capítulo 2.

Luego del almuerzo con mis cuñadas, por que si, Emily es como una cuñada también, al estar casada con Rodolfo se convirtió en alguien más de la familia.

En fin, luego de eso, volví rumbo a la editorial, por que aún me quedaban más cosas por hacer, ya Alan está esperándome allí, como de costumbre.

-No vayas a alarmarte.-dice ni bien llego.

Frunzo el seño sin entender de que habla.

-¿Por qué?

-Tu oficina.-abro los ojos con horror y me apresuro a llegar.

Dejo atrás a Alan y subo rápidamente por las escaleras, el ascensor iba a demorar mucho, ni bien llego veo que afuera están arreglando unas cosas, supongo que la oficina del asistente de él, ingreso a mi oficina y ahí está él mirando hacia afuera.

-¿Qué es esto, Vólkov?-digo y este voltea con una sonrisa.

-Nuestra oficina.-niego.

-Esto no tiene sentido, ¿el espacio personal?-alza los hombros.

-Lo tienes, no voy a usar tu escritorio, ni nada, pedí que trajeran uno para mi, como puedes ver.-asiento.-Así que no tienes que quejarte.

-Claro que tengo que hacerlo, Alek, esto es mío, yo lo construí sola, trabajando, luchando para llegar a esto.-señalo todo.-A mi nadie me regaló nada, yo la tuve que pelear, tú no, para ti fue todo más fácil, a ti te heredaron todo, tú no tienes idea de la frustración que tengo ahora.

Llaman a la puerta y voy a abrir, por ella aparece mi hermano y Antonio.

Me agacho para recibir en mis brazos a mi sobrino.

-Tía, te extrañé mucho, muchísimo.-me abraza.

-Yo también a ti mi amor, he tenido mucho trabajo.-se separa y acaricia mi mejilla.

-No importa, si tu no vas, yo vengo.-sonrío y me levanto para saludar a mi hermano.

-Ha estado toda la semana preguntando por ti.-dice y sonrío viendo como él va a revisar todo mi escritorio.

-Discúlpame, se que prometí ir el otro día, pero como verás estoy teniendo unos problemas.-él sonríe y asiente.

-Has invadido su espacio personal amigo, milagro que sigas vivo.-le dice a Alek y este sonríe.

-Lo cierto es que has llegado a tiempo, estaba apunto de matarme.

-Tía, ¿puedo comer esto?-pregunta Antonio con una bolsa de dulces y asiento.

-¿De donde ha sacado eso?-pregunta Alek con el seño fruncido.

-Hayley, siempre tiene su dosis de dulces por todos lados.

-Capitana.-entra gritando, ya saben quién.

-¿Por qué gritas?-le pregunto.

-La emoción, abrázame mala.-sonrío y me acerco a abrazarlo.

-Estuve con tu mujer hace unos minutos atrás.-siento su perfume y cierro los ojos, es el perfume de la paz.

-Yo ya iba para casa, pero decidí pasar a saludarte antes.-me separo de él.

-Te lo agradezco, por que te necesitaba.-este mira a Alek.

-¿Qué hace el acá?-frunce el seño.

-Soy el nuevo socio.-Rodolfo abre los ojos y me mira, a lo que asiento.

-Para mi desgracia.-suspiro.

Una alarma suena y todos miramos para todos lados.

-Hayley, es tu alarma.-habla Marcus.

Saco mi teléfono y si, es la mía.

-Mierda, debo irme.

-¿A dónde? Recién llegamos.-dice Rodolfo.

-Tengo una cita con mi asesor de imagen, en una hora maso menos estoy aquí, ¿si?-asienten.-Antonio, te amo.-le digo pero ni me prestó atención, sigue con los dulces.-Alek, quedas a cargo.

-¿Eh? ¿Y yo como sé que debo hacer?-alzo los hombros.

-Arreglate sólo, por algo eres el nuevo socio y encima estás en la oficina de la jefa, ¿quieres el puesto? Ganatelo.-dejo un beso en la mejilla de Rodolfo y otro en la de mi hermano para después salir casi corriendo.

Ya abajo me espera Alan en la puerta de mi auto, él la abre para mi y luego sube él.

-¿Qué diseños vamos a ver hoy?-le pregunto.

-Se viene el lanzamiento de un libro importante, así que tienes que estar a la altura, Donato dijo que cuando llegáramos iba a sorprenderte.-asiento.

-¿A qué hora debo ir a hablar con el de finanzas?

-Luego de ir con Donato, vamos con él de finanzas.

-Bien, ¿qué más tengo para hacer?

-Hablar con los editores del libro.-suspiro.

-¿Y que hora es?-mira el reloj.

-2 P.M. te has tomado muy largo el almuerzo, diga que ya todos te conocen y saben que nunca llegas temprano a ningún lado.-asiento.

Luego de un rato viajando, llegamos, allí me recibe Donato con una sonrisa y los brazos abiertos, como cada vez que me ve.

-¿Cómo está mi escritora favorita?-le sonrío y lo abrazo.

-Ya no escribo más.-suspira.

-Lo sé, aunque deberías.-asiento.-Bien, vamos adentro, así te muestro los vestidos que tengo para que elijas.

Ingresamos a su tienda, dónde está repleta de vestidos, yo jamás podría elegir uno, por eso lo tengo a él.

Va en busca de los vestidos, al parecer son tres.

-Este es la primera opción.-lo saca y es muy lindo.

Es rojo, ajustado al cuerpo y un tajo en la pierna.

-Aquí esta la segunda.-me muestra y es parecido al rojo, lo único que este tiene una manga entera y en otro brazo no tiene nada, pero sin dudas por ahora, este es mi favorito.

El va en busca del último y me lo muestra.

-El tercer y último vestido.-otro rojo, lo único que este es un tanto más flojo abajo y tiene tajo en las dos piernas.-¿Y que opinas?

-Voy a irme por el negro me parece.-asiente.

-Enseguida aviso a las chicas con cuál te vas a quedar, para que entre semana vengas a probarlo y ver si hay que agregar algo y demás.

-Gracias Donato, me has salvado la vida.-sonríe.

-Ahora ve, sé que seguramente ahora debas de tener algo más, siempre andas a las corridas.-río y asiento.

Me despido de él y subo nuevamente al auto, vamos rumbo a la editorial, nuevamente, ya que allí está esperándome el de finanzas.

Al llegar Alan abre mi puerta y me apresuro en llegar.

-Ya está arriba.-dice Lilian, la recepcionista.

-Gracias Lili.-subo nuevamente por las escaleras.

Al llegar arriba estoy agotada, carajo, debo hacer más ejercicio.

Ingreso a mi oficina y allí está el de finanzas junto a Alek.

-Javier, disculpa la demora.-este se levanta con una sonrisa y deja un beso en mi mano.

-No hay que disculpar, entiendo que vives atareada.-suspiro y asiento con una sonrisa.

Voy hasta mi lugar y Alek corre la silla para mí, asiento como agradecimiento.

-Entonces, ¿de cuánto estamos hablando?-le digo.

-Hayley, sabes que nunca te miento, así que esta no va a ser la excepción, este lanzamiento va a costar mucho, es un libro muy esperado, la organización que estas haciendo para que salga perfecto cuesta, esta entre tus márgenes de dinero, así que quédate tranquila, han entrado muchos ingresos también estos meses.-suspiro aliviada.

-¿Qué sería de mi vida sin ti? Gracias, cualquier cosa me avisas.-asiente y se levanta.

-Y tu procura tomarte un descanso después de este lanzamiento, vas a terminar explotando.-asiento y este sale.

Dejo salir todo el aire que tenía acumulado y apoyo mi cabeza en el escritorio.

Siento las manos de Alek sobre mis hombros haciéndome masajes.

-¿Qué haces?-le pregunto.

-Cumplo mi rol como socio.-niego y la alarma vuelve a sonar.

-Bueno socio, muchas gracias, pero debo continuar.-me levanto.

-Deberías de bajar un poco las revoluciones, no has parado en todo el día.-dice y alzo los hombros.

-Así soy todos los días, hasta que este lanzamiento no esté culminado no voy a tranquilizarme, ya todos lo saben, te acostumbraras.-termino por decir y salgo.

Allí vamos nuevamente, miro la hora y recién son 3:30 P.M.

Tu puedes Hayley.

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