O13 | Familia Jung
Un suspiro se escapo de la boca de Hoseok, quien rogaba a todos los dioses el mundo que su progenitor estuviera de viaje de negocios y no en casa. No era agradable encontrase a su padre por las mañanas para joderle su día entero.
De alguna manera su padre estaba más que insoportable.
«El es un dolor de cabeza...» pensó con pesar el menor de los Jung mientras en su frente estaba presente el ceño fruncido. Sin duda ese viejo -aunque no lo era, pues para tener 45 años era toda su cara como si tuviese su edad- era como un maldito grano en el culo que siempre le molestaba, solo a él, y no a su hermana.
Talló sus ojos mientras bajaba lentamente las escaleras, maldijo en sus adentro a cuando al llegar a la cocina, lo primero que se veía de imagen era su padre leyendo el periódico. Joder, tal parece que ese no sería un buen día.
— ¿Por qué demoraste tanto en bajar a desayunar, Jung Hoseok? — Habló un hombre mirando de reojo a un pelirrojo quien hizo un intento de sonreír. El señor Jung se encontraba con el ceño fruncido mientras leía el periódico. El señor era una copia parecída a él y su abuelo, la genetica de los Jung casi no cambiaba tras generación. Hoseok era físicamente igual a su padre.
«¡Puta mierda! » pensó Hoseok queriéndose pegar un tiro. Altas ganas de morir sentía.
— Lo siento papá, estaba algo cansado. — se excuso el menor sentandose en la mesa con ganas de querer salir volando de allí. Si su padre supiera de la existencia de Taehyung cerca de él, sin duda lo borraría del mapa. Tenía demasiado poder, tanto que hasta el mismo Hoseok temía de su padre.
La señora Jung Hani se acerco a la mesa con dos platos de hot cakes en sus manos, uno para su esposo y otro para el menor. Una chica venia tras suyo (la sirvienta) con una charola en sus manos, trayendo jugo de naranja y el plato faltante para la señora.
La gran sonrisa de la mujer era radiante y alegre de ver a su familia nuevamente.
— Buenos días mis amores —habló risueña la señora Jung mientras sonreía cálidamente a su pequeño hijo varón.
— Mamá, buenos días —Respondió HoSeok. Lo único bueno de su familia sin duda era su mamá, un ángel que se caso con el demonio y tambíen Sooyeon, o Jessica como solía decirle a su hermana mayor.
Ella estaba dormida por acostarse tarde tras estar diseñando algunas cosas para su trabajo, podía notarse, porque no estaba allí en la mesa.
—Hoy saldré con Yoongi y los chicos.
La mayor sonrió, tenía bastante tiempo de no ver a los amigos de su hijo.
— ¿Por qué no después de terminar de jugar vienen a cenar a la casa?—preguntó la mujer mirando a su hijo con felicidad.
Hoseok asintió mientras seguía comiendo, estaba feliz.
— ¡Lo haré mamá! — Habló el pelirrojo con una sonrisa. Su mamá era tan distinta, una mujer increíble en todo sentido, muy diferente a lo que se trataba de su papá, quien según su madre, había sido criado de una manera tan estricta.
—¿Por qué en vez de estar jugando no asumes tu papel en la compañía? —dijo el hombre tomando de su café mirando a su hijo —. Ya vas a cumplir 18, deberías jugar menos y leer los libros para ser un buen líder que conseguí para ti.
La señora Jung tomó del brazo a su esposo con enojo.
—HyungSoo, por favor—expresaba Hani mirando a su esposo con el ceño fruncido —. No seas así, deja que nuestro hijo salga un rato con sus amigos. No es malo que tome un día para descansar de la universidad, nosotros dos sabemos como es la vida universitaria.
El mayor de la familia solo suspiro. Hani era la unica que podía domar al león.
— Esta bien, pero que no se te olvide que comiences a leer esos libros que dejaran en tu habitacion Jung Hoseok.
Hoseok asintió rápidamente, una gran sonrisa adorno su cara.
Realmente quería escapar un momento de aquellas cuatro paredes que rodeaban aquella mansión. A veces se sentía cómo si se estuviese ahogando en el mar, sin poder salir.
— Gracias papá —agradeció sincero Hoseok, tratando de cambiar el ambiente —. Leeré todos esos libros, lo prometo, no te enojes.
— Esperó que así sea Hoseok — dijo HyunSoo pasando una pagina del periódico y el ceño fruncido adorno su frente segundos de leer la primera plana de este. — Mira esto Hani, que ahora los homosexuales están haciendo protestas para que legalicen el matrimonio entre el mismo sexo, ¡Que abominación! ¡Eso es tan asqueroso!
— No digas eso HyunSoo, amor es amor y ellos están luchando para que también sean escuchados y respetados. — defendió la segunda cabeza al mando de la familia Jung. — No me gusta que te expreses así, lo sabes.
— ¡Pero mira que aberraciones están haciendo! Ojalá y nunca acepten esto aquí en el país.
Hoseok pensó en Taehyung, aquel chico que una y otra vez seguía confesdo su amor por él.
Debía alejarlo si o si, si su padre supiera de la existencia de este mismo, lo mataría. Se recordaba una y otra vez que no era un maricón, no era un maldito homosexual. Además de quien debía alejarlo era de su padre, aunque quisiera negarlo pero temía de la seguridad de Kim Taehyung, su padre podría hacerle daño, no quería eso.
— Por favor, ¡callate! — exclamó la mayor enojada. — Recuerda que mi hermano también es gay por si se te había olvidado, odio que hablen así de ellos. — pidio la mayor cerrando sus ojos tratando de calmarse. Hoseok abrió los ojos sorprendido, no esperaba que el tío Suho fuera gay pero prefirió callar ante ello. — Desayunemos sin tener que discutir, por favor.
El ambiente había cambiado por el jefe del hogar.
El señor Jung sólo guardó silencio. Bebió su café sin decir nada.
Hoseok miró la portada del periódico, una bandera gay estaba a todo dolor allí. Debía alejar a Taehyung de su padre, si o sí.
— Hoseok, tenemos algo pendiente de que hablar. Hay alguien quien debo presentarte luego hijo. — Dijo el líder del hogar para acto seguido levantarse de su lugar y dejar a su mujer y a su hijo desayunando.
Hoseok temió lo peor. ¿Sería posible que supiese del menor?
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