Una persona promedio vive alrededor de 68 años, lo cual es una esperanza de vida demasiado corta en comparación con los diferentes objetos del universo. La vida del hombre es tan efímera que impide que una persona alcanza a experimentar la plenitud de la vida y si logra alcanzarla ya es demasiado tarde, pero no es su culpa, ya que desperdiciamos media vida en un salón de clases y con suerte, pero en cualquier caso para lograr sobrevivir deberás de sacrificar el doble de tu tiempo en algo que ejercerás el resto de tu vida y solo para llegar al mismo final de alguien que no lo haría de la misma forma. Un ciclo vicioso consecutivo que probablemente heredarán tus hijos. Sin embargo, en comparación, una libélula vive aproximadamente 24 horas, si solo tuvieras esa esperanza de vida ¿Qué harías? ¿Buscarías el amor? ¿Viajarías? Aunque es un tiempo más limitado, te permitiría disfrutar la vida con mayor plenitud. En ocasiones no comprendemos los beneficios que tenemos hasta que tenemos que padecer su oposición, pero con 20 años ¿Qué puedo saber acerca de lo que es la vida? No creo saber más de lo que sé, todos aprendemos de la vida de diferentes formas, eso es lo que lo hace interesante. Así que, si no estás a gusto con tu vida, puedes empezar de cero cuando lo desees, nunca es tarde para comenzar, recuerda, tienes el tiempo suficiente, pero cuidado, ese tiempo puede volar tan rápido como la luz en la oscuridad.

Salgo del vehículo luego de que Rubí lo hace. Ella se quita sus gafas y la tira dentro del carro antes de cerrar la puerta. El complejo científico está rodeado de un jardín que parece haber salido de esos cuentos de princesas y castillos.

—Es una hermosa vista —digo al caminar a través de las flores.

—Fue construido en el 2008 para realizar operaciones alrededor de los Hollows —la miro nervioso, ella me devuelve una mirada astuta— ¿Miedo?

—Ni un poco —le respondo firme.

—Pero el dueño no estuvo de acuerdo con las operaciones que se hacían, así que en secreto movió lo hilos para ir despidiendo personal poco, e irlo remplazando con Hollows, y así crear una base de operaciones secretas —me dice.

—Así nació la legión —concluyo.

La legión es un ejército revolucionario formado por Hollows, ellos se han encargado en los últimos años de salvar a Hollows indefensos, sin embargo, los gobiernos tuvieron que intervenir recientemente y es por eso crearon esa horripilante ley que permite asesinarlos al nacer.

Al atravesar el pequeño jardín nos encontramos con unas grandes puertas de cristal.

—Llegaste princesa —nos saluda una voz proveniente del citófono.

—Abre la puerta, Edward —le responde Rubí amargada.

Las puertas de cristal se retiran y ambos entramos a un recibidor blanco donde solo quedan algunas computadoras detrás de un bloque de aluminio decorado. Al adentrarnos caminamos por un pasillo hasta llegar a un ascensor.

Ambos suspiramos cuando las puertas se cierran y comenzamos a bajar. Se siente un poco incómodo tener a alguien así de intimidante tan cerca.

—Ellos son unos imbéciles, pero son buenas personas —me dice antes de que las puertas se abran hacia un gran piso subterráneo.

Las luces del techo es el único suministro de luz, pero son lo suficiente grandes como para dar una sensación casi como la del exterior. Las paredes, el suelo e incluso el techo que no está cubierto por los grandes paneles de luz están hechos de madera.

Frente de mí se encuentran varios jóvenes de mi edad.

— ¿Qué onda? —tomo como saludo del chico que está más a la izquierda, él es blanco y tiene el cabello negro largo casi cubriendo sus ojos color escarlata— Soy Sam.

—Hola, Joe —dice una joven adolescente que está a su lado un poco nerviosa, ella tiene el cabello ondulado recogido en dos moños y su piel es morena— Mi nombre es Kenya.

Incluso con su piel morena la veo sonrojarse.

El siguiente que está al lado de la chica solo me alza la mano antes de caminar fuera de la habitación. Utiliza unos lentes que dejan ver sus ojos color escarlata y una gorra que cubre su cabello dorado.

—El que acabo de irse es Edward —deja salir Rubí. Él fue quien nos abrió la puerta.

—Un gusto —saluda un chico alto y delgado que utiliza el cabello corto.

—Él es David, es un perdedor —ambos se miran con furia antes de presentarme al siguiente.

—Oh, es un placer enorme conocerte —dice una mujer muy hermosa a pesar de su estatura. Ella tiene un largo cabello negro, detrás de ella hay una niña que también tiene ese color de ojos.— Ella es Victoria. 

—Anda, saluda a Joe —la anima, pero ella se cubre detrás de las piernas de quien debería ser su madre, por el gran parecido que tiene.—Discúlpala es muy tímida, por cierto, me llamo Zayda.

—Bienvenido —me saluda una chica con el cabello corto y al igual que el chico que se fue hace un momento, ella también utiliza lentes.

—La nerd de Karen —ella solo le saca la lengua y luego me sonríe.

—Hola, baby —me llama una chica morena de contextura gruesa que tiene el cabello lacio y negro.

—Soy Daniela —se apresura a decir la muchacha morena que hace un momento intentó coquetearme.

—Mucho gusto en conocerte, soy Paul —me saluda un chico de contextura gruesa a mi derecha antes de ponerme su brazo sobre mis hombros.

—Sabemos lo que eres —rápidamente volteo a mirar hacia esa dirección, la última de la fila me mira a través de ese reconocible cabello. 

¿Es lo único que sabe decir? 

 La observo, pero ella solo me sonríe. No le devuelvo la sonrisa porque se sintió raro verla hacer decir eso luego de que me acosara diariamente.

—Ella la conoces muy bien, no ¿Joe? —tengo que dejar de mirar a esa chica para mirar a Rubí.

—Su nombre es Ellied —pronuncia lentamente su nombre, aunque creo que fue mi mente la que tardo en procesarlo.

La miro un largo segundo mientras que nuevamente nuestros ojos color escarlata hacen contacto, pero en esta ocasión ya no siento miedo, pero si me siento nervioso.

— ¿Dónde está Camila? —le pregunta Rubí a Edward, quien ha vuelto a la habitación sosteniendo una botella de agua que le entrega a Rubí.

—En su habitación —le responde y luego inclina la espalda para hacer un gesto para que tome la botella. Ella solo lo mira unos segundos antes de golpearlo con un puño en la cabeza, pero él levita segundos antes de caer al suelo.

—Me tienes harta —le gruñe, pero sigue caminando.

—Bien, basura —me llama Rubí.

— ¡Rubí! —protesta Zayda. Solo se fulminan con la mirada antes de continuar.

—Esta es la élite de la legión —abre las manos.

— ¿Dónde están el resto? —pregunto, hasta este momento no me había dado cuenta de que es lo primero que digo.

Solo me dirige una media sonrisa antes de continuar.

—En los diferentes centros operacionales de todo el mundo —me responde con una mirada astuta.

—Joe, somos la revolución —dice Karen— está es nuestra lucha para lograr la liberación de la tiranía.

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Luego de la presentación en el gran salón, me llevaron a un pasillo que llevaba a otro ascensor y descendía a los dormitorios. Me dijeron que tendría la última habitación y que, por los recientes acontecimientos era mejor que descansará, después de todo, no he podido dormir nada desde ayer.

Cuando estoy llegando al final del pasillo veo el número que me asignaron en la puerta de la derecha.

—Tú debes de ser el nuevo —dice una voz femenina detrás de mí.

Una chica está sentada en la cama escribiendo en un libro entre sus pies. Su cabello largo y rubio cubre sus brazos y rostro.

Ella no estaba en la presentación.

—No pensé que encontrarán un reemplazo tan rápido —observo como su voz se quiebra mientras empuña más fuerte el lapicero sobre el papel.

Ella voltea a mirarme, a través del cabello rubio que cubre su rostro puedo ver las lágrimas bajar de sus ojos color escarlata.

—Morirás —me muestra una sonrisa y su puerta se cierra repentinamente dejándome solo en el pasillo.