Capítulo 26

— ¿Estas bien? —le pregunto el hombre de acero, aun sin liberarlo.

Damian levanto la vista, encontró a Clark frente a él; envolviéndolo en sus brazos, probablemente protegiéndolo de las llamas que los rodaban. Entrecerro  los ojos fijándose en sus facciones, este Clark era mas joven que el que había conocido en su mundo, el mayor repitió la pregunta nuevamente recibiendo una gruñido; que en el idioma de los murciélagos era una afirmación.

...gra-gracias... —dijo entre dientes, siendo escuchado con claridad por el de capa roja. 

— No...no fue nada —respondio anonadado por la gratitud de ese Damian.

— ¡Papa! —Jon se abría paso por los escombros para llegar hasta su padre, aun cargaba al mas pequeño de los robins en sus brazos.— ¿Que paso? ¿Por que te alejaste de esa manera?

Superan retrocedió un par de pasos dejando que Jon visualizara al joven, este aparto la vista cuando sintió sus ojos sobre su persona, no soportaba o mas bien no se sentía del todo seguro cuando tenía ese azul profundo ante él.

— Eres tu... —fue lo único que dijo, sin embargo apretó con un poco más de fuerza a su Damian. Agito la cabeza apartando cualquier con que tuviese en su mente en ese momento.— Conner nos esta esperando, ya encontró la salida...

— Excelente —sonrio notando la tensión entre los adolescentes.— ¿Puedes mover...?

No soy tan débil como me consideras —solto mordaz.

— Yo nunca...

Jon suspiro, sin duda ese era Damian; no el suyo, pero era inevitable no reconocer la tosca actitud del ojiverde, miro al menor entre sus brazos, aun así lo amaba y estaba totalmente seguro de que el petirrojo también tenia tales sentimientos hacia él. Con algo de trabajo Conner salí del edificio a punto de desplomarse. Cuidaba al Talon de cualquier daño que el exterior pudiera hacerle, algo le decía que las palabras que el búho le dijo eran falsas; tan falsas como la sonrisa que tenia en el rostro. Por una extraña razón...sentía la necesidad de ayudarlo, de salvarlo de la corte.

— ¡Kon! —Tim grito con solo verlo a la distancia.

Se sintió feliz al ver la preocupación del ave roja, si por el fuera habría soltado al joven y terminado por abrazar a su Tim, pero no, podia...Jason y Terry aun miraban fijamente las llamas que consumían el edificio; preocupados por su hermano. Tanta tensión había entre los presentes que no se daban cuenta de que eran vigilados. Lord Superboy se mantenía en un mortal silencio, Dick no se atrevía a levantar la cabeza; temía por lo que le quedaba de su propia vida, termino por dejarse llevar y enfrentarse al otro Dick, se desvío de su objetivo y de paso, perdió a Jason.

Maestro...

Tienes suerte de que no le haya pasado nada a Damiinterrumpio el intento de disculpa del guerrero— pero que les quede claro, Tim y tu recibirán su castigo por desobedecerme  —sentenció viendo a lo lejos como un adulto Jonathan salia con su amado.— No lo pierdas de vista, cuando despierte y termine su tarea vas por él y regresan a casa.

No volveré a fallarle gran maestrodicho eso se marcho siguiendo a aquella peculiar familia.

Para fortuna de ellos, una repentina lluvia cayo en la ciudad llegando a apagar el fuego mucho antes de que las autoridades siquiera se presentaran en el lugar. Una vez en la mansión cada quien se fue a su respectiva zona, Conner, seguido de un celoso Tim, llevo al “prisionero”  la Baticueva por órdenes del lidrede la familia. Dick, con la ayuda de Alfred acomodaron a Jason en su habitación una vez revisaron sus heridas, mientras que lo visitantes de la otra dimensión se quedaron en la sala principal regañando constantemente al menor de ellos. Por otro lado...Jon permanecía plantado frente a la entrada de la habitación de Damian; sintiéndose incapaz de entrar.

— Hola Jon —saludo la chica apareciendo detrás del súper chico.

— Hola, Saturn Girl —dijo sonriendo con incomodidad.

— ¿Estas listo? —pregunto haciendo mas grande su sonrisa.— Te encantará el futuro, todos en el equipo desean conocerte. Y sobre todo...

— No puedo ir —interrumpio la emoción de la joven— se que te prometí ir, pero en este momento no puedo. Damian me necesita, no puedo dejarlo solo...todo esto paso por alejarme en primer lugar; no volveré a cometer ese error.

— Lo entiendo Jon, pero esto es mas importante que...

— ¿Mas importante que Damian? —se giro a verla finalmente.

Ambos se quedaron en silencio, esperando a que el otro dijera algo. La rubia se dio cuenta del error que cometió, estaba mas que claro que en el pasado la importancia de los lazos que la marca creaba era sobrevalorada; según su punto de vista. En su tiempo la marca era irrelevante.
Suspiro dándole a entender a Jon que le daría mas tiempo. Finalmente el Kriptoniano tomo la decisión de entrar a la habitación donde su amigo descansaba. Toco con cuidado la marca en su cuello, buscando cualquier emoción proveniente del hijo de Batman, sin embargo no encontraba absolutamente nada; el miedo lo devoraba por dentro.

Cuando se adentro a la habitación fue recibido por la oscuridad propia de la mansión del guardián de Gótica. No le gustaba, pero respetaba ese hecho; ‘‘La oscuridad es nuestro habitad’’. Recordó lo que Damian le dijo en la ocasión que se quejo por lo oscuro de su cuarto.

— No te preocupes Dami... —tomo su mano, notandola fria— no voy a volver a dejarte.

Poco a poco recobraba la consciencia, no sentía su cuerpo, trataba de mover su brazo para obstruir la molesta luz que le llegaba a la cara por la rendija de las cortinas de su habitación, escuchando a alguien habar y hablar de algo que no entendía. Un momento...¿Su habitación? ¿En que momento llego? Gruño por la falta de respuesta de su cuerpo.

— ¡Damian! —grito contento de verlo despertar.

Lo ayudo a sentarse y se quedo en silencio esperando que le hablara, pero no, el menor se quedo con la vista perdida en algun punto del cobertor que lo cubría.

— ¿Dami? —le llamo preocupado por ese inusual comportamiento.

¿Lo estaba ignorando? ¿O es que seguía en el mismo trance con el que lo encontró? No, eso no era posible; de ser así ya lo estuviera atacando para acabar con su vida. Volvió a llamarlo acercando su mano a su hombro, fue cuando sintió la cercanía de su extremidad que Damian reacciono, golpeo con su mano a la de Jon y le dedico una mirada cargada de odio.

— ¡NO ME TOQUES! —exclamo asustando al otro.

Retrocedió sin apartar la vista, sintió las lágrimas acumularse en sus ojos, ¿Por que? ¿Por que lo rechazaba de esa manera? Damian se abrazo a si mismo intentando calmar su mente.

— ¿Donde mierda te habías metido? —pregunto sin siquiera mirarlo— ¡Contesta maldita sea! —grito al no tener respuesta por parte de Jon.

— E-es una larga historia....yo....

— Te llame —murmuro con la voz quebariza.— Creí que vendrias....

El hijo de Superman recibía cada palabra del menor como una daga al corazón, y tenia razón, en su momento; ambos habían prometido protegerse mutuamente. Damian siempre mantuvo en pué su parte pero él...él se había marchado, había dejado que Talia lo lastimará, que jugara con su mente; tal y como Batman le había dicho. Se sentía tan inútil.

— Lo siento... —dijo dando un paso hacia él.

— ¡No quiero escuchar tus disculpas! —volteo a verlo.— Todo es mentira... —toco su cuello cubierto por los vendajes.

— No le hicieron nada a tu marca, tranquilo —comunico con una sonrisa con la cual creyó podría tranquilizar la ira del pequeño demonio.

Pobre iluso...

— Debió quitarla —susurro llegando a asustar a Jonathan por sus palabras.

— ¿Por que dices eso Damian? —se acerco mas— si hubieran hecho eso tu y yo ya no...

— Por eso mismo —dijo.— Si mi madre hubiera borrado mi marca ya no estaría unido a ti, ya no tendría razón para tener sentimientos por ti, ¡Me quitaría un peso de encima! —solto con el más puro odio que fue capaz de proyectar.

— Eso...eso no es...

— ¡¡Dami!! —Dick entro corriendo directo a abrazar a su hermanito, interrumpiendo el momento incomodo entre los destinados.— Que bueno que ha despertarse....¿Como te sientes? —pregunto sin soltarlo mientras frotaba su mejilla entre los cabellos del menor.

— Siento que no puedo respirar Grayson —dijo con dificultad.

El primerRobin lo soltó en el instante, disculpándose una y otra vez llegando a marearlo.

(...)

— Parece que Damian ya despertó... — dijo Clark con la mirada en dirección al segundo piso donde estaba la habitación del menor.

— Iré a verlo en un momento —Bruce no despegaba la vista de la pantalla que mostraba los resultados de los análisis del Talon.

— Bruce, deberías ir ya...los datos no se irán a ninguna parte... —se acercó con cautela al murciélago y lo rodeo con sus brazos.

El principe de Gótica se dejó hacer, para sorpresa de Clark este se apoyo en él. Pudo sentir la tensión en el cuerpo de su pareja.

— Tranquilo...ya todos están en casa... —beso su cabello.

Que asco... —comento el joven cautivo.

Los adultos se separaron, Bruce lo miraba acusadoramente diciéndole que si volvía a hablar de esa forma volvería a terminar inconsciente. Y Clark...pues, él intentaba ocultar el notorio sonrojo en sus mejillas; por un instante se había olvidado de el inquilino.

— Bruce...¿Podemos hablar un momento? —pregunto mirándolo nervioso.

— ¿Que no querias que fuera a ver a Damian? —respondio con otra pregunta, sonriendo de lado.

Le resultó de lo más adorable el puchero que el más alto hizo, tanto; que le resultó inevitable tomar su rostro entre sus manos y besarlo fugazmente.

— Tu ganas boy scout. —activo los sistemas de alarma de la cueva, así como los de seguridad.— Subamos, así podemos hablar con calma.

Cómo niño pequeño, el último hijo de Kripton...el hombre de acero, el ser al que consideraban un dios...fue detrás del principe de Gótica como un perrito faldero. Subieron hasta la habitación de Bruce y una vez que la puerta fue cerrada con llave, Kal-El fue capaz de olvidar todo y dedicar su atención en el hombre frente a él.

— Ahora...¿Que es lo que te tiene tan...mmh?

La pregunta quedó en el aire y sin respuesta, gracias a los atrevidos labios del alienígena que se estamparon contra los de él. El beso no fue rudo, Clark jamás usaba su super fuerza para forzarlo, no obstante la caricia estaba cargada de sentimientos que lograron tranquilizarlo.

—Bruce...yo... —tomo aire preparándose mentalmente para darle la noticia que había estado posponiendo desde la desaparición de Tim.— yo voy a...

— Ve al grano Clark, lo único que consigues es inquietarme con tus balbuceos...

— Voy a divorciarme de Louis.

(...)

Casi lo habían sacado a patadas de la habitación de Damian...lo entendía, o eso decía. Había dicho que quería estar solo.

Le quedó más que claro que el menor no quería tenerlo cerca, ¿Por qué? No estaba del todo seguro.

Parece que vienes de un funeral mocoso —se burlo Jason al verlo bajar por las escaleras.

No es para que te burles Jason —lo regaño Terry a sus espaldas.

¿Por qué no? Es más...¡Tu no te metas! —se volvió al joven Batman olvidándose de Jonathan.

Por su parte el segundo hijo de Clark se alejo de la sala y fue directo al jardín; necesitaba aire fresco y un poco de soledad para ordenar sus ideas.

— ¿Por qué te ocultas? —hablo al aire esperando a que la persona que lo espiaba saliera.

¿Supiste todo el tiempo que te seguía?

Jon observo detenidamente al Damian de la otra dimensión, era un poco más alto que él, su cuerpo tenía más musculatura; sin llegar a perder esa delgadez que lo hacía ver perfecto, sus ojos...fríos, sin embargo él pudo notar la soledad y tristeza que estos ocultaban.

— Puede que vengas de otra dimensión...pero tus latidos son los mismos —sonrio seguro.

Ya... —fue lo único que dijo.

— ¿Puedo saber por qué me seguías? —se aventuró a preguntar.

¿Importa?

— Si lo pregunto es por algo —puso sus manos en su espalda y ladeó la cabeza sin borrar esa tierna sonrisa.

Los ojos del futuro líder de la liga de los asesinos se abrieron con sorpresa por la imagen frente a él...

Había olvidado...lo bella que era tu sonrisa —dijo en voz alta sin darse cuenta.

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