Capítulo cinco
Los déjà vu son una excelente prueba de que nuestras vidas están ligadas a ciertos acontecimientos ya que permite presenciar una experiencia que vivimos con anterioridad en el presente. Las personas que viven como más detalle este suceso, generalmente siente que viven su vida como si ya la hubieran vivido. Una gran parte de la población quiere saber qué sucederá con su futuro o al menos se lo ha planteado, pero si esto se cumpliera, su vida terminaría siendo aburrida, porque no habría espontaneidad, su vida sería tan simple como saber la respuesta de memoria a una pregunta tediosa, aunque en ocasiones hubiéramos deseado saber ciertas respuestas, para no cometer esos errores. No obstante, esos errores son lo suficiente importantes como para ayudarnos a crecer como persona, por muy mal que sea esa experiencia siempre recuerda que gracias a ella es que puedes ser la persona que ahora eres.
Comparo ambas notas mientras espero que se haga la hora para bajar a desayunar. Hoy pude levantarme temprano, lo cual es un poco raro por ser viernes. Dejo escapar un suspiro. Tomo los vaqueros rasgados y la camisa de cuero negro que pongo sobre un suéter del mismo color. Me aseguro de que el vendaje esté cubierto antes de colocarme los lentes de contacto, para luego bajar por las escaleras.
Un día más en la superficialidad.
— ¿Qué ha pasado con esa chica? – pregunta mi madre mientras tomo una cucharada de cereal.
—No la he vuelto a ver —miento. Considero la posibilidad de que mi madre la haya visto parada frente de la casa, pero aun así no sabría que se trata de esa persona.
Ella se limita a mirarme unos segundos antes de encender el televisor. La presentadora hace un resumen de los titulares, en los cuales solo me fijo en la cantidad de personas que han asesinado hoy.
Muertos: 1700.
No me doy cuenta de que estoy apretando la cuchara hasta que siento como los cereales se explotan sobre la leche. Subo la mirada hacia mi madre quien sigue concentrada en la televisión con una mirada perdida. Comienzo a tomar respiraciones calmadas y los cereales dejan de destruirse.
—Un comunicado del presidente de los Estados Unidos, nos ha obligado a suspender los titulares —informa la presentadora. Es una mujer con el cabello largo recogido en una coleta.
La imagen cambia por el despacho del presidente, detrás de él hay varios agentes de seguridad vestidos de negro, sobre el escritorio se encuentra la bandera de los Estados Unidos. En el fondo a través de los cristales se puede ver el patio de la casa blanca en Washington.
—Buenos días, ciudadanos —saluda el presidente— gracias por darme la oportunidad de hablarles.
—Me gustaría hablar hoy sobre las nuevas políticas que se pondrán en funcionamiento en los Estados Unidos de América —subo el volumen del televisor— desde hace 20 años el gobierno de los Estados unidos junto a la organización de las naciones unidas ha venido trabajando en esta decisión.
Un escalofrío recorre mi cuerpo mientras trago saliva.
—Mis decisiones están ligadas a la seguridad de los Estados Unidos —comienza a decir— ese es el fundamento de cada una de mis decisiones.
—Es por lo que el día de hoy, para proteger a los habitantes de nuestro país, es necesario que los Hollows desaparezcan —mis manos comienzan a temblar— no es suficiente hacerlo cuando ya han cumplido la suficiente edad, por esta razón, desde ahora y en todo el mundo, serán asesinados en el momento que nazcan.
Mi cabeza comienza a dar vueltas mientras mis ojos se irritan, pero no me quito los lentes, tengo que seguir mirando.
—Eso incluye a bebés, niños y adolescentes, además de los adultos, los cuales ya estaban sentenciados con anterioridad —sigue hablando, no hay ningún toque de remordimiento en su voz— cualquier persona que oculte la identidad de estos seres y les permita vivir, tendrá que correr con la misma suerte.
—Gracias a todos, los aprecio mucho —se despide el presidente con una media sonrisa mientras mi madre apaga el televisor, no me había fijado que estaba llorando hasta que se voltea para verme, pero no alcanzo a escuchar lo que tiene que decirme, porque ya he salido por la puerta.
⤧⤩⤧⤩⤧⤩⤧⤩⤧⤩
Las personas que habitan este planeta poseen siempre una inestable maldad en su interior. Siempre ligamos esos impulsos como producto de emociones fuertes. Generalmente cuando se tiene rabia, nunca se piensa para hablar, pero creo que es todo lo contrario, lo que dices en ese momento puede ser lo más sincero que digas.
Los Hollows son aquellas personas que nacen con ojos rojos, nos diferenciamos de los albinos en que nuestro color de ojos es similar a la escarlata y el de ellos es un rojo mucho más opaco. Hasta este momento se nos permitía vivir hasta que fuéramos adultos. Llegado ese momento eran asesinados y presentados en televisión como una victoria en una guerra ficticia. Ahora ninguno de nosotros está a salvo, todos seremos eliminados. Intento no pensar en una madre que tenga que ver morir a su hijo recién nacido solo por tener un rasgo diferente a los demás.
⤧⤩⤧⤩⤧⤩⤧⤩⤧⤩
—Por fin estaremos libres de amenaza —comenta un señor a otro sujeto mientras espero el metro.
—Esos fenómenos merecen ser eliminados de raíz —le responde.
Escucho los murmullos de las demás personas, mientras yo me quedo en silencio, completamente vacío con la furia tratando de salir.
—Si tuviera uno cerca de mí lo desgarraría con mis propias manos —gruñe uno de ellos, no miro su cara, solo me río en silencio de lo irónico que me resulta mientras el metro se detiene frente de mí.
Solo pasan unos segundos para que a través del cristal del metro pueda ver como su cabeza explota. La sangre ensucia mi espalda y me obliga a golpearme con la puerta del metro por la cantidad de personas que intentan ingresar, cuando giro un poco la cabeza puedo ver a las personas corriendo por todos lados. En medio del caos mis sentidos solo pueden reconocer los gritos que invaden todo el ambiente.
Pasado unos segundos las puertas se abren y nos permiten entrar, tengo que apresurarme dentro hasta golpear con el otro extremo. Las personas comienzan a entrar desesperadamente y por el rabillo del ojo veo como esa chica que me ha estado siguiendo mira el cadáver sobre sus pies con furia, luego es señalada y en unos instantes está corriendo fuera de la estación.
⤧⤩⤧⤩⤧⤩⤧⤩⤧⤩
El viaje es en silencio, solo se puede escuchar el motor del metro, mientras que las personas nos miramos las caras. Mi chaqueta está manchada de sangre, pero no me la quito, porque si lo hago mi vendaje estará al descubierto y entonces yo seré el que será asesinado.
⤧⤩⤧⤩⤧⤩⤧⤩⤧⤩
Lo primero que hago al llegar a la universidad es entrar en el primer baño que encuentro, he tenido que evitar las miradas acusadoras y a veces aterrada de las personas que han visto la sangre casi seca en mi ropa. Cierro la puerta con seguro luego de comprobar que me encuentro completamente solo. Quito mi chaqueta y miro el vendaje, saco el reloj que tengo guardado en el bolso y lo pongo para cubrir la zona. Limpio la sangre en mi cuello y cabello. Guardo la chaqueta en el bolso antes de salir del baño.
Bueno, al menos mi bolso tiene un estilo nuevo.
A pesar de los recientes acontecimientos no puedo concentrar ningún pensamiento acerca de eso, cada vez que intento recordar o pensar en ello mi mente lo rechaza.
—Joe —me llama Luz, me volteo para verla correr hacia mí a través de las personas.
Lo siguiente que sucede es que me da un fuerte abrazo, yo se lo acepto después de que la sorpresa se ha ido.
—Estaba muy preocupada —me dice al pecho— escuche la noticia cuando venía para acá, solo podía pensar en ti.
—Estoy bien, Luz —le acaricio el cabello, ella se calma luego de unos minutos y se separa, lo cual agradezco porque empezaban incomodarme.
—Oh, por Dios, Joe, estuviste en la escena —dice mirando mi bolso.
Se dio cuenta, ser mi novia ya la está haciendo evolucionar.
—No me perdí de nada, lo vi todo desde primera fila —me burlo.
—Y con efectos especiales —dice con una media sonrisa.
Eso es lo que me agrada de Luz, siempre hace ver las cosas más agradables. Sin su ayuda probablemente hubiera sufrido de depresión crónica cuando termine con Sofía, pero ella siempre estuvo ahí, acosando mi vida lo suficiente como para evitar que me lanzara de un puente. En vez de hundirme en la oscuridad, siempre quiso hacerme ver lo luminoso que puede llegar a ser esta cruel, pero extraordinaria vida.
Solo son unos segundos, pero son los suficientes para ver a la chica entre los arboles muy cerca de nosotros, pero así como aparece se pierde con la multitud de la calle.
—Joe, parece que has visto un fantasma —me dice Luz obligándome a prestarle atención.
—Todavía sigo comisionado con lo sucedido —miento.
—Eres muy nena, Joe. Camina —me empuja para pasar sobre mí, vuelvo a dar un último vistazo a la calle antes de seguir a Luz hacia el salón de clases.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top