XLII: Hogar, dulce hogar.


CAPÍTULO 42

Agosto 28.

Todos miraban con terror a los aviones que despegaban, el ruido de los motores les ponía la piel de gallina. Las familias les habían dado espacio a todos para despedirse, sabían que se habían hecho buenos amigos. Daniel y Jackie iban a subir a un avión con destino a Estados Unidos, Chris hacia Australia y Harry hacia Inglaterra.

—No quiero subir—Dijo Jackie.

—Prefiero esto que a ir en barco—Le respondió Chris.

Harry solamente pensaba en lo espantoso que sería cuando estuviera subiendo. Varios flashbacks invadían su memoria al mismo tiempo. El avión cayendo, los objetos dentro de este golpeándolo en el rostro. Sus heridas al caer. Perder a su padre.

Jackie tocó el dije de corazón que colgaba de su cuello, jugó con él entre sus dedos y miró a Harry y a Chris. Los iba a extrañar un montón. Tenía el número de aquel chico, pero del pequeño niño no tenía nada. ¿Cómo se contactaría con él?

—¿Chris, tienes teléfono en tu casa?

—Sí, pero no me lo sé, ¿por qué?

—No quiero perder el contacto contigo.

—Espera, déjame pedírselo a mi mamá...

—Yo voy a seguirte viendo, Jackie—Le dijo Daniel—Así que te dejaré un momento a solas con Harry.

Daniel se fue hacia donde Chris y todas las familias. Jackie y Harry se miraron, ninguno sabía qué decir, no pensaron que se alejarían tan pronto. Se sentía como si fuese una ruptura amorosa, aunque en realidad nunca fueron algo oficial.

—Te voy a extrañar demasiado—Comenzó Harry hablando.

Jackie ni siquiera pudo hablar, no se contuvo y sus lágrimas comenzaron a brotar, él la abrazó y le dio un corto beso en la frente.

—Quiero verte muy pronto, Harry.

—Vamos a vernos muy pronto, ya verás.

—¿Y si ocurre un accidente, otra vez?

—No va a pasar nada, sé que nuestro destino es estar juntos, por algo nos encontramos de esa manera tan peculiar—Le respondió él—Y no sé cómo, pero vamos a volver a vernos muy pronto.

—Te deseo mucho éxito haciendo tu vida de nuevo—Le dijo ella, aún con lágrimas, pero sonriendo.

—La parte más importante no debo hacerla de nuevo, porque eres tú.

Jackie rió: —No le saques la vuelta, debes ir a la escuela.

—Soy muy inteligente, haré uno de esos exámenes con los que te dan el título de secundaria, para poder ir a la universidad.

—Tramposo...

—No iré a la secundaria con 21 años.

—Buena excusa... de verdad te voy a extrañar mucho, te quiero.

—Yo te quiero más.

Finalmente fueron subiendo a sus vuelos uno por uno, primero fue Chris, todos se despidieron de él con un abrazo, la mamá de el pequeño les dio su número de teléfono y después partieron. A Jackie le dolió, era como su hermano menor. Después les tocó irse a Jackie y Daniel, este último pasó primero, se despidió de Harry con un abrazo y un golpe cariñoso en la espalda. Jackie abrazó a Harry y después él se agachó un poco para darle un beso, sus familias los miraban y ella se moría de vergüenza, pero después no le importó. No sabía cuándo volvería a verlo.

El beso fue lento, pero sentía todo el amor que él quería transmitirle, podía sentir cada toque y pequeños momentos de los dos juntos rodaban por su mente. Deseaba con sus fuerzas que no fuera el último beso que compartieran, pero aun así estaba aprovechándolo al máximo.

Harry la vio entrar por la última puerta de la sala de espera junto a su familia y él se quedó ahí, esperando el momento de regresar a casa.

***

—Tu cuarto sigue igual que hace años—Le dijo Lilian a Harry cuando ya estaban en el avión.

Él no podía pensar en otra cosa que no fuera llegar a tierra firme ya, tenía la ventaja sobre los demás de que su país estaba mucho más cerca de Noruega, bastaba un poco menos de dos horas para aterrizar, era algo sumamente rápido, en comparación con Jackie que estaría casi nueve horas en el vuelo y Chris que duraría casi dieciocho, lo bueno era que él no había llegado a la isla por un accidente de avión, sino que su pequeño barco había quedado varado.

—¿Siguen todos mis viejos libros?

—Todos y cada uno.

Él pensó que sería genial llegar a su casa y ver a su familia, pero estaba demasiado ansioso y nervioso, así que decidió dormir, aunque le costó casi una hora lograrlo.

Jackie por su parte iba charlando con Daniel, pero al quedarse este dormido decidió escuchar un poco de música. No se había dado cuenta cuánto extrañaba escuchar a sus cantantes favoritos hasta que escuchó sus voces de nuevo. Quería llegar ya a su hogar.

***

Harry bajó del auto que los recogió en el aeropuerto y miró hacia adelante. Ahí estaba su enorme casa, con Geoffrey afuera esperándolos. Harry se acercó a paso rápido y le dio un fuerte abrazo.

—No puedo creer que vuelva a verte, Geoff.

—Estoy muy feliz de verlo a usted también, señor Styles.

Señor Styles... ¿ya lo llamarían así todos en lugar de joven?

Harry entró a la casa y lo primero que vio fue a su perro. Este estaba meneando la cola, tímido y mirando al chico.

—¡Spirit! —Exclamó Harry emocionado corriendo hacia su mascota.

El perro pareció reconocerlo en segundos y fue corriendo en sus cuatro patas hacia él. Se había olvidado de cuán enorme estaba y casi lo tumbaba cuando brincó encima de él.

—Ya se te nota la edad, amiguito —Le dijo Harry y Spirit le lamió la cara emocionado mientras movía su cola como loco—Me alegra mucho que sigas aquí, te extrañé muchísimo.

Harry abrazó a su perro y después escuchó cómo su madre le llamaba desde el salón. Se levantó diciéndole a Spirit que lo acompañara. Caminaron hasta donde se encontraba su madre, abrió las puertas del salón y casi se desmaya del susto cuando todos gritaron.

—¡Sorpresa!

Toda la familia de Harry estaba ahí, incluyendo sus abuelos, sus tíos, sus primos, muchos de sus amigos que también lucían más maduros y Nicholas. Harry se detuvo al ver a aquel hombre. El coraje corría por sus venas. Claro que estaba emocionado de estar ahí frente a toda su familia y amigos, pero tenía que probar y decirle a su madre que Nicholas había sido el culpable de todo. No podía permitir que ese malvado hombre se quedara con todo, pero lo más importante, que siguiera fingiendo tener un desinteresado amor hacia su madre.

Todos lo saludaron y le dieron un fuerte abrazo, sus abuelos le dijeron que lucía muy guapo y que necesitaba visitarlos para que se llenara de proteínas con la rica comida que preparaban en sus casas. Los padres de su padre estaban nostálgicos, pero estaban felices de que al menos su nieto estuviera ahí. Sus amigos seguían recordando aquel saludo secreto, aunque Harry lo había olvidado. Después de saludar a todos se acercó Nicholas, con una mirada cautelosa que analizaba los movimientos de Harry.

—¡Es un milagro que sigas vivo, chico! —Le dijo con falsedad y le dio una palmada en la espalda.

—Tengo un instinto bueno, supongo—Le respondió él—Supe saber cuando los depredadores querían acabar conmigo y supe matarlos para sobrevivir.

—Vaya... eso suena muy salvaje—Le contestó.

—Sí—Respondió parándose recto, siendo más alto ahora que Nicholas.

—Muchacho, no sé si tu mamá ya te lo dijo...

—¿Qué cosa?

—Bueno—Dijo mientras Lilian se acercaba—Sabes que tu mamá es hermosa ¿y quién se puede resistir a ella?

La sangre de Harry comenzó a hervir. Lilian solamente sonrió nerviosa.

—Batallé mucho para que me aceptara, pero finalmente cedió y estamos juntos.

—También es socio de la compañía—Dijo ella insegura a cómo fuera a reaccionar su hijo.

—¿Se casaron?

—¡No! —Respondió su madre.

—Falta que ceda a eso—Rió Nicholas dándole un beso en la mejilla a Lilian.

—Pues bien, por ustedes—Dijo Harry con mueca de desagrado.

—Quiero que tú también aceptes esto, hijo—Le pidió Nicholas.

—Podría aceptarlo—Respondió, aunque estaba mintiendo—Pero no me llames hijo, con permiso.

Lilian se sorprendió un poco, pero no dijo nada, sabía que era normal tal reacción. Nicholas por su parte, estaba enojado. ¿Cómo había sobrevivido aquel joven?

Harry se alejó de ahí y fue hacia donde se encontraban sus amigos, todos habían crecido mucho, alguno incluso se habían dejado la barba, comenzaron a platicarle qué habían hecho de sus vidas y qué estaban estudiando, Harry les platicó de cómo había vivido todos esos años y ellos hacían bromas sobre eso para que no fuese tan serio. A él le agradaba que sus amigos aún tuvieran el mismo sentido del humor.

***

Jackie se sintió extraña al llegar a su casa. Sus abuelos estaban ahí al igual que sus amigos más cercanos, le habían preparado una deliciosa comida, como la que no había probado en muchos meses. Sintió la calidez de la bienvenida. Se sentía feliz.

Sus amigos fueron totalmente atentos con ella mientras les contaba lo que había pasado. No sabía si contarles su relación con Harry, pero decidió hacerlo cuando no estuviese su familia presente, le daba pena.

Ahora estaba en su hogar y aunque eso la llenaba, seguía sintiéndose incompleta.

***

¿Qué piensan ahora que están en sus casas?

-K.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top