Hola, payasito. Shanks entró al barco de Buggy, casi provocando un paro cardíaco en los pobres tripulantes de Buggy. Sin embargo, se recuperaron rápidamente, ya que estaban acostumbrados a este tipo de situaciones. No les molestó cuando Shanks se dirigió directo a la habitación de su alma gemela, como si estuviera en su propia casa.

— ¿Qué carajos haces aquí y cómo diablos te subiste esta vez? — Buggy estaba leyendo el periódico mientras Shanks se acercaba, cerrando la puerta detrás de él.

— No te lo diré, porque vas a volver a tapar por dónde entré ~ ♡ — Buggy suspiró, pero Shanks tenía razón. Levantó el periódico cuando Shanks estaba a punto de darle un beso.

— Mira quién está en la portada — Buggy soltó el periódico para que Shanks lo tomara, mientras él tomaba su café y continuaba peinando su cabello azul.

— "El nuevo hijo de Barba Blanca, comandante de la segunda división. Todos ya tienen tatuajes rellenados". ¿¡Ace rellenó su tatuaje sin pelear!? Pero qué sorpresa, a mí me mordió cuando lo sostuve para que se hiciera el del brazo. — Buggy no podía creer la inocencia del idiota. Era más que obvio que el viejo de Barba Blanca había tramado algo.

— El pequeño está creciendo — Buggy se levantó e iba directo a la puerta para escapar de las manos de Shanks, que sonrió y lo tomó del brazo, lanzándolos a ambos a la cama más cercana.

— No escapes del amor, déjate querer, bebé — Buggy le empujaba la cara, evitando el beso de Shanks.

— Tu amor es pura lujuria — Shanks rió. Buggy lograba encenderlo mucho.

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¡Sabo, mira, es Ace! - Luffy gritaba con el periódico en las manos. Koala rió junto a su mejor amigo, quien se acercó a su hermano menor para quitarle el periódico.

¡No puedo creer que el testarudo de Ace se haya tatuado! - Sabo rió mientras le pasaba el periódico a Koala. Ella rió, pero el periódico desapareció de las manos de la chica para terminar en las de Dragón, el revolucionario, que acarició el cabello de sus dos mocosos uno por uno mientras leía. Una sonrisa escapó de sus labios, y le devolvió el periódico a su pareja.

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¡Ese mocoso! - Garp estrelló el periódico en la mesa, partiéndola en dos.

Sengoku miraba al mar; ambos demostraban un enojo de otro nivel.

Ya no hay nada que podamos hacer, Garp... No podemos ir contra Shirohige - Garp sabía eso. Ya no tenían el poder como para competir con él, no después de lo que le hizo a Akainu por meterse con un mocoso que ni siquiera era suyo. Si lo tocaran ahora que definitivamente estaba bajo su ala, estaban jodidos de todas las maneras 

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¿Este no es el sobrino de Shanks? - Mihawk miró detenidamente el periódico. Si el mocoso estaba bajo la protección de Barba Blanca, todo estaría bien. Después de todo, no había quien pudiera con ese hombre.

Algo en el bosque llamó la atención del espadachín. Ahí estaba otra vez ese adolescente que siempre se perdía, su alma gemela. Era tan escurridizo; no entendía cómo era tan lento con sus espadas al luchar contra él, pero tan rápido para escapar cuando quería hablar sobre sus marcas. Bueno, esperaba atraparlo esta vez.

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Law miró el periódico. No sabía por qué, pero sentía que ese chico tenía gente a su alrededor que lo metería en problemas. Miró su marca de alma gemela, letras dibujadas en oro que decían "Pirate King". Law suspiró... no quería conocer a su alma gemela.

Se puso de pie y caminó hacia una pizarra, donde escribió:

"Mantente alejado de los piratas de Barba Blanca". Algo le decía que era peligroso.

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¡Los piratas de Barba Blanca estaban de fiesta! Su hermanito menor ya había llegado a los periódicos; tenían a Ace rodeado para que no escapara de la fiesta como solía hacer.

Ace aún gruñía cuando lo tocaban demasiado; no era el mejor fanático del contacto físico.

Ese es mi hijo - Ace se sonrojó, pero cuando ya casi todos estaban borrachos, pudo escapar a los cuartos; estaba un poco cansado.

¿Ace yoi? - Ace se dio la vuelta sorprendido. ¿Marco no debería estar borracho también con todos los demás?

¿No deberías estar bebiendo con todos los demás? - Ace se sentía nervioso cuando estaba cerca de Marco, y el chico rubio lo sabía.

No me puedo emborrachar yoi - Ace lo pensó; Marco tenía fuego como él, él también no podía emborracharse, así que debería ser lo mismo para Marco; quemaba el alcohol.

Uhm, bueno yo - Ace retrocedió un poco contra la muralla más cercana cuando fue empujado por Marco con suavidad. Ambas miradas estaban chocando lentamente. Marco se acercó a la boca de Ace; él miraba un poco ansioso los labios del chico rubio.

Déjame cuidarte yoi- Antes de que Ace respondiera cualquier cosa, ya estaba devorando la boca de Ace. El chico de cabello negro se quejó un poco ante la nueva sensación de la lengua de Marco atacando su boca.

Cuando se separaron, Ace estaba totalmente sonrojado, pero quería más.

Se acercó él mismo a la boca del mayor para buscar otro beso, y comenzó una batalla entre ambos, una brusca y caliente batalla de besos, de la cual Ace salió perdedor cuando sus piernas no podían más y casi se cae hacia adelante cuando Marco lo tomó para que no cayera.

Eso fue divertido, pero creo que necesitas volver a tu habitación a dormir. Bay se enfadará si te hago salir de tu horario de sueño yoi- Ace pensó por un momento que si era con Marco, le gustaría salir de su horario de sueño; luego se sonrojó por el pensamiento que llegó a su cabeza y asintió, dirigiéndose como un petardo a su habitación.

Mañana todos iban a tener un dolor de cabeza gigante; tenía que hablar con Dragón. Quería que lo ayudara con la enfermedad de Oyaji; si alguien podía ayudarlo, era ese hombre. No había información alguna que escapara de sus manos.

Además, así podía ver a Luffy y Sabo.