capítulo 7.
La premiere fue estupenda, el final de ella también, y si terminamos en la casa de Alek, ahora se encuentra durmiendo a mi lado, su espalda desnuda es lo único que puedo ver, ya que está durmiendo bocabajo.
El se mueve y queda mi vista su pecho, allí puedo ver su tatuaje, ese tatuaje que hizo en mi honor, pienso en tocarlo, pero no quiero despertarlo, suspiro y me levanto sin hacer mucho ruido.
Voy al baño a vestirme y arreglarme un poco el pelo, al salir él sigue durmiendo, tomo mis cosas y le doy una última mirada antes de salir de la habitación para ir hacia la puerta de salida.
-¿Escapando?-dice una voz a mis espaldas.
Mierda, giro lentamente hasta encontrarmelo desnudo frente a mi, ni siquiera sé vistió, joder.
-No, estaba por irme, pero tú has interrumpido eso.-le digo.
-Es lo mismo que escapar, ¿por qué lo haces?-se cruza de brazos.
-No estoy escapando, me estoy yendo, tengo que ir a trabajar.
-Trabajo en el mismo lugar que tú, ¿por qué no me esperas y nos vamos juntos?-niego.
-No, no quiero que me vinculen más de lo que ya lo hacen con vos.-frunce el seño.
-¿Por qué? De última si lo hacen, están en lo cierto.-muerdo mi mejilla interna y vuelvo a negar.
-No, no es lo cierto, tú y yo no estamos en nada, solamente somos personas qué satisfacen su deseo, nada más.-en sus facciones veo confusión.
-Tú tienes que estar bromeando conmigo.-aprieto los labios y niego.-Joder Hayley, ¿satisfacer nuestro deseo? Yo te amo, no es deseo, es amor, ¿tú no lo entiendes?-dice exaltado.
-Lo siento Alek, de verdad, pero yo sólo puedo ofrecerte esto, no una relación.-ríe sin gracia.
-¿Qué pasó contigo? ¿Con la Hayley qué yo alguna vez conocí?
-Esa Hayley que tú conociste murió en terapia, murió constantemente sufriendo por ti. Esa Hayley que tú dices es la que te lloró un año entero, la qué tuvo problemas con el alcohol y la droga. Esa Hayley ya no existe y estoy orgullosa de eso.-niega.
-No hablo de esa Hayley, hablo de la Hayley que no mentía.-frunzo el seño.
-¿De qué hablas?
-Dime que no me amas, dime que no quieres nada serio conmigo, que solo quieres follar, y qué solo vamos a tener un trato de colegas de trabajo.-se acerca a mi.-Pero dímelo mirándome a los ojos, esos ojos a los que alguna vez le juraste amor eterno.-miro hacia abajo.-Joder, dímelo a los ojos, y juro que cumplo cada una de tus peticiones.
Levanto la mirada y veo sus ojos empañados, puedo jurar que los míos están igual, pero tengo que hacerlo, para proteger mi corazón y el suyo.
-No te amo Alek, ya no más.-veo como traga saliva y asiente.
-Vete entonces.-muerdo mi labio.
-Alek.-susurro.
-Vete Hayley, porque tú no lo sientes, pero yo sí, y tus palabras son como un puñal. No te preocupes que tampoco vas a verme todos los días, voy a pedir que arreglen una oficina para mi.
-No hace falta que hagas eso, aún podemos compartir oficina.-niega.
-Yo no puedo, por que cada vez que te veo lo que siento, crece.
-Está bien.-asiento y me dirijo hacia puerta, quizás con la esperanza de que me pida quedarme.
¿Por qué? No lo sé, yo lo estoy corriendo de mi vida, pero en el fondo no quiero hacerlo.
Él claramente nunca me pidió que me quedara, así qué pedí un taxi que me llevó rumbo a mi departamento, allí al llegar me bañé y me vestí para ir a trabajar.
En el camino recibí mensajes de Alan, diciendo que en mi oficina había mucha movilización, y si, ya comenzó.
Al llegar por primera vez en mi vida, no tengo que ir corriendo, así que me tomo el tiempo de ir por el ascensor, este demora un tiempo, con razón nunca lo uso.
Alan está esperándome en la puerta de mi oficina, con cara de ¿lástima? Voy a despedirlo, sin dudas.
-Quita esa cara si no quieres que te despida.-alza las manos en son de paz.
-¿Qué ha pasado con el socio sexy?-pregunta mientras ingresamos a la oficina.
Allí sólo se encuentra mi escritorio y todas mis cosas, las de él ya no están, que rápido todo.
-Nada, simplemente no se sentía cómodo en esta oficina.-le digo y me dirijo a mi silla.
-¿Tú crees que yo voy a comerme ese cuento?-alzo los hombros.
-Allá tú lo que quieras creer, fue así.-niega.
-Yo creo que él se fue por tú culpa, otro con el cuál te acuestas y se enamora rápido, a ti no te quedó otra qué decirle como son las cosas y claramente quedó herido.-lo miro y aprieto los labios.
-Algo así, con Alek tenemos historia, no lo conocí aquí.-asiente.
-Me di cuenta.
-Si, ayer terminamos juntos, y hoy no pude afrontar eso, no puedo volver a caer con él.-digo bastante afectada y el frunce el seño.
-Jefesita, es la primera vez que te veo así por un hombre.-niego.
-Es que no lo entiendes, Alek no es cualquier hombre, es el hombre al cuál yo amé con toda mi vida, al nivel de arruinar mi vida por él.
-Eso no es sano.-asiento.
-Y justamente por eso me alejó, sé que él cambió, ambos crecimos, pero tengo que alejarme de ese sentimiento.-apoyo mi cabeza en el escritorio.
-¿Y qué pasó tan malo para que él quiera irse de la oficina?-lo miro y suspiro.
-Le dije que no lo amo, que no quiero nada con él, sólo sexo.-digo y vuelvo a apoyar mi cabeza en el escritorio.
-Y tú si lo amas.-asiento.-¿Por qué son tan complicados?
-No lo sé, sólo sé que no puedo volver a caer con él.-suspira.
-Y listo, ¿no lo echaste de tu vida amorosa?-asiento.-¿Entonces? ¿Que te preocupa?
-No lo sé, deja de hacer preguntas tan difíciles.-le digo y oigo su risa.
-Bueno, deja de lamentarte por tu amor y vuelve a tu postura de jefa.-alzo la cabeza.
-¿Qué tengo que hacer?
-Trabajar belleza, trabajar.
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