Capítulo cincuenta

Nuestro corazón puede estar cubierto de maldad, pero en ocasiones somos capaces de ver una luz de esperanza y gracias a eso logramos hacer lo correcto.

—Quisiera esconderme y olvidar esta lucha —le confieso a Karen.

Solo nosotros tres estamos en la parte trasera del camión.

—Todos deseamos escapar de nuestras vidas —me responde.

—Sin embargo, aquí estamos —agrega Rubí.

El carro derrapa y tenemos que aferrarnos a las sillas del coche para no caernos, pero segundos después el coche explota obligándome a crear una barrera para que la explosión ni las llamas nos hagan daño.

—Hemos llegado a Washington —confirma Karen al salir del vehículo.

—Quédate detrás de nosotros —le pido a Rubí. Para mi sorpresa accede y empieza a guardar distancia.

Hay muchos edificios en llamas mientras que algunos disparos se escuchan muy lejos.

— ¡Prepárense para luchar! —ordeno al darle la vuelta al coche. Los demás camiones se detienen y empiezan a bajar soldados Hollows. Los miro a cada uno de ellos antes de asentir con la cabeza.

Un carro tanque dispara hacia nosotros, pero con dificultad desvió la bala hacia un edificio que pronto cae en una dirección contraria a la nuestra.

El carro tanque vuelve a apuntarnos, pero veo como el cañón se dobla y se autodestruye.

—La casa blanca no está muy lejos de aquí —me dice Karen señalando el monumento a Washington. El gran obelisco se ve imponente a lo lejos.

La marcha de soldados se dirige hacia nosotros, el cielo es un espectáculo de aviones moviéndose por todos lados.

Los gritos y disparos se pueden escuchar en las demás avenidas, los edificios cayendo se unen al caos. Doy un último vistazo a los Hollows nerviosos detrás de mí.

—Adelante —les grito levantando el brazo mientras empiezo a correr. Las balas salen dirigidas hacia nosotros, pero todos nos coordinamos para dirigirlas hacia un edificio. Los vidros estallan con la estructura quebrándose por el golpe mientras veo a los soldados soltar sus armas y levantar unas espadas de luz azul fluorescente.

Esto parece sacado de Star Wars.

Veo uno de mis soldados ser levantando en el aire antes de que una de esas espadas lo clave contra un edificio.

—Hay Hollows entre ellos —grito disminuyendo un poco la velocidad, pero el inevitable choque llega.

La primera línea se llena de sangre ante nuestros ataques, pero pronto veo los cuerpos luchar unos con otros. Karen vuela cortando las cabezas de varios soldados mientras esquiva las espadas. El calor de una espada pasa cerca de mi rostro cuando la esquivo con ayuda de mi reflejo. Un soldado intenta golpearme con la espada. Retrocedo, pero pronto siento como voy a ser cargado por otro soldado por la espalda. Arranco la espada de sus manos antes de dirigirlas hacia otro soldado que corre en mi dirección.

— ¡FUEGO! —escucho la orden, pero las llamas son más rápidas y me rodean. A través de ellas compruebo como usan maquinas generadoras de fuego. Por el rabillo del ojo veo aun Hollow caer antes las llamas mientras yo a duras penas puedo mantenerlas a raya. Salto.

Las llamas me persiguen en el aire hasta que siento la agradable brisa, pero rápidamente soy golpeado por una bala gigante.

Sostengo la sofocante bala con mis manos mientras rompo el cristal de un edificio. El sudor baja por mi rostro al no poder contener más su explosión. La desvió hacia el suelo y salto fuera del edificio con la explosión impulsándome por el aire. Mas balas son dirigidas a mí. Las siento traspasar mi piel rozando mis brazos y piernas.

Los gritos se intensifican ordenando una retirada. Alzo la mirada para comprobar como el edificio del que acabe de salir se viene abajo. Lo sostengo, pero es inútil, es demasiado grande.

—¡Joe! —exclama Karen en la lejanía siento como me ayuda con el edificio.

—¡Salgan todos de aquí! —ordeno a los Hollows que todavía siguen peleando debajo de nosotros.

Los disparos enemigos se intensifican. No puedo resistir ambas cosas. Suelto el edificio sobre aliados y enemigos. Incluso en las alturas siento el suelo temblar. Respiro con dificultad mientras detengo más balas frente de mí. Karen se acerca a mi para tratar de ayudarme levantando los escombros para lanzárselos a los soldados que quedan en pie.

Los cañones disparan hacia mí. Uso mis poderes para intentar detenerlos, pero es inútil. Voy a cerrar los ojos para esperar mi final cuando Karen se interpone entre los misiles y la explosión me envía lejos de ella.

— ¡Karen! —grito recuperando la compostura en el aire. Una nube de fuego y humo rodea el cuerpo de Karen mientras veo como desciende.

No, por favor. Suplico al intentar acercarme a ella, pero más balas me detienen. Mis lágrimas se apresuran a mis ojos al sostenerla en el aire con mis poderes.

La nube de fuego desaparece mientras ella respira con dificultad al levitar lejos. Recupero el aliento con una sonrisa apagada. Tiene rasguños y la piel hinchada, pero está a salvo.

Los dos carros tanques que dispararon se acercan por la avenida, ellos apuntan sus cañones hacia nosotros. Los soldados debajo de nosotros se han organizado y Karen ya no puede detenerlos. El edificio que ha caído se estremece mientras los Hollows salen de los escombros atacando a más enemigos haciéndolos retroceder.

Los cañones de los dos vehículos se deforman antes de estallar. Rubí vuela a mi lado antes de darme un empujón, asiento nervioso. Karen recupera la consciencia y flota a mi lado.  

Más Hollows aparecen por la avenida emboscando al ejército que nos atacaba. Mas adelante veo como más ejercito enemigo se moviliza por todas las calles neutralizando a más Hollows. Karen, Rubí y yo descendemos.

Me dirijo a apoyar a los Hollows, pero Karen me detiene.

—Ellos estarán bien, por aquí —nos ordena Karen. Nos introducimos en los callejones para evitar un encuentro directo contra los enemigos. Los disparos intensifican mientras estamos cada vez más cerca de la casa blanca.

Rubí se detiene en seco en una calle amplia. Karen me toma del brazo para detenerme. Miro en la dirección de Rubí quien respira agitadamente hacia un grupo de Hollows que son fácilmente derrotados. Los aviones vuelan por encima de nosotros lanzando misiles. 

Liderando un gran ejercito que avanza en nuestra dirección se encuentra una mujer esbelta vestida con una armadura negra reluciente ajustada a su cuerpo con el cabello recogido en una gran coleta. Mi mirada se encuentra con la suya, ella me devuelve una mirada sombría antes de fijarse en Rubí. Solo somos un pequeño grupo, no seremos capaces de derrotarla, pero la chica destrozada por esta guerra no está pensando en eso.

—Rubí —la llamo. Mi voz se siente desesperada. Ella no voltea a mirarme.

—No pongas en riesgo tu vida, no sirve de nada perder la vida de esa forma —le grita Karen más desesperada. Los pasos se escuchan más cerca y el olor a muerte es cada vez más palpable.

Ella no responde.

—Eso ya no importa —deja salir casi en un ahogo.

—Edward no hubiera querido eso —le responde Karen. Rubí por primera vez se voltea hacia nosotros de forma violente, sus ojos están cubiertos de lágrimas mientras que aprieta la dentadura. Su mirada, nos dice todo y extrañamente me siento listo para acompañarla. No dejare que nadie más muera.

—Esa zorra es mía —dice Rubí con una mirada decidida. Yo asiento en su dirección mientras mi corazón late con fuerza. No tenemos oportunidad contra ese ejército, pero si retrocedemos más Hollows morirán, tenemos que detenerla ahora mismo. Karen quien se ha mantenido callada también se prepara junto con el pequeño grupo de Hollows detrás de nosotros. Vuelvo a mirar al frente. El ejército se acerca eliminando a todo lo que aparezca entre las calles. En los edificios que quedan intactos se pueden ver los diferentes frentes de la guerra en todo el mundo, la mayoría de ellos ya han terminado y esperan felices frente a las cámaras. Por esto estamos luchando, por nuestra libertad.

Carol comienza a correr al estar a unas cuantas calles de nosotros, el ejercito la sigue, pero Rubí no se mueve, todos nos quedamos detrás de ella esperando. Los disparos comienzan, pero los detengo a una calle de nosotros, tengo la idea de hacer un muro que nos separe de ese ejército, pero pronto la barrera que he hecho es destruida por Carol. Mi corazón late con más fuerza al sentir la muerte cada vez más cerca. Los disparos se reanudan, pero nuevamente son detenidos por otra barrera que en cuestión de segundos es destruida permitiendo que los disparos que la atraviesan sean detenidos por Karen. Ellos se acercan y nuestros pequeños muros solo nos están dando segundos, el sudor baja por mi garganta, mi respiración se agita al escuchar el grito de Carol acercándose, tengo la necesidad de cerrar los ojos, pero de repente Carol es empujada hacia la dirección contraria haciendo que el ejército se confunda.

— ¡Ahora! —grita Rubí con la mano levantada hacia la dirección de Carol que sigue en el suelo por el ataque de Rubí.

Los Hollows y soldados corren hacia ellos, escucho los disparos mientras Carol rueda para evitar otro ataque de Rubí, quien la sigue entre los soldados.

—Joe —me anima Karen. Asiento y dejo a Rubí detrás de nosotros quien mantiene a Carol a distancia. Se ha preparado para enfrentarla.

—Rubí descubrió que sus poderes funcionaban igual que los nuestros, tiene un alcance y a al mismo tiempo solo puede eliminar lo que quiere eliminar, sino tiene claro de donde provendrá el ataque no podrá eliminarlo a menos que se proteja a sí misma, pero entonces no podría atacar —deja salir Karen mientras corre a mi lado.

La mayor parte de la información por más que quiero comprenderla se me hace difícil, pero saber que tiene un punto débil es suficiente para mí.

El choque con el ejército de Carol es evidente, sus armas a distancia son cambiadas por los sables con la que atacan a la primera línea de Hollow mientras que Rubí separa a Carol del campo de batalla. Saltamos los cuerpos de los Hollows antes de cortarle la cabeza a los soldados que se acercan a nosotros, pero rápidamente los mezclamos y se me hace difícil distinguirlos de nuestros aliados, por lo que trato de esquivar todos los ataques mientras ejecuto a todos los soldados enemigos que se acercan. Pronto estoy cubierto de sangre con los cuerpos de los enemigos amontonándose, una oleada de disparos me hace detenerme. Frente de mí un grupo de soldados aliados y enemigos cae ante la ráfaga, mientras otra oleada del ejercito enemigo se prepara para atacar de nuevo. No puedo detener las balas por la fuerza y velocidad que llevan. Me obligo a rodar hasta un callejón. Pasos cerca de mí hacen que me incorpore para presenciar el fuego acercándose a mi desde ambos lados. Utilizo mis manos para detenerlos, pero las llamas están tan cerca que comienza a quemarme la armadura. Muevo las llamas alrededor de mí, pero los disparos hacen que vuelva mi posición original. Salto por encima de las llamas. El aire caliente se siente agradable en mi piel, sin embargo, un misil me golpe en el aire haciendo que toda mi armadura quede destruida mientras impacto contra la acera.

El material del edificio colapsa y rocas comienzan a caer a mi alrededor, me levanto tan rápido como puedo para matar al equipo de lanzallamas, pero uno de ellos sostenía una granada activa que suelta cuando su cuerpo cae al suelo. Me impulso todo lo que puedo hacia el campo de batalla de nuevo, pero la explosión me alcanza y soy empujado hacia la calle como un muñeco de trapo. Los edificios donde estaba colapsan totalmente levantando una nube de humo que los Hollows aprovechan para acabar con los enemigos mientras.

Escucho a soldados toser antes de ver a Hollows caer al suelo. Un humo extraño se mezcla con el polvo.

—Gas venenoso —grita uno de ellos antes de caer al suelo, por más que intento contener el avance es imposible. Corro junto a los Hollows para escapar del humo, pero las balas empiezan a alcanzarnos mientras que veo como Karen levanta todas las armas con sus poderes y las comienza a disparar en dirección al ejército.

—Ve por Rubí —me dice mientras utiliza esas armas para detener el avance. Los carros blindados con ametralladoras no tardan en aparecer.

—¡Ahora! —me ordena y yo comienzo a correr en dirección a la calle donde las vi perderse hace unos minutos.

Sigo el recorrido de su batalla hasta llegar a un campo verde amplio en el que la batalla no ha llegado. Al fondo puedo ver el monumento a Washington que todavía se mantiene intacto a pesar de la destrucción de la ciudad. Del otro lado se encuentra un templo de estilo romano donde descansa la estatua de Abrahán Lincoln. Libertad y justicia.

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