Mi Luna

El Alfa se presentaba ante el monarca, sus ropas reales, y una actitud impenetrable, uno de los criados anunció su llegada y el rey le dejó pasar.

- Majestad Kim- YoonGi hizo una reverencia, NamJoon le correspondió alzando su mano y le pidió que se acercara. Toda la servidumbre había abandonado el salón real, a petición real, y nadie se atrevía a desobedecer una orden del rey.

- ¿Cómo están tus hermanos?- le preguntó sonriendo levemente. YoonGi sonríe y se sienta cerca del Alfa mayor.

- Gozan de buena salud...- responde el mayor, aceptando el vaso de vino que le ofrece el rey.- Mis padres están ansiosos con el enlace de HoSeok, su Omega está bien y sano...- comenta levemente.

- Ya que hablamos de compromisos, sabes muy bien que en la familia real, los hijos mayores se comprometen primero...- YoonGi siente el nudo en su garganta- YoonGi...

YoonGi solo baja la cabeza.

- Me gustaría que mi hija, se casara primero, sin embargo creo que no es mi hija por quien visitabas el palacio...- YoonGi solo asiente, puede morir por sus actos.- Pero, en esto no puedo interferir... y soy el rey, además creo que debes marcar a mi hijo menor de manera oficial...

YoonGi le miró sorprendido, esperaba otra reacción del rey.

- Mi Omega, cree que deberían irse a vivir a tu residencia un tiempo, para que JiMin se acostumbre, después de todo son destinados...- NamJoon dice con una sonrisa.

YoonGi no puede creerlo. Esperaba una maldición, el destierro e incluso la muerte, JiMin y él ya estaban enlazados... el cachorrito en el vientre de su Omega era la prueba.

- Majestad...- YoonGi se arrodilló y bajó la cabeza- No me arrepiento de amar a su hijo, es mi Omega, mi lobo y yo lo escogimos vidas atrás como nuestra pareja y la Luna nos permite tenerlo de nuevo... pero quizás debí hablar con usted primero, hacerle saber mis intenciones... he roto leyes del reino y...

- No es necesario- NamJoon le detuvo.- Levanta la cabeza, solo prometeme una cosa, cuida a mi hijo, a mis nietos... solo deseo que sea feliz...

YoonGi asintió.

JiMin y él se conocieron en forma lobuna, al parecer cierto Omega tenía como costumbre escaparse de los guardias que le vigilaban. JiMin era el último de cinco hijos, y el único Omega, cuándo se conocieron, ambos lobos se acercaron a olfatearse. Y ni siquiera fue YoonGi quien dio el primer paso, el lobo Omega le hizo caer de espaldas y se acostó sobre su cuerpo, emitiendo una pequeña vibración en su pecho, de felicidad pura por haberlo encontrado.

Al transformarse, el Omega no dejaba de abrazarlo y marcarlo con su aroma, YoonGi con temor y nerviosismo rodeo su frágil y delicado cuerpo. Se había reunido de nuevo... la luna les permitía verse de nuevo...

Completaron su cortejo aunque YoonGi no se atrevía a marcarlo correctamente antes de hablar con el rey... Kim NamJoon le ponía ansioso y temía que los separara, que no lo considerara digno de su hijo, JiMin era un príncipe y él era un hombre de quinto de rango... ni aunque fuera un gran príncipe sería digno de tanta belleza.

Pero ahora, con sus cachorritos, JiMin debía saber que estaba a su lado y sus pequeños también.

- Ve a ver mi hijo... de seguro ha sentido tu presencia- NamJoon sonríe y le deja ir. YoonGi camina apresurado por los pasillos del gran palacio, hasta llegar a los aposentos privados de su Omega.

Los hermamos Alfas le bloquean y lo miran de pies a cabeza. Hasta que cierto Omega escurridizo junto a su padre Omega se abren paso.

Recibe entre sus brazos a su pareja aun bajo la mirada de los demás Alfas.

- JiMin...- le llaman y su padre Omega les mira un poco desconcertado.

- No quiero- responde el pequeño Omega, concentrado en abrazar a su Alfa, él y su cachorrito lo extrañaron mucho.

- Dejen a su hermano, YoonGi es su destinado, no hay nada que puedan hacer, además su padre les ha dado el permiso- SeokJin reta a sus hijos mayores, quienes agachan la cabeza, nada se le puede negar a su padre Omega, esa lección la aprendieron desde pequeños y aunque NamJoon era el rey Alfa, a su lado siempre estuvo su Omega, para ayudarlo en todo. Y dentro de su hogar, NamJoon jamás le negaba algo a SeokJin.

Les dejan solos, y YoonGi por fin respira.

- Estabas azulito, Yoonie- JiMin le dice preocupado.

- Temo de cualquiera que intente alejarnos...- susurra. Y su lobo aulla, aunque sea un Alfa muy fuerte, su fuerza proviene de su precioso mate.

- Papá... ¿dijo algo malo?- pregunta angustiado y YoonGi niega.

- ¿Quieres vivir conmigo?- le pregunta YoonGi recibiendo un asentimiento y la sonrisa emocionada de su Omega. No hay nada más hermoso que su sonrisa...

Para sorpresa de ambos, SeokJin ya había pedido mover las pertenecias más importantes de JiMin a casa de su Alfa.
Aunque el traslado de ambos sería hasta en la noche, ya que no querían molestias de ningun tipo.

JiMin se despide de sus padres.

- Al menos deberías estar un poco triste por irte del nido, cachorro- le dice su hermana mayor. Ella que le había cambiado los pañales cuando solo era un bebé. Sus otros hermanos asienten y miran a YoonGi acusandolo de llevarse a su tesoro.

- No tengo que estar triste- dijo JiMin sonriendo y abrazando a sus hermanos- Solo... la familia se hace más grande... nuestra manada crece- sus hermanos solo suspiran. No esperaban que su tierno cachorro tuviera Alfa tan pronto y que encima, éste, no tuviera ningun defecto del que acusarlo y decir que no era digno. Cometería errores, pero YoonGi había demostrado ser digno de JiMin y su lobo...

Al llegar a la residencia personal del Alfa, JiMin se asombra de ver colores que le resultan muy familiar...

- Yo... solo quiero que te sientas seguro y en un hogar conmigo...- le dice mientras le abraza y le invita a caminar. JiMin está conmovido por la acción de su Alfa. Los Alfas raras veces se preocupaban por los cambios de territorios al enlazarse, los Omegas a veces enfermaban y se sentían ansiosos todo el tiempo porque los lugares les resultaban ajenos, muchos perdían a sus cachorros al no sentir seguridad en sus hogares.

Entran a lo que sería su habitación y el espacio tiene colores suaves para él y para sus cachorritos.

- Yoonie...- le llama, la luna ha caído sobre ellos, bañando la noche de calidez y amor...

- Lo sé...- el Alfa se acerca, acomoda a su Omega sobre el futón y poco a poco descubre su bonita piel canela, besa sus labios y desciende por sus mejillas y cuello hasta llegar a su pecho, dónde sigue dejando besos tiernos.

El aroma de su Omega precioso había cambiado, baja su mirada y deja besitos dulces sobre el vientre de JiMin, quien ríe y suspira, una mezcla de emociones que terminan en un solo sentimiento, amor...

Con cariño prepara su cuerpo, no hay prisas, sabe que debe ser cuidadoso, su pequeño vientre le hace sonreír y no deja de acariciar su piel. JiMin solo se deja hacer, cómodo con su Alfa y el amor que le deja ver entre caricias.

- Eres tan hermoso, amor mío...- sus palabras quedan grabadas en la mente del menor. JiMin acaricia su mejilla y le invita a besarlo, YoonGi le concede y le besa lento y apasionado, a la vez que se introduce despacio, JiMin emite un pequeño gemido que muere entre sus bocas.

Esa noche, hicieron el amor, una muestra mas de todo lo que sentían por el contrario... luego de un año de conocerse...

"¡Alfa!"

"Hola, precioso..."

"Alfa.. estoy feliz... ¿estás feliz?"

"Claro que sí, la luna me ha dejado verte de nuevo... quiero que seamos tan felices como en el pasado... con nuestros pequeños..."

"Alfa... nuestros cachorritos están aquí..."

"Lo sé precioso, te cuidaré y amaré, de nuevo y en mis siguientes vidas..."

"Sin importar lo que pase..."

"Exacto... eres mi Omega bonito, y mi felicidad está contigo, amor..."

"Yoonie..."

- ¿JiMinnie?- YoonGi mira las lágrimas caer por las mejillas de su Omega.- ¿Te hago daño?

- No... es solo... estoy feliz, YoonGi- JiMin responde- Estoy feliz de verte y que me ames tanto...- toma la mano del mauor y la coloca sobre su vientre- De que nos ames tanto... tu lobito... es, sabe que decirle a mi lobito... y me emociona...

- Amor... no hay nada que no haría por tu felicidad... verte sonreír es todo lo que yo necesito...- YoonGi sonríe y suspira de alivio.

JiMin sonríe y le besa de nuevo, más profundo que las veces anteriores y YoonGi corresponde, buscando darle placer al cuerpo bajo suyo, sin ser brusco, pero con la intención de hacerlo alcanzar su propio deleite.

Acariciando su piel, tocando los puntos correctos para erizarla, para hacer a JiMin suspirar. Para que su Omega lo disfrute completamente.

Un jadeo alto de su Omega le hace saber que al fin es hora... y con la luna en su punto máximo, marca a JiMin, ya no es temporal, es una marca definitiva, que completa el enlace entre ellos, que declara lo que a veces las palabras no pueden decir...

Un pequeño tatuaje aparece en ambos... una luna creciente... cómo su amor...

- Yoonie... mira...- el Omega dice jadeando. YoonGi se acomoda con cuidado, no quiere lastimar a su pareja con su nudo, los cubre con las mantas y bajo la poca iluminación en sus muñecas se encuentran sus enlaces personales.

- Es bonita... como tu- YoonGi responde y su Omega ríe. Sonrojado y halagado.- ¿Crees que se parezcan a ti?- decide preguntar acariciando el vientre bajo de su Omega.

- No sé...- JiMin ríe.

- Me encantaría, aunque quizás tenga que poner mas guardias alrededor...- comenta- Solo quiero cuidarlos... talvez podamos contruir un lugar cerca del jardín para que puedan transformarse y no se escapen como cierto cachorro...

El Omega le mira riendo. Sus pequeños quizás ni quieran salir del nido... lo presiente... serán parecidos a su Alfa...

A inicios del invierno reciben dos pequeños lobeznos, de pelaje gris, que pasan su tiempo durmiendo junto a sus padres, sobre todo su niña. Los reyes visitaron a la pareja, SeokJin llevaba tantos regalos, que sus hijos tuvieron que cargar varios de ellos.

- Ven pequeño...- su niño era más tímido, YoonGi lo toma entre sus brazos y le presenta a sus abuelos. Su pequeña estaba en brazos de JiMin recibiendo mimos y caricias que la hacían reír.- JiMinnie ha cuidado muy bien de nuestros pequeños...

- Oh, mira NamJoonie- SeokJin se acerca al Alfa joven, que carga a un cachorro envuelto en frazadas, y que mira a todos lado y luego mira a su padre Alfa, acomodandose para olfatear ese aroma que le da seguridad.- Son tan hermosos...

- Son nuestros nietos, Omega- NamJoon responde con una sonrisa y usando un tono de voz dulce y suave.

La presentación de los cachorros fue días más tarde. Ese día sus pequeños preferían a su padre Alfa, tantas personas y aromas les estresaban y su Omega se sentía atacado, no habían peligros, pero tantos desconocidos rodeando a sus cachorros le molestaban. Se sentía como si los amenazaran.

YoonGi resguardo a su pequeña familia durante la ceremonia. Al volver a su hogar, JungKook y SuHyan, durmieron junto a su papi. El Alfa miraba orgulloso a su familia, satisfecho de mantenerlos seguros.

Años más tarde recibieron a su pequeña LiHee, una pequeña lobito blanco, y después vinieron los gemelos JongTae y MinHyun, siendo lobos Alfas, JungKook era diestro para todo, las dos lobitas gustaban mucho de ir a pasear al bosque, y los dos más pequeños preferían dormir mientras su padre Omega acariciaba sus pelajes...

- Han crecido...

- Lo sé...- el Omega sonríe y abraza a su Alfa mientras miran a sus cachorros jugar cerca de su residencia. Su hermana tomó el trono, y sus padres iban disfrutando de su vida de villa en villa. Sus demás hermanos tomaron cargos dentro del reino para ayudar a su hermana mayor.

- En otra vida seremos tan felices...

- Espero que sí, solo no tardes Alfa...

- Apareceré justo cuándo más necesites que este a tu lado, amor mío... lo prometo- YoonGi besa a JiMin delicadamente y mira la marca en el cuello de su Omega. Sus manos unidas mostrando sus lunas...- Yo tengo mi propia luna...

"En otra vida, llegaré para amarte... en esta fui afortunado, todo fue más fácil... solo esperame, dejame amarte de nuevo Omega bonito..."

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