En el no tan pacífico pueblo de Karmaland, en una casa tridente, se encontraba Auron, el bien conocido psicólogo.

Tambien conocido como el juez o la mano derecha del alcalde.

Los eventos acontecidos eran recientes. Las elecciones habian llegado, y el voto dado por Auron era para Lolito, quien terminó ganando la alcaldia.

Luzu solo pudo sentirse muy traicionado, mientras que Auron solo miraba a Lolito y asentía diciendo que era lo mejor.

Sus pensamientos eran simples. Le tenia un gran cariño a Luzu, pero no queria que su niño se viera afectado por el puesto de alcalde. Pensó que lo entendería, pero contrario a ello, se alejó.

Auron se sentía irritado por ello, no entendía porqué Luzu no comprendía su punto, simplemente se preocupó por su bienestar, sabia que el castaño no soportaria esa carga.

Fue a verlo más tarde, dejandole unos carteles, de verdad que extrañaba hablar con él.

Pero el tiempo no lo esperaba y seguía avanzando.

Lolito era alcalde y le proclamó mano derecha, Auron se sintio agradecido, por lo menos algo bueno luego de tal desgracia que pasó.

Y no podia evitar ver a Frederick y recordar a Luzu.

Su ánimo habia bajado un poco, pero se mantenia igual que siempre frente a los demas.

Sin embargo, un dia, tuvo que seguir con su trabajo de psicólogo, atendiendo a Lolito.

-Y eso es lo que te digo, Auron. Que Mangel no quiere ser mi primera dama.-

-¿Te ha dicho las razones?-

No estaba de humor, y oir de los amorios de otros ahora le empalagaba y molestaba demasiado.

-No, ¡Creo que sigue rencoroso, eh! Pensé que nos entendiamos muy bien.-

-Dale tiempo, luego habla con él.-

-Bueno, esperaré...-

-¿Algo más que te moleste?-

-La alcaldia es muy pesada, Auron. Además, estan exigiendo dinero algunos funcionarios.-

Auron pensó un momento en esas palabras. Algo en el despertó. Solo se limitó a sonreir.

-Impuestos.-

-¿Qué?-

-Hay que implementar impuestos, pero deberías consideras hacer excepciones en ello.-

-¿Cómo?-

-Por ejemplo, nunca me cobrarias, ¿Verdad?-

-Nunca.-

-Bien. Pero... El precio debe alcanzar para todo.-

-5 diamantes.-

-No. Piensa en grande, lolo. Recuerda, hay muchos problemas en el pueblo... Que sean 40 diamantes y 20 karmas de plata.-

-¿No es mucho?-

-No lo es. Piensa en lo que se puede usar... Es por un beneficio del pueblo.-

-Hm... Tienes razón.-

-¡Bien! Eres un gran alcalde, Lolo.-

-¡Gracias por todo, mano derecha!-

Lolito luego se fue, dejando a Auron pensando sobre la situación. Cuando comenzó no pensó en ir tan lejos, lo vió divertido.

Pero se dio cuenta de algo.

Lo fácil que era manipularle.