Capitulo 19: El Poder de las Margaritas

Pasó la noche, ya había acabado la enorme batalla. Ahora está amaneciendo con un hermoso día en el desierto de Sarasaland.

Mario derrotó a Tatanga... La Paz reinaba de nuevo en todo Sarasaland, todos los pobladores sobrevivientes a la masacre, salieron de sus escondites, y todos miraron en el cielo, al héroe de esta historia... Quien estaba a punto de aterrizar cerca del castillo.

Toad: ¡Miren! ¡Es nuestro salvador!

Toad M: ¡Tres hurras por nuestro héroe!

Todos: ¡Yip Yip! ¡Hurra! ¡Yip Yip! ¡Hurra! ¡Yip Yip! ¡Hurra! (Aplauden) Wahoo!

Todos los pobladores sobrevivientes recibieron al sujeto que derrotó a Tatanga (es decir, a Mario) con muchos reconocimientos, porras y aplauso. Lo amaban literalmente.

Nuestro héroe, que se encontraba un poco herido, estando en su avión, simplemente saludo a todos los sobrevivientes. Hasta que aterrizó.

Cuando aterrizó, corrió directamente a ver a la princesa, para asegurarse de que estuviese a salvo... Y...

Así fue...












*Introduce multimedia: Super Mario Land "Ending"*

(A partir de ahora hasta que termine el capítulo, imagínense a la princesa Daisy como una persona con un poco de modales y un poco de delicadeza, esto sucede debido a que ella estuvo a punto de casarse con un extraterrestre y de vivir en otro planeta diferente a la tierra. Algo similar a un aprendizaje de una horrible experiencia. Además de sentirse
agradecida con Mario).

Mario: (sorprendido) (En su mente: Oh, ¡Pero si es la princesa Daisy!).

Ella se encontraba ahí... Sola... En el castillo, entre el montón de destrozos que había generado, esta última batalla.

Ella no volteo a verlo todavía, pero él sí, y se acercó a ella, pasando por el elegante tapete que había en el suelo.

Daisy: (En su mente: Veo que alguien leyó mi carta... Y movió cielo, mar y tierra para rescatarme... Ahora voy a ver quién es...).

Daisy volteo a ver a quién estaba cerca de ella. Es en este momento, en el que los dos se reunieron...

Mario: ¡Oh, Daisy, Diasy!...

Daisy: (Feliz) Hola fontanero bigotón, ¿Cuál es tu nombre?

Mario: (Se quita su gorra) Soy Mario... A sus ordenes su majestad...

Daisy: Gracias Mario... La verdad creí que nadie vendría a rescatarme.

Mario: Pues aquí estoy. Me alegra haberla rescatado... Jijiji.

Se acerca a él y le da un beso...

(La que ustedes prefieran)

Mario: (sonrojado)

Daisy: ¿y bien?

Mario: (callado).

Daisy: ¿Te sientes bien?

Mario: (Se le cae la gorra de las manos)

Daisy: ¿Estás bien?

Mario: (Tímido) Eh... Si, es que... Emm... Nada, jeje. En realidad no pasa nada, jejeje...

Daisy: Mmm, para mí que te pusiste nervioso porque te bese. ¿Verdad?

Mario: No no no... Para nada...

Daisy: Hombres...

Mario: Bueno si, pero es por que no me lo esperaba... Y nada más...

Daisy: Aja... Jejeje, y bueno, ¿entonces porque te acercaste a mí y te quitaste la gorra?

Mario: Bueno, es que... Debo de ser educado con las princesas, además de que quería saber si estabas bien.

Daisy: Si estaba bien, ese sin vergüenza del Tatanga, no me haría ni un rasguño.

Mario: (despistado) Margaritas... DIGO, Si te creo...

Nuestro héroe, aunque ha enfrentado a horribles reptiles y a extraterrestres sin vergüenza. Nunca había enfrentado antes a una charla incómoda con una princesa que acaba de conocer.

Daisy: Bueno, ¿Qué esperamos? ¡Llévame a dar un paseo en tu avión!

Mario: (Nervioso) Eh... ¡Claro! ¿Porque no? Vamos, acompáñame...

El plomero rojo, estando muy confundido a la par de extrañado, se subió a su avión junto con la princesa.

Mario: ¿Lista princesa?

Daisy: Sabes, no es necesario que me digas princesa, aquí no son necesarios los modales.

Mario: Esta bien, ¿Entonces cómo la llamo su majestad?

Daisy: Tampoco me digas su majestad, ni su alteza, ni su realeza, ni ninguna de esas boberías ¿entendido?

Mario: Si, bueno, entonces ¿como me dirigió a usted?

Daisy: Dime sólo Daisy, como lo hiciste al principio.

Mario: Esta bien... Daisy... Bueno, regresando al principio ¿lista Daisy?

Daisy: ¡Si!

Mario: Here We Go!

Así que el fontanero despego y llevó a la princesa a dar un paseo por todo Sarasaland.

Daisy: ¡Wiiiii! Jajaja. (Se le cae su Corona).

Mario: (la voltea a ver) ¡Mama mía! ¡Oye, tú Corona se cayó!

Daisy: ¿Y a quien le importa mi Corona cuando estoy en un avión? ¡Wiiii!

Mario: Esta bien... Yo solo decía, Jejeje...

Daisy: No aterrizas hasta que se acabe el combustible. ¿De acuerdo?

Mario: Ugh... Está bien.

Mario dio toda una vuelta por todo Sarasaland, disfrutando de los bellos paseos que este desierto ofrecía. Durante el viaje, por Easton, Daisy vio a unos leones y le dijo a Mario que aterrizara con ellos.

Mario: (O.o) ¡¿Qué?! ¡¿Aterrizar con los leones!? ¿¡Estás loca!?... (El mismo se da una cachetada). Perdóneme por favor su majestad, no era mi intención... (Es interrumpido).

Daisy: Si si si... La verdad si estoy loca. Pero mira el lado bueno, eso es mejor que ser una aburrida princesa tomando el aburrido té, protegida siempre por sus aburridos guardianes. Esas princesas a las que la gente considera "normales". Su vida es muy aburrida...

Mario: (O.O) Tiene razón... No había visto de esa forma... (En su mente: Esta si es una princesa que está totalmente fuera de contexto, pero no la culpo... Después de todo lo que ha vivido, me imagino que cosas extrañas pasan por su cabeza).

Daisy: Esta bien, no te preocupes, anda, aterriza.

Mario: Si, voy a aterrizar... (En su mente: Me voy a castigar por esto que voy a hacer... Intentaré protegerla de todos esos feroces leones...)

Ambos aterrizaron, y Daisy... De inmediato empezó a correr en dirección a un león.

Mario: (O.o) ¿¡Qué rayos!? (Empieza a perseguir a Daisy) Oiga, espere, ¿qué rayos va a hacer?

Daisy: Observa y ya veras. ¡Te voy a enseñar a montar leones!

Mario: ¿QUÉ? ¿Montar leones?

Y así fue... Nuestra princesa montó un león...

Daisy: ¡Yiiiija!

Mario: (la mira, se sorprende y sonríe) Mira nada más a esa chica, dentro de toda su locura hay mucha valentía.

La princesa uso a ese león, como si de su caballo de carreras se tratase.

Daisy: ¡Anda, tú también móntate en uno! ¡Sólo tienes que montarte bien en su lomo, y el correrá por sí mismo!

Mario: ¡No pienso montarme en un león!

Daisy: (montada en el león) ¡Anda! ¡Disfruta de hacer locuras mientras estés joven! ¡Una vez que estés viejo, extrañaras hacer todas estas cosas!

Mario: (impresionado por esas palabras, que lo convencieron) Está bien, tú ganas, me has convencido...

Daisy: ¡Así se habla bigotes!

Mario corre a toda velocidad en dirección a un león que estaba de espaldas. Y cuando ese león menos se lo esperaba, ya tenía a un fontanero en su lomo. Así que empezó a correr sin rumbo.

Mario: ¡Uoaaa! ¡¿Cómo se manejan estas cosas?!

Daisy: Tu No las manejas tontin. Jijijiji. Ellos sólo correrán sin alejarse mucho de este lugar.

Mario: ¡Wooow! Tienes razón, ¡se siente genial! ¡Nunca me imaginé que fuese a montar un león en mi vida!

Daisy: Te lo dije bigotes, esto sería divertido. ¡Yiiija!

Mario: ¡Yahoo! ¡Siento la brisa de aire fresco!

Daisy: ¡Así se habla!

Mario: ¡Me siento vivo!

Daisy: ¡Yo también! ¡Yiiiija!

Ambos se divirtieron con los leones por un buen rato hasta que se cansaron, después, se volvieron a subir a su avión, para regresar a casa.

Mario: ¡Fue muy divertido montar a esos leones!

Daisy: ¿verdad?

Mario: Siii... Oye, ¿Y quién te enseñó a hacer eso?

Daisy: La verdad es que nadie me enseñó...

Mario: (sorprendido) ¿Qué?

Daisy: Desde niña mis padres no me dejaban hacer lo que yo quería. Pensaban que estaba loquita, porque me gustaba hacer este tipo de cosas extremas. Así que al no recibir nunca el apoyo de mis padres, yo frecuentemente me escapada del castillo, y hacía muchas cosas muy extremas como esta, pero que me encantaban hacer.

Mario: Wow... Tu sí que eres una chica increíble.

Daisy: ¿Tú crees?

Mario: Si, si lo creo.

Daisy: Jiji, me alegra que pienses eso de mi. Oye, ¿te puedo pedir un gran favor?

Mario: Emm, si claro, ¿en qué te puedo ayudar?

Daisy: Ayúdame a reconstruir el reino por favor... Sé que fue mucho pedirte que me rescataras, que construyeras este avión, o que me lleves de paseo. Pero por favor, necesito tu ayuda...

Mario: Eh... Pero tengo que regresar...

Daisy: (lo interrumpe) ¡Por favor! ¡Te lo suplico!

Mario: Esta bien, está bien. Te ayudaré siempre que me lo pidas... Al fin y al cabo, creo que no tengo nada importante que hacer hoy...

Daisy: ¡Gracias Mario! ¡Eres el mejor!

Mario: Si claro, ¡ahora vamos de regreso al castillo!

Mario condujo su avión hasta Birabuto, que es donde se encuentra el castillo y los pobladores. Cuando llegaron, vieron que los pobladores estaban trabajando muy duro en reconstruir todas sus viviendas, además del castillo.

Sin embargo, ese avión estaba siendo observado por una persona que está furiosa, además de enamorada de Mario... ¿Quién podrá ser?...






















Así es... Hablamos de esa molesta bruja que se había enamorado de Mario durante su prueba desértica. Y que además, intentó hechizarlo, pero por alguna razón, hechizo a una tortuga en lugar de Mario. Y que más tarde, enojada la bruja, convertiría a la pobre tortuga en un bloque. Y juraría tener en sus manos a Mario cueste lo que cueste.

Bruja calva: ¡JAJAJAJA! Cuando esa horrible hermosura aterrize, ¡lo hechizare! Para que se enamore de la primera persona que vea. Ósea ¡De mí! ¡JAJAJAJAJA!




















Mario aterrizó atrás del castillo, donde no había nadie... Estaba completamente solo el lugar.

Daisy: Espérame aquí, voy a abrir la puesta trasera del castillo.

Mario: Por su puesto. Aquí la espero.

La princesa se fue, dejando a Mario solo con el avión. Así que esa fue una perfecta oportunidad para la bruja de lanzarle el hechizo a Mario.

Así que se escondió de tras de una roca, y le apuntó a Mario con su varita.

Bruja: (hablando en voz baja) ¡jajaja!... Te tengo precioso... Solo un disparo de mi varita y serás todo mío...

La bruja dispara un hechizo muy preciso a Mario, quien se encontraba fuera del avión esperando a Daisy.

Mario: (aburrido) Mejor leo una revista en el avión.

Mario se sube al avión y empieza a leer una revista.

Bruja calva: ¿QUEEE?

Por lo tanto, el hechizo que le disparo, rebotó con el metal del avión, y no le pego a Mario.

Bruja calva: ¡ARGH!

Pero adivinen qué... El hechizo rebotó justo en la dirección de Daisy... Y ella, sin darse cuenta, había sido hechizada...

Daisy: Ya está abierta la puerta... ¡AUCH! (Ve a Mario en el avión).

Pero volvamos con la bruja.

Bruja calva: ¡¿Cómo pude fallar?! Bueno, ¡pero ahora sí no te me escapas!

Ella lanzó su último hechizo, ya que la energía de su varita indicaba que solo le quedaba un disparo más.

Para su fortuna, este hechizo si logró darle al blanco. Lo que la bruja no sabía, es que Mario no estaba solo...

Mario: ¡OUCH! (Hechizado) ¡Wow...! Me siento... Poseído por mi corazón... Veamos quién será la chica de mis sueños...

Bruja calva: ¡Ahora es mi turno!

Ella sale de su escondite, y Empieza a correr en dirección a Mario. Y se pone a lado de él.

Bruja calva: ¡Aquí estoy! ¡Mírame guapo!... ¿Eh?

Pero la bruja ve, que la mirada de Mario estaba viendo otro lugar... A otra chica... Y es que Mario, en lugar de haber visto a la bruja, vio a Daisy, y ella también lo vio a él...

Bruja calva: ¿Qué rayos? ¿A quién estás mirando?

La bruja ve a la dirección de la vista de Mario. Y cuando vio a la princesa Daisy...

Bruja clava: ¿¡QUEEEEEEEEEEEEEEE?! ¿DE DÓNDE RAYOS SALIÓ ESA MALDITA?

Mario se baja del avión y se dirige con Daisy.

Mario: (ojos de corazones) Oh Daisy... ¿Alguna vez alguien te ha dicho lo hermosa que eres?

Daisy: (ojos de corazones) No dulzura... Hasta hoy tú me lo estás diciendo...

Mario: ¿Qué te parece si te invito a desayunar en la noche amor?

Daisy: Me encantaría cenar por la mañana mi amor...

Mario: Si mi dulzura...

Daisy: ¿Qué te parece si entramos al castillo? Tenemos muchas cosas de que hablar...

Mario: Me parece una excelente idea... Vamos.

La pareja entra al castillo y la bruja solamente sintió náuseas y enojo de ver a la pareja que indirectamente había creado...

Bruja calva: ¡Maldita sea! He hechizado a mi precioso con esa tipa... (Nauseas) Mejor me voy a mi casa para hacer un hechizo para que dejen de (Nauseas) amarse...

La bruja se va volando en una escoba. Dejando así a los enamorados, y jurando venganza para conseguir a Mario sea como sea...














Fin del capítulo 19.

¡Hola muchachos! ¿Sorprendidos por este capítulo? ¡No se preocupen, ya verán como todo se resuelve a su tiempo!

Yo pienso que este capítulo no necesite aclaraciones. Pero si tienes alguna duda, por favor házmelo saber en este comentario. ¡Estaré dispuesto a contestar tus dudas!

Si la lectura te gusto, no dudes en votar.

Me gustaría escuchar tu opinión acerca de la lectura, eso me ayudaría a seguir creciendo como escritor y como persona.

A todos les deseo, ¡Un excelente día!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top