Capítulo 5

El cejirizado se diriguió corriendo hacia el otro rubio, preparando una de sus patadas que aún necesitaba pulir por su edad y su poca experiencia. Lo que sí sabía, era que ya conocía a ese maldito noble, y su primer encuentro no fue muy amistoso, que digamos.

Flashback

-Sanji, pórtate bien hoy

El rubio bajaba de un barco-isla al lado de su madre y de su padre en una pequeña isla. Sus padres le habían dicho que tenían que hablar con unos nobles, y él justamente tenía que ir con ellos, al igual que su hermana, ya que al parecer uno de esos nobles les comentó que tenía un hijo, y para que pasaran el rato.
Su padre y su madre entraron en un salón donde, al parecer, se hallaban esos nobles, que al ver al pequeño envió a su hijo a pasar el rato con él, su hija prefirió pasear por allí. Sanji se quedó mirando a un chaval rubio algo mayor que él con un sombrero de copa al que le faltaba un diente. Intentó hablarle pero este se largó. Sanji lo siguió curioso hasta el jardín, dónde el otro intentaba escapar.

-¡Oye! No te convendría hacer eso

-Tu a mi no me das órdenes. Sé lo que sois, unos asesinos, y mi padre solo ha querido hablar con vosotros para encargarse de un hombre no se donde. Me dáis asco

-¿Qué sabrás tu de mi vida?

-Lo suficiente para saber que eres el hijo de unos asesinos que una vez me arrebataron a mi mejor amiga

-¡NO ES VERDAD! ¡Yo no soy como ellos! No es mi culpa que un noble con privilegios como tu no lo entienda

-Que te quede claro: odio haber nacido noble. ¿Puedes decir tu lo mismo, asesino?

Sanji se fue a pegarle, pero el otro rubio lo esquivó y le pegó él, no sin antes recibir el impacto la hermana de Sanji que en esos momentos paseaba por allí. Un fino hilo de sangre cayó de la boca de ésta, y la lamió como si fuera un trozo de caramelo derretido que te cae por ls barbilla. Los ojos de la chavala se pusieron firmes, dispuestos a atacar, pero la voz de su padre la pararon. Pero al parecer el rubio ya se había ido.

Fin flashback

Sabo esquivó el ataque del rubio saltando, cogiendo con fuerza su tubería y utilizándola para pegarle mientras el aterrizaba, y Sanji salió disparado unos metros. Se levantó y volvió a la carga, cuando Sabo saltó con ayuda de la tubería y el pequeño rubio lo esquivo en el último segundo, apoyó su mano en el suelo y le pegó con su pierna. Después de esto, empezaron una pelea de piernas y tuberías, donde el cansancio de los dos jóvenes se empezaba a notar.

-¿Cansado ya?

-No tanto como tu, querido noble

Los dos corrieron y Sanji decidió utilizar un pequeño ataque que intentaba aprender en ese momento, pero que tenía practicado del todo: hacer una patada giratoria girando encima de él un par de veces. Sabo, por su parte, decidió poner fin a esto también, y tras el choque del ataque giratorio, la tubería salió disparada por el aire, y Sabo tuvo que pegarle con la mano cuando Sanji le golpeó con el pie, haciendo que ambos chavales cayeran al suelo rendidos, intentando recuperar el aire.

-Eres bueno, cejas

-Tu también

Y tras eso, empezaron los combates para ver la fuerza de esos pequeñajos jóvenes.

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