- Esmeralda me agarra del brazo: "¿A dónde vas?".

- No puedo ver esto, no me siento bien.

- Helen: "Está bien ve a descansar"

- Geda: "No puede Helen. Es la marcada y debe de quedarse".

- Esmeralda: "Exacto, es la única que puede asustar a nuestros enemigos y atraer más aliados".

- Geda: "No creo, es una marcada débil, en cuanto se den cuenta que es una marcada inútil, se irán".

- Helen: "Denle tiempo, acabo de activar su marca, no sabe aún como usarla".

- Esmeralda: "Bueno, como sea, pero tiene que quedarse y punto".

- Está bien, me quedo.

Algunos decidieron decir algunas palabras y otros decidieron permanecer en silencio como yo y Bastián.

Después pude ver en los ojos llorosos de cada uno de mis hermanos la conmoción que habíamos experimentado.

Estaba segura de que, después de este desgarrador momento, todos buscaríamos refugio en nuestras habitaciones para procesar la magnitud de lo que había ocurrido.

Después de la ceremonia, no hubo banquete no hubo nada, todos procedimos irnos a nuestras habitaciones y ver que sucedería luego.

Cierro los ojos y me duermo.

De pronto escucho, la voz de Leo << gritando molesto >>: "¡Bastián!, ¿Dónde están Bastián y Francis?"

Salí apresuradamente para averiguar qué sucedía.

- Leo, ¿qué está pasando?

Leo, visiblemente desesperado y molesto, respondió con voz tensa:

- Leo: "Quiero que ellos mismos me lo digan en mi cara".

En ese momento, Mia apareció y preguntó: "¿Decirte qué? ¿Qué está ocurriendo?"

Luego, los otros se unieron a nosotros.

- Astharot: "Leo, cálmate. ¿Qué te pasa?"

- Geda: "Mira cómo estás, hermano".

La atmósfera estaba cargada de tensión y preocupación, ya que Leo claramente estaba pasando por un momento de intensas emociones.

- Helen: "Hermano, ¿por qué no te sientas y nos cuentas?"

En ese instante, Bastián y Francis aparecieron de repente.

Sin previo aviso, Leo soltó un puñetazo devastador en la cara de...