No soportaba la idea de esperar...nadie le aseguraba que Tim y Conner darían con el paradero de Talía. Salió volando de la cueva en cuanto su padre le dió la espalda.

No lo entendían. No comprendían lo horrible que se sentía no saber nada de su pareja...ni el ser capaz de captar algo mediante su marca. Eso era lo que más incertidumbre le causaba. Ya había esperado siete años para poder ver a Damian y no tenía pensado esperar más.

Cualquier sonido que no fuese la voz o los latidos del petirrojo era ignorado.

— ¿Dónde estás Dami? —dijo al aire.

Se quedó flotando justo en el centro de la ciudad, respiraba profundamente con el objetivo de calmar sus nervios.

“Jon...”

Cada músculo de él se tenso con solo escuchar aquel susurro que el viento trajo con él. Era Damian, de eso estaba seguro...

“Jon...”

Volvió a escuchar y está vez identifico la dirección de dónde venia la voz: Metrópolis.

— ¡Superboy! —le llamaron y por impulso se detuvo para ver quién era.

Red Robin le hacía señas para llamar su atención, frunció los labios inconforme por lo que iba a hacer. Ignoro su llamado y salió volando hacia Metrópolis.

— Acaba de ignorarte —le dijo Conner viendo la dirección por dónde se había marchado su hermano.

— Si, eso es obvio —farfullo entre dientes— síguelo —ordeno.

El clon solo suspiro antes de hacer lo que le pidió. No podía culpar a Tim, no podía enojarse con él...no otra vez. Se sorprendió por la velocidad a la que Jonathan volaba, casi igualaba a la de Clark o quizá era ya más rápido que él. Trato de seguirle el ritmo, pero por más que lo intentaba le resultaba imposible.

— ¡Jon espera! ¿A dónde crees que vas? —pregunto cuando reconoció el camino a Metrópolis y lo que más le alarmó fue que se dirigía a una de las instalaciones de Luthor.— ¡Maldita sea!

Mando todo al diablo y se lanzo contra él, embistiendole, terminando es esa forma ambos en el suelo de un terreno baldío.

— ¡¿Que pasa contigo Conner?! —grito quitandoselo de encima.

— ¡Eso te pregunto yo a ti! ¡¿Que estás pensando?! No puedes ir así como así a los lugares de trabajo de Luthor.

— ¡¿En qué estoy pensando?! ¡Estoy pensando en salvar a Damian, el está ahí Conner! ¡Lo sé! Me está llamando...Déjame ir...me necesita.

— No puedo —suspiro— al menos...no puedo dejarte ir solo.

Jonathan sonrió por el apoyo que el mayor le brindo, lo abrazo en agradecimiento; recibiendo unas leves palmadas en la espalda. Kon pensaba que era lo menos que podía hacer por él, sabía lo que sentía...no saber nada de la persona que amaba...no dejaría solo a Jon en eso, él no lo hizo cuando secuestraron a Tim y aún así lo trato con desprecio. Iba a cambiar eso.

— Andando.

(...)

— Está todo listo, ¿Hay algún problema gran maestro? —Dick se acercó por la espalda de Lord Superboy.

—Tenemos visitas —dijo acariciando el cabello de Damian.

— ¿Desea que nos hagamos cargo de ellos?

El menor negó dibujando una tétrica sonrisa, Damian era suyo, no importaba que hicieran...si llegaban a alejarlo de su lado, esté regresaría.

— Que vengan...deja que se lo lleven —beso la frente del petirrojo y le susurro algo— será su última prueba.

— Cómo desee —acepto no muy seguro.

— Tranquilo, tú te quedarás cerca de él y lo traerás cuando aya terminado.

La explosión se escuchó por todo el edificio, los Kriptonianos no le dieron tiempo a los guardias de seguridad para actuar; los noquearon y avanzaron conforme Superboy detectaba los débiles latidos de Damian.

— Ya voy Dami —murmuraba nervioso.

— Superboy espera...algo no está bien —comento Conner sin dejar de seguir a Jon— es demasiado fácil...

Solo con eso consiguió que se detuviera, estaba seguro de que era una trampa. ¿Que planeaba Lex? Podía sentir la inquietud de Jon, sin embargo no iba a arriesgarse, le envío las coordenadas a Tim para que llegara cuánto antes al lugar.

— Jon...

—Lo siento Kon —Jonathan desapareció en el instante que escucho la voz de Damian cerca de ellos.

— ¡Espera!

Muy tarde, para cuando escucho a Kon, él ya estaba encerrado en un extraño cuarto...y dentro de ese lugar estaba Damian. El cuarto Robin empuñaba una larga espada, la cuál emitía un característico color verde. Kriptonita.
Poso su vista en los ojos de Robin, estos carecían de brillo y de sentimientos...estaban vacíos.

— ¿D-dami...? —pregunto cauteloso dando unos pasos adelante. —No se movió y tampoco le respondió. No era una mala señal.— ¿Que fue lo que te hicieron?

“Matalo Damian, mata al hijo de Superman”

Con esa orden en su mente, Damian atacó; apuntando a la cabeza. El golpe fue esquivado con eficacia, sin embargo el menor no le daba tiempo a nada; se dedicaba a lanzar golpes con intención de matar. Mientras que Jon intentaba hacerle entrar en razón.

— Dami por favor...reacciona, ¡Soy yo! —repetia una y otra vez.

Por otro lado, Conner hacia lo posible por entrar al mismo lugar que Jonathan pero a pesar de sus intentos, no conseguía hacer una simple abolladura o rasguño al metal.

— Maldición...¡Superboy! —volvio a golpear la fuerte aleación.

— Si sabes que no conseguirás nada, ¿para que insistes? —pregunto Tim a su espalda.

Kon-El detuvo sus golpes cuando escucho la voz del tercer petirrojo, no obstante, no lo escucho llegar, en ningún momento detecto sus latidos o su respiración.

— ¿Que ocurre Kon? —aparecion de un salto frente al medio Kriptoniano.

— Tú...tú no eres Tim —dijo en cuanto noto los ojos dorados del menor.— ¿Quien eres?

— Vaya...Jay tuvo la misma reacción —ladeo la cabeza— ¿Tan diferente soy en esta dimensión?

Tim soltó una leve risita, mientras que Conner permaneció en silencio; preparado para cualquier movimiento por parte del chico.

— ¡¿Que le hicieron a Jason?! —Nightwing apareció atacando al Talon.

— Desafortunadamente....Jay ya no está aquí —canturreo causando más miedo y desesperación en el primer hijo.

— Puedes quedarte con esa versión defectuosa que conociste—el Talon mayor hizo su aparición solo para dar más carga al ambiente.— yo ya encontré una mejor.

— ¡No hables de él de esa forma! —grito accionando su gancho para ir tras su contraparte.

— Ahora solo estamos tu y yo Kon...

El tono con el que dijo eso le erizo la piel. Movió su cabeza hacia un lado esquivando la daga que le lanzó, y que por algún motivo se quedó incrustada en la puerta de metal que lo separaba de su hermano.
Mientras Conner encaraba al Talon, Jon ya estaba desesperado; ya que por más que le hablara a Damian, este no le escuchaba, ni siquiera parpadeaba o hablaba.

— Damian...ah, por favor, ¡No quiero hacerte daño!

(...)

— ¡¿Por qué lo dejaron ir solo?! —grito Jason enfurecido con Bruce y Clark.

En un principio estaba rodeando con sus brazos a Dick, tal y como recordaba, rememorando el sabor de sus labios. Luego de eso el ojiazul salió corriendo a no sé dónde, y cuando tuvo el valor de ir a buscarlo resultó que este se había marchado tras una llamada de Tim.

— Tranquilízate Jason —dijo simplemente Bruce aumentando la velocidad del Batimóvil.

— Lo haré cuando vea a Dick —contesto cruzando sus brazos.