IV: Harry.

C A P Í T U L O 4

Marzo 27.

Jackie estaba completamente aburrida, había comido un poco de carne seca y uno de los plátanos que había recolectado y ahora no sabía qué hacer. Su pierna aún dolía, no era como si le dejara hacer muchas cosas.

No podía nadar, si lo hacía tal vez vendrían tiburones, o tal vez se ahogaría. Estos últimos dos días que había pasado aquí, le había tomado un temor enorme al océano.

Y ella se atrevía a creer que sus miedos y sus sentimientos eran más profundos que el mismo mar abierto, y que vivían con esos peses extraños que los humanos aún no descubrían.

Nunca había sido una chica de miedos tan grandes, tenía los normales, como miedo a perder a alguien querido o a los insectos. Pero jamás había experimentado nada igual, como en ese momento, sentada frente al mar, sintiendo ganas de llorar.

Se sentó al lado de la fruta, doblando sus rodillas sin lastimarse, mientras se abrazaba a sí misma.

— ¿Por qué me pasó esto? —Se preguntó a sí misma en un suspiro— No creo que haya hecho algo tan malo como esto para merecerlo.

Mientras estaba recolectando la fruta, unas dos horas antes, no había visto al hombre por ningún lado, ni siquiera en aquella choza.

Jackie se preguntó dónde estaría y si ya se había acabado la comida que le había robado.

Se levantó cuidadosamente de su lugar y caminó hacia la choza de aquel hombre, ella había dicho que no necesitaría su ayuda, y aun cuando le había robado su comida, Jackie sabía que sola, sin hablar con nadie, se iba a volver loca.

Así que iba a tratar de hacer las paces con ese hombre y hacerlo su amigo. Aunque le costara trabajo.

***

Jackie frunció el rostro al escuchar una melodía que provenía de la selva. No se atrevía a ir ahí, pero el hombre no estaba en la choza, así que podía ser que se tratase de él, o de algún ave que fuera agresiva y la matara al final.

Decidida, caminó hasta donde se escuchaba ese sonido tan bonito, era obvio que no era un pájaro. Se sorprendió al ver a aquel hombre con un pequeño tronco en su mano, al que había convertido en una flauta.

Así como también había una especie de guitarra, un pedazo de tronco y cuerdas de árboles. Era ingenioso y se preguntó y sonaba como una guitarra porque no tenía muy buena pinta como la flauta.

Jackie lo admiró, de verdad debía tener mucho tiempo ahí para haberse aburrido y ponerse a crear eso.

Se acercó lentamente por sus espaldas, vio cómo él se tensó, había sentido su presencia.

Él se giró de poco a poco y al verla ahí frunció el rostro.

—Yo quería...—Ella habló pero la interrumpió.

— ¿De nuevo tú? —Le preguntó en un tono molesto— ¿Tienes más comida para darme o algo así? Si no, largo de aquí.

— ¿No puedes ser amable por un momento? —Le preguntó Jackie irritada, ella quería ser su amiga— ¿Qué no recuerdas cuando tú te perdiste aquí?

Vio cómo él la miró, como si estuviera metiéndose en un terrero prohibido de su pasado, era obvio que no le gustaba hablar de eso, recordar que estaba perdido desde hace tiempo.

— ¿No recuerdas cómo te sentiste? ¿Asustado, hambriento? —Siguió hablando ella—Es así como yo me siento ahora mismo, pero claro, eres tan egoísta que...

— ¡¿Egoísta?! —Gritó él interrumpiéndola de nuevo— ¡Llevo aquí cinco malditos años, niña! ¿No crees que yo también estoy asustado? ¡Lo estoy!

Jackie se quedó callada al escuchar cuánto tiempo llevaba ahí. Cinco años eran demasiados. El pánico entro en ella. Iba a pasar el resto de su vida ahí.

— ¿Cinco años? —Habló con la voz entrecortada— ¿Has estado aquí solo por cinco años?

El hombre asintió con la mirada en su flauta. Jackie se acercó lentamente mientras él se ponía en guardia.

De su corazón nació darle un abrazo, aun cuando él no se lo correspondió, no impidió que ella lo abrazara.

Jackie se imaginaba cómo debía de sentirse. Solo tanto tiempo. Era increíble cómo no se había vuelto loco, o cómo había sobrevivido.

Cuando se separó, él tenía las mejillas sonrojadas, pero aún mantenía su rostro fruncido.

Jackie caminó hasta una de las piedras más cercanas, y aunque él no confiara en ella de la noche a la mañana, quería acercase cada día más.

— ¿Cuántos años tienes? —Le preguntó ella curiosamente.

El hombre suspiró, Jackie creyó que iba a resignarse en responder pero le alegró escuchar su respuesta unos segundo después, también la sorprendió.

—Veinte años—Respondió él en tono bajo.

Jackie abrió los ojos de manera sobre exagerada y de pronto sintió un poco de tristeza dentro de ella.

—Estás aquí desde los quince años—Dijo, no era una pregunta, lo sabía.

Él asintió.

— ¿Puedo preguntar cómo fue?

— ¿Crees que porque me diste un abrazo y finges ser amable, voy a serlo yo contigo y te voy a contar mi vida? —Le respondió él—Ni siquiera es interesante.

—Ya que no hay nadie más en esta isla, y no me quiero volver loca, quiero ser tu amiga, pero si tú no pones de tu parte, no puedo serlo, sólo quiero que nos ayudemos entre los dos, tal vez podamos salir de aquí juntos.

—He estado cinco años esperando a que una embarcación llegue o si quiera pase por aquí, y a menos de que pasen cuando estoy dormido, nadie ha estado nunca aquí, he estado cinco años ingeniando la manera de salir, y a menos que aguantes la respiración bajo el mar y seas invisible para los animales marinos, o tengas metal y fabriques un gran barco que las olas no tumben, no hay salida.

— ¿No puedes ser positivo por un momento? —Le preguntó ella— No voy a dejar de hablarte, te repito que no quiero volverme loca, y a menos de que te quieras hacer mi amigo, vas a tener que aguantarme mucho tiempo, y si no encontramos la forma de salir nunca, vas a tener que soportarme toda tu vida.

—Prefiero ahogarme en el mar.

—Entonces ve y hazlo—Respondió Jackie.

El hombre sonrió de manera burlona. Era la primera vez que lo veía sonreír.

—Sabes que no lo dices enserio, no sobrevivirías sin mí.

—Puedo quedarme con tu choza y comer fruta todo el tiempo que esté aquí—Dijo ella—No creo que muera de hambre.

— ¿Y qué si viene una pantera? ¿Vas a matarla? —Preguntó él con suficiencia.

— ¿Pantera? —Preguntó Jackie asustada.

— ¿No lo sabías? Hay panteras ahí dentro.

—Bueno, no me importa, puedes ir y ahogarte.

Jackie se preguntó cómo habría sido para él haber pasado toda su adolescencia solo, en un lugar desconocido y sin recursos fáciles.

Una de las etapas más importantes de la vida, donde las personas se desarrollan social y psicológicamente, él no la había vivido de manera normal.

¿Sería agresivo? ¿Sería infantil cuando entrara en confianza? ¿Cómo habría pasado todos los cambios de la adolescencia?

—Estoy hablándote y me ignoras, y así dices querer ser mi amiga—Dijo él sacándola de sus pensamientos.

—Lo siento, estaba pensando en algo... ni siquiera debo preguntártelo pero, ¿fue muy duro? El haber sido un niño cuando llegaste aquí.

Él bajó la mirada de nuevo.

—Mucho—Susurró.

— ¿Enserio no puedes contarme...?

Él movió su cabeza pensando, luego se acomodó sobre la roca y la miró fijamente, sus ojos verdes compartiendo nostalgia, timidez.

—Iba en un viaje con mi papá, él era un empresario cegado por los millones de libras que poseía, pero aun así era un buen hombre, jamás me faltó su cariño... el avión fue averiado por uno de sus socios que siempre pensé que estaba enamorado de mi mamá, ella era hermosa, la mujer más bonita que podrías ver, tenía un carisma enorme...

Jackie se dio cuenta que de verdad extrañaba a su familia.

—Aún recuerdo cómo cada mañana me preparaba un chocolate caliente antes de ir a la secundaria, lo extraño demasiado, ese dulce sabor. Mi papá siempre me traía juegos de mesa, jugaba con mis amigos todos los días cuando acababa mi tarea, era la única condición que mi mamá.

Ella sonrió al ver cómo él le contaba, tan sumergido en las imágenes de sus recuerdos.

—Aún puedo escuchar su voz diciendo; cuando acabes, sales a jugar... los extraño tanto, y mi papá, que a menos de que haya caído en otra isla, ha muerto en el mar... me da tanto coraje pensar que mi mamá se haya quedado con ese tonto, él ha de estarle diciendo mentiras y dándole un falso pésame por su pérdida, mi mamá se quedó sola, yo le había prometido que iba a cuidar con ella, que también sería el hombre de la casa...

Jackie quiso llorar, pero no lo hizo. No quería que él llorara también.

—Te entiendo... solamente llevo dos días aquí pero ya extraño demasiado a mi familia, y a mis amigos, que iban conmigo en el avión, ni siquiera sé si están vivos en algún lugar, mi mejor amiga Camila iba ahí—Dijo ella sintiendo un escalofrío, sentía que algo malo había pasado con su amiga.

El hombre, o más bien muchacho, ya que ahora sabía su edad, y que aparentaba ser más grande de lo que era, la miró pesadamente, luego regresó la mirada a su flauta.

— ¿Puedo saber tu nombre? —Preguntó ella.

—Me llamo Harry—Respondió él— A veces incluso olvidaba mi nombre, temía perder mi identidad, temía volverme loco, yo...

Dejó de hablar y la miró, le estaba contando demasiado, le contaría en algún futuro cercano todo lo que sufrió, pero no ahora, ella aún era una intrusa para él.

—Está bien, puedes hablar de ello después—Le dijo Jackie.

—Tu eres Jackie ¿verdad?

Ella asintió con una sonrisa.

— ¿Entonces podemos ser amigos? —Le preguntó ella.

—No—Respondió Harry—Podemos convertirnos en amigos con el paso de los días, pero no inmediatamente ahora.

—Claro—Respondió ella alegre de que hubiera al menos una esperanza.

***

Jackie sintió la brisa del mar cuando despertó, lo primero que vio fue que la marea estaba alta. Era una vista preciosa, aun considerando que era aterrador estar ahí perdido.

Harry la había dejado dormir en su choza, con la condición de que durmiera a tres metros de él, porque citando lo que él mismo dijo "podría pegarle alguna enfermedad".

Era obvio que aún no la aceptaba completamente pero era un gran avance. Un diez por ciento, tal vez.

Jackie se asustó cuando vio a Harry entrar corriendo a la choza, sin darse cuenta que no había estado ahí dentro cuando ella despertó.

—Había una pantera, y se estaba comiendo a un cuerpo quemado...—Dijo Harry claramente asustado.

***

Nota:

Un capítulo realmente largo en compensación! Creo que estaré subiendo una semana sí, una semana no, creo, si no llegara a tener tanta tarea, tal ves suba cada semana. Pero seguiré subiendo, así que no dejen de leer ;)

Va a llevarle tiempo a Harry acoplarse a Jackie, así como mostrar sus más profundos sentimientos, como Jackie pensó, pasó una de las etapas más importantes de su vida completamente sólo, y es por eso que puede tener comportamientos raros, no locos no me refiero a eso xd, así que tengan paciencia.

 ¿Qué les parece hasta ahora? :) 

 Nos leemos pronto <3

  — K. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top