Lágrimas caen por sus mejillas, viendo a la gente pasar mientras su alma se hace trizas, una gota, dos... cada lágrima representa su dolor, cada lamento desgarra su corazón.

¿Quien iba a adivinarlo? Ella se entregó a todo sin siquiera dudarlo. Ahora aprendió que no debe de hacerlo, que las palabras siempre se las llevará el viento.

"No me dejes" susurro esas palabras, pero ella sabía que eso estaba más que hecho, el se fue y ni siquiera tuvo tiempo a pedirle que le explicase la razón de su desprecio.

Ilusa, tonta y sin entender porqué confío en él. Tal vez ella por una vez quiso abrir su alma a una persona... ahora entendía porque le decían que no debía, que lo mejor sería continuar sin mostrar aquello que tanto escondía...

Bien dicen que se aprende hasta que se cae, bien dicen que uno entiende hasta que ve lo que hizo mal.

¿Ella le ha olvidado? No
¿Él le ha olvidado? Si

¿Por que no podía dejar de pensar en él? Su alma lo añora y su mente solo quiere olvidar todo lo que había dicho aquel ser.

Dos partes de ella que están en disputa, una pide a gritos que lo busque y la otra pide que lo deje, que lo borre, que jamás traiga de nuevo su recuerdo.

Llora porque no sabe que hacer, puede que esta sea la única vez que lo haga, puede que después de esto haga caso a su mente, es la que suena más coherente, olvidarle así como él la olvido a ella y seguir con su vida sin querer mirar las estrellas.

¿Por que las estrellas? Porque habían prometido verlas cada noche, porque habían dicho que era lo más hermoso que podían apreciar y era un recuerdo que no deseaba recordar, tal vez en un futuro cuando la herida dejase de supurar las vería, las vería sin dolor en su mirar.