metal únicamente lo tiene el meteorito más grande que cayó en el reino champiñón, que fue el que cayó en el castillo de Peach.

Las tropas de Bowser buscaron como pudieron, ya que ellos no saben nada de minerales radioactivos, se distribuyeron entre las casas chamuscadas, y tomaron todas las rocas que vieron llamativas. Acto seguido, regresarían al punto de reunión, con Eggman, para comprobar si es el mineral que Eggman buscaba.

Eggman: ¡Ese no!, ¡Ese tampoco!, ¡Ese mucho menos!, ¡Eso es una roca simple!, ¡Eso ni si quiera es una roca!, ¡Eso es un Goomba!

Goomba: ¡Oye, suéltame!

Hermano martillo: Jeje, si, lo siento.

Eggman: ¿Qué acaso nadie sabe buscar?

Hermano martillo: Señor, hemos buscado por todas partes, y no encontramos lo que usted quiere, sugeriría buscar en el castillo de la princesa.

Eggman: ¿No han buscado por ahí?

Hermano Martillo: No señor, iniciare la búsqueda de inmediato.

Inmediatamente, tropas de Bowser se dirigieron al castillo de Peach.

Con Peach y compañía...

Una vez que Peach, Orbot y Qbot llegaron a la entrada del castillo, escucharon una voz pidiendo auxilio. Se escuchaba algo tenue, y se perdía por el ruido de la combustión del fuego.

Peach: ¿Escuchan eso?

Orbot: Si, creo que proviene del castillo.

Peach: (abriendo la manija del castillo) El sonido escucha más fuerte... Parece una voz diciendo algo, pero aún no entiendo que dice.

Una vez que abrieron la puerta del castillo, entrarían y lo primero que encontraron fue un profundo agujero. Se asomaron y vieron a Amy inconsciente a lado de otro erizo azul que Peach no conocía.

Peach: ¡¿Amy?!

Orbot y Qbot: ¡¿Y Sonic?!

Qbot: ¿¡Pero cómo!?

Peach: ¡No lo sé, pero en este momento hay que sacarlos de ese agujero!

Orbot: ¡¿Pero como?!

Qbot: Esta muy profundo el agujero.

Peach: Pero yo conozco a alguien que puede saltar muy alto, incluso más alto que Mario.

Qbot: ¿Tan profundo como el agujero?

Peach: Eso espero...

Eggman: Vaya vaya, pero mira que tenemos aquí. Dos pájaros de un tiro.

Este genio malvado, junto con todo el pelotón de Bowser que lo acompañaba, entraron al castillo rodeando a la princesa, los robots y el agujero. Los hermanos martillo amarraron con una soga a los robots.

Orbot: ¡Hey! ¿que les pasa?

Qbot: ¡Si, suéltennos! ¡Tenemos derechos de robots! ¡Y a un abogado!

El hermano martillo le pone cinta adhesiva en la boca a los robots.

Qbot: Aún podemos hablar ¿sabes?

Hermano martillo: (saca su martillo).

Qbot: Esta bien, está bien, ya me callo...

Eggman: (sonriendo) ¿qué hay en ese agujero su majestad?

Peach se negó a responderle.

Eggman: ¿Tan importante que hasta la princesa tuvo que venir a ver que es?

Peach: ¡Eres un maldito! ¿¡Qué le hiciste a Mario?!

Eggman: Yo, nada... Jejejeje (se asoma por el agujero).

Peach: (suspira).

Eggman: Parece que maté a más de dos patos con un solo tiro... Mira nada más que tenemos aquí, ¡Si es nada más y nada menos que Amy y Sonic atrapados e inconscientes en el agujero!

Hermano martillo: ¿Quiere que los suba señor?

Eggman: Mi archienemigo, no creí volverte a encontrar en este misterioso lugar, que me ha facilitado tanto los planes... (Risa malvada) ¡Muajajajaja!

Hermano martillo: (...).

Eggman: ¡Por su puesto, súbelos!

Con una soga, amarraron a Amy y a Sonic y los subieron dejándolos fuera del agujero.

En eso llega Bowser de forma inesperada y arbitraria y derriba la puerta del castillo.

Bowser: ¡¿Quiénes osan de venir a este lugar sin mi autorización?!

Goomba: (asustado) P...pero señor, usted dijo que obedeciéramos a este loco.

Hermano martillo: (asustado) ¡Además, fue idea de el!

Bowser: ¡CALLENSE!

Eggman: Tranquilo su majestad, ya encontré lo que yo buscaba, y además le traigo una sorpresita, por si aún estaba molesto conmigo... (Señala a Peach).

Peach: ¿Ah?

Bowser: (sonrojado) Wow, ejem... Digo... Buen trabajo, no sé cómo lo hiciste, pero buen trabajo...

Orbot y Qbot se miran entre ellos.

Bowser: ¡Bueno, pues todos de regreso al castillo! ¡AHORA! ¡Recuerden llevar a la princesa con MUCHO cuidado!

Pelotón de Bowser: ¡Si señor!

Entre los hermanos martillo, custodiaron a Peach para que no intentara escapar, sin embargo, a ella no la sujetaron con sogas como a Orbot, a Qbot, a Sonic y a Amy. Y eso que Sonic y Amy están inconscientes.

Peach: ¡Mariooo! ¿Dónde estás...? (Suspira)

Bowser: ¡El no vendrá querida, y mejor preparate para hacerme un delicioso pastel! ¡Muajajajaja!

Todos se fueron del reino champiñón, Peach, Amy, Sonic, Orbot y Qbot estaban capturados y serían prisioneros de Bowser.

Además, Eggman consiguió el mineral que necesitaba para su experimento.

Y lo peor de todo, es que el castillo de Peach se sigue incendiando. Nunca se resolvió ese problema.

¿Suerte? ¿O simplemente coincidencia? ¿Casualidades? ¿Probabilidad? Cuando las cosas aparentan salir mal, cosas más inesperadas suceden...























Fin del capítulo 29.

Hola a todos, ¡espero que se encuentren de maravilla! Hoy les traigo otro capítulo cada vez más intrigante si te adentras lo suficiente en la lectura.

Aquí algunas aclaraciones.

-En realidad, los meteoritos fueron los que causaron que los Toads se enfermaran, pero recuerden que esos meteoritos son los minerales que Eggman liberó en una ocasión para poder escapar de un agujero, son los mismos.

-Recuerden que cuando colisionaron las naves de Sonic y Tails, estaban cerca de un agujero negro. Así que ya se imaginaran que pasó. Y porque están en el reino champiñón.

-Los meteoritos únicamente pueden enfermar a los Toads.

Creo que eso sería todo. Cualquier duda no duden en preguntármela.

Me gustaría leer su opinión acerca de la lectura, eso me ayudaría a seguir creciendo como escritor y como persona. No duden en votar el capítulo, pronto habrán más como este.

A todos les deseo, ¡un excelente día!

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