capítulo 11.

Luego de que vimos pasar a Alek con la hermana, nos dirigimos nuevamente a mi oficina, yo voy a mi asiento y Alan queda parado en la puerta con los brazos cruzados, mirándome.

-¿Qué tienes para decirme?-pregunto esperando que largue todo.

-¿Por qué le mentiste?

-No lo hice.-alza una ceja.

-Si lo hiciste, ¿por qué no le dijiste que tú no tienes nada con ese hombre?

-Porque es mejor así.-frunce el seño.

-¿Qué estás escondiéndome? Te conozco.-suspiro.

-Tengo un retraso.-digo apenas en un susurro pero sé que llega a oírme, porque veo su rostro de asombro.

-¿De cuánto?-se acerca al escritorio.

-Una semana, pero aún tengo la esperanza de que solo sea un atraso y ya.-niega.

-¿Por qué te estás escapando de él entonces?, ¿no deberías de decirle?-ahora es mi turno de negar.

-No, Alek no puede saber nada, necesito mantenerlo lejos al menos por un tiempo, hasta que sepa bien que es, y que yo decida que quiero.-asiente.

-Voy a apoyarte aunque no esté de acuerdo.-vuelve hacia la puerta.-Cualquier cosa llámame.-asiento.

El sale y yo me quedo viendo el calendario, una semana puede ser tranquilamente un retraso en la regla, ¿no?

Enseguida me llega un mensaje de mi ginecóloga, si, consulté con ella que quiere decir una semana de retraso.

María.

Hola, Hayley querida, deberías de venir a la clínica, aquí vamos a poder hablar mejor, pero si el ciclo se retrasa más de una semana, siendo que siempre eres regular, puede que haya algún problema o efectivamente sea embarazo.

Okey, eso claramente no me dejó más tranquila, al contrario.

Tomo mis cosas y salgo, pasó por la oficina de Alan.

-Voy a salir, quedas a cargo.-el levanta la cabeza y me mira con el seño fruncido.

-¿Por qué yo?

-Porque Alek no está.-asiente.

-Está bien, cualquier cosa me avisas.-le sonrío y sigo mi camino.

Afuera ya están esperándome con el auto, subo en él y coloco una goma de mascar en mi boca, para aliviar los nervios.

Una llamada de Emma entra.

-Hola tía.-sonrío.

-Hola mi amor, ¿qué haces con el teléfono de tu madre?

-Ella me lo prestó, ¿podemos ir a tu trabajo?

-Me encantaría, lo sabes, pero la tía no está en el trabajo ahora.

-¿Dónde estás?-sonrío por lo chusma que es.

-Lejos, ¿puedes pasarme con tú madre?

Oigo como la llama y enseguida ella contesta.

-Hayley, dime.-suspiro.

-¿Estás muy ocupada?-muerdo mi mejilla interna.

-No, ¿qué pasó?

-¿Puedes ir a la clínica de siempre?

-Me estás asustando, ¿está todo bien?

-Si.-hago una pausa.-No, no sé. Sólo has eso por mi.

-Está bien, en unos minutos estoy ahí.-le agradezco para después colgarle.

Ellos viven más cerca de la clínica que yo, por lo tanto cuando yo llegué ella estaba esperándome afuera, con cara de preocupación.

-¿Vas a decirme que pasa?-asiento.

-Si, pero no aquí, entremos.

Ambas ingresamos y ella me sigue hasta el área de ginecología.

-¿Estamos aquí sólo para tú pidas tus anticonceptivos?-niego.

-Ojalá, pero no.

Al llegar María ya estaba esperándome, nos hizo pasar y ambas nos sentamos.

-Cuéntame Hayley, ¿cuándo tenía que haberte bajado?-hago memoria.

-El 20.-asiente.

-Estamos a 28.-hace una mueca.-¿Cuando fue la última vez que estuviste con alguien?

-Hace unos días, pero anteriormente también estuvimos.-asiente.

-¿Se han cuidado?-niego.

-No, hubo un día que olvidé tomar los anticonceptivos.

-Está bien, vamos a hacer un análisis de sangre y otro de orina, ambos tienes que venir a buscarlos mañana.-asiento.

Y así fue, me sacó sangre y también me hizo orinar en esos pequeños recipientes, al salir me volvió a recordar que mañana tenía que venir.

-¿Qué vas a hacer si sale positivo?-pregunta Emma una vez que estamos afuera.

-No me lo he puesto a pensar aún, no lo sé.

-¿Piensas decírselo a Alek?

-No lo sé.-aprieta los labios.

-No le escondas esto Hayley, va a odiarte toda la vida.

-Puedo vivir con eso.-niega.

-No, tú no puedes vivir con su odio. De todas formas, no me parece justo que no se lo digas, esto es algo de ambos, él debería de estar contigo en todos estos momentos.

-¿Eres mi amiga o la de él?-sonríe.

-Tuya, y porque soy tu amiga, te digo las cosas como son, porque sé que nadie más va a hacerlo, tienes que hablar con Alek.-suspiro.

-Quizás lo haga, pero después de saber el resultado, porque si llega a dar negativo, nadie puede saber que tuve un retraso.

-Está bien, me parece bien.

Luego de ahí ella se fue para su casa y yo decidí irme a la mía, dejando la editorial en manos de Alan, no tenía las ganas, ni mucho menos la mente para estar allí hoy.

Me bañe, comí y me acosté, los ojos se me empezaron a cerrar solos, así que me dejé vencer por el sueño.

°°

Y aquí me encuentro, frente a la puerta de la ginecóloga, con el corazón en la garganta, ingreso y ella está esperándome con los papeles en mano.

-Siéntate Hayley.-dice y hago lo que me pide.

-Dímelo rápido, necesito sacarme esta duda.-sonríe y niega.

-Ve por tu cuenta.-me pasa los resultados.

Suspiro y la miro a ella para después mirar los resultados, los saco del sobre con los ojos cerrados, los cuales abro lentamente llegando a ese resultado.

99% positivo.

-¿Ese 1% quizás sea el que niega lo que dice acá?-digo y ríe.

-No Hayley, estás embarazada, enhorabuena.

Salí de ese consultorio con un nudo en la garganta, subí al auto y pedí que me llevarán a la editorial.

Al llegar caminé hasta el ascensor y subí en él, marqué mi piso y dejé que este subiera sólo.

Siento el sonido que me indica la llegada del ascensor, cuando las puertas se abren puedo ver a mi secretaria, Alan y Alek allí, el nudo en mi garganta aumenta aún más.

Siento como los ojos se me empañan un poco y Alan parece notarlo porque enseguida se acerca a mí.

-Ay jefecita.-me tiro a sus brazos y dejo que todas las lágrimas salgan.

Sin importarme quién este allí, necesitaba dejar salir toda esta angustia que estaba cargando.

Él me deja descargarme sobre su hombro y me soba la espalda, cuando siento que ya estoy un poco mejor, me separo.

El limpia las lágrimas que quedaron en mi mejilla y sonríe.

-Mejor vamos a arreglarte, estas horrible.-río.

A veces me hace tanto acuerdo a Rodolfo, que quizás por eso lo quiero tanto.

Él toma mi mano y me lleva a mi oficina, doy una mirada a Alek quién también está mirándome, aunque quiera fingir que no.

-Necesito hablar con él.-le digo a Alan cuando ingreso.

-Siéntate, yo voy a llamarlo.-asiento.

Él sale y yo voy hasta mi lugar, me miro al espejo para arreglar un poco el lío que soy, en ello aparece Alek.

-¿Querías verme?-dice y asiento.

-Cierra la puerta, por favor.-hace lo que le pido y se queda de pie.

Señalo la silla y niega.

-Créeme, vas a necesitar estar sentado.-frunce el seño y termina por hacerme caso.

-¿Qué pasó?-suspiro y tomó valor.

-Es mentira, lo de ayer, fue mentira, yo no estoy con él.-asiente.

-¿Era sólo por eso?-niego.

-No, quiero explicarte por qué dije lo que dije.-me mira esperando que prosiga.-Tenía un retraso en mi período, y creía que podría ser simplemente un retraso o un embarazo, yo te necesitaba lejos, necesitaba aclarar mi mente, necesitaba saber que iba a hacer, por eso dije lo que dije, porque tenía que buscar alguna excusa para mantenerte lejos, al menos por un día.-él parece estar mudo.

-¿Y sobre lo del retraso?-le paso el sobre y este lo mira.

-Ahí está la respuesta.-el me mira y vuelve su vista al sobre, para después sacar los resultados.

Y luego de ahí todo pasó en cámara rápido, porque el muy genio cayó desmayado, vaya forma de reaccionar.




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